Murió el actor Juan Diego, figura del cine español, a los 79 años
El actor de Los santos inocentes, Los Hombres de Paco y Jamón Jamón fue despedido en las redes por sus colegas y por las máximas autoridades de su país
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Todas las máximas estrellas del cine español despidieron este jueves a Juan Diego. El actor murió a los 79 años, víctima de una enfermedad que lo aquejaba desde hace años y que él prefirió mantener en absoluta reserva.
Con su voz rasposa y su mirada plena, con ojos casi siempre entrecerrados, Juan Diego se convirtió en uno de los intérpretes más emblemáticos del cine español posterior al franquismo; ese momento en el que por las pantallas grandes de aquel país comenzaban a sucederse con igual frecuencia los cuerpos desnudos y las historias profundas que al fin podían ser contadas.
Juan Diego debutó en el teatro de su Bormujos natal, pero pronto dejaría el pueblo andaluz y solo tres años después acapararía la mirada del público y la crítica sevillana, como parte del elenco de Esperando a Godot, de Samuel Beckett. Luego vendrían La gata sobre el tejado de zinc, El beso de la mujer araña, Don Juan Tenorio, Hipólito y decenas de puestas con las que sorprendía al público función tras función.
Sobre los escenarios iría forjando, año tras año y década tras década, su estirpe de actor de carácter; una estirpe que tanto el cine como la televisión supieron utilizar durante más de seis décadas. Fue el primer actor fetiche de Eloy de la Iglesia, quien lo dirigió en Fantasía... 3 (1969), Algo amargo en la boca (1969) y La criatura (1977). También, se puso a las órdenes del cineasta italiano Ettore Scola en Celos, estilo italiano (1970), donde compartió cartel con Marcello Mastroianni y Monica Vitti.
Hombre de izquierdas, formó parte del Frente de Estudiantes Sindicalistas, fue miembro del Partido Comunista de España y participó, durante la tercera etapa del gobierno franquista, de la huelga de actores de 1975. De hecho, fue él, junto a Concha Velazco, quien comenzó con los reclamos a los empresarios teatrales que por entonces eran quienes imponían los horarios y los días que los actores debían trabajar. El actor y su colega se presentaban en aquel momento en el Teatro Lara de Madrid con la obra La llegada de los dioses y solicitaron un día de descanso semanal. No lo consiguieron e inmediatamente fueron despedidos, pero habían conseguido algo más importante: crear conciencia entre sus pares. Tres años después, se llevaría a cabo la histórica revuelta cultural en la que puso en jaque a la industria teatral y sentó las bases de un nuevo convenio entre las partes.
Quizá fue la distancia que decidió mantener en todo momento con las autoridades franquistas y con el mundo eclesiástico, lo que le permitió personificar con maestría tanto a dictadores como a curas. En 1986 se puso en la piel del mismo Francisco Franco en Dragon Rapide, de Jaime Camino, pero también supo brillar como el general golpista Alfonso Armada en 23-F: la película (2011).
Además de prestarle el cuerpo a San Juan de la Cruz en el film de Carlos Saura La noche oscura (1989) se calzó la sotana en la serie televisiva Turno de oficio y en Una historia de entonces (2000). Entre sus películas más recordadas se encuentran Los santos inocentes (1984), de Mario Camus; El viaje a ninguna parte (1986), de Fernando Fernán Gómez; Jamón, jamón (1992), de Bigas Luna; Entre las piernas (1999) de Manuel Gómez Pereira, París-Tombuctú (1999) de Luis García Berlanga; Torremolinos 73 (2003) de Pablo Berger; El 7mo día (2004), de Carlos Saura y Vete de mí (2006) de Víctor García León.
Las nuevas generaciones lo descubrieron en Los hombres de Paco, la serie en la que interpretó al comisario Don Lorenzo durante once temporadas. “Era tan maestro que odiaba que le llamaran maestro. Era tan buen actor que se preocupaba más de ti que de él en una escena. Era tan grande que se negaba a perder su niño interior”, lo despidió el actor Hugo Silva, su compañero en aquella ficción.
“Siempre duele la muerte de un compañero, de un amigo... Pero Juan, tu telón cae y nos pilla con el pie cambiado. Realmente no se te olvidará nunca”, expresó, a su vez, Antonio Banderas, quien dirigió a Juan Diego en El camino de los ingleses, de 2006.
Además de las máximas luminarias del mundo del espectáculo español, el mismo presidente de gobierno de aquel país, Pedro Sánchez, recurrió a las redes para brindarle un último adiós: “El mundo de la cultura pierde a un gran referente en el ámbito del cine y el teatro. Un actor inmenso, que nos ha regalado interpretaciones brillantes en obras que son parte de nuestra historia cinematográfica”, escribió el mandatario.
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