La periodista cuenta intimidades del reality y da detalles de la “traición” de Martin Salwe, que lejos de contenerla , la engañó; cómo vive el duelo por la reciente muerte de su mamá
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Estuvo durante dos meses en El hotel de los famosos, en eltrece, y en una cálida charla con LA NACION hace el balance de su experiencia, cuenta detalles de lo que sucedía cuando estaba en la casa, dice que “detesta” a Martín Salwe, que era su amigo y que una final entre Alex Caniggia y Locho Loccisano podría ser muy interesante. Majo Martino confiesa que todavía está con las emociones a flor de piel porque su mamá murió hace poco más de un año y se quiebra cuando cuenta que junto a su padre y a sus hermanos pudieron acompañarla y contenerla.
-¿Dudaste en entrar al reality?
-Estoy muy contenta porque era un gran desafío y cuando me lo propusieron sentí que lo tenía que hacer, más allá de todas las dudas que podía llegar a tener porque no se sabía nada, salvo que era un reality en un hotel con 16 participantes y que una mitad iban a ser huéspedes y la otra, empleados. También que había desafíos físicos y lúdico-mentales. Pero me fui sorprendiendo día a día. Hoy, mirando para atrás, puedo decir que la pasé muy bien, me divertí muchísimo y también la pasé muy mal a nivel anímico y de convivencia. Pero me quedo con lo positivo. Estuve dos meses y no tuvimos teléfonos nunca: nos los sacaron a la entrada y te lo daban cuando quedabas eliminada. Sin contacto con los que querés, sin música, sin reloj. Y la verdad es que no extrañé el teléfono y no necesitaba Internet porque todo tu mundo empieza a girar ahí adentro, como en un universo paralelo. Y los condimentos del reality hacen que tengas las emociones a flor de piel.
-¿Qué pensabas?
-En que tenés que estar fuerte físicamente para superar las pruebas y seguir quedándote y tenés que llevarte bien con tus compañeros para que no te voten y te manden a la instancia de la H. Inevitablemente te comparás con el resto. Y además hubo gente con personalidades muy ásperas.
-¿Quién te sorprendió para mal?
-A Martin Salwe lo detesto (ríe). Éramos amigos. Durante muchos años trabajé en Ideas del Sur cubriendo las noches y cuando necesité hacer otra cosa, en el 2018, porque ya no podía acostarme siempre tan tarde, contrataron a Martín y nos hicimos amigos, porque le di todas las directivas, le expliqué qué le convenía y hasta le di consejos de cómo tenía que hablar con los jefes cuando necesitaba pedir aumento, o poner límites o pedir algo. No era mi mejor amigo, pero si teníamos una amistad del trabajo. En mi cumple de 2021 invité a veinte personas y entre ellas estaba Martín. En el último tiempo nos hicimos más apegados porque sabíamos que íbamos a entrar en el reality y decíamos que íbamos a estar el uno para el otro, que íbamos a poder contenernos y decíamos, ‘qué bueno que entramos con un amigo’. Además yo estaba muy sensible porque mi mamá partió hace poquito más de un año y todavía estoy de duelo. Entonces tenía miedo de estar muy triste y sentirme sola, con gente que no conozco, quebrarme frente a cámaras. Y Martín me decía que podía contar con él, que me iba a contener si tenía un día malo.
-Pero pasó algo...
-De repente el pibe empezó a hablar mal de mí, a decir que era infumable, que quería que me fuera del reality, le llenó la cabeza a los otros compañeros y les decía que me votaran para que me fuera. Me pareció espantoso. No sé cuál es su estrategia y entiendo que es un juego, pero teníamos un vínculo de antes y teníamos la confianza como para poder hablar. Podría haberme dicho que quería ser el malo del reality, que me iba a votar e ir en contra mío. Si lo hacía al menos estaba avisada y podía seguirlo, si quería.
-Pero te traicionó...
-Claro. Lo hizo en serio. Y hay códigos. Más allá de que sea estrategia o no, me lo hizo. Y yo me puse re mal, y entiendo que es un juego y en algún momento nos íbamos a votar, pero pensé que era más adelante, cuando ya no nos quedaba a quién. Todavía tenía mil para votar. Al principio me dijo que era para el show, y le pedí que me avisara, para que no me doliera. Me dio la razón pero siguió traicionándome. Nunca me avisó nada y siguió votándome.
-¿Pudieron hablar antes de que te fueras?
-Un día hablamos y parecía que nos habíamos entendido, pero siguió haciendo todo sin avisarme. Lo sentí como una traición y ya le bajé la persiana. Me dijo que quiere hablar conmigo afuera, reconoció su error, pero ya está. Me traicionó un amigo con quien tenía una especie de pacto y era estar el uno para el otro.
-¿Cómo vivías el bullying mientras estabas adentro y qué ves ahora?
-Siempre se vivió como una joda adentro, sobre todo al principio cuando a Rodrigo Noya le decían “niño rata” y se reían. Con Locho fue sistemático, todos los días, todo el tiempo. Rodrigo se reía, pero Locho la pasó mal. Y verlo de afuera me choca mucho, la verdad. Porque desde adentro ves las cosas diferentes y no todo lo que sucede, porque quizá estás en otro lado y no te enterás. Creo que se divierten y tenés que tener cierta personalidad para burlarte del otro. A mí no me sale bardear a nadie y menos cuando entra alguien a un grupo armado y se siente sapo de otro pozo. A los nuevos me gustaba recibirlos con calidez, pero a él le dieron con todo porque entró como antagonista de Martín y no lo soportó. Martín es inteligente, pero usó mal esa inteligencia, a mi criterio, y le llenó la cabeza a todos. El bullying me asombró más estando afuera, porque adentro lo viví de otra manera. Y me sigue asombrando. Por otra parte, el reality está editado y hay cosas que no salen, por lo que algunos se ven beneficiados.
-¿Hay alguien más que te caiga mal?
-Sabrina Carballo. Cuando estaba conmigo era amable. Por ejemplo, cuando me lastimé el pie me puso hielo, y una vez que tuve frío después de un juego me dio su remera para que me la cambiara. Hasta ahí nomás igual, porque no pegamos onda. Nuestro trato era lo justo y necesario, pero después vi que me imitaba y me chocó. Me enteré que hablaba por detrás. No me cierra, es jodida. Y me da pena que Emily Lucius haya quedado tan mal, me llamó la atención porque adentro parecía amorosa. No entiendo por qué habla así, es injustificado todo.
-¿Y tenés preferidos? ¿A quiénes ves como ganadores?
-Me cae bien Locho, es el que mejor me cae. Alex también, aunque hay cosas que no comparto, pero le tengo mucho cariño. Me gustaría una final entre Locho y Alex.
-Si te llaman para entrar otra vez, ¿volvés?
-Me llamaron para reemplazar a Mónica Farro cuando se lesionó, pero no quise porque la pasé muy mal a nivel emocional durante las últimas semanas, cuando me votaban, mentían sobre mí y me señalaban con un dedo. Yo me quería ir. Si vuelven a llamarme ahora, lo pensaría.
-¿Cómo creés que te vio la gente?
-La gente es amorosa conmigo. Tengo un feedback de amor y recibo comentarios muy lindos, me valoran, me dicen que fui sincera y transparente, que soy buena mina. Yo no hice personaje, siempre me mostré como soy. Es imposible sostener un personaje ahí adentro porque te olvidás que tenés un micrófono y una cámara. Pude ser yo y viéndome me autoafirmé en un montón de cosas. Fue un ejercicio muy loco eso de verte y saber si sos como creés que sos. Me sentí orgullosa de lo que vi de mí, no tuve malas actitudes porque mis padres me inculcaron un montón de valores.
-¿Tenes proyectos?
-Me llamaron del LAM y de Nosotros a la mañana, pero estoy viendo porque quiero grabar un piloto sobre viajes, que es algo que me encanta y me interesa. Y José María Muscari me invitó a reemplazar a Ginette Reynal en Sex, pero por unos días nada más.
-¿Y te animás?
-Ya hice Sex virtual, pero muy tranquila, a mi ritmo. Ginette tiene más parte de texto que el resto del elenco y me parece que me divertiría.
-Sos periodista y panelista, ¿te interesa ser actriz?
-Me faltan un par de materias para tener el título de periodista porque estudié en TEA y la Licenciatura en Comunicación en la Universidad de El Salvador, pero empecé a trabajar como productora en ShowMatch y con los horarios era imposible combinar una cosa con la otra.
-¿Y cómo se dio la posibilidad de estar delante de cámaras?
-Fue de a poquito, como notera, como movilera. Casi de casualidad, o destino. Cuando hacíamos el Soñando por cantar con Mariano Iudica, en el interior del país, no había notero y faltaba que alguien llevara el móvil, entonces el Chato (Prada) me preguntó si me animaba. Y salí al toro, les gustó y seguí. Después el Teto Medina me llamó por primera vez como panelista en su programa y después Ángel de Brito en BDV y así se fue dando.
-¿Te gustó más el delante de cámara?
-Sí, porque cuando era chiquita era muy tímida, muy introvertida y por eso empecé a tomar clases de teatro. Siempre quise ser actriz, hice comedia musical entre mis 15 y 18 años, El show de los chicos enamorados, en Clásica y Moderna, en el Teatro Piccolo, de gira. Y cuando tuve que decidir qué estudiar pensé en Producción porque creía que tenía más salida laboral. Pero fue el camino más largo porque tuve que ser productora muchos años. Internamente, siempre busqué actuar. Y el destino me fue llevando. Creo que lo mío fue una estrategia para entrar al medio. Me divertía estar en el hotel y lo viví como una especie de novela.
-En El Hotel de los famosos te quebraste cuando se cumplió un año de la muerte de tu mamá. ¿Cómo estás hoy?
-Fue muy duro todo el 2021. Estoy saliendo del duelo y volviendo al ruedo porque durante la pandemia dejé todo. Estaba en LAM y en el de Cathy Fulop y los dejé, y después me llamaron para el programa de José María Listorti, Hay que ver, y dije que no porque mi mamá estaba haciendo quimio y fue muy doloroso. Le teníamos mucho miedo al virus porque mi mamá era una persona inmunodeprimida. No me arrepiento de haber dejado los trabajos porque fue el último año de mi mamá, aunque no lo sabía (se quiebra). No podía desperdiciar un momento por ir a trabajar. La pandemia fue un regalo para la familia porque pudimos estar todos juntos: mis hermanos y yo volvimos a la casa de mis viejos. Nos acompañamos todos y mi mamá estaba feliz por tenernos a todos juntos. Pensé que me iba a morir sin mi vieja, pero la fuerza sale de algún lado. Se cumplió un año de la muerte de mi mamá estando en el reality, y quería estar con mi familia. Por suerte estuvo Locho para contenerme. Nos unimos porque los dos estábamos solos, nos marginaron. Se dio un lindo vínculo y sé que cuando salga vamos a ser amigos. Lo re extraño, lo quiero mucho y sé que vamos a seguir viéndonos.
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