En 1983, Raffaella Carrà estrenó su gran show en la RAI y, cuatro años después, Susana Giménez contó con su aprobación para emularlo en Argentina; ambos ciclos se convirtieron en un fenómeno de audiencia gracias al carisma de las divas, invitados de lujo y premios millonarios
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El 3 de octubre de 1983, la RAI, la famosa cadena italiana de televisión, estrenaba Pronto… Raffaella?, el programa conducido por Raffaella Carrà que combinaba entrevistas con juegos telefónicos, a través de los cuales la estrella se comunicaba con el público.
El 1° de abril de 1987, ATC, el histórico Canal 7 estatal bautizado como Argentina Televisora Color, ponía en el aire la primera emisión de Hola… Susana!, el ciclo de juegos telefónicos, musicales y entrevistas que convirtió a Susana Giménez, su conductora, en una de las estrellas más famosas del país.
Los dos formatos salían al aire al mediodía, y compartían características en sus dinámicas y una estética que los asemejaba. Podría decirse que el local Hola… Susana! era una franquicia de la casa matriz Pronto… Raffaella? En ambos casos, en la estelaridad y carisma de sus conductoras se sostenía el éxito de las propuestas que llevaban el nombre de pila de las dueñas de casa. Con solo decir Raffaella en Italia o Susana en Argentina, ya se sabe de quien se habla.
Sucesos
Hasta octubre de 1983, la RAI destinaba el horario del mediodía a poner en pantalla el “monoscopio”, que no es otra cosa que esa imagen de segmentos multicolores que en Argentina se llama “señal de ajuste”. La razón por la que la RAI decidió iniciar antes su programación es porque una televisora privada lograba muy buena audiencia con ciclos matinales y la manera de hacerle competencia a ese nuevo fenómeno era convocar a una figura de fuerte injerencia popular como Raffaella Carrà. Aunque Pronto… Raffaella? fue un suceso, solo permaneció en el aire hasta 1985, cuando un formato similar reemplazó al de Carrà.
En ATC, la impronta de los programas de servicios y los noticieros dominaban la programación hasta el mediodía, por eso la idea de un formato distendido venía bien para romper con la inercia de ciclos tan formales. El productor Ovidio García fue quien le ofreció a las autoridades de Argentina Televisora Color la propuesta con Susana Giménez, previa anuencia de Raffaella Carrá. “¿Quién lo va a hacer? ¿Susana? Entonces autorizo y auguro que será un éxito”, había dicho la popular estrella nacida en Bologna. El ciclo alla Argentina lleva más de treinta años en el aire y, luego de aquel debut diario en ATC, al año siguiente se instaló en Canal 9 Libertad, emisora en la que salía los lunes por la noche.
Despuntando los 90, se mudó a Telefe, señal donde, al comienzo, se emitía a las 14 para competir con Mirtha Legrand, figura de Canal 9 Libertad. Luego de dos temporadas a esa hora, el programa pasó a formar parte del prime time nocturno emitiéndose de lunes a viernes a las 20. Hubo épocas en las que salió martes y domingos y, desde hace años, el domingo a las 22 es el espacio en el que está bien instalado.
Set
Tanto en la apertura de Pronto… Raffaella? como en la de Hola… Susana! se ve a ambas estrellas danzando con un grupo de bailarines y cantando el leit motiv que identificaba a cada ciclo. La coreografía de la propuesta italiana era responsabilidad de Sergio Iapico, quien luego sería pareja de la conductora. En el caso de Susana Giménez, la diva bailaba acompañada por “Los Susanos”, su staff de secretarios.
En ambos ciclos, la coreografía se llevaba a cabo en un confortable living con un gran ventanal que balconeaba a la ciudad. En el caso de Raffaella, se veían construcciones históricas de Roma. En el programa de Susana se apreciaba Palermo Chico y las inmediaciones de ATC.
Invitados
Por única vez, la Madre Teresa de Calcuta visitó un set de televisión para asistir a la entrevista que le realizó Raffaella Carrà. Aquel programa contó con una de sus mejores audiencias. Susana Giménez también recibió a figuras relevantes de buena parte del mundo y convocó con asiduidad a estrellas de la música como Julio Iglesias, Ricky Martin o Ricardo Montaner y a celebridades del deporte como Diego Maradona.
Juegos
En el caso del programa italiano, su corta duración en los 80 no le dejó margen para una evolución tecnológica de los juegos, tal como sucedió con Susana Giménez. Pronto… Raffaella?, más allá del nivel de los invitados, sostenía su éxito en las llamadas telefónicas del público para poder conversar y jugar con la diva y tener la posibilidad de ganar importantes premios. Los italianos se desesperaban por participar en “El juego de los frijoles”, en el que quienes lograban comunicarse con la animadora debían deducir cuántos porotos había dentro de un frasco de vidrio. En la versión de Susana Giménez, los porotos fueron reemplazados por nueces. En el formato argentino, a medida que transcurrieron los años, los entretenimientos contaron con la mediación tecnológica.
Litigio
Como Hola… Susana! contaba con la venia de Carrà, no hubo litigios sobre la autoría intelectual del formato. Las complicaciones para Giménez surgieron en su propio país, Cuando el productor Ovidio García se desvinculó de la propuesta e inició acciones legales alegando que el título le pertenecía. La Justicia le dio la razón y el programa debió cambiar de nombre. En ese momento, las autoridades de Telefe creyeron que lo mejor era rebautizarlo con el nombre completo de la conductora, así fue como comenzó a llamarse Susana Giménez.
Fenómenos
En una oportunidad, una mujer que logró comunicarse con Raffaella, le dijo emocionada que su hija, que no podía hablar, acababa de decir: “Te amo Raffaella”, rompiendo milagrosamente con su impedimento para comunicarse oralmente.
A Susana Giménez tampoco le faltaron anécdotas y sus seguidores suelen emocionarse al lograr comunicarse con ella. Esa devoción, cuando el programa salía por ATC, hacía que la central telefónica Costanera que correspondía al canal se viera colapsada y dejara sin servicio a todo el barrio. En su primera temporada en Telefe, el ciclo contaba con un móvil en vivo para que la gente pudiese jugar desde la vía pública. Aquella iniciativa se llamaba “Susymóvil” y convocaba a una multitud.
Con la muerte de Raffaella Carrà parte una celebridad carismática que desparramó alegría entre sus fanáticos y cuyo estilo de programa encontró en Latinoamérica a Susana Giménez, una diva con sus mismas condiciones que convirtió el formato en un éxito de más de tres décadas. Pronto… Raffaella? y Hola... Susana!, dos sucesos similares, a la medida de sus conductoras y separados por 11.000 kilómetros de distancia.
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