Hasta ahora se posicionaba como una de las integrantes de la familia Ortega de más bajo perfil. Paloma, segunda de los tres hijos que tuvieron Sebastián Ortega y Guillermina Valdes durante sus trece años de matrimonio, intentaba mantenerse alejada de los flashes. Pero, desde que cumplió 15 años, en febrero pasado, decidió que tenía ganas de probar con la moda, al igual que lo hizo su madre hace más de veinte años.
Hace apenas unos meses, Lorena Ceriscioli la fichó para su agencia y, al poco tiempo, hizo su primer casting –para Levi’s–, bajo la atenta mirada de su mamá. La frescura y el singular estilo de la nieta de Palito y Evangelina Salazar enseguida cautivaron a la marca, que la seleccionó como una de sus principales caras para la nueva campaña.
El día del shooting Paloma decidió encararlo en solitario. Cómoda y segura en su rol, se mostró como una experta delante de la cámara. A diferencia de los posmillennials, Palo –como la llaman– publica poco en sus redes sociales. Su mamá, de tanto en tanto, comparte con sus seguidores alguna foto que la incluye aunque, respetando su privacidad, no le muestra el rostro. Así, por ejemplo, en agosto pasado, la vimos (de espalda) en Chicago, a donde volaron juntas para disfrutar del Lollaplooza. Fue un "mimo" de Guille para con su hija, que heredó de su familia paterna la pasión por la música y está dando los primeros pasos como DJ.
Atentos todos: hay una nueva Ortega que va a dar mucho que hablar.
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