Pancho Dotto: "Con Valeria Mazza recorrimos muchos kilómetros juntos, pero la vida pasa"
PUNTA DEL ESTE.- Su Rolls Royce descapotable e impoluto parece sacado de una escena de los años dorados del cine de Hollywood. Lejos de la vorágine que lo rodeó durante los 30 años que tuvo como manager de algunas de las principales modelos de la Argentina, Pancho Dotto cuenta que trata de disfrutar de cosas simples, vivir en paz y tener salud. En una charla con LA NACION se refiere a su pelea con Valeria Mazza, la paternidad, el feminismo, el consumo de aceite de cannabis para sus dolores de espalda y su amor por Punta del Este. "Yo voy a terminar muriéndome acá. Un día me voy a quedar acá y no me voy a ir más. Igual, me tengo que apurar porque, si no, me voy a morir en el camino, en el Buquebus".
Aunque está distanciado hace varios años de Valeria Mazza, la modelo forma parte de decenas de anécdotas que marcaron su vida profesional y familiar.
"¿Yo la nombre?", dice sorprendido ante nuestra pregunta por su relación con la reconocida modelo. Pero un instante después recuerda una anécdota de hace tres décadas, precisamente ocurrida en esta ciudad. "En ese momento había dos chicas de mi staff que eran muy famosas. Eran Carolina Peleritti y Bárbara Durand, que salían en todas las tapas. Eran las chicas más requeridas en el mundo del modelaje. Valeria recién empezaba, costaba que arranque porque era una chica distinta y tenía tres kilitos de más".
"Entonces estas dos chicas, que eran amigas mías también, vinieron a Punta y se alquilaron un departamento. En cambio, Valeria, que era menor de edad, vivía conmigo. Un día me la pidieron para salir de noche, les dije que tenía que volver temprano. Me quedé preocupado. No podía dormir, fueron pasando las horas y volvió a la mañana. Incluso ya había salido el sol", contó y agregó: "Yo rebotaba contra las paredes. Imaginate que en esa época no había celular. Incluso, en el departamento tampoco tenía teléfono y me llamaban al de la recepción y yo bajaba. Cuando ella llegó, yo le empecé a hablar suave y luego me excedí un poquito. Ahora me haría una denuncia por la forma en que le hablé. Le expliqué que las dos chicas que la habían dejado y salieron corriendo eran ya consagradas y que habían sido muy malas con ella".
Pancho Dotto recuerda cada detalle de aquella charla. "Le dije a Valeria: 'Vos viniste a Punta del Este a armar una carrera, a formarte. A hacer actividad física, que vos necesitás, como todo el mundo. Vos lo que tenés que hacer en lugar de acostarte a las siete de la mañana es levantarte a esa hora para hacer actividad física. ¿Vos me entendés lo que te estoy diciendo? Te lo digo por tu bien'. Se largó a llorar, me dijo que tenía razón. Se fue a dormir y, desde el día siguiente, todos los días se levantó a las siete para ir a correr", concluye Dotto el recuerdo. "Esa es la anécdota más importante con Valeria Mazza en su primer verano en Punta del Este. Ella obedeció y entendió. Todo el resto no tiene nada que ver. Seguir dando vueltas sobre el tema es mediocre. No nos suma ni a mí, ni a nadie".
Sin embargo, ante la consulta de si tomaría un café con ella para recomponer el vínculo, el manager señala: "No. La verdad es que cada uno es como es. Ese perrito Corbata (está a su lado mientras charla con nosotros) es un santo, es muy difícil que reaccione como un perro de ataque. La naturaleza de cada uno está. Con Valeria hemos recorrido muchos kilómetros juntos, pero la vida pasa. Por ahí, el día de mañana, cambiamos, pasa algo y charlamos de nuevo. Pero no creo. Tenemos dos miradas y perspectivas de vida muy diferentes en función de las cosas. Yo creo que hay una parte de nosotros que tiene que ver con la calidad de vida y otra con el nivel de vida. En mi caso estoy buscando, a pesar de que me ves con un Rolls Royce, más calidad de vida. Siento mucho más un encuentro entre amigos que ir a una de las fiestas de acá con la música electrónica y ver la misma gente. Cada uno se divierte como le parece, y encuentra un hueco en un negocio como puede. Hay gente que está pensando en marketing y negocio todo el tiempo. Yo estoy queriendo relajarme", compara Dotto.
Ser padre, un deseo inconcluso
"En este momento estimo que sí, que es un deseo inconcluso. Me hubiese gustado ser padre, es una cuenta pendiente. Isabel, la hija más chica de Carola del Bianco, tiene seis años y es como la nieta que no tengo", cuenta Dotto con los ojos brillosos mientras busca en su celular una imagen de la nena. Y agrega: "Creo que todo no se puede hacer. Yo me juntaba con las chicas y les preguntaba la edad. Luego les decía que prestaran atención y les hacía leer algo que muchos llamaron los 10 mandamientos de Dotto, pero eran 14. Les decía que tenían que hacer todo enseguida porque la vida pasaba volando. Entonces, les volvía a preguntar la edad y ahí les decía: 'Yo ayer tenía 16 años'. Yo les explicaba los mandamientos y que si los cumplían les iba a ir bien".
Pampita fue una gran alumna. Ella todos los días demuestra que es una número uno... Entendió el negocio mejor que nadie
Según el manager y, mirando a la distancia, las tres mejores alumnas que tuvo hoy siguen en la primera plana. "Hoy, con el diario del lunes, creo que Carolina Pampita Ardohain fue una gran alumna. Ella todos los días demuestra que es una número uno. Dolores Barreiro lo ha demostrado a su manera y Valeria Mazza también. Pero Pampita entendió el negocio mejor que nadie".
Dotto revela que consumió aceite de cannabis medicinal para combatir sus dolores de espalda y se muestra contrario a la legalización de la marihuana que puso en discusión el flamante ministro de Seguridad de Axel Kicillof, Sergio Berni. "Tenemos un exministro que ahora volvió a tener poder que dijo que la marihuana estaba reemplazando al tabaco en el mundo. Que lo diga un Juan Pérez que nadie lo escucha es una cosa. Que lo diga un funcionario es grave. No tiene nada que ver el tabaco con la marihuana. Si la querés legalizar, usá otro argumento. El tabaco se dejó de consumir por el daño que ocasiona".
"Con la marihuana no me voy a meter porque yo la necesito. Necesito el aceite para mis dolores de cuerpo. Yo me compré en California uno recomendado por un médico. Compré el frasquito el año pasado y ya se me acabó. La verdad, me hacía bastante bien. No te voy a decir que estaba diez puntos, porque estoy bastante jodido y con muchas hernias de disco y artrosis. Pero me cambió la vida ese frasquito", cuenta sobre el uso medicinal del cannabis y agrega: "Pero yo no estoy de acuerdo con muchas cosas. Yo no voy a estar vivo pero llegará un momento donde dirán que el uso recreativo de tal cosa dentro de los hogares está bien. Eso es una cosa disparatada".
Si estás de acuerdo con el pañuelo verde, sos democrático. Si no estás de acuerdo, no sos democrático. ¡Es raro!
La lectura crítica de Dotto continúa: "Es lo que pasa con la sociedad nueva, no solo en la Argentina, sino en el mundo. Pero nosotros somos mucho más creativos cuando tenemos que pelear por algo. Hoy hay que permitir todo y si vos no estás de acuerdo con eso, sos el peor del mundo. La nuestra es una democracia rara. Si estás de acuerdo con el pañuelo verde, sos democrático. Si no estás de acuerdo, no sos democrático. ¡Es raro! Yo puedo opinar que no me gusta. Todo aquel que no está de acuerdo con lo que se quiere cambiar, no es democrático ahora. Eso es raro".
Ante la consulta sobre el feminismo y si está de acuerdo con las mujeres que se identifican con el pañuelo verde, señala: "No me voy a manifestar ni a favor ni en contra. ¿Sabés por qué? Porque ya tengo demasiados problemas. Creo que está demasiado claro dónde estoy parado. A mí lo que me molesta es cómo usan las banderas en función de lo político y de lo económico de cada una de las personas. No en función de la realidad. Es decir, la gente acomoda la bandera que usa en su momento porque le sirve económicamente o por lo que sea. Dicen lo que la gente quiere escuchar. Me parece espantoso y no estoy de acuerdo con eso. Hay mucha gente que dice que está en contra de la corrupción, pero cuando le nombrás a alguien te dicen que ese fulano no. Es muy loco que cada uno diga lo que quiera y que después, por plata, cambien de sentido o de partido. Es una locura", asegura el manager de modelos. "Yo me voy a morir de una sola pieza. Cuando uno está convencido de algo se mantiene firme".
Según Dotto, en la actualidad "hay gente que usa la revolución de género como un nuevo partido". Y se explaya en su opinión: "Se les va la mano a muchas personas que están embanderadas porque no tienen mucho que hacer y ven en eso una forma de expresarse en la vida. Me parece perfecto. Conmigo no hubiesen tenido nada que reprocharme, porque nunca hubo nada. Una persona tan expuesta como yo, si hubiese hecho algo se hubiese sabido".
"Obviamente que los tiempos cambian. Todo cambia. Pero lo que estuvo bien hace mucho tiempo y lo que estuvo mal, lo sigue estando. No cambió nada. Yo volvería a hacer exactamente lo mismo que hacía", dice Dotto y cierra: "Hay mucha gente que quiere que vuelva. Algo quiero hacer, pero desde otro lugar. Hace tiempo que estoy buscando el formato".
Otras noticias de Pancho Dotto
Más leídas de Personajes
“La vida es más dura que la ficción”. Thelma Biral: por qué dejó Brujas, la extraña enfermedad que la aqueja y el amor que no pudo ser
Sin filtro. Hugh Grant, sobre la experiencia de criar cinco "ruidosos" hijos: “Me encierro mucho en el baño”
La salud de Jorge Lanata. El periodista fue sometido a una nueva intervención quirúrgica
"Me veo haciéndome cargo de la fábrica". Martita Fort: el recuerdo de su padre, su rol en la empresa familiar y la relación con su hermano Felipe