Sandra Bullock y el hombre que la ayudó a formar la familia que tanto deseó
Como si se tratara de una de las películas románticas que la hizo conocida, la vida de Sandra Bullock ha dado un giro en los últimos años y ha conseguido encontrar el equilibrio familiar y la felicidad amorosa tras tocar fondo después de un divorcio devastador.
Solo un mes después de que la actriz recibiera su primer Oscar en febrero de 2010 por su interpretación en Un sueño posible (The blind side) y de la llegada de su primer hijo, Louis, que ahora tiene 10 años, lo que debía ser un año de plena felicidad truncó en drama para una de las llamadas novias de América. Hacía pocas semanas que la actriz había dedicado su premio de la Academia a su marido Jesse James, y de repente dos comunicados, uno de cada una de las partes de la pareja. En el de ella pedía disculpas por no asistir al estreno en Londres de la película por la que acababa de ser galardonada "debido a razones personales imprevistas" por las que aseguraba que un viaje al extranjero se le hacía "imposible" en esos momentos. En el que emitió el propietario de West Coast Chopper, pedía disculpas por "el dolor y la vergüenza" que su infidelidad con una modelo de tatuajes había provocado en su mujer y en sus hijos (el empresario tenía otros dos de una relación anterior).
El mundo de Sandra Bullock saltó por los aires y su obsesión por conseguir una familia feliz se disipó en un momento. La actriz se sintió avergonzada, pero en la ruptura también estaba implicado Louis, el niño que acababa de adoptar y para quien consideró que Jesse James sería el padre que siempre había pensado debía existir en un proyecto de este tipo. Los medios estadounidenses dijeron entonces que esa fue la parte más dolorosa de la ruptura para ella. Aunque tampoco debió ayudar mucho que el hombre que había elegido como compañero de vida se excusara afirmando que "la infidelidad es simplemente parte de la vida".
Sandra Bullock pasó varios años centrada en su hijo, al que se unió en 2015 una niña, Laila, que ahora tiene ocho años, y bajó el ritmo de sus películas. Pero como ella misma dijo en una entrevista hace ya dos décadas, "soy una verdadera creyente del karma. Obtienes lo que das, ya sea malo o bueno". Y lo bueno que Bullock se dedicó a dar la recompensó con la familia que siempre había buscado. En agosto de 2015 apareció en su vida el antiguo modelo y fotógrafo, Bryan Randall y llegó para quedarse. Se conocieron en la boda de Jennifer Aniston y Justin Theroux, y algunos medios apuntan que la atracción comenzó a cambiar a algo más serio cuando Randall acudió a realizar unos retratos del hijo de la actriz con motivo de su quinto cumpleaños. Viven juntos desde hace varios años y según manifestaron diversas fuentes a ENews en 2018, la pareja ha encajado como si hubiesen estado buscándose siempre y comparten el cuidado y la implicación en la educación de los hijos de la actriz, ya que la maternidad es la faceta de su vida que más le gusta.
Sandra Bullock, de 55 años, y el antiguo modelo y ahora fotógrafo, de 53, iniciaron su relación sabiendo que Louis era una prioridad y que la actriz tenía intención de adoptar otro hijo. Quienes les conocen afirman que "son almas gemelas", y que Randall, además, es la personificación del prototipo de hombre que la intérprete buscaba: "Alguien que puedes admirar y que quien puedes sentirte orgullosa, un hombre que puede hacerte reír y pensar", como ha respondido en muchas entrevistas cuando se le ha preguntado por su pareja ideal.
Randall, que tiene una hija ya adulta de una relación anterior, reúne otra cualidad esencial para su pareja: su habilidad con los niños. Rápidamente adoptó el papel de figura paterna y, según distintos medios estadounidenses, trata a los hijos de la actriz como si fueran suyos. Bullock resumió esta relación con sus dos hijos en una declaraciones a la revista InStyle: "Es súper amable. Para los niños él es el número uno y yo la número dos, y lo entiendo porque es más divertido que yo y les da siempre mejores premios". "Está involucrado con su trabajo escolar, va a todas las fiestas de cumpleaños de los niños y siempre está al lado de Sandy con lo que sea que ella necesite", reveló un conocido de la pareja. "Han construido una gran vida juntos y los niños son la pieza central", afirmó la misma fuente.
Quienes les conocen aseguran que Bryan Randall "nunca será ese tipo que quiere ser el centro de atención o caminar por la alfombra roja". Mantienen una relación realista que forma parte de lo que Bullock siempre ha buscado y ha dejado claro al referirse a su relación con la fama: "Soy consciente de que no es lo mío aunque puede proporcionarte una buena mesa en un restaurante. Si no tienes otras cosas reales en tu vida que ames, esa fama te ahogará".
Sandra Bullock ya no se siente vacía ni temerosa. El pasado viernes intervino en el programa de Facebook que conduce Jada Pinkett Smith, Red Table Talk, para rendir un homenaje a los sanitarios y cuidadores por su actuación en la crisis del coronavirus. Su hija Laila se sentó en el regazo de su madre para enviar su propio y cándido mensaje de apoyo a los médicos y trabajadores de la salud, y Bryan Randall también estuvo presente de alguna manera, porque como explicó la actriz, ambos junto a sus dos hijos Louis y Laila, habían donado 6000 máscaras al personal de un hospital de Los Ángeles. Definitivamente el karma le ha devuelto a Bullock todo la amabilidad y la buena onda que ha repartido a lo largo de su vida y de sus películas.
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