Marcelo Polino habló sobre su pelea con Yanina Latorre: “Me duele cuando dicen mentiras y se meten con asuntos personales”
El periodista pasó por Socios del espectáculo y habló de todo: su distanciamiento con su otrora gran amiga, las críticas a Flor Peña y el conflicto entre Luli Salazar y Martín Redrado
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Este martes, Marcelo Polino pasó por el piso de Socios del espectáculo y habló de todo: las críticas a su amiga Florencia Peña, su distanciamiento con Yanina Latorre y la guerra Salazar-Redrado. Además, se animó a tirar unos pasos con los conductores e inauguró la tercera hamaca del ciclo, donde abrió su corazón y mostró parte de su intimidad.
Luego de compartir más de un año laboral con Florencia Peña en Flor de equipo, el periodista hizo referencia a las críticas que su amiga recibió tras su debut en América. “Me parece que hubo mucho énfasis hacia lo personal. Te puede gustar o no un programa pero ya hablar de una carrera terminada, que es su final me parece que no está bueno para nadie”, opinó.
“Yo la vi el viernes, agarré lo mejorado”, bromeó mientras reveló que le dio unos tips pero “desde un lado constructivo”. “Ella es muy buena compañera, sabe escuchar pero cuando te matan tanto llega un momento que te duele, por más que tengas espalda”, señaló en defensa de la conductora.
Respecto a su abrazo a Paulo Kablan tras ganar el Martín Fierro como Mejor Panelista de TV, Polino aclaró que no fue un gesto contra Yanina Latorre, quién también estaba nominada y de quién se distanció en el verano. “Yo no era amigo de Pablo. Me hice muy amigo de él y su mujer, es una persona que quiero un montón. Yo festejo a favor, no cuando a alguien le va mal”, advirtió.
“¿Si hubiera ganado Yanina hubieras ido a felicitarla?”, preguntó una de las panelistas del ciclo de eltrece. “No sé, no creo. A mí no me gusta cuando se meten con asuntos personales. No me gusta pelearme con mis compañeros. Yo hace 27 años que trabajo y nunca me peleé con nadie. Dejamos de trabajar juntos por una decisión de la radio, fue hablado, charlado. Después empezaron a agredirme y eso no me gusta”, expresó molesto.
“Me duele cuando se dicen mentiras ¿Cómo voy a hacer echar una persona de un trabajo? Pero bueno, yo tengo 17 años de psicoanálisis y tengo los patitos ordenados después de tanta plata invertida. Cuando tengo un problema voy y lo soluciono con quien lo tengo que solucionar y sigo adelante”, precisó mientras reveló que ni bien Latorre quedó desafectada de Polino Auténtico habló en privado con ella.
“Lo hablamos, hice notas para su programa, le mandé saludos pero ya no puedo meterme en la cabeza del otro, del que agrede. Hablé con ella en privado cuando pasó todo, ya no tengo mucho que decir. No soy de sentarme en todos los programas a hablarlo”, agregó al tiempo que reconocía que Yanina merecía también ganar como panelista. “La televisión se nutre de panelistas todo el tiempo, me parece que eso hay que premiarlo. Yo hubiese nominado a más gente. Yanina es muy funcional, yo trabajé muy bien con ella, no tengo nada malo para decir. Lo único que me dolió es que diga que la hice echar”, repitió.
“Perdí las ganas de ser papá”
En su visita a Socios del espectáculo, Polino inauguró una sección íntima, donde desde una tercera hamaca se animó a abrir su corazón. Tras describir cómo fue su niñez en Tres Arroyos, el periodista habló de algunas de sus obsesiones que se mantienen hasta la actualidad. “No me gustaba la naturaleza. Vivía encerrado en mi casa. Siempre fui muy introvertido con una lengua larga, lo cual era una mala combinación. Sigo con la obsesión de tapear las ventanas. Donde voy pongo doble blackout. He llegado hasta poner colchones en las ventanas de un hotel para no ver el mar”, confesó ante la mirada atónita de todo el equipo.
Minutos después, el invitado recordó a su madre, quién murió hace poco por una enfermedad terminal. “Mi mamá me contaba lo que yo hacía en la tele. Murió odiando a Listorti, pobre. Yo le decía: ‘Mamá es un juego’”, reveló, entre risas. “Fue muy difícil su final. Fueron dos años con un cáncer complicado e internaciones. Yo no tengo familia, así que terminaba de trabajar, me sacaba el smoking en el remís y me iba a cuidarla al hospital”, contó conmovido.
Tras definirse como una persona muy ermitaña, el conductor explicó los motivos por los cuales prefiere evitar las fiestas y las grandes reuniones: “Después de tres o cuatro laburos por día quiero estar en casa y no ver a nadie. Cuando voy a una reunión todo el mundo está esperando que llegue el Polino de la tele y eso me agota”, advirtió.
Respecto a su conocido deseo de adoptar un niño, reveló: “Perdí las ganas de ser papá. Durante 10 años hice el trámite de adopción (que se renueva cada dos) y es muy invasivo. Aparte ya si me dan un chico ahora voy a ser el abuelo”, bromeó, quién asegura apoyarse en su círculo de amigos que lo acompañan y en la pequeña Matilda, su ahijada.
Tras nombrar a la pequeña, no tuvo más alternativa que referirse al famoso conflicto entre Luciana Salazar y Martín Redrado. “Si hay alguien que no le importa la vida amorosa Redrado es a Luli, está en otra. Ella no tiene nada en su contra. Cuando fue mamá, hubo un compromiso para con la niña, no con Luciana y eso lo tiene que cumplir porque está firmado. Si eso no se cumple, ella lo reclama desde el lugar que puede”, comentó justificando las explosiones mediáticas de la actriz.
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