En una entrevista con LA NACION, el actor compartió detalles sobre su recorrido artístico, su actual protagónico en el musical y sobre cómo el planteo de la obra conecta con los adolescentes
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A los 17 años, Nicolás Di Pace oscilaba entre dos destinos posibles: convertirse en el rugbier que su papá soñaba que fuera o dedicarse al arte. Esa encrucijada que vivió durante su adolescencia y que lo atravesó estuvo repleta de miedos e incertidumbres: los mismos que laten en cada uno de los personajes de Heathers, el musical que protagoniza junto a Julia Tozzi y que cuenta con la dirección artística de su pareja, Fernando Dente. El musical dialoga con el público sobre el acoso escolar o bullying, la violencia de los padres hacia los hijos y el suicidio. Tras una exitosa temporada en calle Corrientes, la producción anunció una nueva función en el Ópera para el 26 de agosto y una gira por el interior del país que los llevará a Rosario y Córdoba. Ahora, con 29 años, una vocación clara y una excelente relación consigo mismo y con su familia, Nicolás recibe a LA NACION para conversar sobre su presente profesional, el doble vínculo romántico y laboral con su novio y sus proyectos a futuro.
–¿Cómo percibís la recepción del público sobre los temas que trata Heathers?
–Hay un fandom muy grande. Incluso muchos adultos que vieron la película cuando eran adolescentes y también chicos de 13 o 14 años que cuando descubren el material en Tik Tok se enamoran. Ayer hicimos un meet and greet y había una chica que quería fotos con nosotros para su fiesta de 15 y que su vestido rojo estaba inspirado en el personaje de Chandler. Había ya un fandom fuerte por la película que se potenció con la llegada del musical, nos sorprendió muchísimo.
–¿Cómo era tu vínculo con la actuación en la adolescencia?
–Amaba el teatro. Ya tenía la chispa ahí. Mi colegio era bastante artístico y había teatro musical. Conocí el teatro musical y después me fui dando cuenta que ese hobby era mi pasión y lo que me motivaba.
–¿Cómo fue la experiencia de tener a Fer Dente, que es tu pareja, como director?
–Ya habíamos trabajado varias veces como compañeros y el año pasado filmamos una película juntos que va a salir este año, pero esta fue la primera vez que él me dirigía. Fue distinto a ser compañeros sin duda, pero la verdad es que los dos somos muy apasionados en lo que hacemos. Compartimos ese deseo y las ganas de hacer esta obra, así que siempre reinó la felicidad.
–¿Cómo fue el proceso creativo cuando te enteraste que ibas a interpretar al protagonista de Heathers?
–Cuando a Fer (Dente) le ofrecieron dirigirla, él empezó a trabajar junto al equipo creativo y al tiempo me dijeron que les gustaría que yo haga este personaje. Cuando me empecé a meter en la historia, si bien tenía una noción, no sabía de la profundidad que tenía el material. Lo que tenía presente era lo más divertido de los primeros cuadros y cuando me metí a fondo me enamoré del personaje y de la obra. De toda la intensidad que tiene. Cuando vi que tenía una mirada distinta a la versión de Nueva York y a la de Londres me gustó más todavía.
–¿En qué se diferencia la versión argentina?
–La estética cambia. Las otras versiones son más coloridas o más realistas, incluso en el modo que se tratan las situaciones. No hay tanto lugar para profundizar. Es una obra con un montón de estímulos y de tópicos súper fuertes, que después son disparadores de charlas. Pero siento que nuestra versión es un poco más brutalista, más violenta, no es tan algodonada. Acá la propuesta es más performática y recitalera, las otras que vi eran más estáticas.
–¿Participaste en la elección del casting?
–No, yo apenas me estaba sumando. En último día de audición me pidieron que vaya para probar algunas escenas con las actrices que estaban en el proceso de selección pero nada más. Además había muchos actores que conocía y no quería ponerme en el lugar de observar a mis compañeros y amigos.
–¿Cómo ves al teatro musical argentino?
–Creo que hace muchos años que tiene su lugar y que siempre encuentra la manera de estar vigente. A veces con más presupuesto y a veces con menos. Con más o menos intérpretes y despliegue pero siempre están. Yo veo musicales desde que tengo seis años y sé que es un universo al que es difícil de entrar. Pero cuando empezas a estudiar y formarte, ya vas entrando en ese universo. Conoces a tus docentes a los que ves arriba del escenario y que después se transforman en tus directores. Creo que con formación todo llega. Yo me formé acá en Proscenio y también estuve dos meses en Nueva York perfeccionándome. Igual creo que esta es una profesión de la que se aprende mucho con la experiencia: de tus compañeros, de la devolución del público. Hay cosas que la parte académica sola no te da.
–¿Qué es lo que más te desafió de tu personaje en Heathers?
–Fue de mucho aprendizaje. Sobre todo porque en este elenco yo soy de los más grandes y quizás de los que más experiencia tienen entonces me toca ser un poco más líder. El rol de protagonista viene un poco con eso. Y también con la exigencia del papel: exigencia vocal y la propia de hacer ocho funciones por semana.
–La obra tiene un público juvenil y trata temas sensibles: bullying, relaciones violentas, suicidio…
–Sí, por eso al final de la obra se da un mensaje que alerta sobre este tipo de situaciones y dónde pedir ayuda. Como hay muchos espectadores adolescentes que quizás resuenan con eso desde la producción se tomó la decisión de difundir los lugares de contención. La mayoría de nosotros vivimos o conocemos alguna historia similar. Hay mucha gente que se acerca al final de la función a compartir con nosotros sus vivencias. Una vez nos pasó que una chica vino al meet and greet con su papá y después de sacarse la foto, el padre se fue y ella quiso hablar sola con nosotros… y nos dijo que la obra era muy importante para ella porque había tenido un intento de suicidio y la obra la ayudó a entablar el diálogo con un tema tan difícil. La obra termina siendo un punto de conversación.
–Qué fuerte lo que les pasó con esa chica…
–Sí, fue reloco porque el papá salió y ella volvió a entrar… porque necesitaba contarnos. Ahí me di cuenta que lo que hacíamos era importante. Para ella y quizás para mucha otra gente. A mí me ha pasado de ver obras que me marcaron. Cuando vi Despertar de primavera fue algo importante para mí, de esos espectáculos que no te olvidás. Y la recepción que tenemos de la gente es esa: cuando ven Heathers viven una experiencia de la que no se van a olvidar.
Para agendar
BUENOS AIRES
Teatro Ópera | Sábado 26, a las 18
Entradas a la venta a través de www.ticketek.com.ar
ROSARIO
Teatro Broadway | Sábado 23 de septiembre, a las 21.
Entradas a la venta a través de www.tuticket.com.ar
CÓRDOBA
Quality espacio | Domingo 1° de octubre, a las 20.
Entradas a la venta a través de www.ticketek.com.ar
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