Con los ojos cerrados, Luisana Lopilato habla del amor de su vida, de ese hombre que la conquistó a fuerza de romanticismo y seducción de cantante. Y lo cuenta mientras le colocan unas largas pestañas postizas y baten su pelo intensamente rubio. La prometida del canadiense Michael Bublé se ''escapó'' de la mansión que ambos comparten en Los Angeles para disfrutar de sus últimos días de soltera, antes de su casamiento anunciado el próximo 2 de abril. En una ceremonia que será en español y en inglés, los más de 300 invitados serán testigos de la tan esperada boda que tendrá lugar en la imponente Estancia Villa María, ubicada en Máximo Paz. ''No va a haber nadie que no pertenezca a mi entorno, sólo estarán mis amigos y la gente que quiero y me quiere'', dice sin revelar nombres ni detalles del día más importante de su vida. El diseño del vestido está guardado bajo siete llaves, lo mismo que la segunda fiesta, que será en mayo, en Canadá. ''Lo único que te puedo decir es que ahí voy a usar un vestido de Jorge Ibáñez y que Mike ya tiene pensada una lista de más de seiscientos invitados para la ceremonia en Vancouver. Sé que voy a tener el casamiento que siempre soñé y, sin embargo, lo vivo muy tranquila. Será porque todavía no caigo. Ayer me probaba el vestido de novia y no podía creer que fuera el mío. Pensá que esta escena la viví mil veces en todas las novelas en las que trabajé. Pero ahora es mi vestido y Mike es el amor de mi vida. Será por eso que no estoy tan nerviosa.''
-Vayamos por partes. ¿Cómo fue la propuesta de casamiento?
-Muy romántica. Mike estuvo todo el día preguntándome como se decía en español ''me quiero casar con vos'' y enseguida se lo anotó en el teléfono. En ese momento no me resultó raro porque la verdad es que siempre hablábamos de que algún día íbamos a casarnos. Esa noche nos juntamos en casa con mi familia y ahí empezó a repetir que se quería casar conmigo y todos nos reíamos pensando que era un chiste. Hasta que se arrodilló como un príncipe, sacó una cajita con un anillo y le hizo la pregunta a mi papá. Yo, que todavía pensaba que era una broma, las miré a mamá y a mi hermana y vi que estaban llorando. Mi papá hacía puchero y mi hermano Darío tenía cara de ''¡qué groso que sos, cómo te animaste!''. Obviamente le dije que sí.
-¿Cuándo conociste a sus padres?
-Eso fue hace años, cuando recién nos estábamos conociendo. De hecho, todavía no éramos novios y él me invitó a mí y a mis dos hermanos a acompañarlo a Los Angeles. Ahí me presentó a las mujeres de su familia. En ese primer viaje conocí a la mamá, a su abuela y a sus dos hermanas, Crystal y Brandee. Ellas son las que dieron el OK. Creo que Mike quería ver si yo pasaba la prueba. [Se ríe.] Lo bueno es que enseguida pegué muy buena onda con ellas.
-¿Cómo te llevás con tus suegros?
-Desde que nos conocimos me trataron como una más de la familia, me hicieron sentir como una hija más. Me acuerdo que pensé: ''Qué lindo sería pertenecer a una familia así''. Hoy, mi mamá se emociona cuando ve cómo me cuida mi suegra. Nunca me pasó de tener una familia política tan unida.
-¿Y cómo es la relación de Michael con tus padres?
-Muy buena. Siempre que viajamos en familia, Mike organiza programas para que hagamos todos juntos. Vamos al cine o a ver un partido de hockey. Mis viejos lo adoran.
-¿Cómo fue que te conquistó?
-[Piensa.] Fue todo muy lento. En realidad, hice el clic cuando conocí a su familia. Ahí me di cuenta de que ese chico con el que salía, en realidad podía ser el hombre de mi vida. Me conmovió verlo con su familia, cómo se comportaba con los que más quería. En ese primer viaje descubrí que había conocido a una persona muy parecida a mí.
-¿En qué sentido?
-En los valores, en lo importante que es para él y para mí la vida en familia. Cuando lo conocí, lo primero que pensé es: ''Este tiene 35 años, es cantante, viaja por el mundo, está en cualquiera''. Pero después, Mike me sorprendió. Cuando vamos a Canadá se hace un tiempo para visitar a su abuelo y enseñarle computación, una hora por día. Quiere estar conectado con él cuando está de gira.
-¿Cómo es la vida en pareja?
-Normal, muy cotidiana. Yo me levanto temprano, tengo mi auto, voy al gimnasio. Nos encontramos al mediodía y almorzamos juntos. A él le gusta mucho cocinar, le encanta hacer risotto y sopa. Se toma el tiempo para cortar en trocitos los vegetales y también le pone un poco de pollo.
-¿Qué disfrutan hacer cuando no están trabajando?
-Jugamos al tenis y paseamos mucho. A él le encanta salir a caminar por las calles de Vancouver.
-¿Y a vos?
-No, a mí no. [Se ríe.] Odio caminar. En realidad odio todo lo que tenga que ver con la actividad física. En serio, lo odio. Voy al gimnasio porque lo tengo que hacer, no porque sea un disfrute para mí.
-Vos salís a caminar para darle el gusto a Michael, ¿y él qué hace por vos?
-[Piensa.] Me acompaña a ver las películas más malas que te puedas imaginar. Pobre, ya lo llevé a ver una de perros y las típicas románticas que me encantan para llorar. El siempre me dice que ningún otro novio aceptaría ir a ver esas películas. [Se ríe.] Esos pequeños gestos yo los vivo como grandes pruebas de amor.
-¿Cómo es estar en pareja con una celebrity internacional?
-Los dos lo vivimos con mucha naturalidad. A Mike y a mí nos gusta la fama, la disfrutamos. Yo trabajo desde los 6 años y creo que el día en que nadie me pare o me pida una foto, me sentiría rara. Tal vez piensen que estando en Hollywood es distinto, pero allá también las celebrities viven su propia normalidad. La fama es parte de la vida que a veces te toca vivir. Después llegás a tu casa y sos vos.
-¿Qué canción te va a cantar Michael en la fiesta de casamiento?
-No tengo idea, dice que es sorpresa. Igual me gustan todas sus canciones, en especial cuando me canta en italiano, eso es muy romántico.
-¿Ya eligieron el destino de la luna de miel?
-No sé. Le dije a Mike que lo decida él. Por ahora estoy a full con la organización del casamiento y terminando de decorar nuestra casa en Nordelta.
-¿Dónde van a vivir después de la boda?
-Y… un poco allá, un poco acá. Los Angeles, Canadá, Buenos Aires. Va a ser difícil pero hasta ahora nos arreglamos así bastante bien. Todo va a depender de mi trabajo y las giras de él.
-¿Tienen ganas de tener hijos?
-Los dos queremos tener familia numerosa, nos encantan los chicos. Tengo 23 años y quiero esperar un poco, por lo menos hasta los 26. Esa es una linda edad para ser madre.
-Hace un rato mencionaste lo romántico que es Michael...
-Sí, él está re pendiente de lo que necesito, de lo que me gusta y lo que me hace feliz. No se pierde ni un detalle, es muy caballero. Siempre me pregunta cómo estoy. Y esa pregunta tan simple a mí ya me hace feliz.
-¿Qué es lo que más te enamora de él?
-Me conmueve su entusiasmo por la vida. Mike es una persona muy positiva en todo lo que hace. En ese sentido, me incentiva constantemente a ir para adelante. El día de mañana quiero tener mi propio business, pero no un negocio de ropa sino algo que sea bueno, que ayude a la gente, un hogar de niños, por ejemplo. Y en vez de decirme que no delire, me alienta a pensar en cómo concretarlo. Y eso me gusta, que nada lo frene. No tiene límites para seguir creciendo. Al principio de nuestra relación me daba miedo este amor a distancia, y él siempre me respondía: ''Ya lo vamos a solucionar. Vivamos este presente''. Y miranos ahora, estamos muy cerca de dar el sí.
Texto: Jacqueline Isola
Fotos: Gustavo Di Mario
Producción: Georgina Colzani
Agradecimientos: Alejandra Benevento,
Hotel Ultra, Pao Dessaner Make Up con
productos Givenchy, peinó Mónica para
Alberto Sanders, Aluanza de la Era, Carolina
Müller, Evangelina Bomparola, Natalia
Antolín, Oleana, Ricky Sarkany y Sathya.
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