Nancy Dupláa y Pablo Echarri: un romance a escondidas que se convirtió en un amor para toda la vida
Los actores se cruzaron por primera vez en el set de Montaña rusa, pero fue en 2000 cuando iniciaron su relación; este lunes cumplieron 15 años de casados
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La historia de amor entre Nancy Dupláa y Pablo Echarri nació entre rumores de infidelidades y escándalo. Fue en el 2000, cuando eran la pareja protagónica de Los buscas de siempre, la novela que emitía Canal 9 con gran éxito. Y la historia de amor en la ficción fue creciendo al mismo ritmo que en la vida real. Según la trama de la novela, Martín Giménez Álzaga y Bárbara Giménez Álzaga vivían un amor prohibido, condenados por la sociedad, porque eran medio hermanos; pero en las escenas de amor la pantalla se calentaba, y los televidentes también. La química de la pareja era evidente.
Por ese entonces Nancy estaba embarazada de Luca, fruto de su relación con el periodista Matías Martin, de quien se separó pocos meses después. Echarri, por su parte, venía de una ruptura con Natalia Oreiro, luego de cuatro años de pareja. Los rumores eran imparables, como la pasión que emanaban desde la pantalla, pero ellos negaban todo y varios meses tuvieron que pasar hasta que se animaron a blanquear el romance. De hecho ninguno de los dos habla nunca del comienzo de la relación. Una vez, Susana Giménez indagó sobre el tema y la actriz respondió con algunas evasivas: “El tema más doloroso fue el contexto en el que lo inventaron, que fue el de un embarazo, un post parto, cuando una está sensible. Mis padres sufren mucho con todo esto. Además, Pablo se había separado, cargaba con su propia fama y su situación personal”, sintetizó.
La tormenta mediática pasó, la novela terminó, pero el amor entre Echarri y Duplaá continuó y se consolidó. Hoy llevan casi 22 años juntos, 15 de casados y tienen dos hijos, Morena, de 18 años, y Julián, de 12. Además de Luca, claro, a quien Pablo conoce desde que era un bebé.
Crónica de un amor anunciado
Mucho tiempo después, Echarri confesó que había puesto los ojos en Nancy mucho antes de conocerla: “Estoy perdidamente enamorado de Nancy. Me gustó antes de conocerla, cuando la vi en Montaña Rusa y quedé absolutamente conmovido. Siempre tuve en mi corazón ese deseo de conocerla, sabiendo íntimamente que un día me la iba a cruzar”.
“Me acuerdo que cuando terminaba Montaña Rusa me convocaron para ser hacer la segunda parte y visité el estudio. Ahí se me dio el sueño y me encontré cara a cara con Nancy. Nos saludamos como si nos conociéramos de toda la vida y fue muy simpática, pero nada más”, continuó recodando sobre aquel primer encuentro. Unos años después compartieron escenas en la película El desvío, que también protagonizaba Gastón Pauls, por entonces pareja de Nancy.
“Me da un poco de vergüenza decirlo, pero de mi parte hubo una especie de manipulación artística, para tenerla más cerca”, confesó alguna vez Echarri, entre risas. “A medida que la iba conociendo más, me daba cuenta de todo lo que me gustaba, del gran conjunto que es ella. Esa forma de manejarse con los compañeros de trabajo, esa líder nata”, amplió. Con el tiempo, y ya en Los buscas, Echarri notó que “empezó a nacer algo de ambas partes, nos pasaba lo mismo. Más allá de su belleza, había un contenido que me impactaba, algo que nunca había visto. Fue algo poco cerebral y muy visceral. Nos hemos conocido mucho en esos años juntos, tuvimos también situaciones negativas, hemos llegado a puntos difíciles, pero siempre hubo algo que nos rescató”.
Pocas veces volvieron a compartir trabajos: una fue en la película Apasionados, en el 2002, dirigidos por Juan José Jusid, y luego en la novela La leona, en el 2016, aunque también grabaron escenas para Socias (2009) y en Graduados (2012), ciclos protagonizados por Dupláa. Aún hoy, 22 años después, las ganas de compartir trabajo siguen en pie: “Me gustaría hacer algo con Pablo para televisión, algo para todos los días, un unitario o hasta podría ser una película. La química con él es indudable”, dijo ella recientemente en LA NACION.
La llama de la pasión
Alguna vez la actriz contó cómo mantienen la llama de la pasión encendida, luego de más de dos décadas juntos: “Para mí el deseo es clave, y las ganas de que siga pasando algo con el otro es el motor que te dice ‘che, tengo ganas de hacer todo con éste’. Y todavía me pasa, eso es lo mágico. Después puede haber claves de cómo llegar a los 20 años, pero si ese motorcito no está, es difícil. Puede apagarse, pero a mí no se me apagó y a él tampoco. Eso es lo que hace que a través de las crisis vos sientas igual que ahí hay una estructura que querés mantener porque te gusta”.
¿Un secreto para una pareja larga y feliz? Nancy lo tiene: “Hay que dedicarle mucho tiempo a la relación y luego charla, charla y charla. Hay que animarse a charlar con la pareja; hay gente que comparte el baño pero no se anima a charlar. Hay que decirse todo: ‘che, ¿qué me pasa con vos? Me aburro, no estamos compartiendo esto o lo otro’. Disuelta la imposibilidad de charlar, empieza la confianza, te abrís y ahí aparecen las ganas de estar con el otro. En definitiva, para seguir teniendo buen sexo primero hay que charlar mucho, pero no de sexo sino de qué está pasando en la pareja que no te dan ganas de tener sexo. Ese es mi consejo”.
Y él también tiene su propia fórmula: “A esta altura del partido, lo que creo que más la seduce a Nancy es cuando intento ser menos bestia de lo que soy. Mi trabajo de deconstrucción masculina, en el marco de una presencia irrefrenable de la ola feminista, es cuando le demuestro que no soy ese hombre con características machistas. Siento que eso es lo que la acerca más a mí. Poco a poco voy puliendo esas características tan arraigadas en el género masculino. También la confianza, no como palabra, sino como acto efectivo y concreto. El amor y la complicidad. No solamente somos papás sino también marido y mujer, y somos amantes. Mantener viva esa estructura no solamente de compromiso sino también de deseo”.
Los malditos celos
Alguna vez Echarri contó que algo que jugaba en contra en la relación era su fama de seductor: “Había algo en mí que era la seducción indiscriminada, seducía a mujeres y a hombres por igual porque les quería caer bien. Pero un día supe que si quería seguir con Nancy iba a tener que cambiar, y dejar de ser un seductor serial también tuvo que ver con haberla conocido, porque con ella descubrí una persona distinta”.
Dupláa recordó los tiempos de Resistiré, la novela que hizo Pablo en Telefe en el 2003, junto a Celeste Cid. “Fue una prueba de fuego para mí. Estaba embarazada de Morena, y la relación todavía no estaba en ese momento óptimo de confianza y entrega. Nos estábamos conociendo y con hijos e historias ya vividas. Celeste estaba en su mejor momento, era una belleza, y Luca, que era chiquito, me decía: ‘Mamá, ¿esa es la novia de Pablo?’. Cosas que hoy resistiría de otra forma. Yo me encendía cuando miraba la novela, pero de otra manera”, ríe.
Echarri no se queda atrás, porque vivió momentos de tremendos celos cuando su pareja hacía Socias, junto a Gonzalo Heredia, en el 2008: “El contrincante era joven, morocho y podía ser una competencia real. Me sentía un poco inseguro, pero fueron chispazos. Confieso que soy un tipo muy celoso”.
Habrán tenido sus idas y vueltas, sus momentos oscuros y de felicidad plena, pero siempre triunfa el amor y por eso este lunes cumplieron 15 años de casados y festejaron sus bodas de cristal.
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