La modelo y conductora habló con LA NACION sobre su desempeño en el reality de cocina, de sus compañeros, de sus próximos proyectos laborales y de sus ganas de casarse con su novio Guido Mazzoni
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Contra todos los pronósticos, Sol Pérez es una de las famosas que sigue en carrera en MasterChef Celebrity. La participante -que aseguraba ser un cero en la cocina- se convirtió en una de las revelaciones dentro de la competencia de Telefe y sueña con un lugar en la final. “Es algo sorprendente, no me lo esperaba. Soy una persona que entré a cocinarle a tres personas (en referencia al jurado) sin tener idea y ahora soy otra. Siento que aprendí un montón. Pase lo que pase de ahora en más, yo ya gané”, le confiesa a LA NACION muy entusiasmada por lo que se viene.
Sin dudas, si hay algo que caracteriza a esta joven -oriunda de José León Suárez- es el animarse a cada desafío que la vida le pone por delante. Modelo, conductora y futura abogada, esta rubia que comenzó siendo “la chica del clima” en un canal deportivo, es el claro ejemplo de que con estudio, constancia y dedicación todo se puede. ¿Sus nuevas metas? Recibirse en la universidad, casarse con su novio Guido Mazzoni y conducir un programa de entretenimientos.
-¿Cómo estás viviendo tu paso por MasterChef Celebrity?
-Con mucha alegría. Lo que me pasa con MasterChef no me pasó con ninguno de los laburos que tuve. Me produce una felicidad tremenda estar en esta competencia, es algo inexplicable.
-Te fuiste en la quinta gala y volviste a entrar en el repechaje, ¿qué cambiaste para todavía seguir en carrera?
-La verdad que esta segunda vuelta fue totalmente distinta para mí. Agradezco haberme ido para volver a entrar de esta forma. Estuve tres semanas afuera nada más, pero creo que cambié mi forma de ver el programa y el juego. Soy muy perfeccionista, demasiado hincha conmigo, me mato estudiando. El laburo que me toque intento hacerlo lo mejor posible y no me gusta equivocarme entonces me fui enojada porque sentía que yo había dado todo y tal vez del otro lado no estuvo el reconocimiento que yo esperaba. Uno a veces se crea en su cabeza un montón de cosas que no tienen por qué suceder. Así que esta nueva oportunidad la tomé como un juego. Entendí que no importa si sabés más o menos que tus compañeros, si un día hacés el peor plato te quedás afuera. Entonces entré a disfrutarlo sabiendo que todos los días puede ser mi última gala. Sin pensar en el futuro sino concentrándome cada noche en divertirme y hacer lo mejor.
-¿Cómo te puntuabas en la cocina antes de entrar a este certamen?
-¡Antes era un 0! Cocinaba poco y no era algo que me apasionara o interesara. Quizá como me gusta comer saludable a veces intentaba hacerme las cosas yo misma y ahí sí buscaba algunas recetas. Por ejemplo, hacía unas pepas integrales riquísimas, que me salían muy bien, pero nada más. No le veía el lado interesante a la cocina y ahora parece que me cambiaron y soy otra persona.
-¿Eras fan del reality?
-Sí, me gustaba mucho el programa y lo miraba. Quizá mi novio era más fan que yo. Yo llegaba de trabajar cansada y por ahí no estaba tan pendiente, pero él sí. Cuando me llamaron para ser parte no lo podía creer, tenía una alegría... Era un desafío que a mí me interesaba hacer.
-Además de aprender a cocinar, ¿qué te está aportando este certamen?
-Creo que estoy aprendiendo mucho. Soy una persona que entré sin tener idea de la cocina y ahora me gusta probar cosas distintas, jugar con los sabores, las texturas. También me está ayudando a entenderme a mí misma. Yo soy una persona con un carácter muy fuerte y a veces me cuesta aceptar cuando fallo. Siempre uno intenta echarle la culpa al otro y este reality me ayudó a ver eso y a hacerme cargo de las cosas. Y también estoy aprendiendo a manejar mis humores. Si un día no estoy de la mejor manera intento entender qué me pasa y qué hacer con eso y no saltar e ir al choque, algo que al final no me termina sirviendo ni a mí ni a nadie.
-¿Te referís a algunos cruces que tuviste con tus compañeros como La Chepi o María O’ Donnell?
-Es que al principio éramos un montón de personas (empezamos siendo 16 y después se sumaron dos más) y uno no se puede llevar bien con todo el mundo, eso es imposible. Pero más allá de los problemas o de si uno te cae mejor o peor, uno elige si le da bola y se queda con eso o si seguís tu camino. Yo elijo quedarme con lo bueno y con todo lo que estoy aprendiendo, no con cosas que no me van a sumar ni a nivel laburo ni a nivel personal. Lo de María no fue nada, es de las mejores compañeras que tengo dentro del certamen. Pasó que me apoyó algo arriba de mi preparación, pero nada más, algo que puede suceder en la cocina.
-¿Sentís que con los años fuiste madurando respecto a los escándalos?
-¡Reee! Yo me volvía loca en dos segundos y quería matar a alguien. Creo que uno va aprendiendo cómo es el juego de la televisión. Si uno no se engancha ya está, queda ahí, es lo más sano. Salvo que te interese darle pedal a algo que te va a servir y lo respeto, pero desde hace un tiempo siento que no me quiero quedar con lo malo, con un ‘te dije’, ‘me dijo’. Me quedo con todo lo positivo que aprendí en el camino.
-¿Cómo tomás los rumores de romance que te adjudicaron con Alex Caniggia y Gastón Dalmau?
-La verdad que no me molesta porque tengo bien en claro las cosas y sé que mi novio también. Siempre y cuando no sea algo que después me pueda llegar a traer problemas en mi vida, está todo bien. Siento que a veces la gente quiere creer que pasa algo entre nosotros como cuando ves una novela y te creés la historia entre los protagonistas, así que lo tomo como un juego, me río y me divierto.
-¿Cómo viviste la abrupta salida de Alex del certamen?
-Me dolió mucho porque yo lo quiero. Ya había trabajado con él, es una muy buena persona. Me duele que se haya ido así porque creo que tuvo un paso lindo por MasterChef, lo ayudó tanto a nivel imagen y llegada a la gente que siento que tendría que haberse ido por la puerta grande. Merecía irse con todos nosotros aplaudiéndolo. Aparte era un gran candidato. Llegó dónde llegó porque se lo merecía, no porque lo ayudaron o servía para el reality. Si hubiera tenido la oportunidad de hablar con él, le hubiese dicho que siga.
-¿Pudiste hablar con él después de su decisión?
-Sí hablé, pero dice que estaba cansado. Si tuviera que decirle algo como amiga es que se equivocó. Tendría que haber ido a la gala de eliminación y cocinar como todos nosotros y si le tocaba irse, le tocaba irse. Yo no siento que haya estado cansado, siento que viene por otro lado, pero no lo voy a saber nunca porque él no lo va a decir. Aparte él se divertía muchísimo. Yo le decía “chuchi” al aire y habíamos estado jugando con eso, se lo notaba enganchado y divertido. Por eso no siento que venga por ahí, siento que tiene que ver con algo muy personal de él, pero obviamente no lo va a compartir.
-¿Qué opinás del escándalo que se armó con Claudia Fontán por levantar el tofi del piso?
-En el momento no me di cuenta de lo que había pasado porque estaba muy alterada con mi torta que se me estaba viniendo abajo y no lo registré. Pienso que ella tampoco registró cuando lo levantó del piso. Siento también que lo que más le reclama la gente es no haberlo dicho y no reconocerlo cuando le preguntaron los jurados. Pero en un momento de estrés uno puede hacer un montón de cosas, creo que fue más la desesperación de seguir que otra cosa. Ella igual después pidió disculpas.
-¿Te hiciste de amigos en esta competencia?
-Sí, conocí un montón de personas hermosas. Se armó un grupo humano muy lindo, nadie quería que le vaya mal al otro. Y me pasó mucho en estas últimas semanas donde al ser tan poquitos uno puede relacionarse más. Antes había dos grupos, a veces te tocaba con uno, otras con otro, en cambio ahora son todos los días con la misma gente compartiendo absolutamente todo. Creo que eso nos unió mucho más.
-Sabemos que el jurado es muy exigente, ¿a quién le tenés más miedo de los tres?
-La verdad es que los tres son geniales. Cada uno tiene su particularidad. Si hacés pastas o un risotto, lo tenés a Donato (De Santis) mirándote. Si hacés algo dulce, lo tenés a (Damián) Betular. Yo descubrí un amor por lo dulce que creo que tiene que ver con la persona que te lo enseña. Y (Germán) Martitegui es una persona que quizá en la primera parte no llegué a conocer, pero en la segunda me di cuenta que es un dulce de leche. Cada vez que viene a la isla y me ayuda, yo termino ganándome alguna estrella o siendo el mejor plato. Tiene una forma de decirte las cosas que te ayuda muchísimo.
-En la gala del lunes pasado, te vimos haciendo equipo con tu novio. ¿Cómo fue la experiencia?
-Guido fue el primero que me dijo que tenía que aceptar este desafío, así que cuando lo invitaron ni lo dudó. Él es muy compañero, me apoya en todo. No le gusta nada aparecer en televisión porque tiene su vida, su negocio, se dedica a otra cosa entonces no le interesa demasiado exponerse, pero la producción le pidió que me acompañe y él sabía que a mí me iba a gustar. Me encanta cuando me acompaña a algún programa, me divierto mucho con él. Él no sabe cocinar, aprendió en cuarentena cuando yo trabajaba en el noticiero y como volvía muy tarde me esperaba con la comida lista. Encima le tocó ir al mercado y odia ir al supermercado (risas), pero lo disfrutó y eso está buenísimo.
-¿Cómo maneja el tema de tu exposición siendo tan perfil bajo?
-Entiendo que no quiera exponerse porque cuando lo hacés siempre va a haber gente que te quiera y gente que te odie, gente a la que le parezca buenísimo lo que hacés y otros a los que les parezca una basura. Los que nos dedicamos a esto lo sabemos, pero Guido no porque no se dedica a esto, entonces se desayuna con tanta maldad a veces. Igual me gusta que sea así, que cada uno tenga su trabajo. Ni yo me meto con sus cosas, ni él con las mías, me parece que es lo más saludable para los dos.
-En el programa hablaron de sus planes de casamiento, algo que también vienen anunciando en redes sociales. ¿Ya tienen fecha?
-Tenemos ganas de casarnos, es algo que venimos charlando hace bastante. Tenemos muchos planes a futuro juntos, más allá del casamiento, pero también nos tocaron meses difíciles. Yo hace dos años que estoy con Guido y prácticamente los dos fueron en pandemia. Así que nos gustaría disfrutar de nosotros un poco más, viajar, salir con amigos que casi no se pudo dar por este tema. Aparte para hacer un casamiento tenemos que esperar que mejore un poco la situación. No queremos exponer a nadie o que pase nada, por eso no ponemos fecha por ahora.
-¿Qué proyectos se vienen después de MasterChef?
-Todavía no puedo contar nada, pero las ganas de volver al noticiero están porque yo me fui, pero no es que lo dejé para siempre, fue como una especie de impasse para poder hacer MasterChef. Así que la idea es volver, al menos las ganas están y ya hay conversaciones para hacer algo bueno y copado en Canal 26. También me encantaría que me llegue algún proyecto para actuar, pero por ahora con el Covid está todo muy complicado, así que seguiremos por el lado de la conducción que es algo que me encanta.
-¿Qué tiene que tener un proyecto para que digas que sí?
-Primero, la gente con la que vas a laburar, eso es lo principal para mí. Si vas a hacer un programa donde no hay buena onda ya de antemano sabés que va a ser un fracaso. Sí o sí tiene que haber un buen equipo de trabajo y gente que tenga ganas de trabajar, no que vaya por un sueldo y nada más. Yo vengo peleando con eso hace bastante. Como en todos los laburos, hay gente que va con ganas de crecer y le pone todo y hay gente que se sienta y le da lo mismo, total se va con su sueldo todos los meses. La televisión está cada vez más exigente, el televidente quiere ver algo distinto, con producción, con un buen equipo; tiene que tener magia.
-Estás por recibirte de abogada, ¿te ves ejerciendo en el futuro?
-No, la verdad que no. Hoy me veo haciendo mi laburo que es lo que me apasiona y me gusta, pero ojalá me reciba porque me falta este año y un semestre más. Yo estudié cinco años en la UBA, después abandoné durante dos años y cuando se me estaba por vencer todo y tenía que volver a arrancar de cero me puse las pilas otra vez. En plena pandemia me volví a anotar y me di cuenta que realmente me gusta, más allá de que yo tengo mi trabajo y no me veo ejerciendo para nada. Pero siento que me ayuda para un montón de cosas, me da muchas herramientas para mi trabajo en el noticiero, donde siempre se tocan temas penales o sucesiones. Aparte cuanto uno más sepa y más estudie mejor preparado está para el día de mañana.
-¿Y qué te gustaría hacer el día de mañana?
-Me gustaría mucho hacer un programa de entretenimiento con juegos, medio complicado en esta época de pandemia, pero algún día se va a concretar. Soy bastante cabeza dura. Cuando me pongo algo en mente voy por eso y si me tengo que poner a estudiar, no tengo drama. Me animo a todo, siempre y cuando me haga feliz y me divierta.
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