Murió Naya Rivera: un final trágico para la actriz que creció frente a las cámaras
Después de cinco días de intensa búsqueda, finalmente hoy la policía del condado de Ventura en California encontró el cuerpo de Naya Rivera, la actriz de Glee que había desaparecido el miércoles pasado en el lago Piru mientras nadaba con su hijo de cuatro años que regresó solo al bote que habían alquilado en el lugar.
"Hoy nuestro equipo de rescate encontró un cuerpo en el lago. Teniendo en cuenta el lugar, las características físicas del cuerpo, la ropa y la condición física en la que se encontraba, y considerando que no se ha reportado la desaparición de ninguna otra persona en la zona, podemos confirmar que se trata de Naya Rivera", señaló el sheriff Bill Ayub en conferencia de prensa.
"Se encontró en la parte noroeste del lago, cerca de la superficie. La profundidad del lago en esa zona es de entre 35 y 60 pies, y hay muchos árboles y vegetación bajo el agua. Como se pueden imaginar, estos días han sido muy difíciles para su familia. Como madres, padres, hermanos e hijos nuestros corazones están con ellos y compartimos su pesar por la pérdida de Naya. Estuvimos en contacto con la familia durante todo este tiempo y los mantuvimos informados de todo lo que sucedía. Nuestros corazones también están con sus amigos y sus fans, quienes mantuvieron la esperanza durante los últimos días. Los investigadores estuvieron trabajando en este caso, y no hay evidencia de que haya otras personas involucradas ni de que sea un suicidio", agregó Ayub.
El cuerpo de Rivera va a ser sometido a una autopsia en la Ventura County Medical Examiner’s Office y para hacer la identificación formal. El sheriff comentó que fue de gran ayuda el análisis de las videollamadas que la actriz realizó desde el lago con su familia, para determinar por qué zona había navegado con su hijo.
Que la muerte de Rivera se haya confirmado el día del séptimo aniversario del deceso de su compañero de elenco Cory Monteith, seguramente alimente las especulaciones sobre la llamada maldición de Glee. Una hipótesis supersticiosa sobre la serie que con el fallecimiento de Rivera ya cuenta con tres de sus protagonistas muertos en circunstancias trágicas.
Según contó el hijo de Naya, el pequeño de 4 años Josey Hollis Dorsey, ambos nadaron en el lago y en un momento la actriz lo subió al barco empujándolo desde atrás. El nene dice que miró para atrás y vio que su mamá desaparecía bajo el agua. Josey fue encontrado dormido en el bote, con un chaleco salvavidas y envuelto en una toalla. Según la información oficial, había otros tres botes en el lago ese día. Todos fueron entrevistados y contaron que vieron a Naya a lo largo del día en diferentes partes del lago. Asimismo, la familia de la actriz expresó su gratitud a través de un comunicado hacia todos los que ayudaron en la búsqueda.
El sheriff Bill Ayub contó en la conferencia de prensa que el cuerpo de Rivera permaneció varios días en el agua. "Por el proceso propio de descomposición, el cuerpo se llenó de gas y por eso subió a la superficie. Fue eocnontrado entre las 9 y las 10 de la mañana de hoy (hora de Los Ángeles)". Ayub también comentó que está permitido nadar en el lago, pero que las actividades más usuales está relacionadas con "deportes acuáticos y recreación".
La familia de Naya Rivera estuvo en la zona del lago Piru todos los días. "Mantenían la esperanza y estaban en contacto con las autoridades. Hoy hablamos con ellos antes de hacer pública la noticia. Todo lo que puedo decir son especulaciones, pero hay corrientes en el lago. Creemos que fue a media tarde cuando desapareció. A lo mejor tuvo energía para llevar a su hijo al bote pero no para volver ella. El cuerpo no tenía salvavidas, estaba flotando cerca de la superficie", agregó el sheriff.
Es probable que las corrientes se estuvieran llevando el barco y que la actriz tuviera fuerzas para llevar de vuelta a su hijo a la embarcación, pero no para intentar hacer lo mismo con su cuerpo. Esta es la teoría que las autoridades manejan este lunes como la más probable.
Una trayectoria que quedó trunca
Actriz desde los cinco años, cuando debutó en la serie The Royal Family, Rivera siempre vivió cerca de los reflectores. Nacida en 1987 en California en una familia de origen portorriqueño, Rivera se acostumbró a los sets de filmación desde la primera infancia. Fascinada con la TV pero también con la música, pudo unir esas dos pasiones cuando consiguió el papel de Santana Lopez, una de las integrantes del coro adolescente en el centro de Glee.
La serie creada por Ryan Murphy fue su gran oportunidad y, como sucede usualmente en Hollywood, la obligó a interpretar a una alumna del colegio secundario cuando ella ya tenía 22 años. Pero claro, el de la edad era un dato menor frente a los otros requerimientos del programa que Rivera cumplía al pie de la letra. Después de años de intentos fallidos por conseguir la oportunidad que la llevara al estrellato y de ser rechazada como participante de American Idol, finalmente ella era la indicada para un personaje que debía saber bailar y cantar. Aunque nadie en el colegio lo supiera o imaginara que una de las chicas más populares terminaría en el grupo de los nerds que integraban el coro.
En dupla con el personaje de la bailarina Heather Morris, que interpretaba a Brittany S. Pierce, Rivera consiguió destacarse en un elenco lleno de talentosos jóvenes, muchos, como Lea Michele y Jonathan Groff, provenientes del mundo de los musicales de Broadway. La buena química entre Santana y Brittany, que comenzaron como las enemigas juradas de los chicos cantores y terminaron formando parte de la banda, les dio cada vez más espacio en la trama y hasta su propio romance cuando descubrieron que eran mucho más que mejores amigas.
Hasta Glee, la carrera de Rivera estaba llena de apariciones de un episodio en diferentes series. Claro que a pesar de no conseguir papeles de gran protagonismo ella sí logró hacer la transición de actriz infantil a adulta sin dejar de aparecer en pantalla. Eso cambió una vez que fue contratada por Murphy y Glee se transformó en un fenómeno global. A partir de ese momento, y gracias a Santana, Rivera se convirtió en una cara reconocible en todo el mundo y los medios estaban ansiosos por saber más de ella.
Con los rumores de los constantes conflictos alrededor de Lea Michele y el resto del elenco, Rivera era una de las pocas integrantes que no se molestaba cuando los paparazzi tomaban su foto y le hacían preguntas. Aunque, como ella misma contó en la autobiografía Sorry not Sorry que publicó apenas terminado el programa, en 2016, tenía mucho que esconder. Un pasado de anorexia, un aborto durante el tiempo en que la serie estaba en el aire y un romance secreto con Mark Salling, su compañero de trabajo que poco tiempo después, acusado y juzgado por tenencia de pornografía infantil, se suicidó.
Como sucede muchas veces después de un fenómeno tan popular como Glee, a sus actores no les fue sencillo conseguir papeles cuando terminó el programa. Al menos a los protagonistas. Ni Michele, ni Matthew Morrison ni Dianna Agron volvieron a encabezar un proyecto televisivo y lo mismo sucedió con Rivera, que en los últimos años tuvo más presencia en los medios por sus problemas personales que por su trabajo.
Su conflictiva separación del rapero Big Sean y su posterior divorcio del actor Ryan Dorsey (el padre de su hijo Josey), que incluyó una denuncia por maltrato doméstico contra ella, se destacaron más que sus papeles en series como Devious Maids y Step Up: High Water. Sin embargo, en los últimos tiempos su relación con su exmarido había mejorado mucho y por fin la actriz parecía lista para la próxima etapa de su carrera y de su vida, que terminó trágicamente en el lago de California donde fue a pasar un buen rato con su pequeño hijo.
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