Noelia Noto, la niña que fue Annie, hoy es una actriz consagrada en España
MADRID.– Las monjas del Corazón Inmaculado de María de Lomas de Zamora fueron a buscar a la abanderada a su casa. Noelia Noto estaba estudiando para un examen y había faltado a clase para prepararlo. De un lado del boletín, los casilleros repletos de 10; del otro, las inasistencias sumaban 53. "Vamos a poner una sombra a esta situación, pero no faltes más", acordaron las hermanas con la estrella de TV. Noelia, toda una veterana de la actuación para aquel entonces, trabajaba en Pelito y dividía sus días entre la escuela y el trabajo.
Seleccionada entre miles de niñas para protagonizar Annie, aquel primer talent show donde se emitían las audiciones por TV mientras se preparaba la producción teatral. Seleccionada entre todas las actrices de todas las obras de teatro de España y merecedora del Max a la intérprete por su papel en Carnaval, de Jordi Galcerán, dirigida por Tamzin Townsend. Seleccionada entre tantas actrices, Noelia sigue presentándose a audiciones, acostumbrada a dar exámenes, y pronto se la podrá ver en dos series: HIT (Televisión Española) y Dime quién soy (Movistar+). También fue la conductora de los premios Quirino, galardón que distingue a las mejores producciones animadas de Iberoamericana.
-Tu exposición es muy alta en la actualidad. Se te ve en los avances intermitentes de la nueva serie de la señal de TV Española, HIT. ¿Cómo es esta experiencia?
–Tuve mucha suerte de entrar en la familia de Televisión Española, que puede verse en la Argentina desde hace mucho tiempo, de la mano de Joaquín Oristrell. Es la primera vez en 37 años de carrera que, a lo largo del proceso de grabación, un productor, director y guionista escribe mails a todo el equipo, del primero al último, para decirnos cómo estaba yendo el rodaje, para alentarnos y felicitarnos. La serie no se trata solo sobre valores, sino que los valores están todo el tiempo presentes en esta producción.
-¿Cómo es tu personaje?
–Soy una mujer argentina de ascendencia italiana que tiene una pizzería con su marido. Su hija va al instituto Anne Frank, donde hay muchos problemas de conducta. Mi hija es, para resumirlo, "el lobo con piel de cordero". Me interesaba cómo es ella, cómo la han criado. La interpreta Carmen Arrufat [nominada al Goya como actriz revelación por La inocencia]. Lo que se muestra es que en ese mundo no hay culpables, todos son responsables, como familia, de lo que le ocurre a cada joven.
-El personaje de tu hija en HIT nada tiene que ver con vos a esa edad.
–¡No! Yo era excesivamente responsable. Me hubiera gustado jugar más, soltarme más, pero igual no me arrepiento de nada. A los 11 años trabajaba y como buena virginiana que soy, en mi camarín de Annie estaban todos los trajes colgados, coincidiendo la percha, alineada con los zapatos para cada cambio de vestuario.
-Tenés mucha experiencia en televisión. La TV en España atraviesa un excelente momento creativo y de popularidad. Oristrell tiene un gran prestigio en su dirección. ¿Cómo plantea esta realización?
–Es muy teatral. No se plantea trabajar para la cámara. Nunca. Acá estás actuando todo el tiempo. Siempre había sido: "¡Corte! ¡Contra! ¡Frente!". Lo maravilloso de esto es que es una manera de hacer teatro. Es un gran aprendizaje.
Esta actriz radicada en España participa de la producción internacional basada en la novela de Julia Navarro, Dime quién soy. Filmada en Madrid y en Budapest, bajo las órdenes de Eduard Cortés (el director de Merlí), Noelia interpreta a Natalia Alvear, un personaje histórico de la aristocracia argentina de comienzos del siglo XX. "Natalia trabaja y vive sola en 1934. Es una mujer de avanzada para su época. Tiene una gran necesidad de encontrar el amor y de darle un sentido a su vida. Por eso se despega un poco de su familia, para escaparse de las convenciones y mandatos". La serie sigue los pasos de Amelia Garayoa, interpretada por Irene Escolar, quien viaja a Buenos Aires antes de la Guerra Civil Española. El Teatro Colón es emulado en algunas escenas.
–¿Sentís la responsabilidad de interpretar a un argentino en una serie extranjera? La imagen que las ficciones brindan de los argentinos no suele ser piadosa. ¿Cómo pensás que se nos retrata?
–Creo que un poco comienza a cambiar. Antes sí era el chanta, el ladrón, y también el psicólogo. Pero creo que tuve suerte y de que los personajes que interpreté nunca me tocó un estereotipo, ni en la TV ni en teatro.
–En Carnaval interpretabas a una policía especializada en sistemas, una "informática", como le dicen en España. ¿Cómo compusiste ese personaje además escrito para un español?
–La obra duraba 80 minutos y transcurría en tiempo real y en él había que resolver un caso de secuestro. Mi personaje iba totalmente a la contra de la energía imperante de la obra: angustia, opresión, miedo, urgencia. Cuando estaba en Buenos Aires haciendo Mi bella dama trabajaba en una productora de contenidos. En la oficina de al lado estaban los informativos, medio freakis, que me tenían fascinada. Me inspiré de ellos, a quien los tengo en mi corazón.
Noelia Noto tiene una energía incandescente. En España también actuó en Las cosas buenas, dirigida por Victoria Facio, y participó en series como Vis a Vis y Centro Médico y acaba de obtener el premio a la mejor actriz por el corto Lunas de Marte, escrita por David Desola, en el Festival de Cine hecho en Canarias.
A los 10 años, su mamá la llevó a las audiciones de Annie. Desde su casa, en Lomas de Zamora, hasta el Lola Membrives, tenía que tomar dos colectivos. El primer día, luego de retirar su número, esperó con ilusión, pero le pidieron a ella, y a un centenar de niñas, que regresaran al día siguiente. Su madre le ponía el vestido en un bar de la avenida Corrientes, para que no se arrugara en el trayecto. El segundo día tampoco fue convocada y ya, al tercero, Noelia no quiso ponerse el vestido y se quedó con el mismo jogging con el que había ido al colegio. Había pegado el estirón y el pantaloncito le quedaba un poco corto. Fue entonces cuando la llamaron y cantó delante de Mike Rivas, Wilfredo Ferrán y Pinky, productora artística de la obra. "Me acuerdo que estaban súper serios y me pidieron que cantara una segunda canción. Me dieron un papel con la letra de un tema en español y empezaron a tocar el piano. ¡Yo conocía esa canción! Mi papá me había regalado el disco de Nikka Costa y jugaba a ser ella. Encajé la métrica del inglés en español". Y quedó elegida como la protagonista de ese musical de Tomas Meehan, Charles Strouse y Martin Charnin.
–¿Cada cuanto volvés a la Argentina?
–Todos los años. Tengo a mi padre, Vito, a mi hermana mayor y a mis sobrinos. Me quedé confinada este último viaje. Tenía un descanso en el rodaje, pedí permiso y me fui por lo que pensaba serían 28 días. Agradezco porque pude compartir mucho tiempo con mi papá, Vito, más que en los 14 años que llevo viviendo en España.
–Varios actores argentinos quieren intentar una carrera en España. ¿Hay papeles para argentinos? ¿Cómo analizás este escenario?
–No hay tanta demanda, si bien hay un poco más de apertura desde el inicio de las plataformas de streaming. A los actores argentinos nos cuesta aún más que a cualquier tipo de personaje porque tiene que poder entrar en la serie sin tener que justificar que somos argentinos. Si bien nos aman, están encantados con la verdad con la que trabajamos, así y todo, hay una especie de necesidad de que se justifique su presencia. Nunca digo: "Somos muchos". Cada uno hace su propio camino y su propio aprendizaje.
–¿Cómo empezaste, o, mejor dicho, porque en la Argentina ya tenías un nombre y una trayectoria, cómo te reinventaste para trabajar en España?
–Vine en 2006 con un proyecto de pareja. Él vino primero y yo vine por tres meses, para ver cómo me sentía en España. Después nos separamos y podría haber regresado a la Argentina, pero me salió un papel soñado, con Carnaval. Después, cuando estaba por volver, me nominaron. Hice otra familia acá. Cuando estoy en la Argentina, no extraño España. Cuando estoy en España, no extraño la Argentina. Me siento de los dos lados, como cuando uno actúa: improvisa. Uno agarra los elementos y las cosas que van apareciendo y te vas adaptando. Aprendés. Empecé haciendo cortos gratis, con la ilusión de quien recién empieza. No me olvido más mi primera experiencia: ahí trabajaban Carolina Bang [mujer de Álex de la Iglesia, quien ha aparecido en varias de sus películas] y Arlette Torres, que ahora trabaja en HIT.
–Es llamativo: mencionás a menudo la palabra "aprender". ¿Qué es aquello que aprendiste en la vida?
–Tuve cáncer de ovarios. Ese fue mi mejor maestro. Nunca sentí que me tocaba una desgracia. Hasta que no estás en el baile, ves todo desde afuera, no sabés si serás capaz, con quién vas a bailar, cuál es la pieza. Pero una vez sumergido, te ponés a bailar. Tenía muchas ilusiones de formar una familia, de tener hijos y la vida te cambia en un segundo. No podemos ser tan omnipotentes. Me entregué al poder de la naturaleza. Traté de estar atenta y alerta a todas las señales. Para mí fue un cambio de vida, un cambio de piel. Me operaron el día de mi cumpleaños y ese día estaba mi familia de Adentro [obra dirigida por Tristán Ulloa y escrita por Carolina Román]. Otra pieza fundamental es Diego Sabanés [director de cine, entre otras, Mentiras piadosas, y de teatro], quien me acompañó en mis internaciones posteriores. Lo viví como un acto de amor, porque todo el amor que recibí en ese momento fue transoceánico, inabarcable.
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