Nora Cárpena, sobre su historia de amor con Guillermo Bredeston: "Tuvimos una linda vida, placentera"
La actriz repasó con LA NACION su romance con el actor y productor y contó cómo es hoy la vida junto a él, que se encuentra en "otro estadío" tras sufrir varios ACV
Nora Cárpena es pura energía, un cascabel risueño que alegra todo. Salvo cuando habla de la salud de su marido, Guillermo Bredeston . Ahí aparece una mueca triste, mezcla de resignación y nostalgia. Cumplieron 51 años juntos, pero él no estuvo para celebrarlo. Hace seis años tuvo su primer ACV. Sobrevivió, pero luego tuvo cuatro más. Estuvo internado, grave, logró salir. Ahora vive en su casa, con respirador, bomba de alimentos y cuidados permanentes. Casi no abre los ojos, no puede hablar, no se sabe si escucha. Nora jura que sí: “A veces le cuento cosas y llora. Está en otro estadío, pero entiende. Estoy segura.”
La logística familiar cambió por completo con este nuevo panorama. Antes eran ellos los que iban a todos lados. Ahora, las dos hijas de la pareja, Lorena y Nazarena, los visitan todos los domingos, con los siete hijos que tienen entre las dos.
-¿Eso te gusta?
-Me gusta cuando vienen y me encanta cuando se van. Tengo siete nietos, cuando eran chiquititos era un tema, estaban todos corriendo de un lado para el otro. Ahora no, mi nieto mayor tiene 23 años y la más chiquita tiene 9.
-¡Estás para tener bisnietos!
-Sí, pero que esperen, que las chicas esperen... Yo tuve hijas muy joven y es maravilloso porque pude disfrutar mucho a mis nietos, junto a mi marido. Hemos salido, hemos viajado con ellos. Un montón de cosas, sobre todo con los más grandes. Después Guillermo se enfermó...
-¿Cómo está?
-Hace un año tuvo una última internación porque como tiene el ACV en la zona de la garganta, no traga y todo le va a los pulmones. Eso le provocó una neumonía aspirativa. No podía respirar. Ahora está con respirador.
-¿Fumaba?
-Sí. Yo también, cuando era muy joven. Fumaba y me parecía maravilloso porque eran unos cigarrillos largos, finitos, los Virginia Slims. ¡Eran muy cancheros! Pero ya hace muchísimos años que no fumo.
-¿Vos dejaste de fumar y Guillermo no?
-No solo no dejó, sino que después del ACV siguió fumando. No te creas que las cosas son gratuitas.
-¿Vos por qué dejaste?
-Un día me resfrié, estaba haciendo Brujas y me daba mucha tos en el escenario. Entonces no fumé y fui dejando. Y dejé. Igual nunca fumé más de cuatro, cinco cigarrillos por día. Fumaba de noche. De día, no. Me encantaba llegar al teatro, ir al camarín, prender un cigarrillo, tomar un café y empezar a maquillarme. Era uno de los placeres más grandes.
-¿Pensabas que era para toda la vida cuando te casaste con Guillermo?
-No sé, transcurrió.
-¿Cuántos años tenías cuando empezaron?
-Tenía 19, a los 20 nació mi primera hija.
-¿Guillermo fue tu primer novio?
-Noooo. Yo tenía un novio de Quilmes. Lo conocí a Guillermo cuando empecé a hacer una novela de Migré en Canal 13, pero él estaba casado. No sé con quién, nunca conocí a su esposa, ni quise. Y como yo era una chica de colegio de monjas, no quise saber más nada.
-¿El te tiraba onda?
-Y, éramos pareja en la novela y sí, me tiraba onda. Igual no nos besábamos como ahora, que mueven la lengua para arriba, para abajo, hacen unas cosas rarísimas con la boca. En esa época era otra historia.
-¿Entonces no pasó nada? ¿Cómo avanzó la historia?
-Al año siguiente, volvimos a trabajar juntos y él ya estaba separado. Ahí empezó el romance.
-¿Oculto?
-No sé, no había tantos programas de espectáculos y uno no andaba contando. Y bueno, arrancamos, después quedé embarazada y siguió. Nunca pensé “¿será para toda la vida?”. Se fue dando.
-¿Estuvieron separados un tiempo?
-Sí, cuando las chicas eran chiquitas. Un año separados estuvimos.
-¿Por qué?
-Porque empezó a circular el chimento de que yo tenía un romance con otro, pero no fue verdad. Desgraciadamente, no fue verdad.
-¿Sufriste mucho?
-Muchísimo. Pesaba 46 kilos, era un esqueleto. Vino mi suegro, que vivía en Entre Ríos, intervino toda la familia. Fue todo como un absurdo, pero bueno Guillermo era el galán de moda en ese momento.
-¿Con quién te endilgaron el romance?
-No lo voy a decir, pero fue tan raro. No sé cómo salió, ni de dónde.
-¿Cómo fue la reconciliación?
-Guillermo entendió y volvimos. Estuvimos casi un año separados y cuando nos reencontramos, nos fuimos de viaje a Europa, volvimos y anunciamos que estábamos reconciliados.
-¿El sufrió mucho también?
-Sí, mucho, lo sufrió toda la familia, pero éramos muy chicos. En ese momento la pasión es tan fuerte, que no podés soportar nada y querés a la otra persona exclusiva para vos. Después crecés y entendés más cosas.
-¿A partir de ahí volvieron con más fuerza?
-Sí, Guillermo fue un buen marido, un buen padre.
-¿Alguna vez hicieron terapia de pareja?
-No, él era enemigo de esas cosas.
-¿Guillermo era cuida, te celaba?
-No, no. En un momento dejamos de trabajar juntos como actores porque él empezó a trabajar como productor y justo hicimos Brujas que duró diez años.
-¿Cómo era la época en que hacían dupla en Mar del Plata, con Dorys del Valle y Emilio Disi?
-Era hermoso, muy divertido. Estábamos todos juntos en el Hermitage. Hacíamos dos funciones y después salíamos a comer y después volvíamos al hotel y jugábamos al truco, al póker, venían Estela Raval, Alberto Cortés y cantaban... Era una época fantástica. De pronto hacías ¡así! y era de día. Y como teníamos hijos chicos, al día siguiente, con los ojos pegados, teníamos que agarrar la canasta e irnos a la playa. Había que hacer lo que correspondía a una buena madre. Guillermo iba más tarde. Yo no.
-¿Iban juntos a la playa también?
-¡Sí! Todos en el mismo pasillo: Dorys, Mariana Karr, Claudio García Satur... ¡Era muy divertido!
-¿Eran muy pegados con Guillermo? ¿Hacían todo juntos?
-No, yo era independiente. Manejaba, hacía mi vida. Tampoco se metía en mis contratos, yo siempre tuve un representante. Viajé sola con amigas, incluso. Y él también. Y hacíamos cosas juntos, por supuesto. Disfrutamos mucho, viajamos por todo el mundo.
-¿Se casaron legalmente?
-Después de muchos años, sí. Mis hijas eran grandes, tenían novio y todo. Sólo por civil, no nos pudimos casar por Iglesia porque él ya se había casado y a mí me hubiese gustado, porque yo soy practicante.
-¿Qué día se casaron?
-El 16 de noviembre. Buscamos esa fecha, que es cumpleaños de mi suegro, para acordarnos. Si no, nos íbamos a olvidar. ¡Nos casamos tantas veces!
-¿Cómo tantas veces?
-Nos habíamos casado en México, con esa libreta trucha que te daban... Lo hicimos por las chicas.
-¿Guillermo era romántico?
-Sí, tuvimos una linda vida, placentera.
-Muchas parejas amigas se separaron, ¿de qué lado se quedaban?
-Cuando se separó Dorys, me quedé del lado de ella. Yo me sentía traicionada por Emilio como si me hubiese engañado a mí, pero ahora ya está, ya pasó.
-¿Extrañás a Guillermo, esa época de la pareja...?
-Yo viví siempre en pareja, no sé vivir sola, pero hay que acostumbrarse.
-¿Le hablás?
-Sí.
-¿Te escucha?
-Hay días que no, que yo prefiero que no se conecte, pero hay días que sí, lo sé porque yo le hablo y llora. Cuando pasa eso me mata. Llamo a mis hijas desesperadamente. Vienen, se me meten en la cama. Traen a mis nietos... El a veces abre los ojos y los mira. Este domingo nunca los abrió. No sabemos en qué mundo está.
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