Murió el director y productor teatral Lino Patalano, a los 76 años
El empresario sufrió este sábado una descompensación, mientras se recuperaba de una intervención quirúrgica; durante décadas, su nombre estuvo ligado al emblemático Maipo
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Este sábado, una noticia sorprendió y entristeció al mundo del espectáculo: el reconocido director y productor teatral Lino Patalano murió a los 76 años.
La noticia fue dada a conocer en Twitter por la cuenta oficial del Multiteatro Comafi, propiedad del productor y empresario Carlos Rottemberg. “El sorpresivo fallecimiento de Lino Patalano pega un doloroso golpe para la comunidad artística. Desde esta Casa Teatral acompañaremos a su familia, amigos y colegas en estas horas tan tristes”, dice el breve texto publicado este sábado al mediodía.
🌑 El sorpresivo fallecimiento de Lino Patalano pega un doloroso golpe para la comunidad artística.
— Multiteatro Comafi (@multiteatro) September 10, 2022
Desde esta Casa Teatral acompañaremos a su familia, amigos y colegas en estas horas tan tristes. pic.twitter.com/xydelRhjno
Según pudo saber LA NACION, Patalano se sometió hace una semana a una operación de cadera, de la que se venía recuperando favorablemente, hasta que este sábado por la mañana sufrió una descompensación. Sus restos serían velados en el Maipo, el emblemático teatro que dirigió durante décadas. Hasta hace tres años, fue dueño de aquella casa teatral ubicada en la calle Esmeralda y productor de sus más grandes espectáculos.
Incansable, en el último tiempo fue el encargado del desembarco de Mauricio Dayub en España con El equilibrista, productor de la gira por aquel país de Ricardo Darín y Andrea Pietra, con Escenas de la vida conyugal, y de los espectáculos de Dalia Gutmann y Sebastián Wainraich. Además, se desempeñaba como director artístico del complejo Roxy-Radio City de Mar del Plata.
En su última entrevista, concedida a LA NACION, el director y productor contó que el año pasado debió bajar su nivel de actividad debido a algunos problemas de salud. Antes de su última intervención quirúrgica, ya lo habían operado dos veces de la columna, tenía una prótesis de titanio en su hombro y le habían extirpado un riñón. Sin embargo, estaba feliz de su haber inaugurado en el barrio de San Telmo el espacio Cástor y Pólux, un ámbito que remite a los históricos café concert que él mismo creó en los años 70.
Nacido en Gaeta, un municipio italiano de la provincia de Latina, en la región del Lacio, el 21 de abril de 1946, en 1951 emigró junto a su familia a la Argentina. En 1961, comenzó su carrera en el mundo del espectáculo junto a Romiglio Giacompol, un representante de actores italianos y franceses.
“Yo quería ser marino mercante. Pero mi papá y mi mamá me rogaron que no lo fuera porque en la última guerra habían muerto siete primos en un barco hundido por los enemigos. Entonces fui a dar el ingreso a la escuela comercial, pero justo pasé por una carpintería donde pedían un aprendiz de carpintero, me gustó la opción y me metí a trabajar allí sin decirles nada a mis padres. Al mes le llevé orgulloso el sueldo a mi mamá y me agarró a chancletazos”, contaba en una reciente entrevista con LA NACION. “Me obligaron a anotarme en una escuela nocturna. De todos modos, insistí con seguir trabajando y ahí mi tío me hizo entrar a Ricordi, al departamento de música ligera, como allí llamaban a la música popular, que incluía las partituras de Ornella Vanoni, Gilbert Bécaud, Maysa Matarazzo. Ahí empecé de cadete, pero a los 17 años me convertí en jefe de prensa y promoción. Bajo ese rol, por ejemplo, me tocaba ir a buscar a Ezeiza a las grandes estrellas que arribaban al país, desde Mina para abajo. En ese contexto –donde también funcionaba un departamento dedicado a la representación de autores teatrales franceses e italianos– de golpe se abría una puerta y aparecía Vittorio Gassman, o conocías a una mujer como (la dramaturga) María Luz Regás, quien luego fue mi maestra”.
En los años setenta se convirtió en uno de los artífices de un fenómeno que definió a la época: el café concert. En sus célebres espacios, El Gallo Cojo, El Pollito Erótico y La Gallina Embarazada, ubicados en el barrio de San Telmo, se presentaron las máximas estrellas del formato: Niní Marshall, Antonio Gasalla, Claudia Lapacó, Nacha Guevara, Enrique Pinti, Edda Díaz y Carlos Perciavalle. Por aquellas salas también pasaron otros grandes de la escena, como Cipe Lincovsky, Marilina Ross, Elsa Berenguer, María Luisa Robledo, Osvaldo Pacheco y María Rosa Gallo.
También se desempeñó como director artístico de los hoteles Bauen y Libertador y de la sala teatral La Capilla, donde se presentaron artistas de la talla de Atahualpa Yupanqui, Astor Piazzolla, Mercedes Sosa, María Elena Walsh, Gloria Gaynor, Caetano Veloso, Gal Costa, Amelita Baltar, Egle Martin, Ney Matogrosso y Gilberto Gil.
En 1994 se hizo cargo de la dirección del teatro Maipo y luego se convertiría en su propietario. Allí, produjo puestas emblemáticas como Escenas de la vida conyugal y Largo viaje del día hacia la noche, con Norma Aleandro y Alfredo Alcón; Niní, con Marilú Marini, Master Class y La señorita de Tacna, también con Aleandro; Pinti canta las cuarenta y el Maipo cumple noventa, Pericón.com.ar, Candombe Nacional, Pingo argentino y Antes de que me olvide, con Enrique Pinti; La Cassano en el Maipo, Tango y Fuga, La Duarte, Tango de burdel, salón y calle, con Eleonora Cassano; El juego del bebé, con Aleandro y Jorge Marrale; Las pequeñas patriotas, con Aleandro y Adriana Aizenberg; Boccatango en el Maipo, con Julio Bocca.
Otras de las exitosas obras que se montaron en la sala mientras él era su responsable fueron Mi querido mentiroso, con Aleandro y Sergio Renán; El ayer, el hoy y el todavía, con Susana Rinaldi; El año que viene a la misma hora, con Adrián Suar y Julieta Díaz; Sweeney Todd, con Julio Chávez y Karina K; La guerra de los Roses, con Suar y Carla Peterson; El veneno del teatro, con Miguel A. Solá, El placard, con Diego Peretti y Alejandro Awada y Ay, amor divino, con Mercedes Morán. En 2018, produjo junto a Gustavo Yankelevich Sunset Boulevard, con Valeria Lynch.
Luego de vender parte de sus acciones del Maipo, Patalano seguía lleno de proyectos. “En 2023 pienso reponer lo que estrenó hace 50 años Marilú Marini: Señorita Gloria, con Alejandra Radano y dirección de Emiliano Dionisi. Así que nada de retiro ni de reposo, aquí estoy, más activo que nunca, buscando reflotar aquella rebeldía y desparpajo de los comienzos”.
Sus restos serán velados este sábado, de 20 a 1, en el Maipo y el domingo a las 10 serán trasladados al cementerio de la Chacarita. Sus allegados solicitaron que en lugar de enviar flores, se hagan donaciones en su honor a la Casa del Teatro.
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