MasterChef Celebrity: a horas del debut, los famosos revelan sus tácticas en la cocina y su mejor plato
Después el éxito de Bake Off Argentina, esta noche Telefe saldrá a la cancha con otro reality de cocina. Luego de sus exitosas ediciones en 2014 y 2015, MasterChef vuelve a la pantalla chica, aunque esta vez con algunos cambios: tendrá un formato diario (irá de lunes a jueves, a las 22.30) y una gala de eliminación los domingos, a las 22, pero además sus participantes son todos famosos.
Con la conducción de Santiago del Moro y un riguroso jurado compuesto por Donato de Santis, Damián Betular y Germán Martitegui, cada emisión será un desafío en el que los famosos recorrerán diversos estilos gastronómicos y un mix de sensaciones. A horas de debutar en la cocina más famosa de la televisión, Roberto Moldavsky, Victoria Xipolitakis, Rocío Marengo, Analía Franchín y Belu Lucius charlaron con LA NACION y, tras reconocerse muy fans del programa, revelaron cuáles serán sus tácticas para llegar a la final de MasterChef Celebrity.
Si bien la propuesta es super tentadora, Masterchef Celebrity no sólo es la posibilidad de mostrar un talento desconocido, sino también de volver a la pantalla en una época donde varios proyectos se truncaron debido a la pandemia. Tal es el caso de Vicky Xipolitakis, que desde hace un tiempo está abocada a la crianza de su hijo Salvador Uriel. "Vengo a dejar todo. Es un placer poder ser parte de este gran proyecto, así que estoy muy agradecida a Telefe, a Box Fish (la productora) y a Santiago del Moro por tenerme en cuenta y darme trabajo cuando más lo necesito, ya que tengo una familia que mantener", dijo la mediática mientras asegura que planea divertirse y "llegar lo más lejos posible" en esta competencia.
"Nos estamos preparando con mucha garra, le estamos poniendo una pasión increíble. Creo que todos empezamos a cocinar más, a probar distintas alternativas, pero quizá en casa practicás para hacer un soufflé y en el programa la consigna es hacer pato; entonces es muy difícil", comentó Analía Franchín, que no dudó un segundo en aceptar el desafío ni bien le llegó la propuesta.
No sabemos cuánto nos sorprenderán en la cocina, de lo que sí estamos seguros es que Belu Lucius y Roberto Moldavsky van a ponerle mucho humor y picardía a sus platos. Al coincidir en que sus conocimientos gastronómicos son muy limitados, esta dupla confesó estar aprovechando el tiempo que le queda para ver muchos programas de gastronomía. "Cuando me pongo a tratar de crear algo nuevo es donde empiezan los desastres. Entonces tengo que profundizar lo poco que sé, tratar de estar fuerte ahí y practicar esa parte", señaló el comediante que se define como "un paladar todo terreno".
Si bien Rocío Marengo conoce a la perfección el género del reality show, la modelo reveló que lejos de ser una ventaja, su experiencia en la versión chilena de este formato le puede jugar en contra. "Tengo una presión infernal. Mis amigas, mi familia, todo el mundo está diciéndome que me tiene que ir bien, así que estoy muy nerviosa. Yo en Masterchef Chile entré a divertirme, sabiendo que si me equivocaba estaba todo bien, pero después el juego me llevó a presionarme porque quería avanzar", comentó, quién sorpresivamente llegó hasta las instancias finales.
Tras advertir que cualquiera puede resultar ganador, la actriz le dio algunos consejos a sus rivales y reveló que la clave está en "aprender y superarse". "No me preocupa empezar tropezando porque este es un juego que es día a día. Por ahí un reto de una semana te puede transformar en la mejor cocinera y a la siguiente, tenés que empezar de cero de vuelta. Yo en Chile me puse las pilas, estudié, tuve platos donde me lucí un montón y otros donde la pifié feo, pero le puse garra y me levanté cada vez que me caí", recalcó la novia de Eduardo Fort que tuvo que interrumpir su convivencia (ya que el empresario es paciente de riesgo) para sumarse a este proyecto.
Los cinco participantes rescatan que el "cocinar bajo presión" es lo que más nerviosos los pone. Mientras Moldavsky compara la situación con un restaurante lleno "en el que te piden miles de platos por segundo y en el que sabés que el tipo que se los va a comer capaz te re putea". Franchín considera que los sabores son muy subjetivos. "Depende de los gustos personales del jurado. Por ahí a uno un plato le parece riquísimo y a otro espantoso y el plato es el mismo. Por eso hay mucho azar en esto, es una lotería. Más allá de que uno sepa cocinar o no, un champignon te puede dejar afuera de la competencia. Está bueno porque el que mejor cocina no se duerme en los laureles y el que no tiene tanta habilidad tiene chances", indicó.
Enseguida, y casi como si les hubiera sacado una radiografía, la panelista de radio y televisión hizo referencia a las tres eminencias que estarán a cargo de evaluarlos. "Le tengo respeto a los tres, pero debo confesar que entré teniéndole más miedo a Germán (Martitegui). Es muy bravo en cuanto a las devoluciones aunque Donato (de Santis), con esa sonrisita, no se queda atrás. Y Damián (Betular), con esa carita de bueno, te da devoluciones cortas, concisas y letales", opinó sin filtro.
"Yo cuando voy a la devolución trato de ir de muy buen ánimo sabiendo que me van a castigar. Me han dicho cosas fuertes como: incomible, amargo, de todo. Con Martitegui podría decirse que tengo una relación de amor-odio. Yo lo amo y él me odia. El Tano (en referencia a Donato) te castiga con ese acentito y hasta suena lindo lo que dice y Betular es el que más explica las cosas. Te puede castigar, pero siempre te va a regalar un consejo", reflexionó Moldavsky sabiendo que tiene fecha de vencimiento "como la mayonesa" en la competencia.
Mientras Xipolitakis asegura sentirse como en el colegio con estos "tres maestros", la influencer del grupo advirtió que lo único que la preocupa son los accidentes que pueda llegar a sufrir en la cocina. "Yo le tengo más miedo a los cuchillos afilados y a los hornos calientes que al jurado. Parece que no pero el tiempo pasa muy rápido y estás cocinando con mucho nervio. A mí el primer día me temblaba la mano literal. De hecho, me he cortado varias veces", reveló Lucius al tiempo que Moldavsky mostraba su mano vendada a causa de una quemadura con el horno.
"En mi caso me cargan porque llego siempre con el plato y una venda, me voy cortando, quemando, así que lo único que espero es que me salga bien el plato y que me quede el cuerpo como lo tenía antes", bromeó el exvendedor de ropa que a los 50 decidió dedicarse al stand up.
Receta para llegar a la final
Como muestra la experiencia, no sólo es importante el talento culinario para permanecer en el certamen. El humor, la creatividad, los detalles, la elección de los ingredientes o la historia personal que haya detrás de cada plato serán fundamentales para seguir en carrera. Mientras su destreza es la rapidez y su defecto la desprolijidad, Xipolitakis aclara que "acá participan los platos y eligen los paladares de los jurados".
Sin embargo, la modelo reveló cuáles son las tácticas que llevará a cabo para ganar: "En mi cocina nunca va a faltar la alegría, que es lo que siempre llevo a todos lados. Todo lo que hago, lo hago con amor y magia porque cuando tenés magia no necesitás trucos. No hay nada más lindo que crear, dar amor y en este caso llenar las panzas con algo rico", indicó, quién se empezó a vincular mucho más con el arte culinario después de ser mamá.
"Yo me apoyo mucho en mi belleza física", bromeó Roberto despertando la carcajada unánime de sus compañeras. Ya con un tono más serio, comentó: "Obviamente que la voy a pelear con el humor. Es la única que me queda. Ese mismo humor que uso cuando peleo un precio, o para cualquier cosa en la vida. Claramente no me llamaron por lo que cocino, aunque hay un pensamiento de que los gordos cocinan. Si come, cocina. Yo solo como pero bueno".
Por su parte, la instagramer promete tomar riesgos, aunque es consciente de que un error repentino la puede dejar fuera de concurso. "Se te pasó la carne tres minutos, te la olvidaste en el horno y de ser el que mejor cocinás pasás a tener el peor plato y vas a la gala de eliminación. Simplemente por haber desatendido tres minutos una carne", se quejó Lucius dando a entender que nadie tiene el triunfo asegurado.
El plato estrella
Como en todos los aspectos de la vida, cada uno sabe cuál es su punto fuerte, esa habilidad o ese caballito de batalla con el que sabe que no puede fallar, a pesar de no ser un experto en el tema. Tras puntuarse con un ocho en la cocina, Franchín reconoce hacer las mejores milanesas del planeta. "Mis milanesas son mortales y mi tortilla también. Tan mortales que una vez vinieron a comer Mirtha Legrand y Graciela Borges y me pidieron por favor que se las hiciera, pero acá no puedo presentarle al jurado una milanesa porque no es nada original, excepto que le ponga una frutilla arriba", disparó.
En tanto, Lucius aseguró que su gran plato es el asado, pero el gran problema es que en el certamen no hay parrilla. "Estoy confiada en que en algún momento va a aparecer un chulengo en el medio del estudio. También sé cocinar mucha comida para niños así que espero que en algún momento nos toque hacer algún menú infantil; ahí sí me voy a sentir en mi salsa", advirtió la mamá de Bautista y Benjamín, frutos de su relación con el rugbier Javier Ortega Desio.
"Yo en cambio espero ansiosa un reto de pastelería. Soy muy golosa", interrumpió Marengo que en ese caso ya tiene pensado qué postre va a preparar. "El brazo de reina es una receta que no falla ni de casualidad. Es un postre de Chile, acá sería como un arrollado con dulce de leche casero que no saben lo que es", explicó la rubia, acusada de "coimear" al jurado con chocolates.
Además de platos irresistibles, los famosos también hablaron de esos aliados a la hora de cocinar. Mientras Marengo asegura extrañar un montón su amplia mesada, Franchín se quejó por no poder llevar su utensilio favorito, ese con el que se siente híper segura. "A mí me pasa que, además de que no es mi cocina y no sé donde están guardadas las cosas, me falta mi espátula blanca, está viejita pero la uso para todo; sin eso me trabo", reveló, casi rogándole a la producción para que se la dejen llevar en el bolsillo.
Mientras escuchaba atento, Moldavsky se burló de la experta en comida saludable: "Algo que me vuelve loco y que ya me marea es la cantidad de cosas que hay en esa cocina y Analía se queja porque le falta una espátula. En mi caso, hay un montón de cosas que ni sé para qué son", lanzó sin poder creer el reclamo de su compañera. Y tras marcar las claras diferencias entre él y sus contrincantes, el actor aprovechó para "incendiar" a Marengo públicamente: "Antes de empezar a cocinar, el otro día se puso a llorar. Antes de empezar, imagínense cuando al jurado no le guste su plato".
"Yo lloro un ratito y se me pasa. Es que estoy muy nerviosa, todavía no relajo, estoy muy presionada", se defendió la mediática aunque enseguida amenazó a sus rivales: "Les digo una cosa, a ustedes que son mis competidores, si no me sacan en estos primeros días, prepárense porque llego a la final. Yo ahora estoy tímida, con vergüenza porque tengo mil problemas, pero en cuanto agarre confianza, hasta la final no paro".
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