La cantante irlandesa, que falleció este miércoles a los 56 años, rubricó cuatro matrimonios y vivió relaciones más informales, pero nunca consiguió sentirse plena en sus vínculos afectivos
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Este miércoles falleció Sinéad O´Connor, la mujer de vida hostil cuya carrera musical la llevó al reconocimiento internacional. Tenía solo 56 años, pero su muerte prematura fue consecuencia de una vida marcada por el dolor, las más aberrantes flagelaciones y los tormentos emocionales que la acompañaron siempre.
Aunque se ha enamorado más de una vez, su vida amorosa también estuvo definida por el desgarro y la utopía inalcanzable de la felicidad, dolores que bien supo plasmar en su obra como compositora y cantante. En los últimos años reconoció que era lesbiana, pero que, hasta entonces, le había parecido una carga muy grande asumirlo en público. Posiblemente, ni siquiera ella misma había podido resolver hasta entonces el enigma de la identidad.
A lo largo de su vida, O´Connor construyó cuatro parejas formales. John Reynolds (1987-1991) Nick Sommerland (2001-2004), Steve Cooney (2010-2011) y Barry Herridge (2011) fueron los hombres que lograron que la cantante lograra cierta estabilidad amorosa, aunque siempre sintió que esas relaciones no terminaban de constituirla. De hecho, en el 2018, buscando cierta paz, creyó encontrar en el islam algunas respuestas a su anhelo de la armonía. Aquel camino lo comenzó a transitar como Shuhada’ Sadaqat, el nombre escogido para su nueva espiritualidad.
A lo largo de su vida, y acaso por ese sentimiento de ausencia del verdadero amor, la cantante irlandesa, virtuosa y personal, ha recurrido a diversas formas para poner fin a su vida. El año pasado, fue el suicidio de su hijo Shane, de 17 años, el que terminó por devastarla. El dolor profundo de la tragedia terminó por hacer colapsar a esta mujer, nacida como Sinéad Marie Bernadete O’Connor, cuyo trastorno de bipolaridad y depresión, sumado al consumo de drogas, la diezmaron fatalmente.
Cuatro bodas para Sinéad
John Reynolds fue su primer marido. Fruto de esta relación, O´Connor debutó como madre con el nacimiento de Jake, su hijo primogénito. La relación terminó en 1991 y duró sólo cuatro años, el plazo máximo que Sinéad pudo sostener una pareja.
John, baterista y productor reconocido en la industria, ha acompañado a la cantante integrando su banda y ha sido el realizador de varios de sus temas. Podría decirse que fue una de las parejas más consolidadas de la artista, al punto tal que, una vez separados, continuaron trabajando juntos. El álbum Universal Mother, uno de los más reconocidos de O´Connor, fue producido por él.
Debió pasar una década para que la artista formalizara con el periodista británico Nick Sommerlad. El matrimonio se inició en 1991 y se mantuvo por tres años, pero las vidas incompatibles, debido a las profesiones de ambos, terminó por distanciarlos.
Al momento de contraer matrimonio, la cantante contaba con 37 años, siete años más que su cónyuge. No fueron tiempos de pasar inadvertidos, Sinéad, para entonces, reconocía públicamente su bisexualidad, aunque más tarde diría que se sentía “tres cuartos homosexual y un cuarto, hetero”. Siempre polémica, cuando visitó el histórico programa Saturday Night Live, rompió en pedazos una foto del Papa Juan Pablo ll.
En el 2010, seis años después de su último matrimonio formal, se puso de novia con Steve Cooney, pero el vínculo duró nada más que doce meses. El guitarrista australiano, que cobró repercusión en Irlanda, también es un reconocido productor musical.
La boda de dieciséis días
Una vez que O´Connor se separó de Cooney, rápidamente estableció un vínculo con Barry Herridge. La del 2011 fue una temporada compleja para la cantante ya que, luego de formalizar con su cuarto esposo, también menor que ella, comenzó a vivir un verdadero calvario dada la diferencia de sus caracteres.
La fuerte adicción de ella, quien podía llegar a su casa con un cargamento de crack, y la influencia de la familia del esposo, que no veía con buenos ojos a Sinéad, terminó por hacer claudicar al matrimonio contraído en Las Vegas. Paradójicamente, el flamante marido se desempeñaba como asesor en temas de drogas.
Mujer de armas tomar, las rispideces las cortó de cuajo, solicitando ella misma la separación, dada la “mala vida”, tal sus palabras, que el vínculo matrimonial venía significando para ambos.
Más allá de aquellas cuatro relaciones “formales”, la cantante también salió con Anthony Kiedis, cantante de Red Hot Chili Peppers, quien compuso “I Could Have Lied”, a modo catártico, luego de la separación con O´Connor.
Además de Jake, Senéad fue madre de Róisín -a quien tuvo con John Waters, columnista de un periódico-; Shane, el joven que se quitó la vida el año pasado, fruto de su relación con el músico Dónal Lunn; y Yeshua Francis Neil, a quien O´Connor tuvo cuando mantenía una relación con el empresario Frank Bonadio. Fue la propia Sinéad quien afirmó a la prensa que debió concluir este vínculo por las presiones de la ex de su novio.
Sinéad O´Connor disfruto del amor a su modo. Sus permanentes tormentos poco margen le dejaban para que pudiese establecer relaciones desde un lugar de sanidad emocional. A pesar de todo, la cantante de personal cabeza calva logró mantener vínculos más sanos con la mayoría de sus hijos.
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