Marcelo “Teto” Medina y una vida de contrastes: de VideoMatch y su estampa de sex symbol a sonadas denuncias y detenciones
En las últimas horas, el conductor fue detenido por participar de una institución acusada de explotación laboral y estafa; sin embargo, esta no es la primera denuncia que enfrenta el mediático. Sus adicciones y sus vínculos tóxicos lo han sentado en el banquillo más de una vez
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Este jueves detuvieron a Marcelo “Teto” Medina en el marco de una causa que investiga reducción a la servidumbre, explotación laboral y estafa. El conductor fue aprehendido en el barrio de Palermo en medio de un allanamiento en simultáneo que dejó un saldo de 17 detenidos entre CABA, Zona Sur y Córdoba. Con la cara cubierta y sus manos esposadas, el exVideoMatch fue trasladado por personal policial delante de las cámaras.
La detención se originó por una denuncia en la cual se acusó a la comunidad terapéutica La Razón de Vivir -orientada a personas con adicciones- de someter a quienes asisten para su rehabilitación a trabajos y servicios de servidumbre con fines de explotación laboral. Allí, Teto Medina trabajaba como operador socioterapéutico y daba charlas motivacionales. “Trabajo en comunidades terapéuticas con chicos que tienen adicciones. Contamos nuestro testimonio y, por otro lado, les contamos sobre la problemática del tema”, dijo tiempo atrás en una entrevista televisiva quién -luego de años de depresión y recaídas- estaba comenzando una nueva vida.
Sus años de mayor exposición en los medios
Nacido el 13 de octubre de 1962 en Rosario del Tala, Entre Ríos, Marcelo José “Teto” Medina fue una estrella de televisión en la década del 90. Si bien comenzó en el medio haciendo comerciales y se desempeñó como gerente de ventas de ESPN, su llegada a VideoMatch le dio popularidad. Allí y al lado de Marcelo Tinelli, Medina pasó de ser comentarista deportivo a humorista. Considerado el “galán” del equipo, el actor también se sumó a Ritmo de la noche, un ciclo de musicales por donde pasaron grandes figuras de la canción nacional e internacional.
Y entre ellas... también estuvo él. Impulsado por el propio conductor del ciclo dominical, el “Teto” lanzó su carrera como cantante con covers de hits como “Chica de humo”, “Gomazo” y “Humo sobre el agua”. Sus ojos azules, su cabellera rubia y su pop melódico inmediatamente enamoró a todas. Tanto que rápidamente tuvo su propio club de fans.
Sus años en la factoría Tinelli le dieron la fama que necesitaba para independizarse y hacer su propio camino. La conducción de Feliz Domingo y el panel de Indiscreciones, junto a Lucho Aviles, fueron sus primeras incursiones en otra faceta: la de conductor. Y no le fue nada mal En 1998, Teto hizo las valijas y se mudó a Asunción del Paraguay para conducir el programa Jugate al 13, proyecto que lo convirtió en una figura muy querida en el país vecino. Sin embargo, al tiempo volvió para encarar un desafío que lo entusiasmaba por demás: coconducir Venite con Georgina junto a Barbarossa.
A pesar de haber estudiado abogacía, periodismo y publicidad, su carrera siguió en el terreno de la conducción. Entre sus más recordados trabajos se encuentran Tetonet (un programa dedicado a la informática), Incorregibles y Vamos que venimos. De 2007 en adelante volvió a trabajar como panelista en ciclos como Convicciones, Lo mejor de Viviana, Bendita TV e Implacables. También volvió a su viejo hogar para ser parte de algunas galas de Bailando por un sueño y Cantando por un sueño.
Si bien su currículum profesional reúne más de 30 años de experiencia en el medio, su recorrido tuvo algunas intermitencias que tuvieron que ver con sus adicciones, su cuadro de depresión y las denuncias de violencia de género por parte de algunas mujeres que pasaron por su vida. Sin embargo, y muy por el contrario de lo que sucede con otras figuras, su fama nunca estuvo en riesgo. Ya sea por su apodo, sus covers pegadizos o sus escándalos, el Teto siempre estuvo vigente.
Sus años más oscuros
Así como Marcelo Medina conoció el éxito y la fama durante los 90, también conoció el lado B de estos términos: la noche y los excesos. Padre de Macarena y Juan Cruz, el conductor estuvo casado por más de 20 años con la madre de sus hijos, aunque su matrimonio sufrió un impasse cuando vivió un apasionado affaire con Claudia Neumann, la mamá de Nicole y Gege.
Y si bien siempre se encargó de mantener su vida privada lejos de los flashes, sus adicciones, sus conflictivas relaciones amorosas y algunas denuncias lo volvieron a poner en el centro de la escena. Mientras que en 2012 la modelo Noelia Iglesias lo acusó de obligarla a consumir cocaína mientras mantenían relaciones sexuales, seis años después ocurrió algo similar cuando su expareja, Mónica Fernández, lo denunció por abuso y violencia de género.
Según sus dichos, Medina la habría amenazado con un arma para que lo acompañara a conseguir droga al partido de Almirante Brown, provincia de Buenos Aires. “Solicité la detención porque entiendo que hay pruebas suficientes. La causa es por abuso sexual y coacción agravada por el uso de armas de fuego. Ambas superan los tres años de condena, es decir, no es excarcelable. Debería estar detenido”, indicó en 2019 el abogado de Fernández, Alejandro Cipolla.
Ante la repercusión que generó esta acusación, Teto se defendió públicamente: “Es todo mentira. Tengo cuatro hermanas mujeres, una hija. Imaginate si yo puedo hacer eso. Me mato antes. Es despecho, despecho, despecho. Es la segunda vez que me pasa”, dijo el panelista por CNN Radio, advirtiendo que iba a iniciar acciones legales.
Sin embargo, días después, reconoció su problema de adicciones y depresión y su familia decidió internarlo en una clínica de rehabilitación, en Quilmes.
Su nueva vida: recuperación, charlas motivacionales y nuevas denuncias
Tras recibir el alta médica a los cuatro meses, Teto Medina volvió a trabajar en los medios en REC, un segmento de elnueve que solo se podía ver en las plataformas digitales de la emisora y en sus redes sociales. Si bien era un espacio del que ya se había hecho cargo antes de su internación y por el que pasaron Claudio Pérez y Edith Hermida ante su ausencia, con su vuelta el ciclo se renovó. “El trabajo es sanador, y eso es muy bueno (...) Volví a trabajar, que es lo más importante, le agradezco mucho a Canal Nueve”, dijo en un móvil con LAM.
Sin embargo, su paso por rehabilitación le dejó una nueva profesión: operador socioterapéutico especialista en adicciones. “Trabajo en comunidades terapéuticas con chicos que tienen adicciones; contamos nuestro testimonio y por otro lado, les contamos sobre la problemática del tema”, reveló a mediados de 2021 en una entrevista con Silvestre en la noche, un ciclo emitido por la pantalla de Canal 9 de Salta.
Allí, el animador televisivo contó en qué consistía este cambio de vida rotundo que se había propuesto. “Estoy entusiasmadísimo con esto, porque a partir de esa vivencia me involucré más. Lo mismo que le digo a los chicos se los digo a las familias: ‘Vos podés tener a alguien un año internado pero si cuando uno sale vuelve a la misma familia, va a volver a tener el mismo problema”, reflexionó Medina, quien encontró una nueva motivación personal y laboral en la ayuda y la contención a quienes más lo necesitaban.
“Lo más importante de todo es que cuando uno está mal tiene que saber pedir ayuda. Hay que aprender a pedir ayuda, reconocer que uno solo no puede. Hay una salida”, insistió dando cuenta de su experiencia. Y en esa charla aclaró que su rol tiene ciertas limitaciones, por lo que trabaja de forma complementaria con profesionales de la salud: “Nosotros somos los de campo y vivimos el día a día del paciente, pero después lo derivamos a un profesional de la psiquiatría o psicología, según corresponda”, explicó.
Tras asegurar que vivió en carne propia la sensación de que no había más motivos por los que seguir, Medina confesó que encontró en la terapia de grupo una razón para salir adelante: “Ahí me decidí a estudiar esto y profundizar sobre el tema. Hay que enseñarle a la gente que no hay que esconder las cosas, que hay que hablarlas, porque esa es la mejor manera de resolver el conflicto, con la bondad y humildad de acercarse a alguien y pedir esa ayuda”, sentenció.
Identificado con esos “campeones que eligieron recuperarse para que su familia deje de sufrir”, el conductor confesó que en esas charlas encontró la felicidad: “Cuando tengo 40 ó 50 chicos con problemas de adicción les hablo, cuento mi experiencia, los escucho y les explico que esto se cura si uno aprende a sacarlo para afuera”, reveló.
“Siempre se dice que uno tiene vidrio molido adentro cuando se angustia hasta que llega un momento que explota. Lo importante es aprender a compartir y sobre todo en estos grupos donde no hay uno mejor o uno peor que el otro. Todos tienen problemas similares y yo aprendo y sano con ellos”, concluyó quien esta mañana fue detenido por su labor en esta institución.
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