Los amores de Sol Pérez: de romances intrascendentes al hombre que le propuso casamiento en Italia
Finalmente llegó el momento que la panelista estaba esperando, después de más de tres años en pareja con Guido Mazzoni
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Por fin llegó el momento tan deseado y Sol Pérez tuvo su formal pedido de matrimonio. Su novio, Guido Mazzoni, le regaló un anillo y, de rodillas, le pidió casamiento. Todo muy romántico, en el medio de un mar color turquesa, en una lujosa embarcación, durante un recorrido por la isla de Capri.
La historia de amor de Sol Pérez y Guido Mazzoni ya lleva más de tres años y hace tiempo que ella habla de sus ganas de casarse y ser mamá. La boda será en noviembre de 2023, aunque ella hubiera preferido que fuera en abril o mayo según dijo, y apenas vuelvan de sus soñadas vacaciones, comenzarán a organizarla.
En diálogo con Nosotros a la mañana, ella aseguró que estaba esperando la propuesta de él, pero como los días pasaban pensó que no se concretaría, él mientras tanto esperaba el momento justo, además de querer sorprenderla. Él logró ocultarle el esperado anillo por 25 días, pero fue una misión “durísima”. “Con Sol tenemos una relación donde nos contamos todo, nos agarramos los teléfonos, entonces cada mensaje que me llegaba era: ‘¿y propusiste? Tenía miedo. No ponía los audios en voz alta por las dudas”, dijo en relación con no querer darle ninguna pista a la panelista de lo que estaba planeando. Finalmente llegó el momento durante un romántico viaje en barco y ella no pudo contener las lágrimas, luego de entender lo que estaba pasando: “Yo esperaba [que nos sacaran] la foto y Guido hablaba, hablaba y de repente veo que se agacha y digo: ‘¿qué pasó? ¿Se cayó?’ No entendía nada”.
Un amor que fue creciendo
Aunque reacia a dar detalles de su vida amorosa, en octubre de 2019 Sol blanqueó su romance con Mazzoni, dueño de una cadena de gimnasios y desde entonces se muestran felices. Se conocieron entrenando, en la sede del local de Palermo, y a los pocos meses de relación se mudaron juntos. “Él me venía escribiendo por Instagram desde 2016, y me invitaba a que fuera a entrenar a su gimnasio y como nunca le contestaba, me ‘chamuyaba’. Con el tiempo empezó a hacer chistes y ahí sí le contesté. No estaba muy conforme con el entrenamiento que estaba haciendo en ese momento y acepté su invitación de ir a entrenar a su gimnasio para probar y ver qué onda”, contó Sol tiempo atrás. Y detalló que la periodista Sandra Borghi fue su celestina. “A Sandra ya la conocía y fue como un Cupido entre Guido y yo. Mucho de mi relación con mi novio se la debo a ella porque empezó a entrenar en el gimnasio y yo le decía que él me encantaba, y ella iba y me averiguaba qué onda y me decía que Guido me iba a invitar a salir. ¡Una genia!”, festeja. Por ese entonces publicó una foto en sus redes con una frase contundente: “Recién nos conocíamos y ya sabía que eras el amor de mi vida”.
Desde que están juntos, la panelista y conductora asegura que es mucho mejor persona: “Guido fue mi puntapié para empezar a hacer terapia porque quería una relación en serio, llevarme bien. Disfrutamos mucho de la pareja y tenemos ganas de ser padres algún día, pero de acá a tres o cuatro años. Si puedo planear, prefiero casarme, disfrutar de la boda, de la luna de miel y todo. Después buscar el bebé. Si viene, viene, pero no es la idea”, había contado en su momento. “Guido dijo que nos vamos a casar en 2023, así que ya tiene que proponérmelo porque necesito tiempo para preparar el casamiento. Yo igual sin propuesta no me caso. No me importa cómo pero que me llegue, sino no puedo empezar. Que sea como quiera, yo me quiero casar, quiero iglesia, civil y fiesta”, había dicho, contundente, antes de irse de vacaciones, hace apenas un mes. Quizá intuía que Mazzoni iba a darle la sorpresa.
Además de entrenar juntos todos los días, la pareja suele hacer salidas al teatro, al cine, a cenar, solos y con amigos. Y aunque ella habla poco de su intimidad, alguna vez le hizo un reclamo: “Hace tres años que estamos juntos y le pido que me chape porque de vez en cuando me quiere chapar. No le gusta mucho y, en general, me da un besito rápido y nada más. Las parejas que llevan mucho tiempo juntos van perdiendo esa costumbre de chaparse, y pasa a un segundo plano”.
Durante la relación hubo rumores de crisis y hasta de separación. “El quiebre fue cuando nos peleamos en la temporada de verano en Mar del Plata, en 2019, cuando recién empezábamos a salir y alquilamos un departamento para irnos a vivir juntos. Fue todo muy rápido, por suerte salió bien, pero podía pasar de separarnos al toque. Nos habíamos puesto de novios en octubre y en diciembre fuimos a vivir juntos, una locura”, reflexionó.
Los otros amores de Sol
La conductora no tuvo otras relaciones tan largas como la de Guido, pero sí varios amores que alguna vez confesó. Uno de ellos fue el futbolista Exequiel Palacios (jugaba en River en ese entonces), pero la relación terminó abruptamente, luego de que ella se enterara que él estaba en pareja con otra mujer desde hacía cuatro años. Sobre Palacios dijo: “No quería salir con alguien más chico que yo, pero me insistió tanto. El primer día yo tenía fiebre y él no me creía. Le dije que viniera a mi casa para confirmarlo, pero me sentía re mal. Después no hablamos más hasta que un día me invitó a salir y arrancamos. Se quedaba todos los días en casa y cuando no nos veíamos me hacía videollamadas. No era algo formal, no nos exigíamos nada, pero se suponía que nadie andaba con nadie. Tenía las llaves de mi casa, venía cuando quería y cuando estaba, yo le preguntaba qué le gustaría desayunar o le compraba de todo para que comiera lo que quisiera”.
También estuvo en pareja con otros futbolistas como Jeremías Carabelli (en ese momento jugaba en Chacarita) y Matías Gelpi, que ya se había retirado. Y además se le han inventado otros romances que ella desestimó: “Con Lucas Alario nunca pasó nada y tampoco con Sebastián Driussi ni Lisandro Martínez. Hasta dijeron que tuve algo con Cristiano Ronaldo porque me puso like en algunas fotos”, aseguró y aclaró: “Soy re noviera. A los 14 años conocí a mi primer novio y duré tres años. Era un chico del club Centro Galicia, donde hacía patín, voley y gimnasia”.
Y tuvo otro amor del cual no dio su nombre, aunque sí algunos detalles: “El último novio que le presenté a mi mamá era muy rata. No pagaba nada. Yo le pagué hasta un pasaje para que viniera a visitarme desde Brasil a Córdoba, donde estaba de temporada. Estuve dos años con él y lo llené de regalos. Siempre fui muy mamá con mis parejas”.
También estuvo en pareja con Rodrigo Luna Benítez, profesor de equitación. “Nos peleábamos bastante. Estaba demasiado a mi lado, me acompañaba a todos lados y me perjudicada en mi laburo. No quiero tener una persona celosa conmigo, me controlaba hasta cuando iba al gimnasio”.
Tuvo una breve relación con Lisandro Magallán y sobre él dijo: “No funcionó, pero tampoco intentamos nada serio. Tuvo actitudes que no me gustaron y que no comparto para nada. Habló de más y contó cosas que no tenía que contar en el vestuario del club (en ese momento jugaba en Boca). Me enteré que había hablado de mí con sus compañeros en el vestuario y eso me molestó muchísimo. Se lo dije y lo bloqueé. Nunca más volvimos a hablar. Yo estaba haciendo temporada en Carlos Paz y en mi día libre, que era el lunes, me venía a Buenos Aires y nos veíamos a escondidas. Él también prefería que fuera así, a escondidas, en eso estuvimos de acuerdo. En realidad, a él le convenía más que a mí porque los jugadores de fútbol siempre tienen 20 puntas, no es que salen con vos solamente”.
Además tuvo un fugaz romance con el actor Gastón Soffritti: “Éramos muy chiquitos. Me acuerdo porque mi novio estaba en el boliche, pero en la pista de pop. Yo me chapé a Gastón en la pista de cumbia, y mi mejor amiga, que también era amiga de mi novio, me sacó de los pelos, pero no le contó. En una época era muy infiel”.
El último amor que confirmó fue con Lautaro Martínez en 2018. Empezaron a salir cuando él recién volvía a jugar en Racing, pero los celos constantes provocaron la ruptura: “No terminó mal, terminó normal. Teníamos objetivos distintos, yo quería quedarme a trabajar acá y él se iba a Italia. Yo estaba haciendo temporada en Córdoba, estaba mucho ahí y la relación no funcionaba. A mí me gusta mucho trabajar acá y no necesito colgarme de nadie. Todo lo que tengo me lo gané laburando. Está muy bien irte si estás enamorada. Uno apuesta por lo que quiere para su vida, yo lo hice por mi trabajo”.
Consultada sobre su atracción por los futbolistas reflexionó: “Me gustan porque tienen un estilo de vida muy parecido al mío: me levanto temprano, hago deporte y no me gusta que se sepan cosas de mi vida privada. Ellos mantienen a sus parejas en reserva. Eso sí, son muy piratas”. Y ya antes de conocer a Mazzoni había asegurado: “Siento que quiero otra cosa. Ya no quiero salir más con un futbolista”.
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