La FM prácticamente sólo pasaba música hasta que llegaron ellos; Aquí Radio Bangkok se convirtió en los más escuchado de la Rock & Pop y de todo el dial y su fórmula caótica hizo escuela; en una extensa charla con LA NACION, repasaron su historia y recordaron anécdotas
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Lalo Mir, Bobby Flores, Quique Prosen, Douglas Vinci (Carlos Masoch) y Guille García fueron los fundadores de Aquí Radio Bangkok, un programa que salía al aire todas las mañanas por la FM Rock & Pop, por entonces en el 106.3 del dial. Debutó el jueves 23 de abril de 1987 y terminó dos años después, un viernes 8 de septiembre, pero quedó en la memoria colectiva de todos los oyentes.
Innovador, disruptivo, delirante, cambió la forma de hacer radio y fue la semilla para otros programas que le siguieron, diseminados en muchos otros diales de las FM. Por primera vez, un ciclo rompía la lógica de la frecuencia modulada, que hasta entonces se caracterizaba casi exclusivamente por pasar música. “Todo era un delirio”, coinciden los cinco protagonistas de esta historia, convocados por LA NACION, a 35 años de aquel hecho histórico. Según relatan, Radio Bangkok empezó a tomar forma casi como un desafío a los límites creativos y poco a poco se sumaron más y más personajes estrafalarios, casi sin que ellos se lo propusieran. “En un momento nadie podía establecer los límites entre realidad y ficción. Ni los oyentes ni nosotros”, asegura Lalo Mir, capitán de ese barco que en poco tiempo logró más del 90% de la audiencia radial de las FM.
La cita fue en una oficina que Quique Prosen tiene en Palermo y la alegría del encuentro se percibía desde el primer momento. Es que pocas veces volvieron a juntarse todos. “Con algunos coincidimos en el trabajo, con otros nos juntamos a comer de vez en cuando. Pero los cinco nos vimos apenas un par de veces, para los 25 años, para los 30 y para los 35 años, cuando la Legislatura Porteña nos dio un reconocimiento. Hicimos un Live pero no nos vimos físicamente”, aseguran. La charla fue pura alegría, una suma de recuerdos y de anécdotas, hasta de noticias, algunas un poco atrasadas que intercambiaron sobre la marcha.
-¿Recuerdan cómo nació el programa? El mito dice que fue en un Renault 11 blanco, en el que vivías, Lalo...
Lalo Mir: -Eso es apenas parte del mito. Andaba en ese momento entre una casa y la otra. Durante un tiempito paré en un departamento en Santa Fe y Riobamba y no había nada, quizá un colchón. Fueron unos meses hasta que conseguí casa. Y en mi Renault tenía una maleta con ropa.
-¿Y cómo fue en realidad?
Mir: -Quique y Bobby trabajaban con (Daniel) Grinbank en la Rock & Pop. Yo los conocía y, no me acuerdo en que situación, me llamaron.
Quique Prosen: -La Rock & Pop era una radio musical con los anuncios grabados. Empezaron a aparecer otras FM musicales y Grinbank quiso diferenciarse y pensó en hacer programas. Convocó gente y ahí apareció Lalo.
Mir: -Grinbank me conocía por el programa que yo conducía en Del Plata, 9PM. Ya un año antes de que se formalizara Radio Bangkok me dijo que estaba interesado en que fuera a la Rock and Pop, y un día nos juntamos.
Prosen: -Bobby y yo éramos parte de la radio, nos sumamos a Lalo y se fue armando. Después aparecieron los operadores, que empezaron a tomar un rol cada vez más importante.
Bobby Flores: -Yo me acuerdo de esa primera reunión. Lalo entró a la oficina de Daniel, salió, nos vio y dijo: “Dame a esos dos” (ríen todos).
-¿Y cómo se formó el equipo de trabajo?
Douglas Vinci: -Yo me sumé después, pero también ya trabajaba en la Rock & Pop, en las oficinas. Diseñé el logo de la radio y trabajaba en la revista.
Guille García: -Yo era operador y hasta entonces era un trabajo muy mecánico, porque era una radio muy prolija en los primeros dos años, muy purista de rock. Un día, Quique vino al mediodía, me presentó a Lalo y me dijo: “Vamos a hacer un programa de ranking de una hora”. La idea era hacerlo en vivo, porque hasta ese momento todo era grabado: anuncios, separadores, cierres de bloque. Así arrancó Rock & Pop en enero de 1985.
Prosen: -Algo pasó, nunca supimos qué, pero Grinbank echó a todos y contrató a un nuevo equipo de producción y ahí entré yo, en marzo del 85.
García: -De un lunes a un viernes nos dijeron: “La radio perfecta se acabó, agarren los discos que nos vamos”. Y vi venir a todos con bolsos enormes, pesadísimos, transpirados, caminando de Avenida Córdoba y Paseo Colón hasta Belgrano y Balcarce. Y cada bolso tenía 40 discos que duraban apenas para dos horas de transmisión. Había un tráfico permanente. Así arrancamos.
Mir: -Poco a poco se fue subiendo gente al barco. La primera semana estaba yo solo al aire, presentando música, leyendo los títulos de los diarios, algún mensaje de un oyente. Muy aburrido.
-¿Hiciste los primeros programas solo?
Mir: -El fenómeno, como yo lo recuerdo y ustedes pueden desmentirme, es que empecé a hablarles a quienes entraban al estudio con alguna noticia o algo para decirme, y a eso lo transformé en artística, con micrófono abierto y la otra persona en un segundo plano. La voz se escuchaba como un coro. Quería armar algo más real. Algunos venían y decían que no se escuchaba, que estaban fuera de plano, y justamente era lo que yo buscaba porque no eran locutores y podía ser abrupto que, de repente, aparecieran hablando al micrófono. Era más lógica una situación de comedia. Un día empezaron a sentarse a la mesa, a leer el diario y yo les iba sacando todo con tirabuzón.
Flores: -No lo dejaban solo en la mesa...
Mir: -Porque me aburría, pero a Quique no le gustaba estar en el estudio.
Prosen: -A mí me gustaba estar del otro lado, pensando qué cosas hacer. Y Lalo se enganchaba en todas. Por ahí decía, jodiendo: “¿Llueve?”. Y Lalo se enganchaba y decía que había una tormenta infernal y mirabas por la ventana a y el sol rajaba la tierra.
Mir: -Soy un acumulador en la vida real y siempre tuve facilidad para reciclar cosas y adaptarme a todo. Creo que lo aprendí trabajando en producción, donde todo es para ayer y tenés que hacerlo con lo que hay. Entonces venían con cualquier cosa y yo la reciclaba y la exageraba.
-¿A quién se le ocurrió el nombre?
Mir: -También nació de la exageración, porque surgió la idea de emular a Radio Colonia, de Uruguay, que era la que escuchaba mi padre porque con los golpes militares eran los únicos que pasaban noticias. Entonces pensamos: “¿De dónde transmitimos?”. Y Bangkok rimaba con Rock & Pop y quedaba del otro lado del planeta. Cuando acá es de día allá es de noche.
-Así fue que la realidad empezó a mezclarse con la ficción...
Mir: -Fuimos exagerando todo, y en vez de decir la hora correcta, por ejemplo, decíamos cualquier hora. Quería ver qué pasaba. Después empecé a decir cualquier temperatura. Al principio fue como un chiste y la gente no entendía nada hasta que se enganchó. Primero se sorprendían y miraban por la ventana porque no correspondía, no era de noche o no hacía frio, por ejemplo.
-¿Por qué creen que entraron en el juego?
Prosen: -Veníamos de una dictadura, no existía la transgresión. Pasaban cosas, pero no trascendían en los medios. Lalo incorporó el idioma de la calle en el estilo de la radio, un poco exagerado.
Mir: -Creo que uno es lo que mamó. Y también había en nosotros una cultura que era nueva. Leíamos Satiricón, Humor, veíamos La noticia rebelde, Semanario insólito, que para la época eran jugados. Y eso aceleró el proceso.
Flores: -Éramos muy callejeros. Vivíamos en la calle, de un bar al otro.
Prosen: -Salían de gira todas las noches y no hablo necesariamente de mujeres y copas.
Flores: -Los pibes de 30, después de la dictadura, tomamos las calles.
Mir: -El programa iba de 10 a 14 y después hasta las 15. Una locura.
-¿Por qué terminó?
Prosen: -Grinbank dijo que fue porque se le había descontrolado la radio.
Mir: -Y dijo también que alquilaba la FM y que no le iban a renovar el contrato si seguíamos haciendo eso. Sencillamente. Era de un diputado de la Ucedé, de apellido Herrera, y el tipo iba al Congreso y cuando quería hablar, los otros le contestaban: “Vos callate que tenés una radio en la que dicen cualquier cosa”. Tenía razón el hombre, era un papelón. A Grinbank se le acababa el contrato, tenía que renovarlo por cinco años más y el tipo dijo: “O sacás a esos payasos o no te renuevo nada”. Y Grinbank no iba a salir a buscar otra antena, otro transmisor, otra radio. La lectura que tiene de ese momento, que se le había desbocado la radio y ya no dirigía nada, es verdad.
-Douglas, fuiste el último en sumarte. Vos sos artista plástico, ¿cómo se dio?
Douglas Vinci: -Yo los encontraba en las oficinas de la revista y un día me crucé a Bobby, a quien conocía de otro pasquín, Twist y gritos, de Tom Lupo, y me preguntó si quería hacer algo. En ese momento, atrás de la oficina en la que trabajaba, estaba el estudio en donde se grababan publicidades. Estaba de moda Jimmy Swaggart, de los primeros pastores evangélicos de la tele. Se nos ocurrió hacer un pastor. Bobby me escribió los primeros libretos, le pusimos Douglas, porque sonaba a nombre de pastor y Vinci por un compañero que estaba siendo buscado por la policía, para reivindicar su buen nombre. Al principio salía enlatado o por teléfono. Y aunque lo grababa, me subía a un banquito y empezaba a predicar. Me metía en el personaje, porque soy actor, egresado de la Escuela de Figurantes del Teatro Colón. Así empecé y después me sumé a la mesa.
Mir: -Un día pedí que lo trajeran y las primeras veces poníamos el banquito. Douglas tiene un gran entrenamiento teatral.
García: -Ellos conocían gente en la calle y los traían a la radio, pero también otros se acercaban solos, proponiendo algo que decir, un personaje.
Prosen: -Todos querían ser parte...
Mir: -Si lograbas entrar y promocionabas tu show, estabas hecho, porque el programa era muy escuchado. Todos querían mostrarse.
García: -Un día lo mataron a Lalo. Me asusté mucho. No entendía nada. Yo estaba en el control y de repente vi entrar a tres mujeres con armas, le disparan y Lalo empezó a sangrar. Yo decía: “Me mataron al conductor”. Y después arrancó.
Mir: -Me pidieron que les siguiera la corriente. Aparecía gente. Era así.
Flores: -Gente real que Lalo terminaba convirtiendo en personaje. Me acuerdo que nos íbamos todas las tardes a la Galería del Este, en la calle Florida, y estaba lleno de personajes. Como por ejemplo el arquitecto Grosso, que hizo un puente sobre el Támesis. O el anticuario Maquiniosh, que venía de comprar un reloj de péndulo en una mansión y quería que lo armáramos.
-Tienen miles de anécdotas...
García: -Me acuerdo de los mediodías con Los Ratones Paranoicos jugando a la pelota. ¿Sucedió esto o lo invento yo?
Mir: -¡Sucedió! El programa duraba cinco horas y eran demasiadas. Nos acostábamos a las 5 de la mañana, yo llegaba a las 10, porque siempre fui obsesivo con los horarios, y se iban sumando a medida que aparecían. A las 12.30 ya estábamos quemados, así que inventamos un compensatorio e íbamos al bar de enfrente a tomar lo que habíamos tomado la noche anterior: una cerveza, un vodka. En esa media hora dejábamos una grabación que yo ya había hecho, con pedacitos de cosas. Lo llamábamos “el recreo”. Radio Bangkok era un club al que caía gente y más gente, un programa de moda en el que todos querían estar.
-¿Como quiénes?
Mir: -Uno de ellos era Carlitos Randazzo, que era amigo de Bobby y era una estrella de Boca. Un día nos invitó a la parrilla de unos amigos, en Costanera Sur. Era un rancho con techo de paja, con un genovés que era el parrillero y hacía una ensalada riquísima con cebollas, puerro, hinojos. Una vez por semana íbamos a comer ahí después del programa y después se armaba un picado. Si en la radio estábamos entrevistando a Los Ratones Paranoicos, ellos venían. Recuerdo que teníamos un manager, Jorge, que era el hermano de Daniel Grinbank y nos propuso salir a hacer discotecas. “¿Y qué hay que hacer?”, le preguntamos. “Nada, subir al escenario, saludar a la gente”. Y nosotros no resistíamos a cobrar por nada y armamos un mini programa. Un paso de comedia. Poníamos una mesa, micrófono y la gente nos mandaba mensajes. Hacíamos un pedazo de radio ahí y nos pagaban en efectivo.
Vinci: -También tuvimos un breve paso por la televisión, en Canal 11, haciendo Rock & Pop TV, con Raquel Mancini y Lara Zimmerman, los domingos a la noche en horario central. Fue de un día para el otro y se nos ocurrió hacer una mesa y comer, como Mirtha. La perla de Bangkok se llamaba, creo. Duró un mes.
Flores: -Al primer programa fuimos todos y me acuerdo que una vez lo hice solo, con Divina Gloria y Patricia Sarán.
Mir: -Ese día estábamos en casa, llamó Grinbank y dijo que no había programa porque se había peleado no se con quién porque nos habíamos reído de algún símbolo patrio. Entonces nos pusimos a chupar, a las 6 de la tarde. A la hora y media volvió a llamar, dijo que se había arreglado todo, que íbamos al aire. Y estábamos rotos. Bobby no estaba en casa y ni se había enterado, así que fue él solo.
Flores: -No había celular...
Mir: -En un momento nos escupían en los boliches, porque se usaba, era la moda punk. No sé quién inventó que íbamos a ser una banda, y la conseguimos, se llamaba Magnun 44, porque uno de ellos era coordinador de aire de la Rock & Pop. Se sumó la pianista Cristina D’ Ángelo, de las Blacanblus. Y hacíamos un show, hablábamos, cantábamos, como los Blues Brothers. Y eso duró unos cuantos shows.
-¡Hasta fueron banda de rock!
Mir: -¡Sí! Tocamos en Halley, en el Velódromo. Tocamos una vez con Los Enanitos Verdes, pero cuando les tocó subir al escenario la gente se fue. Y también tenemos otra anécdota donde sucedió al revés. Fuimos teloneros de El Pollo Cohen y sus Dentaduras Postizas y, cuando iba a empezar el primer show, saltaron los tapones y alguien puso una bombita en el escenario mientras arreglaban el quilombo del tablero. El Pollo Cohen y su guitarrista tocaron y la gente los aplaudió muchísimo. Y cuando salimos nosotros, la gente se fue porque habían ido a verlo a él (ríe con ganas).
García: -Pappo se quedó a dormir un día en un auto, en la cochera de la radio. Había pedido la moto y fue a pedirnos que lo digamos al aire, para que la buscaran. ¿Pasó esto o lo estoy inventando? Me acuerdo vagamente.
Flores: -¡Pasó!
-Guille y Quique parecen los más serios del grupo, ¿también eran así en ese entonces?
Prosen: -Siempre fue así. Guille se ocupaba de empujar desde la consola todo el show de ellos y a mí Lalo me mandaba a grabar algo. Y yo iba como un nabo, me sentaba en un banquito de Plaza de Mayo con un grabador y por ahí venía una señora que le daba de comer a las palomas, yo empezaba a hablarle, ponía REC y la grababa. Volvía a la radio frustrado, le decía que no tenía nada, Lalo me pedía que le mostrara lo que había grabado, editaba y quedaban cosas maravillosas. Hacía maravillas.
Mir: -Es que soy un reciclador.
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