Los amores de Sandro: conquistas en el set, escándalos y la mujer que le cambió la vida
Cuando a Roberto Sánchez se le preguntaba por su vida privada, el Gitano tenía una única respuesta: "Yo vendo la piel de Sandro, pero si además vendo la piel de Roberto Sánchez... ¿qué me queda?". Ese mantra fue sostenido por el artista a rajatabla, y explicaba unívocamente por qué sus relaciones se desarrollaron con total privacidad y por qué se generaron muchísimos mitos a su alrededor. "Desde que Sandro fue Sandro, le adjudicaron romances e hijos en todas partes del mundo", explicó a LA NACION Graciela Guiñazú, autora de la biografía Sandro, el ídolo que volvió de la muerte. "A él no le gustaba mucho hablar del pasado, era muy respetuoso con ese tema". De hecho, el ídolo fue vinculado con figuras famosas como Soledad Silveyra, Cristina Alberó y Susana Giménez, pero sus lazos más perdurables los entabló con mujeres que no formaban parte del mundo del espectáculo .
Las mujeres que marcaron al ídolo popular
Con Julia Adela Visciani tuvo una de sus relaciones más duraderas, entre 1969 y 1982. En marzo de 1973 surgieron rumores de boda, cuando el cantante le envió unos papeles de casamiento desde México, que no tenían validez legal, pero que buscaban funcionar como símbolo de su deseo. Sin embargo, la unión nunca llegó. "El problema era que ella estaba separada y en esa época no estaba muy bien visto", contó Guiñazú.
En enero de 1982, cuando Visciani ya no era parte de su vida, el cantante fue visto en compañía de María del Pilar García (Tita Russ), la exesposa de Alberto Olmedo . "Al lado de Tita conseguí algo difícil: bajarme del escenario y empezar a ser Roberto Sánchez", contó Sandro, en una de esas raras ocasiones en las que habló de su vida personal. La relación solo duró cinco meses, y con un escándalo mediante.
María Martha Serra Lima fue señalada como "la tercera en discordia" en la pareja de Sandro y Russ. "Sandro se consideraba muy amigo de María Martha. Por eso, nunca reconoció una relación con ella", apuntó la biógrafa. Serra Lima, por su parte, sostuvo siempre su versión de un vínculo de ocho años con el Gitano, e incluso se autodenominó como "la amante secreta". De hecho, siempre se rumoreó que la canción "Cosas de la vida" - la cual interpretaron juntos - estaba basada en el affaire de los cantantes: "Cómo olvidar cuando en una reunión rozamos nuestra piel y el mundo se detuvo. La confusión nos invadió a los dos sin poder descifrar qué estaba sucediendo. Me quedé sin aliento, no podía besarte y en silencio te amé", reza la letra.
Con María Elena Fresta el artista compartió veinte años de conocimiento mutuo, pero los tiempos son difíciles de trazar debido a la naturaleza reservada de su protagonista. Fresta se ocupaba del cuidado de Nina, la madre de Sandro, quien murió en 1992. "Él siempre decía que le gustaba salir con una mujer a la vez, que era un tipo fiel y que le atraían las mujeres posibles", explicó Guiñazú. Como consecuencia, cuando conoció a Olga Garaventa - la sobrina y secretaria de su representante, Aldo Aresi - concluyó su relación con Fresta sin titubear.
"Un amor de esos que vienen sin aviso". Con esas palabras definió el galán a su vínculo con Garaventa. El romance se hizo público en 2004 y, tres años después, ambos celebraban su boda en su casona de Banfield. "Olga lo puso lejos de Sandro y cerca del hombre", señaló Guiñazú sobre la mujer que estuvo al lado del artista hasta el último momento, y en plena adversidad. El músico falleció a los 64 años el 4 de enero de 2010.
Un hombre que no pudo eludir las polémicas
Sandra Borda fue una de las figuras ligadas al músico y que generó otra gran polémica. La mujer inició un raid mediático tras el fallecimiento del artista para ser reconocida como su hija, poniendo en duda un estudio de ADN realizado mientras Sánchez aun se encontraba vivo, y exigiendo un nuevo análisis. Luego de una orden judicial que permitía que se exhumara el cuerpo en 2015, el resultado fue tajante: "Incompatibilidad genética". La demanda de Borda fue consecuentemente descartada, pero ella insistió. En mayo del año pasado se contactó con una tía del cantante, Zulema Ocampo, de 88 años, hermana de la madre del Gitano y, junto a su abogada Sandra Almeida, lograron extraer muestras de ADN de la señora para anular el resultado.
Por otro lado, Isabela Figueroa, una amiga de Borda, llegó a poner en duda la legalidad del matrimonio de Sánchez con Garaventa: "Estuve buscando esto durante años, porque me habían llegado los rumores, pero no tenía los documentos", explicó al presentar un acta en la que el exmarido de Olga, Orlando Ferraudi, aseveró que nunca hubo divorcio formal entre ellos. Asimismo, contó que Sandro también se había casado con Visciani en el exterior, pero que nunca llegaron a anular su matrimonio debido a que en 1981 aun no existía una ley de divorcio en la Argentina. Las declaraciones fueron desmentidas por la viuda del artista, quien envió una captura de su libreta de matrimonio para echar por tierra todas las versiones.
Relaciones efímeras y conquistas en el set
Entre las mujeres con las que fue vinculado se encuentran Vicky Amaya, la fotógrafa Olga Massa, la condesa María Carmille Borgogne Di Parma y la Miss Argentina Yoli Scuffi. En cuanto a sus compañeras de trabajo, el Gitano fue relacionado con la mexicana Irán Eory (con quien trabajó en el film de 1970 Muchacho), Cristina Alberó (Destino de un capricho, 1972), Susana Giménez(Tú me enloqueces, 1976) y Soledad Silveyra . "Hice dos películas con él, éramos todos muy niños y yo agarré a Sandro en un momento de plenitud. Pensá que cuando filmamos Quiero llenarme de ti, yo tenía 16 años y cuando hicimos Gitano, tenía 17. En aquel momento, para mí él era Gardel", recordó Solita en una columna para LA NACION. "Todos esos supuestos romances nunca se pudieron comprobar, al ser él una persona muy reservada", aseguró Guiñazú.
Las mujeres del ídolo, presentes en la miniserie Sandro de América
El lunes por la noche se emitió por Telefe el primer capítulo de la miniserie de trece episodios Sandro de América, una historia escrita por un grupo de autores liderados por Esther Feldman.
La biopic fue dirigida por Israel Adrián Caetano y protagonizada por Agustín Sullivan, Marco Antonio Caponi y Antonio Grimau , quienes interpretan al cantante en diferentes etapas de su vida.
Los romances del artista lógicamente dejarán su impronta en el programa. Isabel Macedo interpreta a Julia Adela Visciani; Calu Rivero toma el rol de Silvina, la primera novia de Sandro, que hace su entrada en el primer episodio y a quien vemos regalándole su primera guitarra y acompañando a un joven Roberto al cine a ver las películas de Elvis Presley , su gran ídolo y principal influencia.
Por otro lado, la China Suárez se pone en la piel de Susana Giménez , entrañable amiga del ídolo; y Lali Espósito interpreta a Tita Russ. De ambas se pudieron ver algunas imágenes sobre el final del capítulo en un prometedor flashforward, narrado por Grimau.
Cabe mencionarse que Olga Garaventa visitó el set y se emocionó muchísimo al ver cómo era retratada la vida de su esposo.
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