Nicole Kidman recibió un premio y lo celebró bebiendo un vaso de leche: “Esto es para todas las ‘babygirls’ en la sala”

En la noche del martes se celebró en Nueva York la National Review Gala, donde Nicole Kidman resultó ganadora en la categoría mejor actriz por su papel en el thriller erótico Babygirl: deseo prohibido. Durante su discurso de aceptación, la intérprete realizó un sorpresivo homenaje a su personaje en la película al celebrar el reconocimiento bebiendo un vaso de leche.

“Quiero hacer un brindis por todas las ‘babygirls’ en la sala”, dijo Kidman, de 57 años, mientras alzaba el vaso frente al público presente, en una clara referencia a las mujeres maduras que se atreven a escuchar su deseo y disfrutan de su sexualidad sin culpas. Aplausos y risas fue todo lo que se escuchó mientras Kidman bebía del vaso hasta dejarlo vacío. “Buena chica”, concluyó con una sonrisa, antes de bajar del escenario.

El divertido momento protagonizado por la actriz tiene una conexión con una escena de la película de Halina Reijn, en la que su personaje, Romy Dickinson, acepta un vaso largo de leche de parte de Samuel (Harris Dickinson), un interno con el que se termina involucrando en un romance, mientras se sienta en un bar con amigos y colegas. Romy bebe todo el contenido del vaso hasta dejarlo vacío, mientras hace contacto visual con el joven de 28 años que, a su vez, está con un grupo de amigos. Ambos comparten miradas desde los extremos opuestos de la habitación cuando ella termina de beber y se limpia la boca. Minutos más tarde, Samuel camina hacia Romy -CEO de una compañía, esposa y madre de familia- y le susurra al oído: “Buena Chica”.

Estrenada el 25 de diciembre, BabyGirl: Deseo prohibido cuenta las participaciones de Kidman, Dickinson, Antonio Banderas (en el rol de Jacob, el esposo de Romy), Sophie Wild (como Esme) y Esther Rose McGregor y Vaughan Reilly como las hijas de Romy, Isabel y Nora.

Sobre su experiencia con el rol, la ganadora del Oscar por el film Las horas afirmó haber tenido dificultades durante el rodaje, por lo desafiante de su rol. “Me sentí expuesta como actriz, como mujer, como ser humano”, confesó Kidman a Vanity Fair en agosto pasado y admitió que fue un proceso confuso para ella: “Sentí que tenía que entrar y salir, ponerme mi protección... ¿Qué fue lo que hice? ¿A dónde fui? ¿Qué hice?”, añadió. “Mi personaje ha llegado a una etapa en la que tiene todo este poder, pero no está segura de quién es, qué quiere, qué desea, aunque parece tenerlo todo. Y creo que es algo con lo que uno se puede identificar”, dijo en una entrevista con The Hollywood Reporter. “Muchas veces las mujeres son descartadas en un cierto período de su vida como seres sexuales. Fue realmente hermoso que me vieran de esa manera. Desde el momento en que lo leí, pensé: ‘Sí, esta es una voz que no he visto, este es un lugar en el que no he estado, no creo que el público haya estado’”, expresó.

Sobre la escena con el vaso de leche, Kidman explicó en una entrevista junto a Dickinson y Rejin para el portal Etalk, que se utilizaron diferentes bebidas. “En principio fueron varios vasos de leche, y luego de unos 20 o 30 vasos comenzaron a darme agua con colorante... Pero inicialmente fueron grandes cantidades de leche”, explicó la actriz.

La historia detrás de la escena

La directora y productora de la película, Halina Rejin, admitió que el rol de Romy estaba pensado para Kidman, quien logró por su labor una nominación a mejor actriz en una película de drama en los Globos de Oro, premio que finalmente quedó a manos de Fernanda Torres por el film de Walter Salles I’m Still Here.

En una entrevista reciente con IndieWire, Rejin, de 49 años, declaró que la escena con el vaso de leche se inspiró en un suceso personal. “Me pasó a mí”, afirmó, recordando una ocasión en la que tras terminar un trabajo salió a celebrar sola. “Fui a un bar y ordené algo aburrido, como una Coca light porque no quería beber alcohol y era una maniática del control. En el lugar estaba un actor belga... No puedo decir quién es, pero era famoso y sabía de él. Era al menos 15 años menor que yo, y me ordenó un vaso con leche”, detalló Rejin. “Fue algo increíble, ardiente y valiente de su parte, así que quise recompensarlo bebiéndome el vaso entero, y lo hice. Me dejó un poco nauseabunda, para ser honesta porque en ese momento era leche de vaca”. Aún así, la directora recuerda ese momento como “el más excitante” de su vida.

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