María Abadi, entre la actuación, la astrología, su “adicción” a la terapia y un noviazgo en casas separadas
La actriz dialogó con LA NACION acerca del desafío de hacer cine de género, su experiencia haciendo cartas natales “a la gorra” y los proyectos que tiene por delante
- 7 minutos de lectura'
Hija de psicoanalistas, María Abadi pensó alguna vez en seguir los pasos de sus padres, pero el azar o el destino la pusieron en un set y en los últimos diez años trabajó en cine, teatro y televisión. Además, estudió astrología y hoy es otra salida laboral, aunque nunca se propuso que así sea.
En diálogo con LA NACION, la actriz hablo del estreno de Mete miedo, el thriller de terror que se estrena en los cines el jueves 29, de sus proyectos, de cómo la astrología cambió su perspectiva y de la importancia de la terapia en su vida.
-Hacer una película de género es todo un desafío, ¿no?
-Me convocaron a fines del 2019, para filmar justo cuando arrancó la pandemia. En ese momento me divertía hacer una película de género y también me daba miedo actuar algo tan alejado a lo que estoy acostumbrada. Pero era un desafío, y me interesaba el equipo. La película se retrasó un año y después tomó otro significado porque fue la vuelta al trabajo. Entonces se fueron las dudas que tenía. No soy muy fan del terror tampoco, pero me gustó el equipo, Néstor Sánchez Sotelo trabaja mucho en el género desde hace años y trajo una mirada nueva, distinta.
-¿Cómo fue la experiencia?
-Fue un rodaje hermoso, a pesar de mis miedos y resistencias por una experiencia pasada que no fue tan positiva. Y había mucha alegría por el reinicio laboral. Me resultó muy divertido, vi la peli hace unos meses, aunque no puedo decir nada porque me cuesta un montón verme; no puedo ser objetiva. Pero la peli está muy bien filmada y funciona. Es un desafío porque fue un protagónico y hay escenas en las que digo: “Ay, por qué actué esto”. Y en otras escenas estoy conforme. Y después de esa peli vino mucho trabajo, especialmente en plataformas.
-¿Qué hiciste?
-Hice la segunda temporada de Casi feliz, que está en Netflix. Y después fui a Colombia a filmar la tercera temporada de La reina del sur, con Kate del Castillo. Son 60 capítulos y yo participo en 15. Grabé una parte en la Argentina y otra en Colombia. Fue una muy buena experiencia, una súper producción en otro país, y se estrena en Telemundo primero y luego también en Netflix, a mediados de octubre. Inmediatamente después hice Medusa, que dirige Jazmín Stuart y se va a estrenar en Paramount+. Fue una experiencia maravillosa por el proyecto y por el grupo humano. Decíamos que éramos los chicos de Verano del ‘98...
-¿Por qué?
-Porque era terminar de grabar y quedarnos charlando durante horas. Tenemos un grupo, seguimos en contacto y ya estamos armando un asado. Y pegado a eso hice Cóndor 105, que es sobre un caso que se llamó Operativo Cóndor, sucedió en el ‘66 cuando un grupo de militantes peronistas secuestraron un avión de Aerolíneas Argentinas que iba a Río Gallegos y lo desviaron a Malvinas, en un plan de soberanía. Es una historia que se conoce poco y es muy interesante. Fuimos a filmar a Río Grande, porque era lo más parecido a Malvinas. Y pronto arranco a rodar algo de lo que todavía no puedo hablar. Todos los proyectos que salieron son muy interesantes; vengo con buena racha. Vivo de esta profesión desde que tengo 18 años y sé que hay altibajos. Me siento una privilegiada.
-¿Alguna vez tuviste que hacer otra cosa para pagar las cuentas?
-No siento que tuve que hacer otra cosa por necesidad. Empecé a trabajar a los 18 años y soy una persona muy ahorrativa. No soy muy gastadora. De hecho, estoy tratando ser más suelta y comprarme más cosas, pero instintivamente me resulta natural ahorrar. Al principio hice muchas tiras y ganaba bien para una chica joven que todavía vivía con sus padres, así que ahorré. Todo lo que hice y hago me gusta, y tiene que ver con mi trabajo. Por ejemplo, doy clases de actuación desde los 25 años. Durante muchos años di clases anuales y después algunos seminarios al año; siempre quise ser profesora de teatro y siempre hago ese chiste, que soy actriz para dar clases.
-Estudiaste astrología, ¿fue por curiosidad o con la intención de dedicarte a eso?
-Diría que soy mejor astróloga que actriz. Pero todavía la actuación es prioridad. Siempre me gustó la astrología, aunque muy de oído. Empecé a tener un vínculo más cercano a la astrología gracias a un amigo de la secundaria, que es astrólogo; en el 2017 hice un curso bastante básico con él. Y todo lo que arranco, en algún momento se me pone serio (risas). Ahora empecé cerámica pero no tengo ningún talento, así que, aunque quiera que la cosa se ponga seria, no se va a dar. Pero con astrología sí, y por eso decidí estudiar más formalmente, aunque al principio me resistí porque no era un deseo hacer la carrera. En realidad, quería estudiar psicología junguiana. Enseguida me copé, pero tampoco imaginé que iba a trabajar como astróloga. El lenguaje me atravesó por completo porque además me encanta la mitología griega, la psicología junguiana, religiones comparadas, la filosofía y se me despertó un mundo interesante que enseguida tuvo mucha importancia en mi vida.
-¿Y cómo terminaste haciendo cartas natales?
-Gracias a un programa de radio. Unos amigos que tienen un programa de radio en El Destape que se llama Caricias, me invitaron a hacer una columna de psicología y fue genial. Uno de los chicos me pidió que le hiciera la carta natal, para practicar porque todavía no había terminado la carrera y no me parecía. Estuvo re bueno el encuentro y cuando terminó el programa dio mi contacto y hubo muchos llamados telefónicos. Durante un tiempo hice cartas a la gorra, lo que también me sirvió como entrenamiento y para saber que me encanta y puedo hacerlo muy bien. Tengo bastante trabajo. Y creció todavía más cuando fui a Vuelta y media, el programa de Sebastián Wainraich en Urbana Play, y me propuso hacer una columna. Tengo mucho trabajo.
-¿Sos de las que pregunta de qué signo es cada persona y qué ascendente tiene?
-Ya no, pero al principio sí porque es un idioma nuevo y te obsesionás. Siempre digo que soy la anti astróloga y que tengo una relación de amor odio con el tema. Con mis amigas astrólogas decidimos ocultar lo que hacemos porque en cuanto alguien se entera, te empieza a preguntar. ¡Es peor que ser médico! Para mí la astrología es un lenguaje para hacerse preguntas, no para responder quién sos y mucho menos saber qué te va a pasar. Es un lenguaje simbólico que trabaja con un tiempo cíclico. Yo sigo haciendo psicoanálisis y terapia astrológica y se combinan.
-Creciste con dos padres psicoanalistas, ¿pensaste en seguir sus pasos?
-Lo pensé obviamente y ahora siento que, de alguna manera, lo terminé haciendo desde un lugar distinto al que lo hace mi familia [su papá es José Abadi y su mamá, que falleció hace 14 años, Corinne Sacca]. Porque cuando hago una carta natal, más que ver si la Luna está en escorpio y hace conjunción o no a Marte, lo que hago es escuchar a la persona, lo que dice y lo que no dice. Y es un entrenamiento que tengo muy mamado. Aparte hago psicoanálisis desde los 11 años y nunca dejé. Me gusta, soy medio adicta la terapia y en mi sistema no le veo contraindicaciones. Entonces siento que haciendo una carta uso la astrología como guía y como llave, pero escucho a la persona.
-¿Qué te decidió a ser actriz?
-Tal vez es lo menos conocido pero también tiene un lado familiar. Mi papá estudió teatro y actuó durante algunos años. Cuando yo era chica hizo obras que también escribió. De hecho, mis padres se conocieron estudiando teatro con Lito Cruz, aunque no se dedicaron profesionalmente. Entonces, tampoco era un lenguaje tan alejado al de mi casa.
-¿Hablan mucho de psicoanálisis en las mesas familiares?
-De chica pensaba que se hablaba mucho de psicoanálisis, pero en realidad hablamos de pavadas y comemos comida árabe. No mucho más (ríe).
-¿Estás en pareja?
-Sí, con Pablo Fridman que es chef y tiene un restaurante divino que se llama Condarco. Hace dos años y medio que estamos juntos y cada uno vive en su casa.
Temas
Otras noticias de Entrevistas
Más leídas de Personajes
In fraganti. Paul Mescal: amores, coqueteos y conquistas de un Gladiador
Elogios, abrazos y un “piquito”. El celebrado reencuentro de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, a 27 años del estreno de Titanic
"El dolor fue real”. Denzel Washington: su cambio físico, la ayuda que recibió de Lenny Kravitz y una impensada confesión
"Destruido para siempre". La contundente respuesta de Pampita a García Moritán y el nuevo paso que dio en su relación con Martín Pepa