La actriz británica de 42 años pasó por momentos muy duros hasta encontrar a quien define como su verdadero compañero de vida
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Hace poco menos de una década, cuando todavía no había conocido a Robie Uniacke, Rosamund Pike se mostraba muy pesimista respecto a la posibilidad de encontrar a un compañero de vida por una seguidilla de decepciones que había tenido que atravesar. Para ella, no era “universalmente plausible” que dos personas pudieran cumplir con las enormes expectativas del otro, y si bien con el ingreso de Uniacke a su cotidianidad cambió ligeramente su perspectiva, lo cierto es que todavía se mantiene fiel a la defensa de una autonomía. Pike es, ante todo, una mujer independiente que no considera que un vínculo sea lo único que te defina.
“Se le reclama a una pareja que satisfaga absolutamente todos tus anhelos y no funciona así”, declaró. “Una pareja romántica nunca va a poder cumplir el rol de un hermano, un padre, un colega, un amigo, es una adrenalina diferente”, apuntó. “Una buena historia de amor debería generar también algo de nostalgia o de apetito por ese sentimiento que no se parece a ningún otro”. Pike efectivamente ha tenido grandes historias de amor, si bien hubo dos que se vieron ligadas a un desencanto que luego, con el correr del tiempo, se fue transformando a medida que la mirada de la actriz lo hacía.
Hoy, a sus 42 años, la ganadora del Globo de Oro por el film de Netflix Descuida, yo te cuido, está parada en otra vereda, muy segura de sí misma.
*SIMON WOODS, EL PRIMER AMOR QUE SE TRANSFORMÓ
La primera relación importante de la actriz británica fue la que entabló con el actor Simon Woods. Ambos se conocieron en los pasillos de la universidad Wadham, en Oxford, donde estudiaban Literatura. En esa época, la joven quería terminar la carrera para luego abocarse al mundo teatral, otra de sus grandes pasiones. Al notar que sus estudios marchaban bien, se tomó un año sabático para poder protagonizar obras como Todos eran mis hijos de Arthur Miller y Skylight de David Hare, además de hacer su debut en el film televisivo A Rather English Marriage. El cine, por lo pronto, debía esperar un poco más. Solo un poco.
Woods compartía con Pike su deseo por triunfar en el mundo actoral y estuvieron juntos dos años, de 2000 a 2002, acompañándose en esos proyectos a futuro. El quiebre se produjo cuando, con total honestidad, el joven le contó que prefería mantener una amistad con ella dado que se sentía atraído por los hombres y prefería no lastimar sus sentimientos. Para entonces, la amistad ya había prevalecido entre ambos y sería duradera. En 2012, Woods se casó con Christopher Bailey, diseñador y exdirector ejecutivo de la firma Burberry, con quien tiene dos hijos en común, Iris y Nell. Curiosamente, al poco tiempo de separarse, el actor fue convocado para interpretar a la pareja de su exnovia en Orgullo y prejuicio.
En la gran adaptación que hizo Joe Wright -con guion de Deborah Moggach- de la novela de Jane Austen, Pike interpretaba a la tímida hermana Bennet, Jane, incondicional de la intempestiva heroína Elizabeth, mientras que Woods personificaba al querible Charles Bingley. El reencuentro en el set con Woods se produjo tan solo tres años después de su separación y ratificó no solo que su fuerte anhelo por ser actores había dado sus frutos sino que su amistad permanecía intacta.
*JOE WRIGHT Y EL ABANDONO A UN PASO DEL ALTAR
Cuando Pike llegó al set de Orgullo y prejuicio, ya había logrado formar parte de la película de James Bond, Otro día para morir, y del drama El libertino. La actriz avanzaba a paso firme en su carrera cuando conoció al realizador Joe Wright, con quien comenzó a salir sin presiones durante el rodaje, pero cuyo noviazgo se hizo oficial cuando Orgullo y prejuicio ya estaba lista para su estreno. En 2005, ya se mostraban juntos y, dos años más tarde, Wright le contaba a The Guardian lo nervioso que estaba en la previa a proponerle casamiento a su novia. El realizador, quien estaba organizando ir al Festival de Cine de Venecia para presentar su segundo film, Expiación, deseo y pecado, canceló una cena con George Clooney para llevar a cabo su gran gesto romántico en el Lago de Como, en Italia. Pike no dudó un segundo y así la preparación de la boda se puso en marcha.
“Todavía no tengo idea de lo que le pasó a Joe y por qué decidió cancelar la boda, nunca fue demasiado claro”
“La amo muchísimo”, expresaba Wright. “Es una persona tan inteligente y tan fiel a sus deseos... me impresiona de todas las maneras posibles. Nos divertimos mucho juntos, pienso que puedo compartir cualquier cosa con ella, ir a cualquier parte, los sueños no tienen techo con Rosamund”, añadía, muy enamorado. Sin embargo, ese mismo año en el que organizaban el casamiento se produjo un hecho inesperado: Wright le puso punto final a la relación pocos días antes de casarse, cuando las invitaciones ya habían sido enviadas, y precisamente por una razón vinculada a las mismas.
Una ruptura de película
Como si se tratara de un giro dramático de una película del propio Wright, el vínculo se terminó abruptamente por decisión del realizador y por un motivo, cuanto menos, insólito. El británico se habría enfurecido cuando se enteró de que Pike había enviado las invitaciones de casamiento con una foto de ambos en la bañera, sin que él se enterara. Al menos, eso es lo que dejó trascender el director. “Joe la dejó por mandar las tarjetas de la boda sin consultarle”, contó una fuente allegada a la pareja. La humillación ya había sido lo suficientemente compleja de superar para la actriz, quien entonces estaba por cumplir los 30 años, cuando además debió enfrentarse a rumores de que su exprometido, a los pocos días de suspender el casamiento, había estado muy cerca de un grupo de mujeres en Londres en un club nocturno.
De acuerdo a lo que informaban los medios en 2008, Pike estaba “devastada” pero, como en cada aspecto de su vida, decidió manejar la situación con perfil bajo. “Cualquier persona que la conoce sabe que no va a hablar porque para ella es muy importante la privacidad, pero está destruida, es una mujer increíble, y todos lamentamos lo que le sucedió”, revelaba una fuente. Ese año, la actriz se mudó de la casa en la que convivía con Wright a la de su madre, la cantante de ópera Caroline Friend, quien había oficiado de wedding planner. Un año después, la actriz rompió el silencio.
“Todavía no tengo idea de lo que le pasó a Joe y por qué decidió cancelar la boda, nunca fue demasiado claro”, aseguró tajante. “Respecto a las postales, ambos las diseñamos con un estilo de los 50, era una foto de ambos en Los Ángeles que nos sacó un amigo en Navidad”, añadió, desmintiendo las declaraciones del director sobre la imagen de la bañera. “Mi mamá tuvo que llamar a los invitados e informarles que la boda se suspendía. Por otro lado, tampoco creo esos rumores de que Joe estaba con otras mujeres, no suena como algo que él haría, pero al mismo tiempo eso que sucedió... No lo sé, pienso que es algo que no voy a superar nunca”, manifestó la actriz quien, a los pocos meses de brindar esa entrevista, conoció a quien sería el padre de sus hijos y actual pareja, Robie Uniacke.
*ROBIE UNIACKE: VOLVER A EMPEZAR
Jamás pensó en hablar de “almas gemelas”, pero un día, cuando se enamoró de Robie Uniacke, Pike se sorprendió a sí misma diciendo esas mismas palabras. “Robie es mi otra mitad”, expresaba al conocer al empresario y matemático quien, como ella, es extremadamente reservado, por lo cual hay pocas fotos de ellos y de sus hijos, Atom y Solo. Uniacke, quien es 18 años mayor que Pike, se enamoró de ella tras la decepción que la actriz sufrió con Wright, en 2009. Sus hijos nacieron en 2012 y 2014, y la intérprete de Perdida decide no exponerlos a la prensa. Basta ver su cuenta de Instagram para notar que prefiere compartir imágenes de rodajes o posteos estrictamente laborales.
Uniacke, quien se casó en dos oportunidades, fue definido por su pareja como “un premio” que le dio la vida. “Lo aprecio diariamente, es una persona lo suficientemente segura como para lidiar con la locura que es nuestra vida, una que cambia constantemente, ya el hecho de que hayamos podido establecer una rutina con los niños y seguirla es algo increíble en sí mismo”, compartió.
En diálogo con Vogue, Pike se explayó sobre por qué ya no quiere casarse. “Me parece interesante romper las reglas. Yo no estoy casada, tengo niños, y no hay nada que se sienta incorrecto o equivocado al respecto”, contó. Pike y Uniacke residen con sus hijos en Londres, y aunque ella continúa manteniendo su vida personal escindida de la profesional -en los Globos de Oro, a diferencia de varios de sus colegas, agradeció el premio sola, en una habitación de hotel-, cuando es consultada por su marido no tarda en destacar sus cualidades. Recientemente, lo describió como “un feminista” y alguien que le devolvió la confianza en la estabilidad emocional.
“Siempre me tomé al amor muy seriamente, nunca tuve muchas parejas, tuve pocas relaciones ocasionales porque siempre me gustó estar con alguien que me generara mariposas en el estómago porque ahí está lo importante. Eso hay que valorarlo, sobre todo cuando ves que no a todo el mundo le pasa”, señaló.
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