Amiga del cantante, la exmodelo se refiere al trágico destino de Marcela Basteri, la madre del ídolo, y asegura que el artista mexicano está de novio con una joven argentina
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Su nombre volvió a cobrar notoriedad a partir de su vínculo, casi familiar, con Luis Miguel y la aparición de su personaje en la serie que retrata la vida del cantante en Netflix, debido a que Lucía Miranda, de ella se trata, es la viuda de Hugo López, quien fuera manager del astro durante cinco años. A lo largo de la charla, mencionará a su marido con nombre y apellido y al ídolo internacional con el apodo de Micky, dejando en claro la cercanía afectiva que los une. “Me encantó que hayan elegido a Luz Cipriota para interpretarme. Es una mujer divina, excelente actriz que ahora trabaja mucho en Madrid”, dice Lucía Miranda a LA NACION, feliz de la repercusión que tomó su nombre en las últimas semanas.
A pesar de tener una extensa e intachable carrera como modelo, no le molesta referirse, una y otra vez, a su vínculo con Luis Miguel ni a los pormenores de cuestiones espinosas que hacen a la intimidad del músico. “De vez en cuando nos hablamos”, dice al pasar, pero sin regodearse en la cuestión.
Romance
Lucía Miranda conoció a Hugo López en el marco del mundial de fútbol disputado en México en 1986. La modelo había viajado junto al staff del peluquero Roberto Giordano para realizar notas que vinculasen el estilismo con los sucesos deportivos. Además realizaba coberturas para el programa que conducía el locutor Adolfo Cassini en radio Rivadavia. “Hugo López, que era presidente de Televisa en Argentina, nos consiguió los pasajes para regresar a México y presenciar la final del Mundial, dado que ya habíamos regresado a la Argentina´”, recuerda la modelo, una de las pioneras en mostrar el mundo de la moda en televisión.
-¿En qué circunstancias conociste a Hugo López?
-Nos vimos, por primera vez, en una cena con todo el equipo. Ahí mismo me invitó a ver la final en un palco junto a sus padres.
-Evidentemente, aceptaste.
-No, no podía, me tenía que quedar en la popular para cubrir para radio Rivadavia todo lo que sucedía con la gente mientras se disputaba el partido.
Aquel encuentro significó el segundo título mundial obtenido por la Argentina, en tiempos donde brillaba Diego Armando Maradona ante los ojos internacionales. “Fue hermoso todo aquello, muy emocionante”.
-La primera vez que Hugo López te invitó a compartir un momento juntos, tu respuesta fue negativa.
-Varias veces le dije que no.
-¿Cómo se inició la relación?
-Ya en Buenos Aires seguía participando en el programa Cordialmente, que conducía Juan Carlos Mareco en ATC, donde lo pasaba muy bien. A poco de terminado el Mundial, todos los días me llegaba un ramo de rosas a mi camarín. Nadie sabía o no me querían decir, quién las dejaba. Finalmente, un mediodía, antes de salir al aire, me lo encuentro a Hugo López en el estudio y fue ahí que me confesó que las flores eran suyas. “Espero que te hayan gustado las rosas”, me dijo. Me quedé helada.
-Ahí mismo comenzó el romance.
-Primero hablábamos por teléfono, hasta que, finalmente, me invitó a viajar a México.
-¿Cómo era tu vida en ese tiempo?
-Al principio, me repartía entre Buenos Aires y México. Pero, en 1988, hice mi último desfile para Gino Bogani y me despedí de las pasarelas para radicarme allá. Al comienzo trabajé en Televisa, hice algunos desfiles, pero ya me estaba retirando de la profesión.
Nada es igual
-¿Cómo nace el vínculo entre Luis Miguel y Hugo López?
-Desde chico, cada vez que visitaba la Argentina, Micky le decía: “Hugo, cuando sea grande, quiero que seas mi manager”. Pasó el tiempo y, cuando cumplió 17, lo llamó, pero Hugo le dijo que, como era menor de edad, debía seguir con su padre, aunque a los 18, ya siendo mayor, podría llamarlo.
-Así fue.
-Un año después, el mismo mes que cumplió los 18, Micky se comunicó con Hugo López.
-Hugo, ¿aceptó enseguida?
-No quería porque sabía que iba a tener muchos problemas con el padre de Micky, que era una persona bastante difícil, pero le insistió tanto que Hugo López le propuso manejarle la parte artística con la condición de que el padre se siguiera encargando de lo administrativo. Arrancaron con ese acuerdo, pero, al mes, había cuentas que pagar y el dinero no aparecía. Micky investiga y se da cuenta que en las cuentas el saldo era cero. Así que tuvo una discusión terrible con el padre y es ahí donde se separaron definitivamente.
-¿A partir de ese episodio es cuando Hugo López comienza a encargarse también de lo administrativo?
-Sí. Ni bien comenzaron le dijo: “No te preocupes, arrancaremos de cero y vas a ver todo lo que vamos a hacer”. Empezaron a trabajar, armaron una agenda de shows, grabaron el disco Aries.
-Luego de ese material, llegó la explosión del bolero.
-Fue Hugo López quien le propuso grabarlos.
-Luis Miguel, ¿estaba interesado en esa propuesta?
-Para nada, no estaba convencido porque era muy chico, casi un adolescente. De todos modos, mi marido lo juntó con Armando Manzanero y grabaron el primer Romance, un disco que fue un boom.
Nada es igual
Durante años, Luis Miguel y su entorno más íntimo se esforzaron por mantener en secreto la desaparición de Marcela Basteri, la madre del artista, un misterio que, para muchos, no está resuelto. Sin embargo, Lucía Miranda sostiene conocer en detalle el destino trágico de la mujer: “La madre de Luis Miguel no vive. Antes de morir, Hugo López, que en paz descanse, me dijo que había fallecido, que estaba en otro plano. Es un tema que respeto porque lo quiero mucho. Es muy doloroso y sé todo lo que sufrió”, reflexiona la exmodelo.
-¿Se la buscó por mucho tiempo?
-Hugo López ayudó muchísimo a buscarla.
-¿Es cierto que se llamó al Mossad y a Interpol?
-Sí. De pronto, estábamos en Mónaco y alguien avisaba que podía estar en Italia, entonces viajamos. Micky estaba desesperado por encontrar a su mamá porque la amaba. Hasta comienzos de los ´90, nadie lo sabía, salvo nosotros. Eran cosas muy íntimas.
-Se dijo mucho en torno al tema.
-Se ha dicho tanto...
-Algunas versiones aseguran que Marcela Basteri está viva.
-No es así, Micky tuvo que hacerse cargo de sus dos hermanos, pelearse con la familia del padre.
-¿Por qué?
-Era pedir dinero todo el tiempo y había otras cuestiones que no vienen al caso contar.
-¿Cuándo muere el padre de Luis Miguel?
-En 1992, cuando él estaba haciendo un show en Buenos Aires. Hugo López le propuso suspenderlo, pero Micky prefirió hacerlo y, después, viajar a Barcelona para verlo antes de morir.
-¿Había cierto afecto de él hacia su padre?
-Sí, lo quería, era su padre, aunque vivió cosas muy fuertes que no debería haber vivido. El padre era una persona compleja…
-…
-Plata, mujeres... todos los vicios. A él no le hizo bien como persona ver eso de tan joven. Micky había trabajado desde muy chico, había ganado dinero, y en las cuentas no había nada. Eso fue lo que derramó el vaso.
-¿A Marcela Basteri la mataron? ¿Dónde están sus restos?
-Eso no te lo puedo decir, no hablo de ese tema porque es muy delicado. Incluso, el actor Andrés García, que era muy amigo de su padre, tiene una versión. Lo único que puedo decir es que su mamá está descansando en paz.
-¿Por qué Luis Miguel no habla sobre el tema?
-No le gusta, por eso creo que esta serie fue una catarsis para él. Él no quería hacerla, pero como se iba a hacer la versión no autorizada, optó por aceptar.
-¿Quién era el responsable de esa propuesta?
-La iba a hacer un productor muy conocido, Pedro Torres, quien fue marido de la actriz Lucía Méndez. Un año antes, charlé con él, le di información de lo que yo viví porque a mí no me lo contó nadie, lo viví. A la par salió Netflix con la propuesta, entonces Micky prefirió contar su historia para que no se diga algo que no es verdadero.
-Te has convertido en un personaje de esa serie.
-Mucho de lo que se ve allí, lo viví.
-¿Sabés dónde descansan los restos de Marcela Basteri y, por respeto, no lo decís?
-No sé dónde están los restos.
-Pero sí sabés cómo murió.
-No te lo puedo decir porque lo desconozco. Quizás Micky diga en la serie qué pasó con su mamá, vamos a esperar. Por respeto a él, soy la menos indicada para hablar sobre un tema tan doloroso. Si él quiere contarlo, que lo cuente y si no lo quiere contar, que no lo cuente. Es su vida.
-¿Cómo es tu vínculo actual con él?
-Hasta hace poco, estuve viviendo cinco meses en mi casa de Acapulco, donde él tenía una propiedad a dos cuadras, pero, durante la pandemia, él estaba en lo de Miguel Alemán, su mejor amigo, y con una novia. Se que se está cuidando mucho, que no quiere salir.
-¿Novia?
-Es una chica argentina de Misiones. Se dijo que había terminado una relación, pero no se trata de ella. Hasta hace tres meses estaban juntos y creo que siguen.
-¿Quién es?
-Nunca digo nombres.
-¿Te sentís representada por la recreación que hace Luz Cipriota de vos?
-Me enteré que hicieron un casting entre varias actrices y, realmente, me gusta lo que hace. Es una chica muy afectiva, espiritual. Me dijo que lo interpretó con mucho cariño y trató de mostrar el amor de mi pareja con Hugo López.
-¿Encontrás parecidos físicos?
-Sí, se cortó el pelo y se hizo el flequillo como yo. También César Bordón me impactó, hablo mucho con él, me llegó al corazón la interpretación que hizo de Hugo López. Le dije que no se parecía físicamente, pero que en la expresión corporal y en la forma de hablar estaba igual. Lo muestran fumador y es real, pero siempre aparece con una copa de whisky y él no tomaba. El día que vi la recreación de la muerte, lloré con mi hija.
-El productor Héctor Cavallero se refirió a Hugo López y a Luis Miguel, dejando en claro que no habían tenido un buen vínculo. ¿Qué pasó entre ellos?
-¿Qué te puedo decir? Él salió a hablar, pero sabés las veces que mi marido llevó a Valeria Lynch a México. También habló Verónica Castro.
-¿Qué sucedió con Verónica Castro?
-Cuando se dio la primera temporada, ella habló muy mal de Hugo López en el programa Ventaneando. Evaluamos con el abogado Fernando Burlando iniciar acciones legales, pero luego lo desestimamos.
-¿Cuál era el vínculo de Castro y tu exmarido?
-Quien trajo a Verónica Castro a la Argentina y le puso el apodo de “Corchito erótico” fue Hugo López. Ella habla de todos sus novios, también lo hace de Jorge Martínez.
-¿Fue pareja de Hugo López?
-Yo creo que tuvo algo, pero como ella no lo dice, yo no lo puedo decir.
-¿Qué dijo Castro sobre Hugo López?
-En Ventaneando, para colgarse de la serie y de Luis Miguel, habló mal de mi marido, pero él lo que hacía era ignorarla, no la atendía. Por esa razón, ella tenía mucho resentimiento. Hugo, ni bien lo conocí, me aclaró: “No hablo con esta persona, si nos vemos en una reunión no le dirijo la palabra”. Ella no se lo perdonó y habló mal. Pero Luis Miguel le hizo un homenaje a Hugo y muchos artistas pueden dar fe de quién era.
Pionera
-¿Cómo es tu vida hoy?
-Estoy vuelta a casar con Diego de la Torre, empresario mexicano, y tengo una hija de 22 años, Luna María, que es artista, le gusta dibujar. Con Luna lloramos viendo la serie, fue revivir cosas tristes, pero así es la vida, hay que seguir adelante.
Aunque ya se habían estrenado algunos programas dedicados al tema, Lucía Miranda fue precursora en mostrar moda en televisión y fue una de las primeras modelos en convertirse en una figura popular con trascendencia más allá del círculo cerrado de su metier. Hoy, es parte de Mamás felices, ciclo orientado al público femenino, que sale por UCL para toda Latinoamérica, Italia y Madrid. Además es panelista de El run run del espectáculo en Crónica TV. “Comencé en Cordialmente con Juan Carlos Mareco, de quien tengo unos recuerdos increíbles. Al aire, me decía: ´Lucía, que no sea nada´ y yo le respondía: ´Ojalá, ojalá´. Era tal el éxito, que la gente, por la calle, me repetía la frase de Mareco y yo les respondía con mi latiguillo”. También formó parte de 20 mujeres y de los ciclos de Roberto Giordano, grabados en diversos lugares del mundo.
Volviendo a Luis Miguel. ¿Fue un adolescente feliz?
-Cuando yo lo conocí, Luis Miguel no era una persona feliz porque tenía todo y le faltaban las coas más importantes que le pueden faltar a un muchacho de 18 años: no encontrar a su mamá, estar peleado con su papá y con su familia paterna, y tener que preocuparse por sus hermanos para que estudiaran las mejores carreras.
-Hoy, ¿es feliz?
-Creo que sí. Tiene momentos felices, le encanta su carrera y eso lo pone bien.
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