Marcela Kloosterboer: un amor lejos de los flashes, los días con Mariano Martínez y la noche en la que Gaudio “se hizo el canchero”
Marcela y su marido, Fernando, llevan 15 años juntos y tienen dos hijos, Juana y Otto; pero antes la actriz tuvo parejas famosas, como Mariano Martínez y el extenista Gastón Gaudio, además de un rumor nunca confirmado de un supuesto romance con Nicolás Cabré
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“Tuve más novios desconocidos que famosos”, asegura Marcela Kloosterboer, que hace 15 años está en pareja con Fernando Sieling y son padres de Juana y Otto. Poco se sabe de su vida privada porque la actriz custodia su intimidad con uñas y dientes. Sin embargo, en estos años juntos no pudieron ocultar un episodio de salud que los puso en jaque. Pero salieron adelante, airosos y siguen apostando a la familia. Antes de conocerlo, tuvo dos novios famosos, Mariano Martínez y Gastón Gaudio y con cada uno vivió situaciones complicadas.
Fernando, que es empresario y músico, todavía jugaba al rugby cuando conoció a Marcela. Fue en una cena con amigos en común, en el 2007. Y según dicen los íntimos, la actriz se derritió cuando él le cantó una canción romántica, mirándola a los ojos. Así la conquistó. Pronto hubo otra cita, la primera los dos solos, en la que aparecieron las diferencias: ella es vegetariana desde los 8 años y Fernando ama hacer asados y, sobre todo, comerlos. Pero nada pudo contra ese amor que empezaba a crecer a pasos agigantados. A los pocos años se mudaron a vivir juntos, se casaron el 7 de noviembre de 2014 por civil y, una semana después, pasaron por la iglesia Santa Teresa del Pilar.
Marcela tuvo una despedida de soltera a lo grande: un viaje a Las Vegas con sus primas. Y otra con sus amigas, en una quinta de zona norte, donde hubo hasta un castillo inflable y todo.
Aunque habla poco de su vida privada, la actriz confesó en una entrevista que su marido es “un tipo muy sencillo, puro, generoso, compañero y seguro de sí mismo”. En la misma nota, sumó: “Él me enseña todo el tiempo a tener otra mirada sobre las cosas. Me hace bien estar a su lado porque saca lo mejor de mí. Nos complementamos como personas y nos acompañamos sin perder nuestra independencia. Creo que eso es fundamental”. Y también contó qué es lo primero que le miró a su marido cuando lo conoció: “Muchas mujeres dicen que no se fijan en el exterior, que miran lo de adentro. La verdad, yo miro los dientes y las manos”, dice entre risas cuando le preguntan sobre el tema.
El 22 de marzo de 2016 nació la primera hija de la pareja, Juana, y el 29 de mayo de 2019 llegó al mundo Otto. Sobre tu maternidad, dice que es “una madre muy dedicada”, de estar presente. “Me gusta la comunicación y permitirles a mis hijos que se puedan expresar. En casa la música está muy presente por mi marido, que es músico. Juana canta mucho, debe saber 40 canciones y las interpreta con él. La veo como artista, pero no me gustaría que arranque de tan chica como lo hice yo. Hoy el medio no es el mismo que cuando empecé a los 12 años. En ese entonces había mucha inocencia y cuidado, más privacidad. Me gustaría que primero tenga más herramientas, que estudie y que pueda empezar más fortalecida”.
Cuando Juana tenía dos años, la pareja hizo su primera escapada romántica, solos. Se fueron a esquiar a San Martín de los Andes y, en ese momento, ella dijo en los medios: “Con Fer nos llevamos bárbaro. Somos grandes compañeros y disfrutamos compartiendo distintas cosas, como venir a esquiar. Es un plan que repetimos desde antes de ponernos de novios y nos encanta. Esquiamos en equipo, a los dos nos gusta tirarnos por cualquier lado y si uno se queda atrás, el otro le hace el aguante. ¿Sabés qué es la montaña para nosotros? Un símbolo de unión”.
Cuando festejaron los diez años juntos ella dijo en una entrevista: “me encanta tener una relación de tantos años, nos disfrutamos mucho, no es un peso. ¡Por suerte, eso aún no nos pasa!”. Y cuando fue su aniversario número 13, ella escribió en sus redes sociales: “Cuántas cosas vivimos, momentos muy felices y muy malos también, compartiendo la vida. Acompañándonos siempre y manteniendo nuestra individualidad. Y lo mejor de todo, nuestros hijos. Lo escribo y sonrío de pensar en ellos y lo enamorados que nos tienen. Gracias mi amor. Te amo”.
El cimbronazo más fuerte
Seguramente, la pareja tuvo discusiones puertas adentro. Pero hubo una situación que se mediatizó y que estuvo relacionada con la salud de Sieling. En octubre de 2016 fue internado en el área de salud mental del Hospital Italiano. Se dijeron muchas cosas hasta que Kloosterboer decidió salir a aclarar que se había tratado de “un pico de estrés”. “Se dijeron disparates. Lo cierto es que no tengo que dar explicaciones de mi vida privada. Preferí apagar la tele, no leer ningún portal y no enterarme de nada”, agregó en esa oportunidad. El mal momento duró algunos meses.
Con respecto a los celos que podrían generar las escenas románticas de la ficción, la propia Marcela señaló en una oportunidad: “No es celoso. Imagino que no debe ser fácil, pero he grabado con Luciano Castro y ayuda que somos amigos”.
Un compañero de trabajo, un gran amor
Se dice que Nicolás Cabré fue uno de sus amores, pero apenas fue un rumor y Marcela Kloosterboer lo aclaró en varias oportunidades. “Yo con Cabré no estuve y Agustina (Cherri) con Mariano, tampoco. La relación que tuvimos con ellos fue cuando hicimos Son amores (entre el 2002 y el 2004), así que las dos salimos con los hermanos Marquesi”, dijo entre risas, recordando el apellido de los actores en la ficción.
Marcela y Mariano Martínez estuvieron juntos un poco más de dos años, y de ese entonces recuerda: “Éramos muy chicos, nosotras tendríamos 19 años y ellos 23. Estaban en la cresta de la ola y no era fácil estar con los galancitos del momento. Tanto Mariano como Nicolás son súper fieles y se portan bien cuando están en pareja. Ellos salían a bailar y era un quilombo. Después aparecía todo en la prensa. Tal vez yo estaba comiendo con Mariano y le decían algo adelante mío, por ejemplo. Pasaron muchos años y era otra época, hoy hay mucho más respeto y creo que si estás sentada con tu pareja comiendo, ninguna mujer le va a decir nada. Y sino las mujeres empoderadas las pondremos en su lugar”.
Sus días con Gastón Gaudio
Kloosterboer conoció al tenista luego de separarse de Mariano Martínez, y fueron pareja durante dos años y medio, entre 2005 y 2008. Ella gozaba de un buen momento laboral, protagonizando las tiras más exitosas y acompañaba a Gastón Gaudio a los torneos internacionales, si su agenda se lo permitía. La actriz contó una vez que se conocieron por amigos en común. Poco se sabe de la intimidad de la pareja, aunque protagonizaron un escándalo mediático, mientras Gaudio jugaba el Master de Shangai, en 2005.
El mismo Gaudio lo contó en el programa de radio Perros de la calle, de Andy Kustnestzoff. “Debo estar en el récord, nadie perdió así nunca en la semifinal del Masters en Shangai. Estaba de novio con Marcela y estaba entre los mejores ocho del mundo, viviendo una historia de película. Llegaba a mi habitación y tenía las almohadas bordadas con mi nombre, mi bata también. La noche anterior a jugar la semifinal me llamaron de una radio, en la que estaba una mujer con la que yo había tenido una historia. Empezamos a hablar y me preguntaron si había muchas geishas. ‘Sí, acá te atienden como reyes’, dije. Fue un chiste, un comentario estúpido y nada más. Y fue un escándalo, cosas de pareja, unos celos estúpidos. O sea, no pasó nada. Tenía que jugar a las 11 de la mañana y eran las 3 y yo seguía con el teléfono. Me quedé mal, estaba angustiado. No lo entendía, no pasaba nada. Fue una estupidez”, contó hace unos años. Y tiempo después Kloosterboer dio su versión en PH Podemos hablar, también delante de Kusnetzoff: “Yo tenía razón, me faltó el respeto y dije ‘me chupa un huevo con quién vas a jugar, con Federer o el que sea’. Le puse los puntos. Me gusta que la gente se haga cargo de lo que hace. En público era muy cancherito y después era ‘perdón, perdón’. No, no es así”.
Más allá de estas parejas de primera plana, la actriz asegura que tuvo “más novios desconocidos que famosos”. “Cada relación tiene lo suyo, pero para mí está bueno que cada uno se dedique a algo totalmente distinto. Es una manera de ampliar mi panorama, llegar a la noche y hablar de cosas diferentes. Si no, se hace un poco denso”, confesó en una oportunidad y los 15 años con Fernando Sieling parecen darle la razón.
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