“Mito destrozado”: la prensa italiana y la orquesta de la Arena di Verona estallaron contra Plácido Domingo tras dos fallidas presentaciones
Debido a la “mediocridad” de las actuaciones del tenor madrileño devenido barítono, los músicos se negaron a ponerse de pie durante el aplauso final.
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Mientras en la Argentina resuenan los mensajes de audio que lo vinculan a la “secta del horror”, en suelo europeo tampoco parece encontrar la paz. Plácido Domingo se presentó la semana pasada en el Arena di Verona y su actuación fue calificada de “humillante” por los miembros de la orquesta y de “fiasco” por la prensa especializada.
El tenor español convertido en barítono volvió al prestigioso anfiteatro romano ubicado en la ciudad de Verona, donde tantas veces fue ovacionado. Y lo hizo por partida doble: el jueves, participó en la Noche de la Ópera de Verdi -que incluyó un recorrido por Aída, Don Carlo y Macbeth-, y el viernes dirigió la ópera de Puccini Turandot. El resultado, esta vez, fue muy distinto al de otros tiempos.
“Dos tardes para olvidar. Mejor, que nunca se repita”, es la frase con la que el Corriere della Sera definió aquellas dos presentaciones, mientras que otros medios catalogaron las dos veladas como “un fiasco”. Los problemas comenzaron el mismo sábado. Según consignan los informes, durante toda la tarde Domingo pareció sufrir una “repetida amnesia” que en Macbeth se volvió aún más evidente. Tanto, que durante la escena final abandonó el escenario con la excusa de un “repentino descenso de voz” y debió ser suplantado por el barítono ruso Roman Burdenko.
Con Turandot, el viernes, no le fue mejor: terminó siendo acusado por los músicos de la orquesta de no respetar las partituras. Por eso, los músicos se negaron a ponerse de pie mientras sonaban los aplausos finales, en protesta por la baja calidad de las actuaciones del español.
La situación ameritó que el Sindicato de Trabajadores de la Comunicación (SLC, por sus siglas en italiano) emitiera un comunicado en el que afirma: “A decir verdad, el desenlace de las veladas, dados los bochornosos ensayos, había sido previsto y denunciado por los propios artistas del coro, profesores de orquesta y técnicos de escena, quienes inmediatamente comprendieron que Domingo no estaba a la altura de su fama y de la tarea que le encomendó la Fundación Arena di Verona”.
En el mismo texto, se afirma que las dos actuaciones “fueron terribles” y que “solo la profesionalidad de los artistas y el trabajo técnico de la Fondazione Arena salvaron a esta actuación de convertirse en un fiasco gigante”.
“La actuación del 26 de agosto fue una de las más humillantes que ha vivido este sector artístico”, continúa el escrito. “En Turandot, una obra difícil -tanto más si no se realizan los ensayos necesarios-, todos los trabajadores se han sentido abandonados a sí mismos en más de una ocasión. Lo confirma la protesta de la orquesta que, consciente de la mediocridad del espectáculo, se negó a ponerse de pie ante la habitual señal del director que los invitaba a levantarse para recibir los aplausos”, explica el escrito, que culmina pidiéndole a las autoridades del respetado espacio que se replanteen la presencia del barítono español el año próximo.
“Entró en el anfiteatro romano como una leyenda de la ópera y emergió como un mito destrozado”, sintetiza el Corriere della Sera en su nota central sobre las actuaciones de Domingo en la que, también, hace referencia a que se lo “acusa de participar en una secta argentina que proporcionaba una remuneración sustancial a las esclavas sexuales”.
Antes de que el español volviera a pisar el Arena, asociaciones feministas de mujeres de Verona hicieron llegar una carta las autoridades del teatro, haciéndoles saber su descontento por la presencia del artista, sobre el que pesan denuncias de acoso y abuso sexual.
“La integridad de las personas no tiene precio. No se puede cambiar por una compensación económica”, expresaban en el escrito, en alusión al rédito económico que se obtendría por las presentaciones del cuestionado barítono. Además, al igual que los músicos y trabajadores del teatro, pidieron que se elimine el nombre del artista madrileño de la cartelera del próximo año, a la luz de los delitos por los que está siendo investigado.
“En nuestra opinión, el público merece más. Esperamos que la dirección artística se replantee la organización de la Gala Domingo 2023. En nuestra opinión, sería oportuno cancelarla (también a la luz de los escándalos de los últimos años), pero si esto es demasiada demanda, piensen en organizarla. Que sea como un homenaje a Domingo, sin que él sea el gran protagonista. Es una petición a tener muy en cuenta”, finaliza la carta.
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