Murió la actriz Graciela Araujo

De voz inconfundible y porte único, supo destacarse primero en la radio y luego en la televisión y el cine. El teatro fue su segunda casa y el ámbito en el que consiguió sus mayores reconocimientos. Este sábado, la noticia sorprendió a todos los que alguna vez se cruzaron con ella arriba del escenario y a quienes gozaron de sus actuaciones: Graciela Araujo falleció, a los 89 años.

La noticia la dio a conocer la Asociación Argentina de Actores a través de su cuenta de Twitter. "Falleció la actriz Graciela Araujo, de prestigiosa trayectoria en teatro, televisión, radio y cine", comienza diciendo el texto. "Estaba afiliada a nuestro sindicato desde hace 66 años. Nuestras condolencias a sus familiares y amigos, acompañándolos en este duro momento".

Araujo nació en 1930 y fue parte de la generación de actores que comenzaron su carrera en la radio, en pequeños papeles en radioteatros. Su voz y su perfecta dicción pronto la llevaron a destacarse en ese ámbito.

Su desembarco a la televisión fue de la mano de Alberto Migré. El gran hacedor de novelas de la segunda mitad del siglo XX amaba a las actrices "de carácter" y solía escribir para ellas grandes papeles secundarios. Araujo fue una de ellas.

Una de las primeras colaboraciones entre la actriz y el autor y director fue en la telenovela Casi un milagro de amor, del ciclo Palmolive del Aire de 1963, donde conformó la pareja protagónica juento a Emilio Alfaro. También participó de La pulpera de Santa Lucía, protagonizada por María Aurelia Bisutti y Raúl Aubel, en 1968.

En 1969, Migré la convocaría en varios episodios de Su comedia favorita, el programa de teleteatros episódiocos protagonizado por Guillermo Brédeston por Canal 9. Un año después, sería Laura en la telenovela El hombre que me negaron, protagonizada por Nora Cárpena y Alberto Martín.

A esa altura, su nombre ya sonaba fuerte entre los amantes del teatro. En 1967 personificó a Doña Magdalena en la puesta de El vergonzoso en palacio, dirigida por Mario Rolla. Allí compartió elenco, entre otros, con Luis Brandoni, Héctor Pellegrini, Nené Malbrán y Thelma Biral.

Por aquel entonces, era muy común que desde los canales se buscara llevar los clásicos y propuestas de la nueva dramaturgia a las casas de los televidentes. Uno de los ciclos que recreaba obras semanalmente era Gran Teatro Universal. En 1970, Araujo protagonizó varios episodios, junto a Sergio Renán, entre otros.

En 1981 año personificó a Josefina, en una puesta televisiva de Nuestros hijos, de Florencio Sánchez en la que compartió elenco con Oscar Martínez, María Luisa Robledo, Tina Serrano y Osvaldo Terranova, también en la pantalla de ATC. Ese mismo año se puso en la piel de Gertrudis en una puesta de Hamlet, en esa misma señal; Alfredo Alcón personificaba al príncipe de Dinamarca. Esa dupla sería casi un clásico con el correr de los años, porque Araujo se convertiría en una de las compañeras favoritas del actor.

También en 1981, compartieron escenario en "Espacio Abierto", un ciclo de lecturas de autores argentinos con narradores rotativos. Por aquel entonces, fue parte de la exitosa puesta de Laura Yusem de El casamiento, junto a Ulises Dumont, Juana Hidalgo y Aldo Braga.

En cine, su presencia fue más medida, pero igualmente cuidada: participó de Yo, la peor de todas (de María Luisa Bemberg) y Un muro de silencio (de Lita Stantic).

En 2002, compartió cartel con otras dos grandes de la escena nacional. Junto a Thelma Biral y María Rosa Fogazot protagonizó Las presidentas, de Werner Schwab, en el teatro Del Nudo.

Ese mismo año formó parte del capítulo "De cuerpo y alma", del recordado ciclo Amores, dirigido por Alejandro Doria en Telefe. Es que, luego de su desembarco en la televisión a través de las telenovelas, su presencia se volvió más común en los programas de unitarios que, desde la vuelta de la democracia, buscaban tratar temas adultos y generar la reflexión del televidente sobre ciertos temas. Recién comenzada la década de los '90, protagonizó junto a Biral, Hilda Catalano, Antonio Grimau, Virginia Innocenti, Federico Luppi, Oscar Martínez, Miguel Ángel Solá y China Zorrilla algunas de las emisiones de Luces y Sombras, el ciclo dirigido por Oscar Barney Finn en ATC.

El teatro, sin embargo, era su lugar en el mundo. Algunas de las obras más destacadas en las que participó fueron La Celestina, La casa de Bernarda Alba, Peer Gynt, Galileo Galilei, Fuego en el rastrojo y Las mujeres sabias. Fue un gran referente para actrices de las nuevas generaciones, con las que supo compartir escenario en obras como Agua, donde acompañada por Carla Crespo y Pilar Gamboa. Junto a Marta Lubos y Valentina Bassi protagonizó en 2010 Estaba en mi casa y esperaba que llegara la lluvia, dirigida por Stella Galazzi en la sala Casacuberta del Complejo Teatral San Martín.

Fue en ese teatro, del que formó parte del elenco estable durante varios años, donde su nombre se convertiría para siempre en sinónimo de excelencia. Allí, en 2013, volvería a subir al escenario junto a su gran amigo Alcón para encabezar -junto a Joaquín Furriel y Roberto Castro- la recordada puesta de Final de partida.

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