Mucho antes de Jennifer Lopez y Marc Anthony o de Beyoncé y Jay Z, hubo otra pareja de músicos que dominaron los rankings de todo el planeta y cuyas ventas combinadas reunían decenas de millones de discos en todo el mundo. Sin embargo, a pesar de que ambos creyeron que estaban destinados el uno al otro, los celos profesionales y las inseguridades de Luis Miguel hicieron que perdiera a una de sus parejas más célebres, pero menos recordadas: Mariah Carey , en un romance que duró tres años y que incluyó duetos frustrados, infidelidades y uniones inesperadas. "Mariah fue el gran amor de Luis Miguel", aseguró uno de los managers del mexicano.
Todo comenzó a finales de 1998, cuando el Rey Sol se preparaba para despedir otro exitoso año, en el que había roto nuevos récords gracias a Romances, su tercer álbum de boleros, que había salido el año anterior. Cuando en los Estados Unidos aún nadie hablaba del "boom latino", Luis Miguel había logrado que su placa -producida por él mismo y con la colaboración de Armando Manzanero y el argentino Bebu Silvetti- debutara en en el puesto 14 del ranking Billboard Top 200, algo inédito para la música en español hasta ese entonces. No sólo eso, sino que llenó cinco veces el Radio City Music Hall de Nueva York y emprendió una gira que le valió ingresar al listado de los artistas con tours más redituables del momento.
Cansado de tantos shows y presentaciones, el mexicano se refugió en las nevadas montañas de Aspen. En ese mismo lugar estaba vacacionando otra superestrella, Mariah Carey. La estadounidense venía de lanzar un disco cada dos años desde su debut, en 1990, y había cosechado más éxitos en la lista Billboard que cualquier otra mujer de la historia. Ya divorciada del CEO de su compañía discográfica, había tenido luego un intenso romance con la leyenda del baseball Derek Jeter pero ahora estaba soltera.
El encuentro de ambos tuvo poco de casual: el agente inmobiliario que le alquiló una mansión a Luis Miguel y el que le alquiló a Carey eran amigos y, luego de una charla, decidieron que debían ser celestinos de estos ídolos jóvenes, exitosos y solitarios. Ambos le dijeron a su cliente que el otro quería conocerlos y así arreglaron una cita. Así, todo comenzó con una cena a mediados de diciembre en un salón privado de un exclusivo restaurante y el flechazo fue inmediato. Para Luis Miguel fue encontrar a una persona que podía comprender el nivel de trabajo y fama que manejaba y para Carey fue un reencuentro con sus raíces latinas, ya que su abuelo paterno había nacido en Venezuela, pero al emigrar a los Estados Unidos había cambiado su apellido original, Núñez, por uno inventado, "Carey".
En su visita de 1999 a la Argentina, la diva le confesó a Marley que ella en vez de "Mariah Carey" era María Núñez:
Como era de esperar fue imposible ocultar un romance de dos personas tan conocidas y juntos decidieron salir a comer a uno de los sitios más populares de Nueva York para oficializar el vínculo y evitar que algún paparazzi pudiera robar alguna imagen indeseada y lucrar con la noticia.
Tras unas primeras semanas muy intensas quedó claro para ambos que con sus agendas sería difícil mantener una conexión fluida pero, de algún modo, eso fue lo que más les atrajo a ambos de poder ser novios. "Me he dado cuenta que uno tiene que estar seguro de uno mismo. El público y los medios pueden atacar una relación y volverte loco. Necesitás ser alguien muy seguro de vos mismo para lidiar con esa situación. Yo estoy muy feliz con la relación en la que estoy ahora porque él es un cantante y una super estrella latina. Se llama Luis Miguel y él está tan seguro de sí mismo que si bien todos le dicen de hacer un disco en inglés, él no lo hace porque no lo necesita. No sigue modas y entiende la locura de mi vida porque no hay muchos a los que les podés decir por teléfono ‘Ok, te dejo que tengo que cantar para 50 mil personas’ y realmente te entiendan", confesó Carey en una entrevista en 1999.
La diva habló en varias ocasiones sobre su novio destacando que al trabajar en la misma industria y con el mismo nivel de éxito y exigencia, la conexión que tenían era única. El mexicano, en cambio, jamás hizo declaraciones sobre su romance a lo largo de los tres años que duró, fiel al estilo misterioso que cultivó durante décadas. Y aunque la premisa de ambos siempre fue que su relación amorosa no se extendería al ámbito laboral, en 1999 hicieron un dúo juntos. Carey escribió con David Foster -un multipremiado músico y productor que trabajó con Madonna, Christina Aguilera, Celine Dion, Kenny G y Whitney Houston, entre otros- una balada llamada After Tonight, para que cantaran juntos.
Si bien Luis Miguel no suele cantar a dúo, aceptó la propuesta y se encerró en un estudio de Nueva York a grabar su parte. Luego, se la envió a Foster, quien mezcló el track y le envió copias a cada uno de los enamorados. Carey quedó deslumbrada por el resultado pero el mexicano odió escucharse junto a ella. No existe versión oficial de por qué no le agradó cómo quedó el tema, que fue realizado por la crème de la crème de la música de ese momento. Mientras que las malas lenguas dicen que su nivel de perfeccionismo es tal que no pudo soportar verse opacado por otra voz; otros creen que no se sintió cómodo con el género o que simplemente sus inseguridades profesionales lo desbordaron. Lo cierto es que toda su respuesta fue tomar una tijera y cortar en decenas de partes la cinta y reenviársela a Foster.
Carey terminó siendo la única en cantar el tema en Rainbow, su séptima placa y otro éxito de venta, gracias a temas como "Heartbreaker". El álbum tuvo otro éxito, "Thank God I Found You", que se disparó al número uno de la lista de Billboard y fue escrito para su amor. "Luis: Gracias a dios que te encontré", escribió la diva en español en los agradecimientos del CD.
Además de frecuentes visitas a la famosa mansión de Acapulco y fines de semana en yates, Carey solía hacer coincidir sus giras promocionales con las de su novio. De hecho, su única visita a la Argentina fue para promocionar Rainbow, en noviembre de 1999, justo en el fin de semana en el que Luis Miguel llenó tres estadios de Vélez Sarfield con su gira Amarte es un placer. La estadounidense fue una testigo de lujo tras bambalinas de dos de esos conciertos.
Sin embargo, y a pesar de estos esfuerzos, la relación comenzó a deteriorarse a mediados de 2000. Algunos creen que los numerosos rumores de infidelidad del cantante de No sé tú influyeron, pero otros aseguran que el carácter demandante de la diva complicó las cosas. Hace algunos meses Carey confesó que desde hace más de una década sufre trastorno bipolar pero que fue diagnosticada tardíamente, así que quizá también esto pudo haber influido.
Para comienzos de 2001 -cuando Carey rodaba en Canadá su primera y desastrosa película, Glitter- los rumores de infidelidad fueron distintos. La cantante actuaba allí con Eric Benét, quien estaba en ese entonces casado con Halle Berry . De acuerdo a los tabloides de la época, la ganadora del Oscar habría viajado al set de rodaje sólo para vigilar a su esposo, algo que dio por cierto Luis Miguel. Fue una ruptura sin escándalos públicos de la que no se supo jamás los detalles.
Algunos meses después, una periodista española se animó a salir del libreto y le preguntó a Luis Miguel si su noviazgo con la superestrella le había dejado alguna enseñanza profesional . Visiblemente incómodo, el mexicano aseguró: "En su momento todos los medios dieron su versión de lo que pasaba, pero no quisiera entrar demasiado en eso. Todo lo bueno y lo positivo está ahí y seguirá allí. Fue una relación muy positiva".
En una reciente entrevista en Los ángeles de la mañana, el ex manager de Luis Miguel Polo Martínez aseguró que Carey fue "el gran amor" del ídolo.
"El gran amor de Luis Miguel fue Mariah Carey", cuenta Polo Martínez en #LAM@AngeldebritoOkpic.twitter.com/v2DWCWIgrY&— LAM (@LosAngeles_ok) 23 de marzo de 2018
El sueño de que las voces de ambos se escucharan juntas se cumpliría de la manera más inesperada: de la mano de Michael Jackson . Dos semanas después del atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, el Rey del Pop escribió y produjo una canción benéfica llamada What More Can I Give?, que tuvo su versión en español ("Todo para ti") en la que se escucha a Luis Miguel y a Carey, entre otros.
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