Tras la muerte de su íntimo amigo, Federico Ribero, viajó a Uruguay
La paz de su chacra del Este y la compañía de su novia fueron el mejor refugio para cerrar un mes donde el dolor primó sobre otros sentimientos. El pasado jueves, Marcelo Tinelli (52) armó un pequeño bolso, pasó a buscar a Guillermina Valdes (35) y partieron rumbo a "Guanahani", la casa que tiene sobre las arenas de La Boyita.
En ese marco íntimo y con el amor incondicional de "Guille", Marcelo evocó con cariño a su amigo y maestro, el inolvidable Juan Alberto Badía, de cuya muerte se cumplió el sábado el primer aniversario. En su cuenta de Twitter, escribió una serie de mensajes y se destacó un video en el que se los veía juntos en los tiempos de Badía y Compañía.
Con el mismo amor, seguramente Marcelo también recordó a Federico Ribero, su "hermano del alma", a quien despidió con profundo dolor hace quince días, después de que el empresario luchara contra un cáncer de pleura y con quien vivió momentos inolvidables "del otro lado del charco".
El domingo, a las 22.30, más reconfortado, Marcelo apareció de la mano de la modelo y empresaria en el aeropuerto de Laguna del Sauce. La vuelta a casa era cuestión de minutos.
Fotos: Sebastián Umpiérrez
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