Luis Novaresio: "Fue un error no haber hecho público que era gay"
Luego de tres años al frente de Debo decir, el programa con invitados variopintos que cerraba la noche de los domingos en América, Luis Novaresio fue tentado por el mismo canal con una propuesta superadora: conducir de lunes a viernes Animales sueltos, el ciclo de política y actualidad que durante 11 temporadas había llevado adelante Alejandro Fantino. Dijo que sí y desde el lunes 2 capitanea, desde las 23.30, un panel integrado por Romina Manguel, Jonatan Viale, Maxi Montenegro, Nacho Ortelli, Javier Calvo, Gustavo Marangoni, Mariano Cúneo Libarona, al que se suman una vez por semana, intercalados, Beatriz Sarlo y Jorge Asís (en este último caso, en un mano a mano especial). Para esto debió dejar su horario en la primera mañana de La Red y ocupar el siguiente, de 9 a 12, con su exitoso Novaresio 910 (por el que ganó en 2017 el premio Martín Fierro de Oro).
Pero esas no son las únicas novedades en torno al reconocido periodista rosarino que se instaló en 2010 en la ciudad de Buenos Aires para hacerse un lugar en los medios con proyección nacional. La noticia que más sorprende (en buena hora, claro) es la referida a su vida afectiva. "Siempre creí que la felicidad era un hecho privado. Hoy sé además que compartirla la hace más plena", escribió en septiembre del año pasado en su cuenta de Instagram, cuando decidió hacer pública su relación con el empresario inmobiliario Braulio Bauab. Hoy, a varios meses de su coming out, habló con LA NACIÓN de su pareja y de las posibilidades de casarse y convertirse en padre.
-El hecho de ser convocado para un reemplazo, ¿fue motivo de duda a la hora de decidir si aceptabas o no la conducción de Animales sueltos?
-No. En la televisión del mundo, los formatos siguen y los conductores cambian, es recontra normal. Si hay un mítico programa de la televisión norteamericana es 60 minutos y cambió un montón de veces de conductor. Así que el hecho de que se tratara de un reemplazo no me complicó para nada. Es más, yo ya lo había reemplazado a Alejandro en Animales sueltos cuando se fue a grabar a Colombia (el reality Escuela para maridos). Fueron dos meses de reemplazo y los hice sin ningún problema, así que no me afectó en lo más mínimo.
-¿Cuál creés que es o será tu impronta en el programa, con respecto a la de él?
-Bueno... primero somos dos personas distintas, que tenemos dos proveniencias diferentes: Alejandro viene de la conducción y llegó al periodismo, y yo vengo del periodismo y voy a la conducción. Eso ya marca una impronta distinta. Y después creo que preguntamos, decimos y hacemos todo de maneras distintas.
-¿Tuviste injerencia en la elección del panel que te rodea? ¿A quiénes elegiste?
-Tuve, la incorporación de Beatriz Sarlo es una idea mía, que surgió por el cariño y la generosidad que siempre tuvo conmigo. Otro de mis elegidos es Jonatan Viale. De todos modos, el factótum de todo es el productor general del programa, Juan Cruz Ávila, que es a mi modo de ver una de las cinco personas que más sabe de televisión en la Argentina. Yo trabajo con él desde hace bastante tiempo y es para mí una enorme tranquilidad observar las decisiones que él toma porque siento que lo hace muy bien.
-El año pasado Jorge Asís dejó intempestivamente el ciclo al enterarse que Alfredo Casero tendría un mano a mano con Alejandro Fantino durante cuatro semanas. ¿No temés que con el correr de las semanas pueda pasar algo similar ante la estelaridad de Beatriz Sarlo?
-Yo creo que no. Jorge es antes que nada un caballero. Yo lo conozco hace mucho tiempo y sé que está muy contento de haber vuelto. No veo la posibilidad de que eso suceda. Sabe que tiene su lugar, su espacio, y lo que pasó el año pasado es historia superada.
-En el primer programa adelantaste que Beatriz "nos acompañará muy seguido", ¿cuán seguido?
-La idea era que estuviera una vez por semana, pero estamos tratando de convencerla de que se entusiasme y de que venga más.
-Unas de las frases más rimbombantes de Jorge Asís en su primera intervención en el programa fue "el Gobierno y el país están paralizados; el Presidente debería tener un plan B por si se retrasa el acuerdo con los acreedores; creo que se equivocó en poner una fecha de resolución, como cuando Macri habló del segundo semestre". ¿Estás de acuerdo de acuerdo con su diagnóstico sobre los primeros meses de gobierno de Alberto Fernández? ¿Compartís su opinión?
-La comparto parcialmente. Creo que de verdad el Gobierno está en una encrucijada: que es qué país vamos a tener, si con default o sin default. Me parece que eso es determinante a la hora de saber qué va a pasar. Dicho esto me parece que el Gobierno ha sido uno más bombero que de grandes gestiones; ha salido a apagar incendios y a ocuparse de las emergencias –de la pobreza, la inflación y la seguridad-, pero no más. Me parece que Alberto está teniendo el gobierno que puede antes que el gobierno que quiere.
Me parece que Alberto Fernández está teniendo el gobierno que puede antes que el gobierno que quiere
-¿Y qué pensás de las opiniones de Axel Kicillof sobre la gestión de María Eugenia Vidal, que fueron lapidarias?
-A mí me parece que es un clásico en la política argentina eso de que la gestión que viene culpa de todo a la herencia, ¿no? Sería interesante que aparte de la declaración política esto se trasladara a la responsabilidad jurídica, porque si hay tantos incumplimientos como los que plantea Axel esto sería un incumplimiento de la acción del funcionario, y debería penalizarse. En fin, no esperaba otra cosa del gobierno entrante, sea Axel o quien sea, como María Eugenia lo hizo con [Daniel] Scioli. Yo creo que el gobierno de María Eugenia Vidal no fue el gobierno que ella relató y lo que pasó en las urnas fue la prueba más contundente de eso, ya que la diferencia de votos entre ella y Axel fue muy importante.
-Tu primera entrevista mano a mano fue con Kicillof. ¿Cuáles serán las próximas, ya confirmadas, y a quienes más te gustaría tener en frente a lo largo del año?
-Está previsto que en este mes hagamos una nota con el Presidente, luego una con el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, y la idea es también hacer una nota con Mauricio Macri. Yo creo que en un año como este tenemos dos atractivos: los que están gobernando y los que acaban de irse, en una sucesión institucional que no veíamos en muchísimo tiempo; me refiero a que un gobierno no peronista termine su mandato. Obviamente hay dos notas que me gustaría mucho hacer: una es con Cristina Fernández y otra es con Máximo Kirchner.
-La proporción de mujeres con respecto a la de los hombres en el equipo de Animales sueltos llamó la atención de Mercedes Morán, quién señaló irónicamente que había "mucha paridad" en la mesa. ¿Qué le respondés?
-Yo creo que la mirada a priori del género por quienes están sentados [en el panel] me parece un poco prejuiciosa; que tenga que haber igualdad aritmética me sorprende. Efectivamente hay pocas mujeres en el programa, pero se van a ir incorporando otras. Tenemos dispuestas sillas para invitados, que se irán sentando a la mesa paulatinamente. Me sorprende que recalquen la aritmética, no que está Romina Manguel, no que está Beatriz Sarlo, no la calidad de cada una de estas panelistas.
-Otra actriz que se expresó sobre Animales sueltos, antes de que saliera al aire, fue Nancy Dupláa. Cuestionando el slogan publicitario del programa, que reza "Tenés muchas preguntas, encontrá muchas respuestas", se preguntó: "¿Acá vamos a encontrar las respuestas?". ¿Te dolió?
-No. A mí sorprende el prejuicio de los que se dicen desprejuiciados. Primero, no había empezado el programa y ya estaba cuestionando lo que sucediera. Segundo, yo rescato el slogan de Animales sueltos y aclaro, nosotros nunca planteamos tener todas las respuestas, sí tener la mayor cantidad de preguntas, y la verdad es que estoy convencido de eso. Nancy es una actriz a la que admiro mucho. No me canso de decir que me resulta la Tita Merello de esta época, tiene una capacidad para la comedia y el drama muy interesante, pero nunca ha aceptado una nota conmigo. Tiene todo el derecho, obvio, pero con esto quiero decir que su amplitud a la hora de reclamarle a los otros no se condice con su amplitud a la hora de aceptar entrevistas. Su comentario me pareció injusto e innecesario.
-¿Qué es lo que puede provocar mayor recelo o desconfianza entre los kirchneristas más duros, el programa en sí, el panel o tu presencia?
-Entre los kirchneristas más duros el recelo es que existamos los periodistas. El kirchnerismo dogmático es eso, un dogma que no admite prueba en contrario. Es la verdad revelada; que es sólo un sector del kirchnerismo, por suerte. Al kirchnerismo más duro le complica cualquier cosa que no sea su propio discurso.
-Se te percibe como una persona muy racional y mesurada. ¿Por qué te definís como un "periodista gorila"?
-Porque me parece que es el modo de desactivar el adjetivo y poner el foco en lo verdaderamente importante. Si yo digo que soy "gorila" ese tema ya no se discute más y nos tenemos que poner a discutir los otros temas, los que realmente cuentan y le interesan a la gente. Por ejemplo, cuando opino de la pobreza, alguien me podría decir: "Vos decís eso porque sos gorila". En cambio, si yo ya me autoadjudico ese mote, realmente nos tenemos que ocupar de discutir ese tema y no esquivarlo. En cambio, si yo digo que no soy "gorila", vamos a terminar discutiendo media hora acerca de si lo soy o no, que es lo menos importante.
-En el primer envío, a cuenta del tema del coronavirus, también te autodenominaste como "paranoico", como una persona capaz de someterse a un test por un simple dolor de cabeza. ¿Sos hipocondríaco?
-Lo del test fue una exageración, pero sí, soy bastante hipocondríaco. Fui siempre así, desde chico. Si a mí me das un medicamento y yo leo en el prospecto los efectos adversos, inmediatamente tengo todos los efectos adversos. ¿Viste cuando vas a hacerte una ecografía con contraste y te dicen que podrías sentir un leve ardor? ¡A mí no me lo tienen que decir! Si lo hacen, es seguro que lo voy a sentir. El "podría" para mí es "lo voy a sufrir".
-A mediados del año pasado decidiste salir públicamente del closet. ¿Por qué lo hiciste en ese momento y no antes? ¿Cuál fue el hecho decisivo que te inspiró a hacerlo? ¿Una cuestión de edad, la muerte de tu madre, la llegada del amor?
-Nada de eso. Yo tenía una posición de principios, de no creer que la orientación sexual debía ser una cuestión de debate público, mucho menos de, digamos, comunicación pública. No quiero usar la palabra confesión porque es horrible... A mí me parecía que era discriminatorio que la homosexualidad debiese ser contada cuando la heterosexualidad no lo era. Nunca lo decidí, no fue una decisión expresa. Los psicoanalizados dirían: "El inconsciente es mucho más sabio que el consciente". Fue una mera casualidad, yo estaba con Braulio una noche cenando, él me mostró una foto donde estábamos los dos y me dijo: "Mirá que linda foto para publicar, subila a las redes". Y yo respondí: "De ninguna manera voy a subir esa foto porque vamos a tener dos cámaras en la puerta de casa". Acto seguido me dijo una frase que me enamoró perdidamente: "Luis, tampoco sos tan famoso…". Y entonces la subió él, y efectivamente esto provocó una serie de comentarios en las redes y de notas en los portales. Entonces lo llamé a Juan Cruz Ávila y le pregunté: "¿Qué hago con esto?". Él me dijo algo muy sabio: "Mirá, lo que no cuentes vos lo van a inventar los otros". Así que a partir de este hecho fortuito, tomado con pinzas y en negritas, lo conté públicamente.
-Medio que Braulio te presionó al públicar la foto por su cuenta...
-No, todo lo contrario. La verdad que no. Braulio es un tipo muy ajeno a los medios, es un empresario inmobiliario, que desconoce la lógica de los medios y lo publicó creyendo que ninguno se haría eco. Lo hizo como un acto de cariño simpático, nunca conmensurando las consecuencias.
-A partir de ahí, ¿cambió en algo la relación con la gente en la calle, con tus audiencias y con el medio?
-Fue todo para bien. Yo reví esa posición de principios que tenía, que ahora creo que fue un error de mi parte; sí, fue un error no haber hecho público que era gay. Cuando uno tiene cierto grado de notoriedad, como tengo yo, uno tiene cierta responsabilidad social respecto de los hechos que son discriminados. Nuestro país sigue siendo homofóbico, nuestro país todavía discrimina a las personas gay, trans y demás. Tomé nota que mi exteriorización sobre el tema generó mucha empatía en mucha gente, mucho acompañamiento en personas que no la están pasando bien, y no me canso de decir que recibo miles –y lo de miles no es una metáfora- de mensajes de chicos de provincias que la están pasando pésimo, de familias que se dejaron de hablar por la elección sexual de uno de sus integrantes. Así que la verdad es que estoy muy contento de haberlo dicho. En cuanto al medio, ha sido muy cariñoso y respetuoso, no he vivido practicamente ninguna situación desagradable.
-¿Te pondrías hoy al frente de una campaña contra la homofobia?
-Estuve en la última Marcha del Orgullo Gay en forma pública. Ya había estado en otras ocasiones, pero como un civil más. Y acepté cerrar la Semana del Orgullo en Palermo Soho. Y también fui a dar una par de charlas sobre nuestros derechos. No milito porque no sé hacerlo y no tengo tiempo, pero ahora cada vez que me convocan digo que sí porque sé que definitivamente ayuda.
-¿Cómo es Braulio? ¿Qué es lo que te seduce de él?
-Braulio es uno de los tipos más fascinantes que he conocido en mi vida, sin exageración. Es muy inteligente, muy sensible y aparte muy lindo. Es un papá ejemplar, a mí me enamora mucho como es él como padre. Es un par, y no sólo porque prácticamente tenemos la misma edad y tenemos nuestras carreras hechas, sino porque estamos de igual a igual. No sólo me divierto y la paso muy bien con él –porque es muy festivo- sino porque es un tipo con el que me he permitido reflexionar y cambiar. Repito: no me equivoco en nada cuando digo que es una de las personas más fascinantes que he conocido en mi vida.
-¿Antes de Braulio habías estado enamorado? ¿O descubriste el amor con él? ¿Cómo era antes tu vida afectiva?
-Sí, tuve una larguísima relación que mantuve en la reserva. Mucho del tema no quiero hablar por respeto a esa persona, pero sí te puedo agregar que fue en Rosario.
-¿Qué tal resultaron las vacaciones en plan familia ensamblada, con Braulio, su hija Vera y la madre de la pequeña?
-Braulio y Virginia son amigos y tienen una hija por coparentalidad. Todos juntos compartimos sólo un par de días y estuvo muy bien. Fue una convivencia armoniosa con personas encantadoras, pero sin dudas el mayor secreto de nuestra convivencia fue y es la luz y la energía todo positiva que tiene Vera, la hija de Braulio.
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-Compartir cierto tiempo con su hija, ¿te dio ganas de ser padre?
-Yo había dado por clausurado mi deseo de ser padre hasta que lo conocí a Braulio. Pero, bueno, el deseo se mete por caminos que uno no sabía que existían, por lo cual la aparición de Vera... En principio, me divierte mucho estar con Vera, como no soy el papá...
-La podés malcriar más, ¿no?
-Exactamente. De eso se trata el asunto. Y me encanta. Ser padre es otro tema.
-¿Ahora ya no te cerrás a la posibilidad de traer un hijo al mundo?
-Mirá, yo he cerrado tantas puertas en mi vida... En lo político, diciendo que Cristina había terminado para siempre su participación en la gran política, y me equivoqué groseramente; y en lo personal, sosteniendo que nunca iba a hablar de mi vida privada y mirá dónde estoy... Así que ahora voy a dejar de declamar puertas cerradas.
-¿Lo harías igual que él, a través de la coparentalidad, o de la subrogación de vientre?
-Yo creo que a toda posibilidad legítima de ser padre hay que defenderla, admiro a todos los que persiguen el deseo de ser padre y lo hacen a través de las maneras alternativas de las que hoy disponemos. Yo estoy a favor de la adopción, de la subrogación de vientres, de la coparentalidad y de la paternidad única, es decir, de la opción del padre soltero. También, de la paternidad compartida por dos padres y hasta de tres, como existe en algunos casos.
-¿Tenés proyectado casarte?
-Vuelvo a lo mismo: durante años declamé que el matrimonio era una institución arcaica, cosa que sostuve con fundamento. De la misma manera, siempre dije que jamás iba a contar que era homosexual, así que... No quiero contradecirme más. ¿Eso te contesta la pregunta? (Risas).
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