Robert Downey Jr.: el rebelde de Hollywood que fue rescatado del infierno por el amor
"Un hombre como yo está muerto en lugares donde otros hombres se sienten liberados", canta Robert Downey Jr. en el video de Elton John "I Want Love". La oscilación entre la muerte y la liberación ha sido una constante en los días del actor oriundo de Nueva York cuyo padre, cuando él tenía apenas ocho años, le dio su primer cigarrillo de marihuana. Décadas más tarde, el actor recordaría esa infancia como "interesante", si bien en la adolescencia ya había comenzado su batalla contra las adicciones, una etapa de su vida donde simultáneamente despuntaba como un talento en potencia en producciones como Ciencia loca y Less Than Zero.
Entre 1996 y 2001, el actor - quien ya se había establecido en la industria gracias a sus interpretaciones en Chaplin, Short Cuts y Asesinos por naturaleza - fue arrestado en múltiples ocasiones por posesión de cocaína y marihuana, e incluso en una de ellas llegó a describirle al juez cómo era su mentalidad en ese preciso momento: "Siento que tengo un arma apuntando mi boca y el dedo en el gatillo, y es como si me gustara el sabor del metal". La autodestrucción lo llevó a permanecer por años como un paria en Hollywood en busca de oportunidades, al punto tal de que su regreso en el 2000 con el rol de Larry Paul en Ally McBeal tampoco lo ayudó para mirar hacia adelante. En 2002, el creador del drama legal comandado por Calista Flockhart, David E. Kelley, debió echarlo del set a pesar de su enorme carisma, obligándolo así a empezar de cero nuevamente.
Asimismo, sus adicciones fueron la causa principal de la disolución de su primer matrimonio. Downey Jr. se casó con la actriz y cantante Deborah Falconer en 1992, tras haber convivido tan solo dos meses. Un año después nacía su hijo, Indio. La velocidad con la que avanzaba el vínculo era análoga a la del deterioro del actor. En una de sus últimas internaciones en una clínica de rehabilitación en 2001, Falconer lo dejó y se llevó a su hijo a vivir con ella. Tres años más tarde, la pareja estaba oficialmente divorciada. "Lo primero que tenía que hacer era salir de la cueva. Muchas personas salen pero no cambian, entonces lo que hay que hacer es salir y reconocer que estás negando de manera agresiva tu destino", le manifestó el actor a Vanity Fair sobre ese momento oscuro , y también aludió a las adicciones de su hijo Indio, quien fue arrestado en 2014 por tenencia de cocaína. "¿Podés ayudar a alguien a salir del bosque? Sí, sí podés: siempre y cuando no te pierdas al buscarlo".
Susan Levin, la mujer maravilla
Susan Levin, productora y exvicepresidenta ejecutiva de Silver Pictures, la compañía de Joel Silver, fue quien le ofreció una mano a Downey para sacarlo de ese bosque metafórico al que él mismo aludía. Ella contó que, al verlo por primera vez, no lo encontró tan sexy o fascinante como se lo habían descrito. De hecho, negó haberse sentido compelida a ser su figura salvadora, aunque el tiempo le haría ver que eso era precisamente lo que Downey Jr. estaba necesitando. "No fue algo que me propuse, en realidad lo primero que recuerdo de nuestro encuentro es que pensé que él era una persona completamente extraña", le reveló Levin a la publicación Harper's Bazaar. La pareja se conoció en el set de Gothika, el thriller de Mathieu Kassovitz que Downey Jr. co-protagonizó junto a Halle Berry, y que Susan producía. En una salida en Montreal que reunió al elenco con el equipo técnico, Robert la sorprendió con su espontaneidad y tres meses más tarde, ella ya no dudaba de lo que sentía. "Hubo algo en mis entrañas que me lo dijo muy rápido. Sabía que él era la persona con la que tenía que estar". Sin embargo, el actor todavía estaba batallando con sus demonios. "Conocí su costado Darth Vader por un minuto, fue cuando terminamos de rodar la película. Ahí pensé que lo nuestro no iba a funcionar, y le dije que para estar conmigo ninguna de esas cosas que estaba haciendo podían volver".
Tuve tiempo para limpiarme de una primera parte de mi vida, y ahora no me gusta hablar de fracasos sino de la humildad que hay que tener para afrontarlos
Él se acuerda de la fecha exacta en la que su pareja lo empujó a su momento epifánico. En una entrevista con The Hollywood Reporter, el actor brindó un vívido testimonio del día en el que supo que tenía que dejar su vida de excesos atrás. "Fue el 4 de julio de 2003. Paré en un Burger King, tiré las drogas que tenía en el océano, y me dije a mí mismo que había terminado con eso para siempre", recordó. Ella también evocó ese instante con el mismo nivel de detalle. "Entre nosotros había algo mágico, y él sabía lo que estaba por perder. Cuando estamos juntos nos convertimos en una tercera entidad, en algo que no podríamos haber sido sin la ayuda del otro". En efecto, ambos se complementan desde sus múltiples - y muy marcadas - diferencias. Mientras Downey Jr. nació en el seno de la industria y sucumbió a las adicciones a muy temprana edad, Susan creció en una típica casa suburbana de Chicago, y nunca fumó ni un cigarrillo. "Antes de Robert, la adicción era como algo extranjero para mí, me consideraba una completa ignorante respecto a los efectos que podía tener en las personas, pero sabía que él no podía recaer", subrayó la productora.
Tras dos años de noviazgo, llegó el casamiento
A perfect 10. Happy Anniversary, Mrs. Downey.
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Downey Jr. describe a su esposa como la persona que le devolvió la fe en lo más fascinante - y al mismo tiempo aterrador - que tiene la vida: su naturaleza impredecible. "Puede presentar giros extraños, vueltas, nunca sabés cuándo las cosas van a cambiar realmente. Eso sentí cuando la conocí a Susan. Estaba en Los Ángeles desde hacía 20 años y de repente me invadió esa sensación de que la vida tiene ciclos, y la mejor manera de explicar lo que me pasa es diciendo que en un punto me empecé a parecer más a mi mujer. Todavía es algo que estoy intentando discernir. Antes de conocerla, estaba hambriento de cosas que después ya carecerían de sentido".
Cuando conocí a Susan, paré en un Burger King, tiré las drogas que tenía en el océano, y me dije a mí mismo que había terminado con eso para siempre
La promesa que le hizo el actor a la productora de mantenerse limpio se mantuvo en los dos años de noviazgo que precedieron al casamiento y en la vida posterior. La pareja tuvo su boda en agosto de 2005 en los Hamptons - Robert le propuso matrimonio el año en el que se conocieron, antes de que salieran los papeles del divorcio de Falconer -, pero los novios tuvieron poco tiempo de disfrute. De manera inmediata, el actor se puso a trabajar, y comenzó a forjar una filmografía de calidad indiscutible. Ese ansiado comeback que tanto buscaba se produjo cuando, gracias a su esposa, su existencia empezó a funcionar desde el orden. Desde Buenas noches, y buena suerte, pasando por Zodíaco hasta el éxito descomunal de Iron Man y su celebrada llegada al universo Marvel, Downey Jr. estaba de vuelta. Pero esta vez no estaba solo. Esta vez alguien acompañaba cada paso. "Siempre tuvimos una regla: no pasar más de dos semanas separados", contó Levin, quien cuando podía se acercaba a los sets de filmación para estar cerca de su esposo y aconsejarlo en sus decisiones profesionales.
Team Downey: el tándem creativo que fortaleció a la pareja
No hay nada casual en cómo comenzó la relación de Robert y Susan en 2003 y lo que sucedió siete años más tarde. A fin de cuentas, ambos se enamoraron en un rodaje, cumpliendo funciones opuestas pero complementarias. Mientras Downey Jr. hacía magia delante de cámara, ella ordenaba las piezas del rompecabezas tras bambalinas. Por lo tanto, luego de que Susan abandonase Silver Pictures en 2009, su esposo la sumó como productora de la secuela de Iron Man y un año después trabajaron juntos en la comedia de Todd Philips Todo un parto.
Ése fue el puntapié de Team Downey, la productora que el matrimonio lanzó en 2010. "Si pasábamos tanto tiempo juntos y teníamos una vida juntos, entonces el paso lógico era hacer películas juntos", dijo Susan. El actor, por su parte, definió a la decisión como una consecuencia clara de "la energía creativa" que fluía entre ambos. El primer film en el que trabajaron codo a codo fue El juez de David Dobkin del año 2014 . El drama que focalizaba en la relación áspera entre un padre (interpretado por Robert Duvall, quien obtuvo una nominación al Oscar por su papel) y su arrogante hijo (Downey Jr.) no fue un éxito comercial pero sí sentó las bases para la unión de fuerzas entre Robert y Susan, quienes actualmente se encuentran desarrollando el largometraje The Voyage of Doctor Dolittle de Stephen Gaghan.
Una vida dividida en dos
El realizador Guy Ritchie - quien dirigió a Downey Jr. en el díptico de Sherlock Holmes, que puede regresar con una tercera parte en un futuro cercano - definió a la pareja como "la más grande ilustración de lo que es un matrimonio simbiótico", y puso el acento en lo que significó para el actor - ese bad boy desbocado devenido rebelde con gloria - la llegada de Susan a su mundo. "Hoy estaríamos hablando de una persona absolutamente insoportable si ella no estuviese a su lado, no es que le borró por completo su lado oscuro, pero lo ayudó a hacerse cargo. De esta forma, él tuvo que luchar sin negación ni supresión. Robert ahora está conectado con la vida".
Esa vida cobró un significado aun mayor cuando Downey Jr. fue papá de Exton Elias en 2012, y de Avri Roel dos años más tarde. "Al final del día soy un hombre convencional al que le gusta dejar la ropa preparada para el día siguiente, y pensar que algo tan simple como eso tiene un significado, porque lo cierto es que por años nada tuvo sentido para mí", dijo sobre su vida en familia. Es muy frecuente que el actor hable de sus 53 años como si éstos estuvieran escindidos en dos capítulos. "Tuve tiempo para limpiarme de una primera parte de mi vida [N. del R.: la cual documentó en su disco autobiográfico, The Futurist], y ahora no me gusta hablar de fracasos sino de la humildad que hay que tener para afrontarlos".
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Susan, en simultáneo, también cambió positivamente desde que conoció a su marido, y siempre alude a ese "antes y después" de decidir quedarse a su lado. "Antes de Robert, estaba muy concentrada en mi trabajo, era rígida, no quería formar un hogar o una familia, no pensaba en eso. Hasta que apareció esa persona, un tornado, una bola de energía, creatividad, belleza y pasión que me abrió al mundo", expresó la mujer que rescató a ese hombre perdido para despertarlo a la vida.
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