Qué se sabe de la denuncia contra Marley por presunta corrupción de menores
Adrián Alfredo Molina viajó a la Argentina, prestó testimonio el martes ante la Justicia y dijo haber mantenido una relación con el conductor televisivo cuando tenía 17 años, sin embargo este aseguró que las acusaciones son mentira y se puso disposición del juzgado
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El martes por la noche, el conductor televisivo Alejandro “Marley” Wiebe fue denunciado por corrupción de menores. La presunta víctima, identificado como Adrián Alfredo Molina, presentó un escrito judicial en el que prestó su testimonio y solicitó constituirse como querellante en un eventual “juicio de determinación por la verdad”, debido a que los hechos que relata en el escrito habrían ocurrido en 1996, cuando él tenía 17 años, por lo que se trataría de un delito prescripto. Molina, quien vive en Miami, Estados Unidos, decidió viajar a Buenos Aires para presentarse ante la Fiscalía N° 23 del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 43.
Tras ser notificado de la denuncia de Molina, Marley explicó en diferentes entrevistas que las acusaciones del denunciante son mentira y que presentará las pruebas pertinentes ante la Justicia para demostrar que es inocente. Además, adelantó que iniciará acciones legales para defenderse.
Una denuncia previa contra el conductor televisivo por corrupción de menores
En junio del año pasado, el juzgado federal a cargo de Ariel Lijo, hoy aspirante a ocupar un cargo en la Corte Suprema de Justicia, recibió una denuncia que había sido radicada en la provincia de Misiones contra Alejandro Wiebe por corrupción de menores. En el escrito, la víctima mencionaba además a Marcelo Corazza, primer ganador de la versión argentina del reality show Gran Hermano, acusado de integrar una banda que promovía la explotación sexual de menores.
El hecho fue denunciado por un hombre en la provincia del norte argentino, que solicitó que su identidad se mantuviera en reserva, habría ocurrido hace más de 25 años en el marco de un viaje que el individuo en cuestión dijo haber hecho a Buenos Aires, oportunidad en la que concurrió a una casa quinta en Pilar.
El escrito que Adrián Alfredo Molina presentó ante la Justicia
En la más reciente denuncia contra Marley, a la que tuvo acceso LA NACION, Molina asegura que la relación entre ambos afectó su “integridad moral y sexual”.
“Esta persona es casi diez años mayor que yo, quien por un tiempo logró mi amistad, me enviaba correos electrónicos diariamente, incluso en sus viajes al exterior. Esa comunicación a diario duró un par de meses, sin nunca habernos visto ni escucharnos la voz”, señala en el escrito presentado por su abogado, Martín Apolo.
La presunta víctima consigna que el conductor le habría ocultado su identidad hasta el momento en el que se conocieron personalmente. “Esto se inició cuando yo tenía diecisiete años y duró por más de tres años, en el más absoluto secreto”, aclara en los primeros párrafos de la presentación judicial.
“Debido al tiempo transcurrido, no poseo las comunicaciones de los chats y correos electrónicos al momento de tener 17 años de edad y el denunciado corrompió mi normal desenvolvimiento moral y sexual, por lo que a los efectos de acreditar los extremos denunciados, solicito al Sr. Juez interviniente, la realización de pericias psicológicas y psiquiátricas sobre mi persona, a efectos de determinar las secuelas que me causó la conducta del acusado”, exige en el texto.
La respuesta de Marley a las acusaciones de Molina: “Clara intención económica”
Este medio se comunicó con el conductor de Survivor: Expedición Robinson, quien afirmó que la denuncia tiene “una clara intención económica”. “Es un relato mentiroso, fantasioso, plagado de falsedades, y tengo las pruebas para demostrarlo”, dijo al ser consultado por LA NACION sobre la acusación.
Además, Marley afirmó que se pondrá a disposición de la Justicia, ya que ayer no había sido notificado de la causa, y anticipó que instruyó a sus abogados a responder a las acusaciones: “Les voy a decir a mis abogados que lo denuncien penalmente en este momento. Voy a ir a la Justicia”.
Luego, en una entrevista exclusiva con Telefé, el productor de 54 años ahondó: “Estoy muy mal, dormí pésimo, todo esto me tomó por sorpresa. Estoy hablando frente a cámara por mis hijos, por Mirko y por Milenka, una bebé muy esperada. Me costó mucho lograr este segundo embarazo, hubo uno previo que se perdió. En este momento, el más feliz de mi vida, aparece esto, que obviamente es totalmente falso y vino acompañado de amenazas, pedidos de dinero”.
Cómo comenzó su vínculo con Adrián Alfredo Molina, según Alejandro Wiebe
Si bien Marley confirmó que conoce a Molina desde “hace 25 años”, desmintió que el denunciante fuera menor de edad en ese entonces: “Él estaba estudiando en la facultad en ese momento, y tengo pruebas de ello. Tuvimos un vínculo muy sano, muy lindo, que se mantuvo por dos o tres años. No estoy acostumbrado a hablar de mi vida privada ni de mi sexualidad, entonces todo esto me pone medio incómodo porque me fuerzan a hablar de mi vida privada. Él se mudó a los Estados Unidos, en el 2002, yo lo acompañé un montón de veces en distintas cosas, él se casó y yo solía ir a cenar con él y su marido... Teníamos un muy buen vínculo”.
El conductor aseguró que él siempre pretendió ayudarlo en los emprendimientos de Molina “dándole likes” en sus cuentas de Instagram y que, una vez, acudió a su ayuda cuando le contó que su mamá estaba con un problema de salud y no conseguía una solución por parte de su obra social. “Todo era genial, hasta que de pronto un día, en el año 2022, me dice que estaba lleno de deudas, me pide ayuda y me pasa una cifra gigante, en dólares, para que yo lo ayudara. Yo no estaba en un momento con mucha soltura económica en ese momento y le dije que no podía ayudarlo. Eso no le cayó muy bien y la relación se enfrió”, sumó.
“Al año siguiente, en 2023, aparece con exigencias y con amenazas, diciendo que tenía que comunicarme con su abogado, este tal doctor Apolo, y que si no lo hacía iba a acudir a la prensa y a algunos periodistas de espectáculos. Me extorsionó, tengo todas las pruebas grabadas, listas para presentar ante la Justicia”, siguió su relato. “Yo me preguntaba: ‘¿Qué es lo que puede contar?’. Porque hace 25 años los dos éramos adultos, nunca pasó nada grave, nos llevábamos bien. Obviamente debe querer hablar de mi sexualidad. Me extrañó muchísimo, pero hasta ahí llegó la cosa... Nunca me imaginé todo esto”.
A modo de ejemplo, Marley citó una parte del escrito presentado por Molina ante la Justicia, en el que dice que uno de sus primeros encuentros se produjo en la casa que el conductor tenía en un barrio privado en Don Torcuato, en la provincia de Buenos Aires. “Yo ese terreno lo compré en 1998, tengo el título ahí, y la casa se construyó ese año y yo me mudé recién en 1999. Él ya tenía 20 años. Tengo pruebas para cada cosa”, señaló. Luego, el conductor destacó haberse presentado espontáneamente a la Justicia: “Por suerte soy acumulador y tengo un montón de cosas guardadas, con toda la historia y todo lo que pasó”.
Sobre la denuncia por abuso sexual presentada en 2023 en la provincia de Misiones, Marley aseguró que nunca hubo una denuncia y que nunca fue notificado. “Fue algo que armaron en televisión, con un encapuchado, nunca pasó nada. Yo no lo conocía, no tenía idea de lo que estaban hablando”.
La Palabra de Molina: por qué hace la denuncia ahora y los detalles de su primer encuentro
A la vez Marley hacía su descargo en Telefé, el denunciante se presentó en Intrusos para dar su testimonio y responder las preguntas del panel.
“Lo primero que quiero preguntarte es qué te llevó a hacer la denuncia después de tanto tiempo”, comenzó la entrevista Florencia De La V, conductora de América. “Lo primero que quiero decirte es que te agradezco por representar a nuestra comunidad. Esa es la razón por la que accedí a dar esta nota, en entendimiento de que las cosas que nos pasan cuando somos pequeños no son procesadas por nuestra mente hasta mucho tiempo después”, comenzó diciendo Molina. “La gente se olvida de cosas normales: ‘¿Dónde dejé mi teléfono? ¿Dónde dejé aquella otra cosa?’. Pero mucha gente pasa por traumas extendidos y solo los pueden procesar mucho tiempo después cuando tienen las herramientas. Yo esas herramientas no las tenía. Las tuve que encontrar a través de terapia y aprendizaje”.
“Él [Alejandro “Marley” Wiebe] fue la primera persona que supo que yo era gay. Nos conocimos a través de Internet, por ICQ y esa conexión se trasladó a los correos electrónicos, que son los que me han quedado grabados en la mente. Por varios meses, la relación se desarrolló por correo electrónico. En aquel momento no había fotos de intercambio ni esas cosas. Yo tenía 17 años”, relató Molina, dichos que ya había ratificado en su denuncia ante la Justicia.
“Luego de haber pasado por la fase inicial de grooming online, se pasó al grooming sexual. Fue una relación de abuso que duró tres años”, continuó. “Antes de vernos personalmente, él fue lanzando pistas sobre su identidad, pero nunca me lo confirmó”, precisó Molina. “El primer encuentro fue en el barrio de Palermo, en Avenida Libertador y Oro, al lado del parque. Paró un auto muy grande, un BMW, con las ventanillas polarizadas. Entré y ahí manejó hacia zona norte de Buenos Aires. Era muy grande y tenía una mirada muy intensa. Me sentí pequeño”, detalló sobre el día que lo conoció. Y explicó: “Yo lo conocía desde los 12 años, de verlo en la televisión junto a mis padres. Era una persona que en mi cabeza tenía un elemento de verdad, un elemento de confianza, un elemento de ética”.
“Fuimos a su casa y así comenzó una relación de más de tres años. Siempre íbamos a su casa, porque no podíamos ir a otro lado, porque él no quería salir del closet, no quería ser asociado con hombres y probablemente, mucho menos que lo vieran con una persona 10 años menor”, opinó el denunciate. “Iba regularmente a su casa un día específico por determinada cantidad de horas para comer y tener relaciones. Después, me traía de vuelta para el área en la que yo vivía en Palermo. La dinámica fue así durante gran parte de la relación. La situación se empezó a poner más tensa cuando él tenía la intención de mostrarse con mujeres”, puntualizó.
“Yo eso no lo podía entender. Empecé a sentir que estaba en una situación que no era buena. Había ocurrido una situación particular, que está descripta en la causa, por la cual me vi ante dos opciones: quedarme en un país en el que lo tenía que ver todos los días en todos los medios o irme y dejar todo eso atrás. Eso es lo que hice, y él facilitó que eso pasara, porque fue quien compró el pasaje aéreo a Miami, de ida”, indicó Molina, que desde aquel momento está radicado en EE.UU.
“Me fui sabiendo que algo estaba mal. Siempre tuve la sensación de que me habían usado. Lo digo ahora y me da escalofríos. Hace un año se hace una denuncia contra él y básicamente, comencé a unir puntos. Con el correr de los años, lo vi muy esporádicamente, cuando él tenía que hacer notas en el exterior. Pero recuerdo una vez que, mientras yo vivía en Nueva York, salió él de una tienda con otro muchacho, y yo inmediatamente giré para evitarlo”, rememoró.
Por último, cuando le señalaron que Marley lo había acusado de extorsionarlo o que su denuncia estaba motivada por dinero, Molina lo negó rotundamente e insistió para finalizar: “Yo nunca lo extorsioné. Nunca. Es más, él fue una persona que pagó el pasaje de avión para que yo me fuera”.
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