La modelo y actriz española habla de cómo fue interpretar a la primera vedette trans de los 90 en la serie de TVT y Flow que se estrena hoy; su gran parecido físico y qué hizo para lograr el acento argentino
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Su parecido físico es asombroso sin embargo, quienes más conocieron a Cris Miró aseguran que lo más impactante es su mirada. Será por eso, además de su gran talento, que Mina Serrano fue elegida para protagonizar Cris Miró (Ella), la serie que cuenta la vida de la primera vedette trans argentina y que podrá verse por la pantalla de TNT y Flow, a partir del próximo 23 y 24 de junio, respectivamente.
“Es una serie muy vertiginosa porque al final la vida de Cris también fue así”, revela la modelo y actriz española que, a lo largo de ocho capítulos, tendrá la responsabilidad de contar no sólo la vida artística de la fallecida vedette sino su lucha por ser aceptada. “Ella fue como una especie de estrella fugaz donde su periodo público dura cinco años, pero la serie parte de una Cris que no es la Cris Miró que todos conocemos. De hecho, ni siquiera existe el apellido Miró en ese momento. Ella era Cris a secas, la que estudiaba odontología en la facultad por las mañanas y actuaba en los boliches de noche. De ahí la vamos a acompañar en su descubrimiento en el Maipo y todo lo que viene después”, anticipa la protagonista que, a pesar de no pertenecer a la misma generación, asegura tener varias cosas en común con ella.
“Creo que tenemos en común un punto de vista ante la vida. Tenemos una manera similar de afrontar las cosas, de buscar nuestro espacio en una sociedad que, quizá hoy es más favorable, pero aún así hay dificultades. Y creo que tenemos un modus operandi parecido. Yo he aprendido mucho de Cris”, confiesa quien no dudó en cruzar el Atlántico para vivir esta oportunidad.
-¿Cómo fue ser parte de este proyecto? ¿Conocías su historia?
-Sí, ya conocía su historia de antemano pero bueno, este proyecto me hizo profundizar más, me hizo acceder a archivos que no son públicos, me hizo conectar con su familia, con gente de su entorno. Fue un proceso súper especial, mucho más inmersivo.
-¿Te acordás de ese primer momento en que supiste de la vida de Cris Miró?
-La encontré por el libro de Camila Sosa Villada años atrás. Eso fue como el primer disparador y ahí empecé a investigar sobre ella.
-¿Y cómo llegaste a este proyecto? ¿Es verdad que tus amigos te mandaron la convocatoria para que te presentes al casting?
-Sí, me lo mandaron unos amigos argentinos. Estábamos viviendo en París, me lo pasaron y me presenté.
-¿Y cómo fue el casting?
-Fueron muchas etapas por Zoom. Primero, tuve que audicionar con Valeria, que es la directora de casting. Después me empecé a encontrar con Martín Vatenberg, el director con el que tuve una conexión muy especial. Siempre hubo mucho diálogo e hicimos como un pacto de estar siempre juntos, de darnos la mano y contarnos siempre lo que nos pasaba. Al día de hoy seguimos así.
-¿Qué querías mostrar de aquella Cris Miró?
-Es una Cris Miró que, por supuesto, parte de la realidad, pero no deja de ser una serie de ficción entonces hay cosas que hay que componer y como actriz utilizo partes de mí que se aproximan a Cris. Creamos lo que nosotros dentro de la serie llamamos Cris ficcional, que es lo que nos permite diferenciarnos de un documental. Y bueno, eso parte de vivencias que nos informaron gente de su entorno, de anécdotas y luego, lo que yo también puse de mí que puede aportar algo a su figura.
-Más allá del parecido físico, ¿qué otras cosas encontraste a lo largo de todo este proceso con este personaje?
-Creo que tenemos en común un punto de vista ante la vida. Tenemos una manera similar de afrontar las cosas, de buscar nuestro espacio en una sociedad que, quizá hoy es más favorable, pero aún así hay dificultades. Y creo que tenemos un modus operandi parecido. Yo he aprendido mucho de Cris. O sea, lo bueno de hacer un personaje tan bueno es que es aspiracional. Hay cosas que adquirí para interpretarla que forman parte de mi vida.
-Además es de alguna manera un homenaje. ¿Sentís que faltaba esto en la Argentina?
- Sí, para mí Argentina está como íntimamente ligada a la vida de Cris y todo lo que me pasa aquí viene un poco de su mano. Como que siento que en un momento Cris me agarró de la mano y me hizo cruzar el Atlántico y toda esta vivencia está conectada con ella.
-¿Qué te pasó aquel día que te dijeron que el personaje era tuyo? ¿Te acordás dónde estabas?
-Sí, estaba aquí. Me habían traído para conocer al equipo y me lo dijeron. No lo podía creer. Estaba muy emocionada. Ya estábamos en un proceso muy avanzado así que tampoco fue una sorpresa, pero recuerdo que temblaba. Tenía muchísimas ganas y fue como “no tomo el avión, me quedo aquí. Empecemos a trabajar ahora mismo” (risas). Recuerdo un largo paseo por el río con Martín en el que nos dijimos: “Estemos conectados, seamos aliados y contemos esta historia con el corazón, con la mejor de las intenciones”. Y creo que eso se traduce en la serie.
-Actores que trabajaron con vos marcaron el gran profesionalismo que tuviste a lo largo del rodaje como, por ejemplo, el tono que tenías que tener para la serie. ¿Es cierto que no hablabas con tu mamá por teléfono para no perder el acento argentino?
-Totalmente porque tuve que hacer un trabajo muy intensivo para llegar a la voz de Cris. Entonces si hablaba con mi mamá automáticamente volvía mi acento. Así que durante todo el rodaje nos comunicábamos por mensaje. Yo le decía: “Nada de audio, se escribe por WhatsApp” (risas). Mantuve todo el tiempo el acento porque me costaba entrar y salir y pensé que sería más natural hacerlo así. Igual no hay una fórmula, eso es lo que me sirve a mí.
-¿Fue una de las cosas más difíciles de lograr?
-Sí, era uno de los grandes retos porque, más allá de que sea un acento en sí, Cris es un ícono nacional entonces hay algo de su identidad argentina que tenía que estar presente. No podía sonar extranjera. Si fuese un personaje que estuviese interpretando en otra serie que por algún casual es argentina es un trabajo más leve. Pero al ser un ícono, la gente no puede escuchar que sea extranjera.
-¿Y cómo fue ese trabajo? ¿Viste mucho material de ella?
-Sí, vi muchas entrevistas, escuché podcast, noticias, radio. Fue un proceso muy cultural porque además, me fui informando un poco también de lo que ocurría aquí; al mismo tiempo que me iba adaptando al personaje de Cris.
-¿Qué te sorprendió de todo lo que encontraste?
-La relación con Juanito Belmonte es conmovedora. Tiene un gran peso en la serie porque Juanito encaminó a Cris a ser un ícono; digamos que la descubre en el under y la convierte en una estrella. Obviamente Cris tenía ya esa luz, pero él la acompañó y la colocó en un lugar de admiración. Entonces es una relación muy hermosa, compleja, que se desarrolla en la serie y es una de las cosas que más me gustó grabar y más me emocionó.
-Otro de los momentos más emocionantes fue cuando el hermano de Cris fue al rodaje...
-Fue muy bonito porque estábamos rodando en el Maipo y a mí me hacía mucha ilusión obviamente estar ahí. Además, era el día de mi cumpleaños y estaba un poco triste porque decía: “Es mi cumpleaños, estoy vestida de vedette, estamos en el Maipo, ojalá Cris estuviese aquí”. Yo quería ingenuamente compartir eso con Cris, miraba las butacas y pensaba: “Ojalá pudiese ver esto que estamos haciendo”. Y en ese deseo que tenía, de pronto aparece su hermano como si fuera una señal. Además, apareció con sus dos hijas que son encantadoras también. Fue un momento muy emotivo, nunca nos habíamos visto.
-Contame cómo fue...
-Fue muy hermoso. Él es un hombre muy bueno, con una emoción muy bonita y se nota el amor que tenía por su hermana y lo que la extraña. Por mi parte, le hice saber del respeto y del amor desde el que hacía este personaje, lo que para mí había significado Cris y lo que para mí significaba hacer este proyecto. Que no era un proyecto cualquiera, no era un trabajo más porque estoy poniendo mucho de mi corazón. He venido hasta aquí para hacerlo, simboliza mucho para mí.
-Sé que él se impresionó mucho con el parecido...
-Sí, él es una de las personas que más la vio y, si bien ve las diferencias que tenemos, me dijo que hay algo en la mirada que no puede explicar. Alguna gente del entorno de Cris me dijo eso también, que es uno de los misterios que yo tampoco sé explicar.
-¿Cómo lo pasaste rodando en la Argentina?
-Argentina me trato demasiado bien. Yo pensaba que iba a ser un proceso muy duro. Y si bien el rodaje requirió mucho trabajo, mucha concentración y mucha disciplina, me lo pasé genial. Fue un período fascinante.
-¿Probaste el asado?
-Asado, vino, alfajores y todo eso después, porque tenía que tener un cuerpo muy escultural para contar la historia. Y también para hacerle justicia a Cris, a quien le encantaba cultivar su cuerpo. Así que lo primero que me dije fue: “A ponerse a entrenar”, porque sé que ella se querría ver representada de cierta manera.
-¿Conociste muchos actores?
-Sí, los actores que forman parte del elenco son maravillosos y me ayudaron un montón porque, si bien yo me había formado y había actuado, nunca había protagonizado y menos en otro país y una serie de un personaje real en otro acento. Había muchas cosas en juego y entonces me acompañaron. Me dejé aconsejar por ellos y me cuidaron mucho; fueron muy generosos conmigo. Tuve los mejores compañeros, la verdad.
-Tuve la posibilidad de estar en el evento presentación de la serie, donde no faltó Flor de la V, Moria... ¿Cómo fue el encuentro con ellas?
-Fue un shock. A Moria tuve el placer de conocerla la última vez que estuve en Argentina después del rodaje y es una persona fascinante. Yo les hablo a mis amigos de París de Moria y se fascinan porque no existe una figura así en otro país. Es una cosa mitológica. Entonces es un placer aunque estoy un poco tímida siempre que la veo. Y con Flor fue la primera vez y para mí significó mucho que estuviese apoyando el proyecto, que apareciese ahí. Y si bien el proyecto va sobre la vida de Cris, yo le dije en ese momento que quería celebrarla en ese estreno a ella también porque es una inspiración, es un ícono y ha roto muchos techos de cristal en su carrera y sigue estando en una posición de poder. Y a mí no hay nada que me inspire más que una mujer en su posición.
-Mucho se habló de lo que tenías puesto ese día: un vestido basado en algo que usó Cris en su último cumpleaños...
-Sí, pensé que en el estreno era el momento de hacerle un tributo a Cris, así que hicimos una réplica con el nuevo director creativo de Moschino en París. Es un vestido atrevido, pero el estreno era el momento para eso.
-¿Encontraste ropa de ella? ¿Pudiste usarla?
-Sí, su mejor amiga Jorgelina me dio algunas prendas con mucho cariño y yo las guardo, las atesoro. En la serie sale, por ejemplo, un brazalete que fue de ella y para mí es muy impactante.
-¿Cómo fue contarle a tu mamá que habías conseguido el papel de tu vida?
-Mi mamá no se extraña de nada. Me fui con 17 años de casa y desde entonces no he parado; he hecho de todo. Sí esto tiene una relevancia un poco más fuerte en mi vida y se emocionó. Fue un momento muy lindo pero como en España decimos: “Está curada de espantos” (risas). A veces la llamo y le digo: “Te tengo que contar algo...” y me dice: “¿Y ahora qué?” (risas).
-Seguro es tu fan número uno...
-No sé, las madres andaluzas son de carácter y también te hacen críticas.
-¿La familia siempre te acompañó en este mundo creativo?
-Mi mamá sí, el resto (por desgracia) no tanto. Mi papá falleció cuando yo tenía 19 años entonces siempre me queda la duda. Él en su momento me acompañó aunque tenía más reservas, tenía cierto miedo en lo que me podía convertir, pero hasta el día de hoy me pregunto qué diría.
-¿Y qué pensás que diría?
-No lo sé. Espero que estuviese orgulloso.
-Acá encuentro una diferencia con Cris porque en su vida su papá acompañó mucho el proceso y a su mamá le costó más...
-Sí, su papá fue como el elemento más dulce de su familia junto con su hermano. La mamá la acaba aceptando, pero su problema no era el de tener una hija sino la sociedad. Ella tenía mucho miedo de lo que le pudiera pasar a Cris entonces es interesante que contemos esto en una historia para que otras familias vean que por ahí muchos padres rechazan a sus hijos por el miedo a lo que les pueda pasar fuera. Y lo que tienen que entender es que cuanto más amor le des a una persona en casa, mejor va a ser su vida; independientemente de lo que decidan después. Creo que es fundamental dar amor, escuchar y ver la verdad de las personas. Muchas veces ponemos muchos clichés, muchos miedos encima de eso. Por eso, yo animo a la gente a mirar a las personas de una manera genuina, de una manera transparente y a escuchar su historia. No hay nada más sencillo y a la vez más poderoso para cambiar las cosas que eso.
-Hoy tu vida transcurre en París, ¿qué tiene París para que Mina la haya elegido?
-¡Qué no tiene París! París fue siempre una ciudad en la que yo desde pequeñita soñaba con vivir. Salgo de Granada, llego a Madrid, voy a Barcelona, voy a Berlín y allí empieza a emerger una carrera como modelo entonces eso me permite llegar a París y empezar a trabajar ahí. Y si bien ahora ya no trabajo tanto de modelo y me dedico más a temas artísticos, fue un poco como la catapulta llegar a la ciudad de la moda. París tiene algo glamoroso e inspirador pero, a la vez, es una ciudad dura, una ciudad fría. Los franceses no son las personas más simpáticas del mundo.
-¿Tenés ganas de seguir construyendo tu carrera allí?
-Te digo la verdad: aprendí a vivir el momento. Mi plan es volver a París cuando termine esta promoción, pero nunca se sabe a dónde te va a llevar la vida. No quiero planear de antemano y menos en este momento.
-Y más conociendo tu historia donde no te llegó todo esto de un día para el otro. Hiciste un gran recorrido y pasaste por un montón de cosas; fue un camino que seguramente vino con muchas mochilas...
-Sí, desde muy pequeñita he intentado tocar todas las puertas posibles, he luchado mucho, he actuado en los lugares más recónditos que te puedas imaginar. Y esta naturaleza de viajar y de vivir en muchos países siempre ha sido para encontrar la oportunidad, para buscar oportunidades. “Aquí no me lo ponen fácil, no hay problema... me voy de aquí”, dije una y otra vez. Nunca he bajado los brazos porque creo en mí. Aparte cuando la gente no te viene con las oportunidades en una bandeja, hay que buscarlas.
-Este personaje te va a abrir muchísimas puertas y va a hacer que te conozca un montón de gente... ¿Con qué soñás? ¿Cuál es el próximo paso?
-No quiero proyectar algo en concreto, pero siempre digo que a mí lo que me gusta es contar historias. Contar historias que sean inspiradoras, que me emocionen y que si incluso pueden generar un cambio en la sociedad, mucho mejor. Entonces quiero seguir contando buenas historias que me hagan sentir algo y que me conecten.
-¿Por qué hay que ver esta historia?
-Yo creo que Cris Miró, el ícono de los 90, cambió una sociedad, cambió una mentalidad y marcó nuestras vidas. La serie nos va a hablar de la persona, de su vulnerabilidad, de su sensibilidad, de su humor. También, nos va a hacer romper moldes, nos va a hacer empatizar con ella de otra manera porque quizá los que la conocimos en sus apariciones de televisión no vimos esa faceta suya.
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