Paula "Puli" Demaria (42) sostiene con orgullo que su marido Martín Bernardo (39) es un self-made man. Es que "Chule", el sobrenombre por el que se lo conoce, forjó una carrera como DJ en tiempos en los que aquel oficio no tenía el glamour de hoy: a los 16 ya "pinchaba" discos en fiestas del colegio y en 1996, empezó a trabajar a fondo, mientras estudiaba Abogacía en la Universidad Católica de Buenos Aires (UCA). Dejó la carrera en cuarto año, cuando supo que el derecho no era lo suyo y abrió una empresa como DJ. A fines de 2004, se asoció con Juan Diego Martínez Larrea, "Tati" García Carnicó y Rodrigo Yáñez para darle forma a Sarapura, que musicaliza alrededor de mil quinientas fiestas por año, con un staff que supera las cincuenta personas. La garra de "Chule" fue determinante para que "Puli" pusiera los ojos en él, allá por 2005, mientras trabajaban a la par: él pasaba música y ella organizaba eventos. Para Puli, que tiene en sus genes el espíritu emprendedor de sus antepasados maternos –como el alemán Otto Bemberg, financista e industrial, fundador de la cervecería Quilmes–, "no hay nada más importante que hacer lo que uno ama". Su madre, Paula Gainza Bemberg, es tataranieta del inmigrante que llegó a la Argentina a mediados de 1800 interesado en la importación y exportación de productos agroganaderos; luego creó una industria de destilación del alcohol de maíz. Y en 1886 levantó una fábrica en el partido de Quilmes.
La madre de Puli, Paula Gainza, es tataranieta de Otto Bemberg, un inmigrante alemán que fundó la conocida Cervecería Quilmes, hoy en manos del gigante AmBev""
Dos años después, junto con su hijo Otto Sebastián, fundaron Brasserie Argentine Quilmes, conocida como Cervecería Quilmes. En 2006, tras 120 años de permanencia, la familia Bemberg vendió el holding Quinsa al coloso belga-brasileño AmBev, dueño de Brahma. Pero los recuerdos en aquella fábrica son imborrables para "Puli". "Si bien mamá fue bastante hippie y nunca le interesó dedicarse a la compañía, de chica me llevaba al edificio Cangallo, la sede de Quilmes, y yo jugaba abajo del escritorio de mi bisabuelo", rememora "Puli".
UN OASIS A MEDIDA, FUERA DE LA CIUDAD
Si bien el matrimonio de "Puli" y "Chule" trabaja a sol y a sombra, su lema de vida es "family first", como ellos mismos dicen. Y para explicar de qué trata esto, reciben a ¡Hola! Argentina junto con sus cuatro hijos, Sylvestre (16) y Santos Corti (12) –del primer matrimonio de Paula–, Félix (9) y Florián (7), en su casa de fin de semana ubicada en Tortugas Country Club. Rodeada por una frondosa vegetación, la propiedad de quinientos metros cuadrados no es la misma cuando está habitada por sus dueños, que llegan cada viernes cuando los chicos regresan del colegio para disfrutar de sus días "en las afueras del centro". Hace unos años, vivían en una casa en Bajo Belgrano. Pero varios episodios de inseguridad los llevaron a mudarse a una torre, en Palermo Chico. "Vivimos unos siete años en una casa, así que necesitábamos algo de verde para nuestros chicos y entonces alquilábamos en Tortugas y ya analizábamos la opción de comprar. Esta casa la encontramos en 2016. Queríamos que cada uno de mis hijos tuviera un cuarto, para que el día de mañana sigan viniendo con amigos. Buscábamos espacios grandes para que todos tuviéramos un lugar propio. Con ‘Puli’ no nos importaba tanto el jardín porque nosotros venimos acá más que nada en época de frío; entre diciembre y febrero, nos vamos de vacaciones. Queríamos que en invierno fuera cálida y que el jardín y el verde se metiera por las ventanas", dice "Chule", cuyo hobby consiste en refaccionar casas. "Como se dice, lo hago para friends and family, no de modo profesional. Hice cursos de diseños de interiores y en estos años tuve la suerte de refaccionar departamentos enteros. Me gusta mucho laburar con la iluminación. Soy obsesivamente detallista, tengo un toc con las terminaciones y las simetrías", cuenta entre risas.
–O sea que sos vos el responsable del mantenimiento…
–Sí, efectivamente. Me ocupo toda la semana de ir haciéndole pequeños arreglos. Así, cuando llega el viernes, abrimos las ventanas, las cortinas, prendemos las luces y parece muy vivida. Cada quince días viene una florista que se llama Agustina y nos arma los ramos. A Puli y a mí nos da tranquilidad ese orden. A nuestros hijos lo único que les importa es que esté la cancha de fútbol con buen pasto. Y a nosotros nos encanta recibir amigos de siempre y otros pocos que fuimos conociendo con los años y queremos mucho.
–¿Hay mucha inversión en esta casa?
–Desde que empecé a armar este proyecto supe que no queríamos la casa que todo el mundo tiene. Si mirás Instagram, muchos buscan el mismo espejo, la misma mesa... Yo prefiero darle identidad propia.Me gusta el estilo americano, de la vivienda cozy y más vale cargada, no minimalista. Si bien hay muebles importantes nuevos, también me di maña para ubicar los que ya teníamos. La mesa y las sillas de la galería fueron comprados en un supermercado, pero le busqué la vuelta para adaptarlos a mi casa.
–¿En qué te inspiraste para la decoración?
–En varias ideas. Siempre me gustó el trabajo de Eugenio Aguirre. Lo primero que le compré fueron unas mesas de luz muy cancheras. Y cuando empezamos a armar esta casa, me enamoré de un bar que él tenía en su boutique, que "Puli" me lo regaló para mi cumpleaños y hoy es protagonista en el living.
"PULI ES UNA MADRAZA"
–¿Vivirían acá de modo permanente?
–¡Claro! Con "Puli" nos imaginamos de viejitos acá, caminando por estas calles que tienen unos árboles alucinantes. Ahora estamos en una etapa donde tenemos muchísimo trabajo en la semana, mi oficina queda en Recoleta y "Puli", además de ser muy requerida como DJ, retomó la actuación. Hoy tenemos la vida hecha en el centro. Pero en esta casa algún día viviremos todo el año. Por ejemplo, la mesa del comedor y del living son para toda la vida, pero los cuartos de los chicos, son modificables.
–Como familia, se los ve siempre alegres y unidos, ¿cuál es el secreto?
–Tratamos de ir para adelante siempre juntos. El año pasado, vivimos momentos muy heavy [hace dos años murió Matías Corti Maderna, el papá de Sylvestre y Santos], que nos fortalecieron. Además, con "Puli" generalmente estamos cansados, no todo lo que se ve en las redes sociales es real. [Se ríe]. Ella puede pasar música en tres fiestas durante la misma noche, pero jamás deja de levantarse a las seis y media de la mañana para desayunar con los chicos antes de ir al colegio. "Puli" es una madraza y logró que nuestros hijos sean buenos. Y, como somos muchos, cuando uno está de mal humor siempre hay otro que puede hacerte reír. Esto de que seamos seis ayuda mucho.
Maquillaje: Nati Pelizzari, para Bendito Make Up
Peinado: Jonatan Horne
Agradecimientos: Corine Fonrouge y Milagros Hurtak para Fonrouge Laboratorio de Estilo, John L.Cook, Wanama kids, Artemis, Casa pop up, Joanna Braun, S-Mode, Tienda f-lab, Orviete shoes, Herencia, Bartolomé joyas
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