Prince: el aparatoso accidente en una bañera que dio origen a su adicción a los analgésicos
Durante el lanzamiento de su álbum Purple Rain, el músico sufrió un aparatoso accidente mientras ensayaba escenas de una perfomance que quería implementar durante la gira
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Mientras planificaba la gira de apoyo al álbum Purple Rain, Prince sufrió un aparatoso accidente que cambió su vida. Todo comenzó con un proyecto que incorporaría en escena: cantar una canción en vivo dentro de una bañera, a una considerable altura del suelo.
Durante un ensayo de la escena en un estadio de Minnesota, en 1984, la bañera donde el músico se había subido para preparar la performance se rompió y el artista sufrió una fuerte caída. Según relatan allegados al músico, fue a partir de ese accidente que comenzó la adicción a los analgésicos que provocó su muerte, en 2016.
La nueva biografía del cantante, Nothing Compares 2 U: An Oral History of Prince, revela a través de diversas voces cómo ocurrieron los hechos. “La bañera cayó de unos 3 o 4 metros con él dentro. Nunca me moví tan rápido en mi vida“, recuerda Alan Leeds, gerente de gira de Prince en ese momento. Y agrega: “Después de eso, le dolía la espalda día tras día. Luego, en Los Ángeles, resbaló y se lastimó la rodilla. Consiguió algunos medicamentos y terminó la gira, pero no creo que su cadera y su pierna quedaran completamente normales después de eso”.
Estos incidentes, como lo recordaron personas cercanas a la superestrella, marcaron el comienzo de una vida de dolor para Prince, que probablemente lo llevó a la adicción que lo mató. El músico murió en 2016 por una sobredosis accidental de opioide sintético fentanilo. Para quienes conocieron al artista, esto resultó una paradoja, puesto que el artista se posicionó durante años en contra del consumo de sustancias.
“En la adolescencia salíamos y fumábamos, y él decía, ‘¡Oh, mírate! ¡Tus ojos están rojos! Y nosotros decíamos: ‘Oh, hombre, vamos’. Él era cuadrado”, señala el primo de Prince, Pepe Willie, en el libro. Durante aquellos años, la estrella experimentó con drogas solo una vez, sorprendiendo a su amigo y futuro líder de Time, Morris Day, al pedirle hongos psicodélicos, experiencia que no salió bien.
En los años 80, con grandes cantidades de cocaína en circulación, Prince grababa en ocasiones en el estudio días enteros alimentado no por drogas, sino por los dulces. “En sus sesiones maratónicas, comía pastel. Amaba el pastel, principalmente de vainilla con glaseado de chocolate“, cuenta Susannah Melvoin, ex prometida de Prince y vocalista en varias de sus bandas.
El cantante tampoco toleraba el uso de drogas por parte de los miembros de su banda. “Tenía una paranoia límite en relación a tener a alguien a su alrededor que estuviera drogado”, señala Leeds.
Por ello, resultó un shock para su entorno cuando, en la época del fracaso comercial del álbum de 1988 Lovesexy, Prince comenzó a tomar éxtasis y alucinógenos de forma recreativa. “Empezó a consumir alucinógenos con su entonces novia Ingrid Chavez y con gente nueva, lo cual fue una señal de alerta”, dice Jill Jones, vocalista que compartía música y amistad con él.
Mientras incursionaba en ello, el cantante también lidiaba con el dolor constante de sus lesiones físicas y, como no le gustaban los médicos, habría empezado a automedicarse ya desde principios de los noventa. Morris Hayes, teclista de Prince durante casi dos décadas, cree que el artista estuvo en rehabilitación en 1994.
Si bien nadie está seguro de cuándo se intensificó, Prince dependía en sus últimos años de los opiáceos para mantener a raya su dolor.
“Creo que lo que lo controlaba era su adicción a las drogas”, dice Wendy Melvoin, hermana gemela de Susannah y guitarrista de The Revolution. “Su uso de analgésicos probablemente fue más largo de lo que algunos de nosotros podríamos haber pensado porque, cuando comenzó a tener sus dolores y molestias, creo que realmente confió en ellos”, agregó.
“Siento que todo el asunto del fentanilo fue que él escapó así del dolor de la cadera y se le fue de las manos”, dijo Mark Brown, el bajista a quien Prince bautizó como Brown Mark. “Necesitaba algo para quitar ese dolor, pero luego la adicción se instaló”.
Prince murió el 21 de abril de 2016, a los 57 años. Jones señaló que cuando falleció, había “miles de pastillas por todo el edificio”.
“No consumía drogas como una estrella de rock hedonista, sino como tantos estadounidenses de clase trabajadora que necesitan pastillas para que sus cuerpos no se quiebren durante la jornada laboral”, remarcó Touré.
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