La joven, quien comenzó su carrera en el cine independiente, fue aclamada por su trabajo en Inconcebible y ahora brilla en Dopesick, la flamante miniserie de Star+ por la que está nominada a un Globo de Oro y a un premio Critics’ Choice
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En la flamante serie de Danny Strong Dopesick, que se puede ver por la plataforma Star+, Kaitlyn Dever interpreta a Betsy, una joven gay que reprime su orientación sexual por temor a la reacción de sus padres, dos figuras conservadoras a quienes ella ayuda trabajando en una mina en un pueblo que vive casi exclusivamente de eso. Un día, Betsy sufre un accidente y, para apaciguar el dolor, su médico le receta OxyContin, una droga entonces novel que promete funcionar estrictamente como analgésico. La historia demostraría otra cosa: esa pastilla desencadenó la epidemia de opioides que hizo estragos en los Estados Unidos.
Dever, recientemente nominada a los Globos de Oro y a los Critics’ Choice por su interpretación, hace un trabajo descomunal en la bioserie, una verdadera transformación que nos introduce en ese espiral del que su personaje quiere liberarse, con una actuación que está a la altura de la de su partenaire en varias escenas: el protagonista y productor de la serie, Michael Keaton.
El compromiso de Dever, de 24 años, está vinculado a una falta de prejuicios ante los papeles a los que decidió ponerle el cuerpo. Para la actriz, una comedia independiente tiene el mismo prestigio que un drama televisivo más “serio”, y gracias a esa postura ha venido demostrando su versatilidad. Cuando fue nominada por primera vez al Globo de Oro por Inconcebible, otra miniserie de temática áspera como el abuso sexual y la revictimización de las mujeres que lo padecen, Dever se encontraba en la ceremonia con cierta incredulidad ante lo que estaba sucediendo, hasta que la figura menos pensada se le acercó para elogiarla y para brindarle un consejo: Tom Hanks.
“Estaba ahí con mi familia cuando la entrega se había terminado y de repente viene Tom Hanks y me dice: ‘Hey, hiciste un gran trabajo este año, ¿no es genial? Estás en los Globos de Oro, disfrutá y absorbé toda la experiencia’”, recordó la actriz en diálogo con la publicación Harpers Bazaar, para la cual se guardó lo mejor de la anécdota para el final. “Me da su propia estatuilla [el actor había sido premiado por su trayectoria con el galardón Cecil B. DeMille] y me dice: ‘Tomala y acostumbrate a cómo se siente esto porque vas a estar sosteniendo la tuya en breve’”. A medida que pasa el tiempo, esa frase asertiva de Hanks se va volviendo cada vez más indiscutible.
Dever tiene ojo para los buenos proyectos y nunca desentona en elencos con figuras de mayor experiencia como Toni Collette, Merritt Wever, Mare Winningham y Jennifer Garner, entre muchas otras. “Me gusta elegir historias que tomen un tema muchas veces visto, pero que elijan contarlo de un modo novedoso”, expresó la actriz, quien siempre se mantuvo fiel a ese anhelo que, ya desde pequeña, pudo cumplir gracias a la contención familiar.
El cine independiente como refugio
Oriunda de Arizona, Dever se mudó a Dallas en su adolescencia porque su padre Tim había conseguido el papel para el que había audicionado tiempo antes: el actor le puso la voz al famoso dinosaurio Barney. En simultáneo, Kaitlyn le manifestó a su familia sus deseos de estudiar arte y recibió un gran apoyo. De hecho, comenzó a estudiar para ser bailarina, pero dio un giro de timón y decidió que quería ser actriz, su verdadera vocación.
Su debut se produjo en 2009 con el film televisivo An American Girl: Chrissa Stands Strong, al que le sucedieron participaciones en series como Modern Family, Private Practice y Party Down. Dallas ya había quedado atrás porque Kaitlyn eligió mudarse definitivamente a Los Ángeles para poder construir su carrera, una que en 2013 cobró vuelo gracias a dos películas aclamadas en el circuito independiente: El esplendoroso presente de James Ponsoldt y, sobre todo, Short Term 12 de Destin Daniel Cretton, una verdadera cantera de talentos.
El film protagonizado por Brie Larson tenía en sus filas a Lakeith Stanfield, Rami Malek, Stephanie Beatriz, John Gallagher Jr. y Dever, quien interpretaba a una joven víctima de abuso con quien el personaje de Larson conecta de inmediato. Su trabajo fue reconocido en el circuito de premiación alternativo, como había sucedido un año antes con su rol en la serie Justified, otro punto alto de su carrera. En todos los casos, lo que logra la joven actriz es indeleble. Es imposible no pensar en una serie o película en la que haya hecho una intervención y no recordar sus poderosos momentos. Desde sus inicios, Dever demostró que no necesitaba demasiado tiempo en pantalla para dejar una marca.
Lo mismo sucedió en Men, Women & Children de Jason Reitman y en Siempre serás mi hijo de Felix van Groeningen, dos films donde subió la vara y pudo darles mayor peso a roles similares: el de la novia de la figura masculina del joven elenco. Asimismo los proyectos que la tenían en su elenco parecían superponerse. “Yo siempre tomo las oportunidades cuando llegan, no creo demasiado en los recreos del trabajo”, explicó y agregó: “La actuación significa todo en mi vida, es el único lugar en el que puedo descargar, y además me resulta divertido, llegué a un punto en el que no puedo imaginar mi vida sin mi trabajo porque además me gusta poder inspirar a los demás con lo que hago”.
Inconcebible y La noche de las nerds, dos trabajos memorables
“Lo más difícil que hice en mi carrera fue Inconcebible”, le reveló la actriz a Harpers Bazaar sobre la miniserie de Susannah Grant, Ayelet Waldman y Michael Chabon, basada en el artículo “An Unbelievable Story of Rape” (“Una increíble historia de violación”), escrito por T. Christian Miller y Ken Armstrong, ganador del Pulitzer. En el drama de 2019, que se puede ver por Netflix, Dever interpreta a Marie, una joven que denuncia un abuso sexual y luego, por las trabas del sistema, se retracta, el punto de partida de un infierno que dura años hasta que el tiempo logra acomodar su vida y las autoridades, darle entidad a su denuncia inicial.
En paralelo, la serie basada en hechos reales muestra el trabajo en conjunto de dos detectives (Collette y Wever), quienes buscan a un violador serial tiempo después de lo que le sucedió a Marie, pero quien podría estar relacionado con lo que ella padeció. Se trata de una producción extraordinaria, austera y dura, por momentos muy difícil de ver, con una gran actuación de Dever, quien logró aquello que ella misma declaró buscar con cada trabajo: arrojar luz sobre lo desconocido. “Espero que la serie ayude a que se comprenda que no hay una sola manera de reaccionar ante un abuso, a través de la historia de Marie aprendí que el trauma se manifiesta de maneras diferentes, tenemos que creerles a las víctimas y no tratarlas como sospechosas”, manifestó la actriz.
El mismo año en que la serie tuvo su estreno en Netflix, la comedia La noche de las nerds podía verse en salas comerciales. La ópera prima de Olivia Wilde había encontrado en Dever y en Beanie Feldstein a una dupla brillante. Wilde retrata la historia de dos amigas que quieren, al menos por una noche, demostrar que pueden divertirse y no estar solo inmersas en el estudio. La jornada será reveladora para ambas, ya que la directora pone el foco en esa amistad que es puesta a prueba ante la posibilidad de los cambios y la despedidas. El largometraje es un exponente más -y muy necesario, por cierto- de largometrajes que ahondan en la amistad femenina, como vimos en Frances Ha de Noah Baumbach.
Con un humor más teen, Wilde da en el clavo con un final conmovedor donde la representación LGBTQI+ la hallamos en Amy, el personaje de Dever. “Me gusta que no sea una película donde se muestra la salida del clóset como en tantas otras, Olivia lo aborda de otra forma”, asegura la actriz. Efectivamente, La noche de las nerds tiene a una directora que les está hablando a las nuevas generaciones.
Esa transición de una miniserie dramática a un largometraje arraigado en la comedia demostró que a Dever no le gusta ser encasillada. “Lo que quiero es mezclar cosas, no me gustaría seguir solo un camino, pienso que hay muchas oportunidades en la industria, y trato de tener confianza en mí misma al recordarme que si me propongo hacer algo que me apasiona, entonces puedo lograrlo”, expresó la joven que fue nominada al BAFTA como “estrella en ascenso” y que este año aspira a dos de los premios más importantes de la industria -resta aguardar las nominaciones al Emmy- por su trabajo en Dopescik.
Al recordar los inicios de su pasión por la actuación, Dever siempre nombra a su padre. “Cuando era chica lo veía repasar guiones y me enseñaba la importancia de actuar con sutileza y naturalidad, eso se quedó conmigo”.
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