Pitty, la numeróloga de los famosos: por problemas de salud decidió cambiar su vida y empezar una gran transformación
Sus predicciones se convirtieron en grandes aciertos y la posicionaron como la preferida de las celebrities, pero ella necesitaba emprender un camino personal para lograr convertirse en la mujer que quería ser
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Con el tiempo, sus predicciones se convirtieron en grandes aciertos y la posicionaron como la numeróloga de cabecera de los famosos. De raíces árabes, Verónica Asad -más conocida como Pitty, la numeróloga- es una de las más respetadas y reconocidas de la Argentina en su oficio y varias celebrities como Isabel Macedo, Nicole Neumann, Laurita Fernández y Wanda Nara se han mostrado muy agradecida con ella por sus consejos. A los 14 años la curiosidad la llevó a empezar a interiozarse en el mundo de la espiritualidad, aunque al principio se lo tuvo que ocultar a sus padres porque no creía posible que la dejaran seguir ese camino. Y ahora ya hace 32 años que arrancó esta “misión” que siente que es su vida: “Gracias a mi gran impulso sanador, me brindé a dar un servicio espiritual y mostrar que a través de los números hay mensajes y hay historia. Somos números y vibramos a través de ellos, tenemos un número de llegada a esta tierra y también marcada la partida”.
Pero en el último tiempo además decidió escucharse y empezar un gran cambio, interior y exterior. Mirarse y transformarse en la mujer que quería ser, de todo esto que atravesó y su presente habló con LA NACION.
-¿Cómo y cuándo empezó este cambio en vos, está transformación?
-Yo vengo haciendo un trabajo interior bastante importante y un día replanteándome un poco temas de salud, tenía algunas cosas que no estaban tan bien e hice una consulta médica. Le dije me duele esto, esto y esto y me derivó a un médico maxilofacial y fui. Pero ahí yo lo empecé a pensar desde otro lugar. Tengo un papá que se dializa, una mamá con problemas de salud, un hermano con problemas de salud y parece que uno quisiera repetir la historia. Yo vengo analizándome, vengo de años de mucho trabajo, no desde el lugar de sufrimiento, sino desde la satisfacción. Durante muchos años trabajé 100% y me trajo un montón de satisfacciones económicas, personales, tengo libros en todo el mundo, pero había una cuota pendiente, mi salud y verme bien yo.
-¿Y qué hiciste?
-Entonces tomé la decisión, en la segunda parte de mi vida, porque en unos días voy a cumplir 46 años, de transformarme en una mujer distinta. Soy una mujer que ya tenía su casa, tenía libros en el mundo, locales, pero ahora quiero sentirme bien conmigo misma, segura, darme ese espacio para mí. Obviamente hay que seguir pagando las cuentas, tengo que seguir trabajando, esforzándome, la rueda tiene que seguir porque todos vivimos en un mundo, un país donde la gente trabaja y hace sus tareas, pero me tocaba a mí poner un parate. Decir: “bueno, ahora sí, voy a ocuparme de mí”. Voy a sentirme más plena como mujer.
-Esto se dio a partir de una operación, ¿cómo fue ese proceso?
-Yo hace 5 meses me hice una operación maxilofacial. Sufría de bruxismo, tenía la mordida un poquito mal y con los años, el estrés, la rutina y la adrenalina, se me fue complicando.
-¿Cómo fue la recuperación y cuánto tiempo te llevó?
-Hice esta intervención y estuve un mes y medio en silencio. Fue muy fuerte la operación, no cualquiera la puede hacer, perdí como 8 kilos y ahí empecé. Tuve una gran transformación porque dije “bueno, ahora es mi oportunidad”. Me contraté un personal trainer y empecé como un vaciamiento, dejé de comer porquerías durante un mes y medio porque por la operación solo podía tomar líquido a través de un sorbete. Yo siento que algo pasó ahí, como una gran transformación, descontaminar el cuerpo y ahí arranqué con todo. Hice algo que nunca había hecho en mi vida: gimnasia, que es un desafío diario. Y ahora empecé a cenar porque tuve que hacer forzadamente algunos ayunos intermitentes porque no podía meterle al cuerpo de repente un montón de comida de nuevo. Todo fue despacito, volver aprender a comer y demás. Estoy empezando a cenar muy tranqui.
-¿Quiénes te acompañan en esta transformación? ¿Tenés una nutricionista?
-No tengo ninguna nutricionista, voy solo dos veces por semana al gimnasio, pero camino los días restantes. Verme con mi cuerpo nuevo es muy fuerte. Yo tengo una bendición de Dios, que parece que este cuerpo hubiese estado ahí toda la vida, una cosa de locos, como despertarme de un sueño. Me veo y me encuentro en un cuerpo que yo siento que me acompaña. Estoy muy feliz, estoy en un período de gran satisfacción personal. Un trabajo hecho conmigo misma y voy a empezar un proceso de disfrute.
-¿Qué te gustaría trasmitir a la gente que te sigue?
-Lo que quiero trasmitir a la gente es que se puede, que hay un sacrificio grande y no viene nada de arriba, que sí tienen que hacer un esfuerzo. No hay situaciones mágicas, requiere esfuerzo, lo hice yo misma, no consulté a una nutricionista, pero saqué las harinas, con mucho esfuerzo, pero lo disfruto. Antes me comía toda la mesa y me dejaba en un lugar mucho más negativo.
-¿Qué te devuelve el espejo cuando te ves?
-Te voy a contar algo, yo me di cuenta que cuando uno tiene todo en la vida y no estoy hablando de millones, cuando uno ya entregó todo, tenés que aprender a disfrutar. Yo estoy en un momento de disfrute, hay que ser agradecido. Ahora es el momento de la gratificación, de sentirme bien y de transmitirlo a un montón de mujeres y decirles que la vida empieza en la segunda etapa y yo soy muy feliz.
-Hablando un poco de numerología, cuáles son los famosos que te consultan y sobre qué cosas ¿amor, trabajo...?
-Tengo muchos famosos, pero me reservo sus nombres porque siento que a veces quedan en un lugar de mucha soledad, están mucho más expuesto. Desde un lugar positivo, yo trato siempre de ayudar a cualquier persona, no solo a un famoso, justo se me dio que el universo quiso que sea una comunicadora, como una bruja moderna, y que sea con gente por ahí muy popular, pero también doña Rosa recibe mensajes míos, a través de mis redes sociales o de los vivos de Instagram, donde yo escucho a la gente. Yo lo hago desde un lugar súper sano transmitiendo que hay algo más que existe, que no estamos solos en este universo. De todas maneras, el laburo lo tiene que hacer cada uno, aunque hay una parte de la historia que está escrita. Soy una mina bastante normal, que tiene un don, a algunas personas le puedo transmitir algo, pero la responsabilidad es tuya 100% para que estés atenta en el momento en que las oportunidades te lleguen.
-¿Cómo ves los números para 2023?
-Como sociedad y como transformación nos llegan años difíciles, por lo menos este 2023 es un año, en donde va a haber mucha vida espiritual, pero también la gente se va a poner un poco agresiva. Aunque va haber mucha gente que va levantar la bandera y va empezar a vivir de otra manera, cada vez hay más gente que está en la búsqueda... No se trata de ser gorda o flaca, del signo que seas o de los números que tengas, sino también de elegir qué tipo de calidad de vida querés, yo trato de dar un mensaje… Sé que 2023 no va a ser tan fácil, una de las cosas que más recomiendo a las personas es que seamos imanes y ojo con lo que pensamos, con lo que autodeclaramos como personas porque es lo que te va a pasar y lo que vas a atraer. Los números te sirven para acompañarte para que tu energía vibre 100%, pero tu responsabilidad va a ser a traer lo que estás necesitando que te pase. Eso es un poco lo que me pasó a mí.
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