Transita la recta final de su embarazo llena de energía, dispuesta a hacerle frente a los desafíos. La duquesa de Sussex , que hace unos días reveló que su hijo –aún no se conoce el sexo– nacerá a finales de abril o principios de mayo, acapara la atención con cada gesto y en todas sus apariciones públicas. Con ilusión de primeriza y cada vez mejor posicionada en su rol de royal, Meghan cumple con una agenda bastante colmada, que incluye desde ultimar junto con su marido, el príncipe Harry , los detalles de la mudanza a Frogmore Cottage, en Windsor –se mudan el mes próximo– hasta los encuentros con la doula que los asistirá antes y durante el parto y los compromisos oficiales. La panza que crece, el look (cada vez más estudiado) y sus decisiones –innovadoras y algunas, fuera de protocolo– la ponen en escena con protagonismo absoluto, tal como sucedía en los tiempos en que brillaba en Suits, la serie televisiva con la que aprendió a sobrellevar que las miradas se posaran siempre sobre ella.
A MÍ MANERA
Al parecer, el nacimiento de su primogénito será, en gran medida, "a su manera", que suele ser un tanto diferente de lo que se acostumbra en el seno de los Windsor. Quizá motivada por su inclinación al yoga, el mindfullness y otras prácticas holísticas, Meghan habría revolucionado las tradiciones reales contratando a una doula, una persona que acompaña, informa y brinda apoyo a las mujeres durante el embarazo, el parto y el posparto. La prensa extranjera señala como la elegida para el trabajo a Lauren Mishcon, una mujer que empezó su carrera en una agencia de actores pero, tras el nacimiento de su primer hijo, decidió dedicarse de lleno a ayudar a otras mujeres a que vivan sus partos de una manera empoderada. En la página web de la asociación Doula UK, la propia Lauren dio una pista. Al ser consultada al respecto, por discreción, publicó un emoji guiñando un ojo. "Estoy ocupada en primavera, no podría decir", escribió Lauren, que tiene una conexión royal al estar casada con Oliver Mishcon, el nieto del abogado Lord Mishcon, cuya firma de abogados manejó el divorcio de Diana y el príncipe Carlos.
A pesar de que se daba por seguro que el nacimiento tendría lugar en el Frimley Park Hospital, situado en Surrey, a treinta minutos de auto de su nueva residencia, ahora se baraja la posibilidad de que suceda en el Ala Lindo del hospital St. Mary de Londres, el mismo en el que dio a luz su concuñada, la duquesa de Cambridge. Al parecer, se filtró que todos los empleados fueron notificados de no tomar vacaciones durante abril y eso levantó sospechas.
Si bien es cierto que el exclusivo Ala Lindo está a casi una hora de distancia y los obligaría a conducir por el tráfico de Londres hasta llegar a destino, allí Meghan podría estar segura de tener el mejor tratamiento: la unidad de maternidad de seis mil libras por noche ofrece a las madres un tratamiento cinco estrellas, con habitaciones privadas y baños en suite, un masaje después del parto o un té por la tarde para celebrar el nacimiento del bebé.
COMO EN LOS VIEJOS TIEMPOS
Más allá de prepararse para ser mamá, Meghan no descuida sus deberes como duquesa de Sussex. El miércoles 30 cumplió en solitario con su primer acto como patrona del National Theatre: hizo una extensa visita durante la cual participó en un taller con miembros de la compañía Pericles, después, se acercó a conocer a los aprendices que trabajan como técnicos en varios departamentos como carpintería, metalurgia y puntura y, por último, presenció la actuación inspirada en War Horse, interpretada por chicos de primaria.
A principios de año, el Palacio de Kensington anunció que asumiría nuevas responsabilidades en cuatro organizaciones que reflejan las causas con las que ha estadomás relacionada, incluidas las artes, la educación, las mujeres y el bienestar animal. Durante 45 años, Isabel II fue quien ejerció el patronazgo del National Theatre, que ahora pasó a la mujer de su nieto, a quien se esmeró por incluir a la familia desde un primer momento.
Además de protagonizar durante diez años Suits, Meghan se graduó en Teatro y Relaciones Internacionales en la Norhwestern University y fue voluntaria en un programa de artes escénicas para chicos necesitados de varias escuelas de Los Ángeles. Por eso, para ella, el teatro va más allá de la actuación y es una forma de incluir y generar vínculos.
EMPODERAR A LAS MUJERES
Dos días más tarde, Meghan volvió a "pisar las tablas". Fue en Bristol, a donde llegó acompañada por su marido y, tal como suele ocurrirles en cada aparición pública, los recibieron con ovaciones en la calle, como a dos auténticos rockstars. La primera parada fue en el Bristol Old Vic. Construido en el año 1766 como un lugar de reunión para los ciudadanos de la localidad, se trata del teatro de habla inglesa más antiguo del mundo de todos los que están en funcionamiento en la actualidad. Además de recorrerlo, participaron de un taller que se enmarca en el programa de divulgación del teatro y al que habitualmente asisten niños de varias escuelas locales.
De todas la actividades de ese extenso día, su paso por One25, una organización benéfica que lucha por liberar a las mujeres del trabajo sexual en la calle y la adicción, fue la que más dio que hablar. Meghan volvió a tomar distancia del protocolo para dejar su huella. En esta ocasión, mientras ayudaba a los voluntarios a empaquetar la comida que después reparte la asociación, aprovechó para enviar mensajes de apoyo y ánimo a todas aquellas mujeres que tratan de rehacer su vida. "Sos valiente" o "sos fuerte", acompañados por un corazón, fueron algunas de las frases que les escribió sobre las cáscaras de las bananas que estaban en las viandas. "La duquesa preguntó si podía escribir mensajes en las bananas para empoderar a las mujeres. Un gesto sencillo y una manera de incorporar positivismo a quienes necesitan una inyección de autoestima. Su Alteza Real tomó esta idea de un acto de un trabajador de una cafetería de un colegio en Estados Unidos que escribía mensajes a los chicos, y la duquesa quiso hacer lo mismo para otras personas en necesidad", explicó el Palacio de Kensington junto al video que causó furor en las redes sociales.
Con estilo propio y gestos rebeldes, la mujer del príncipe Harry cobra protagonismo entre los Windsor y no puede evitar que las miradas se posen sobre ella.
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