Por primera vez los actores comparten escenario. La felicidad de trabajar juntos, las diferencias y las coincidencias de dos grandes de nuestro teatro
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Ella cumple 60 años de profesión y él muchos más. Sin embargo, Soledad Silveyra y Luis Brandoni nunca se habían cruzado en teatro, ni en televisión tampoco. Pero ella se quiso dar el gusto de trabajar con quien admira tanto y pidió que fuera su compañero en ¿Quién es quién?, la comedia de la autora francesa Audrey Schebat que el 8 de enero sube a escena en el Teatro Liceo. LA NACIÓN conversó con los dos actores que repasaron su historia juntos (“nos conocemos de toda la vida, hemos compartido marchas y muchos acontecimientos políticos”) y cuentan cómo se llevan, por qué pelean y cuáles son las virtudes del otro. Durante la charla hay risas cómplices y miradas tiernas, aunque también se ponen serios. Se nota el cariño, el respeto y las ganas de seguir compartiendo lo que tanto aman.
–¿Nunca trabajaron juntos?
Luis Brandoni: –Nunca en teatro ni en televisión. En cine hicimos algo en dos oportunidades, pero muy breve (Hay unos tipos abajo, en 1985, un film de suspenso ambientado en la última dictadura militar y en El arreglo, en 2019, una comedia dramática sobre la conflictiva relación entre un padre jubilado y su hija). Muy curioso que no hayamos coincidido nunca. Pero ha llegado el momento y nos vamos a dar el gusto de compartir la tarea.
Soledad Silveyra: –Esas cosas de la vida… y del querer (risas).
-¿Cómo se dio?
Luis Brandoni: –Ella fue la que convocó.
Soledad Silveyra: –(El productor Juan Manuel) Caballé me dio tres obras para leer y me gustó mucho el título de ésta, y cuando la leí también me gustó el texto y lo vi a Brandoni. Entonces le dije a Caballé que si no era con Brandoni no hacía esta obra. Porque es para él, no tengo otro actor.
Brandoni: –Bueno…
Silveyra: –Es el único actor… bueno no el único porque tenemos grandes actores. Pero es el mayor que maneja el humor y la emoción al mismo tiempo, es verosímil y los tonos que hace... Leía la obra y no podía sacarme de la cabeza a Brandoni. Caballé lo fue a ver y me enteré que Tomy (Tomás Rottemberg, productor) le había ofrecido otra obra y yo temblaba porque pensaba que podía decir que no. Brandoni viajó a Madrid y a los dos días me llamó para decirme que le había gustado la obra. “¡Guaauuu”! grité… Nunca me voy a olvidar. Y ahí empezó la tarea.
-¿Dudaste en algún momento Luis?
Brandoni: –Me gustó la obra porque es muy singular. Muy particular. Y creo que el público se va a entusiasmar con ese juego porque ofrece una enorme participación, se pueden identificar con los conflictos que se ven sobre un matrimonio con 30 años de casados. Confío mucho. Y solamente puedo decir que una relación como esa, de tantos años, puede traer algunas novedades que nadie sospechaba. No se puede develar nada más por el momento.
-¿Cómo es la dinámica del ensayo?
Silveyra: –Ensayamos mucho, transpiramos la camiseta, pero estamos felices y sin problemas, y con una bonhomía por parte de Beto y creo que mía también.
Brandoni: –Por supuesto...
Silveyra: –Somos trabajadores del teatro y tenemos el deseo de hacer las cosas bien. A veces protestamos con producción, con vestuario, por esto, por lo otro (risas). Y vamos buscando. Queremos opinar porque somos lo que nos ponemos.
Brandoni: –Hay otro detalle que vale la pena destacar y es la figura del director (Héctor Díaz); desconocía que era un actor que además dirigía. Y me llevé una gran sorpresa porque es un director muy serio, exigente y vale la pena porque está muy comprometido con lo que hace.
Silveyra: –Yo conozco a Héctor desde hace muchos años, lo vi la última vez en Antígona en el baño y viene de una formación maravillosa con Javier Daulte, Ricardo Bartis. Es muy culto, con una intuición casi perfecta diría. Le estoy profundamente agradecida.
-¿Son obedientes?
Silveyra: –Muy, ¿no?
Brandoni: –Si claro, como corresponde.
-¿Y ustedes cómo se llevan?
Silveyra: –Muy bien.
Brandoni: –Bastante bien. Es raro que estemos debutando como pareja de teatro después de tantos años de relación. Eso es lo curioso.
-Se conocen de toda la vida, ¿qué recuerdos comparten?
Brandoni: –Hemos participado de muchas cosas juntos…
Silveyra: –Mucho acontecimiento político en la dictadura, en el gobierno de Isabel Perón con (José) López Rega. Y fue muy duro cuando llegó la amenaza de La Triple A. Yo estaba trabajando con (Héctor) Alterio que también se exilió con Brandoni y otros tres actores más que fueron los cinco primeros. Así que hemos compartido marchas juntos porque en dictadura todos estábamos unidos: comunistas, demócrata cristianos, radicales, peronistas. Éramos todos uno.
–¿Pelean por temas políticos?
Silveyra: –No, no, no. Para nada. Nos une una historia muy fuerte.
Brandoni: –Y larga (risas).
Silveyra: –Este año cumplo 60 años como trabajadora del teatro. Empecé a los 12 años.
Brandoni: –Y yo ya los cumplí. Ella es mucho más joven que yo.
-Cualquier otro argentino pensaría en jubilarse, ¿tienen ganas de seguir subiéndose al escenario o alguna vez piensan en un descanso?
Silveyra: –Somos como Mirtha Legrand.
Brandoni: –Si se pudiera hacer una tarea importante desde el punto de vista tecnológico como hacer teatro sin el día del estreno, a mí me gustaría seguir. Con el día del estreno, lo dudo. Vamos a ver.
–Después de 60 años, ¿todavía hay nervios?
Brandoni: –Sí, es imposible evitarlos.
Silveyra: –Creo que está bien que pase eso.
Brandoni: –Tuvimos una especie de mini estreno con la prensa así que quizá va a ser más tranquilo.
-¿Y se permiten relajarse?
Silveyra: –Todavía estamos incorporando todo lo nuevo. Hay que acomodarse a la escenografía, a las luces. Pero los tres seguimos trabajando y nos queda un poquito más. No paramos.
Brandoni: –Unos días después del estreno nos vamos a empezar a divertir. Vamos a disfrutar del espectáculo.
-Hay muchas propuestas teatrales, ¿qué expectativas tienen?
Brandoni: –Que sea un éxito.
Silveyra: –Estamos en momentos difíciles para que la gente pueda pagar una entrada, pero hay teatros que llenan todos los días. No somos jóvenes ni galanes, pero sé que a la gente le encanta la pareja que hacemos.
-En los últimos años, con la pandemia y el cambio en la industria audiovisual, los actores se refugian en el teatro, ¿se adaptan o cuesta?
Silveyra: –Solo existe el streaming. Beto se adaptó porque hizo Nada, que me pareció de una calidad enorme. Nunca vi a Buenos Aires fotografiada de esa manera tan bonita. Una belleza. Yo estoy más refugiada en el teatro. Si me aparece algo de streaming que me interese por la calidad del personaje aceptaría, pero hacerlo por estar, no.
Brandoni: –Yo tengo por delante dos desafíos. Uno es la versión cinematográfica de Parque Lezama y en la segunda mitad de 2025 vamos a filmar la segunda parte de Nada, que va a tener otro título. Y Made in Lanús sigue todo el año que viene. Es una gran obra y tengo el gusto de dirigirla.
–Soledad, decías que es difícil pagar una entrada, ¿qué mirada tienen sobre el futuro de nuestro país?
Brandoni: –Para vivir hay que remar siempre. Tengo expectativas de que las cosas pueden funcionar bien. En cuanto a nuestra tarea, tenemos el tema de la televisión que durante décadas fue la fuente de trabajo más importante para los actores. Y lamentablemente eso se perdió. Vamos a ver cómo lo resolvemos. Tenemos el refugio del teatro, por suerte.
Silveyra: –Yo estoy inquieta. Por supuesto que quiero que el presidente termine su mandato, que no pase nada, pero estoy inquieta. Soy una señora mayor y las malas palabras y los insultos no me gustan y ahora enciendo la televisión y hay mucha violencia. Y tenés que ver todo para poder llegar a una síntesis personal. Estoy inquieta, con esperanzas de que esto marche para adelante.
–Luis, ¿qué virtudes tiene Solita?
Brandoni: –Primero es linda. Nos tenemos mucho cariño y respeto a pesar de que no hayamos compartido mucha tarea juntos. Compartir un escenario a esta altura de nuestras vidas es un motivo de felicidad, de alegría, de trabajar con alguien muy experimentado en este oficio, que empezó de niña. Es un momento muy lindo. Y es necesario que nos acompañar el público en este teatro divino.
–Solita, ¿y las virtudes de Luis?
Silveyra: –Brandoni es el gran actor argentino. De toda su generación nos queda Héctor Alterio, él y no sé cuántos más, como cabezas de compañía. Quería tanto tenerlo en la obra que lo conseguimos. Se me cumplió un deseo. Es un ser adorable, gran compañero de trabajo, siempre estamos uno para el otro. No hay roces. Vamos a ver cuando empiecen las funciones y el director que estará haciendo temporada en Mar del Plata nos va a ver solamente una vez por semana. Pero los dos somos trabajadores del teatro, no tenemos ego. No le veo el ego a Brandoni. Y yo pedí que Brandoni fuera primero en la cartelera, que se le de lo que quiera porque necesitaba esta experiencia y lo valoro muchísimo.
La obra
¿Quién es quién?, de la autora francesa Audrey Schebat y con adaptación de Pablo Rey, está dirigida por Héctor Díaz y cuenta la historia de un matrimonio que, mientras espera a una pareja amiga para cenar, se ve envuelto en un divertido caso policial; lo que provoca que empiecen a aflorar los conflictos que fueron acumulando a lo largo de tantos años de convivencia, reflexiones sobre el amor, la comunicación, la búsqueda de la felicidad, y cuestionamientos de convivencia. La fecha del estreno es el miércoles 8 de enero en el Teatro Liceo. Y los productores Tomás Rottemberg y Juan Manuel Caballé.
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