El 2020 fue el año atravesado por la pandemia del coronavirus. El inusual flagelo que azota al mundo alteró los planes de la industria del entretenimiento. Hubo que reinventarse. Nuevos formatos salieron a la luz y no fueron pocos los artistas que dedicaron el confinamiento a la creación. También fue un año de pérdidas, algunas prematuras y sorpresivas. Aquí un listado de los 20 personajes que definieron un año atípico e inolvidable.
Nacha Guevara
Cumplió 80. Y si un número no es un mérito, en su caso se convierte en la bandera del no envejecimiento. Desde hace treinta años, Nacha Guevara pregona la meditación, la alimentación saludable y el autoconocimiento. Está a la vista que esas herramientas le permitieron llegar a las ocho décadas con una lozanía nada frecuente. Pero Nacha no es solo yoga y agua pura, también es la mujer que demuestra que la vida es una permanente posibilidad de reinvención personal. Este 2020 la encontró sentada, detrás de una mampara protectora ante la amenaza del Covid-19, en el estrado del jurado del programa Cantando 2020. Cada noche, se dio el lujo de ofrecer a los participantes sus conocimientos integrales sobre el show. Ella sabe como nadie de puesta en escena, sonidos adecuados y luces perfectas. Su autoexigencia la convierte en una mujer de difícil trato, pero eso no le resta mérito a su entendimiento sobre el espectáculo. En el certamen de canto producido por Marcelo Tinelli, no solo aportó esos saberes a la hora de evaluar a los cantantes amateurs, sino que demostró que sabe jugar el juego del reality popular, sumarse a alguna que otra polémica y hasta pelearse a viva voz con sus compañeros o con los participantes. Ah, además, a sus 80 se convirtió en una influencer de las redes sociales, plataformas que utiliza para brindar todo tipo de consejos y reflexiones de tono espiritual. Supo, sabe, reinventarse. A los 80 sigue siendo joven. Las mil y una Nachas, aquel show de su autoría se convirtió en una profecía autocumplida, como sostendría Freud que no tuvo la suerte de conocerla.
Sophia Loren
A los 86 años y luego de una década sin filmar, Sophia Loren volvió a enfrentar una cámara con La vida ante sí, tal como se conoció en estas latitudes a la película de Edoardo Ponti, hijo de la Loren y del famoso productor Carlo Ponti. El film es una plegaria amorosa, sensible y emotiva sobre seres que transcurrieron no validados por la sociedad, corridos por los negacionismos y sobreviviendo a masacres como el Holocausto. Sophia Loren volvió conmovedora en un acto de entrega que el espectador agradece. La diva italiana se puso en la piel de una prostituta judía jubilada que cobija a los hijos de otras trabajadoras sexuales para que no tengan que sufrir las afrentas en esos hogares estatales donde ser vástago de una meretriz no es lo mismo que ser el hijo de una panadera. Loren volvió a demostrar que su romance con la cámara está incólume. Los ojos delineados con sensualidad y las blusas escotadas, la muestran sensual aún en la vejez. Mira y dice. Habla y sentencia. El director no se privó de recorrer sus manos agrietadas, sus pies en chancletas que piden permiso para avanzar y un rostro que, surcado por la vida, sigue siendo aquel. Volvió la Loren, acaso ¿se fue alguna vez?
Claudia Villafañe
Este año Claudia Villafañe elevó su perfil, decidió mostrar otras facetas de su personalidad al aceptar ser una de las participantes de MasterChef Celebrityy convertirse en una mujer que puede transitar los medios con autonomía de su estirpe familiar. "La Claudia" se ganó un lugar destacado en el reality de Telefe, el fenómeno televisivo del año, y hasta es una de las posibles candidatas a ganar el certamen debido a su talento en la cocina y a su indiscutido fair play. Pero el 2020 también la enfrentó a uno de los mayores dolores de su vida: la muerte de su exmarido y el padre de sus hijas Dalma y Gianinna. La partida de Diego Armando Maradona la colocó en un lugar no buscado: su decisión de un velorio acotado generó polémica y aunque manejó la situación con bajo perfil, no pudo evitar ser el centro de las miradas críticas. Resiliente, rápidamente regresó al juego culinario, en el cual se luce con simpatía y genera comprobada atracción en la audiencia.
Pedro Almodóvar
La voz humana es la primera película de Pedro Almodóvar en inglés y una de las más brillantes piezas de su exquisita carrera. El director manchego está en un momento profesional donde se permite hacer y deshacer a su modo. ¿Alguna vez no fue así? En septiembre presentó este nuevo material, de formato acotado, y con una Tilda Swinton sencillamente deslumbrante. No es la primera vez que el genial realizador se mete con el texto de Jean Cocteau, ya había referencias en La ley del deseo, su film estrenado en 1987. A los 71 años, Almodóvar sigue sorprendiendo con un melodrama que tiene toda la tensión poética de Cocteau y que bien podría haber sido rodado en un escenario teatral. No podía haber elegido una actriz mejor: Swinton con su rostro va contando el devenir emocional de su personaje. Nadie más habla, solo ella que con sus reacciones permite intuir el decir de su amor tronchado. Almodóvar se jugó y apostó por un cortometraje de 30 minutos en el que resume buena parte de su idiosincrasia y ese amor por construir magistralmente a mujeres desbordadas, salvajes y atormentadas. Lo hizo, con voz propia, una vez más.
Juana Viale
Desde el sábado 21 de marzo, Juana Viale reemplaza a su abuela Mirtha Legrand, en la exigida faena televisiva que implica estar al frente de los dos programas que la diva conduce por la pantalla de eltrece. Mirtha, recluida en medio de la cuarentena, observó a su nieta desde su piso de Palermo y, cada tanto, se permitió salir al aire por teléfono. Nada más, el control ya no lo tenía ella. La apuesta era riesgosa, pero salió bien.
El debut fue tímido, la anfitriona reemplazante parecía no sentirse del todo cómoda en su nuevo rol y se le dificultaba mantener el atractivo de las variopintas bacanales. En parte como prevención a algún error insalvable que pudiese suceder en vivo y también a modo de prevención sanitaria, los programas comenzaron a grabarse los días sábados desde el mediodía, algo impensable cuando la longeva dueña de casa estaba al frente del timón. Sin embargo, el tiempo hizo lo suyo y Juana Viale se fue asentando en el difícil lugar que le tocó ocupar: con el transcurrir de las semanas, fue ganado soltura y logró superar tamaño desafío. En las cenas sabatinas, en las que el eje suele ser la política, desnudó algunas falencias informativas y cierta falta de timing a la hora de entrevistar a políticos. En cambio, en los almuerzos dominicales se lució con frescura cuando le tocó conversar con representantes del ambiente artístico y personajes mediáticos e intercambiar picardía y pasión por la cocina con la cocinera Jimena Monteverde. Juana Viale mantuvo la audiencia de su abuela e incluso lo mejoró un poco. Divertida, espontánea y bella, superó la difícil prueba de ocupar el cetro de la reina madre de la televisión. No solo salió airosa, sino que logró imprimirle un estilo propio a La Noche de Mirtha y a Almorzando con Mirtha Legrand.
Shira Haas
Primero la conocimos en Shtisel, aquella conmovedora historia sobre la comunidad judía ortodoxa en el barrio viejo de Jerusalén. Este año, aquella niña que llamó la atención con sus rasgos pálidos y sufrientes, protagonizó su propia travesía. No se trataba del mismo personaje, pero podría haber sido. El 26 de marzo, el gigante Netflix presentó la versión seriada de Unorthodox, basada en la novela de igual nombre escrita por Déborah Feldman, donde la autora cuenta su crianza en la comunidad jasídica Satmar. Poco ortodoxa, tal el nombre en español, conmovió a millones de personas en el mundo que se adentraron en la historia de Esther "Esty" Shapiro, la chica de 19 años que escapa del matrimonio concertado en busca de hallar la propia y auténtica felicidad, más allá de las imposiciones religiosas, culturales y familiares. A los 25 años, Shira Haas se ganó la mirada de buena parte del mundo con una composición tan austera como sentida. Desde su andar hasta la mirada de padecimiento, la actriz apeló a todos los lenguajes expresivos para comunicar dolor. La actriz nacida en Tel Aviv tiene casi medio millón de seguidores en su cuenta de Instagram, donde suele exhibir algunos aspectos de su vida personal y hasta mostrarse con elegantes vestuarios que la muestran muy diferente a aquella acongojada jovencita que la hizo conocida para millones de televidentes de buena parte del mundo.
Carlos Calvo
Para todos fue Carlín. El 11 de diciembre, a sus 67 años, murió el actor que truncó joven su carrera y despidió prematuramente su vida. El pibe de San Antonio de Padua, con deseos de triunfar, se ganó un lugar en la farándula con las mismas herramientas con las que divertía y seducía en sus tiempos de anonimato: picardía, mucha calle, algo de mitomanía, facha, y chamuyo. Porteño hasta la médula, Carlos Andrés Calvo le dio vida a innumerables "atorrantes" de ficción que se convertían en el típico porteño aventurero y de buenas intenciones. En la televisión de 1980 fue el Cholo Minelli, en la serie El Rafa, programa donde se gestó su consagración definitiva y una popularidad que la acompañaría siempre. En teatro, mostró su cuerpo en La lección de anatomía y Equus, y formó una dupla irrepetible con Ricardo Darín en Extraña pareja y Taxi. La comedia era lo suyo. Hombre de varios amores, encontró en Carina Gallucci a la esposa que lo contendría hasta el final, incluso estando separados. Gallucci es la madre de sus hijos Facundo y Abril y la mujer que se convertiría en guía y bastón emocional cuando la salud comenzaba a jugarle malas pasadas. En marzo de 1999 sufrió un primer ACV y a partir de allí su vida comenzó a diezmarse. En octubre de 2010 aconteció su segundo accidente cerebrovascular y, aunque inicialmente, demostró una evolución favorable, durante la última década su lucidez se fue apagando. Amigos de fierro como el productor Javier Faroni lo sostuvieron en todo momento. Con Carlín se apagó un tipo de galán irrepetible: canchero, bonachón y mujeriego. Así en la vida como en la tele.
Olivia Colman
Olivia Colman no encaja en la media de la industria. A los 46 años, la actriz es una verdadera anti diva. Otras, en su lugar, sentirían haber tocado el cielo con las manos. Sin embargo, ella maneja códigos propios que se apartan de cierto deber ser de la industria. Este año, su personificación de la reina Isabel ll en The Crown terminó por consagrarla, luego de un 2019 donde había ganado el Oscar como mejor actriz por su rol de Ana de Gran Bretaña en la película La favorita de Yorgos Lanthimos. Pero no hay que olvidarse que tiene una carrera con una gran cantidad de títulos y reconocimientos. Colman era fanática de la serie cuando la convocaron para interpretar el rol de Isabel ll. Para su composición, indagó, leyó y trató de entender la dinámica del sistema de vida monárquico y tratar de adentrarse en la idiosincrasia de una de las mujeres más poderosas del mundo. Dicen que cuando visitó el Palacio de Buckingham se llevó de recuerdo un trozo de papel higiénico. En The Crown es la tercera vez que se pone en la piel de una monarca. Además de su performance en La favorita, también fue la Reina Consorte Isabel Bowes-Lyon en el film Hyde Park on Hudson. Su vida es como la de una Cenicienta, pero con final feliz. Es que la actriz se ganaba la vida limpiando baños, mientras participaba en talleres de actuación y soñaba con una vida más cómoda. Lo logró. A pesar de estricto bajo perfil y de renegar por la pérdida del anonimato, hoy Colman vive como una reina.
Carlos Rottemberg
Jamás claudicó. Mantuvo a todo su personal y no dejó de idear proyectos con vistas a un futuro más venturoso. Con 45 años organizando temporadas, sin dudas la del 2020 fue la más atípica que le tocó atravesar. La tempestad, como definiría William Shakespeare, no le anuló el deseo, pero, fiel a su estilo, fue prudente, esclareció cuando hubo que hacerlo y reclamó cuando se hizo necesario. Fue la voz de muchos. Carlos Rottemberg es el empresario con más salas teatrales en nuestro país y un erudito en la materia. Cuando en el mes de marzo se instauró la cuarentena, anunció que los espacios escénicos recién abrirían en octubre. Muchos lo miraron raro. Sin embargo, le erró por poco: algunas salas comerciales porteñas volvieron a la actividad el viernes 13 de noviembre. Ese día, en su Multiteatro, Rottemberg estrenó la pieza El acompañamiento de Carlos Gorostiza, un clásico de la dramaturgia nacional que tenía todo listo para debutar en marzo y no pudo ser. En el escenario, Luis Brandoni y David di Nápoli dieron el puntapié inicial y el complejo de la Calle Corrientes encendió no solo sus letreros sino la esperanza de una vuelta lenta, aunque constante. A fines de marzo, las marquesinas del Multiteatro se taparon con una prudente leyenda: "Bajemos el telón para cuidarnos, habrá tiempo para volver al teatro". A mitad de año, a la lona gigante se le sumó el anhelado "falta menos". Así fue. Carlos Rottemberg, una vez más, fue la cara visible para hablar de salas cerradas, daño colaterales y reaperturas."Es muy fea la sensación de actividad clausurada para cerca de las 400.000 personas que mueve espectáculo teatral y musical en el país", reconoció el empresario que ya tiene programadas algunas de sus salas con estrenos para ofrecer durante el verano 2021 tanto en Buenos Aires como en Mar del Plata. Con la prudencia que le da el conocimiento, Rottemberg sigue siendo un faro a la hora de pensar la actividad de la cultura y el entretenimiento. Por algo lo llaman "El señor de los Teatros".
Paul McCartney
Para el exBeatle, la pandemia del Covid-19 no fue impedimento para seguir desplegando una actividad intensa que lo muestra en un grado superlativo de creatividad. Durante las primeras semanas pandémicas, Paul McCartney se dedicó a concebir su nuevo material. Ni el coronavirus ni sus 78 años entorpecieron la tarea. Bautizó a su confinamiento como "rockdown", una simbiosis entre el rock y el lockdown (encierro en inglés). En su finca de Sussex confió en todo lo que este momento del mundo podía inspirarle y logró conformar un material notable, mostrando a un McCartney maduro y poderoso. McCartney lll, el disco el número 18 de su carrera, abre con "Long Tailed Winter Bird", dejando en claro que los sonidos fáciles de sencilla pregnancia no serán el eje del exhaustivo trabajo que lo encuentra en un gran momento de exploración. Trabajo de laboratorio que le dicen. Y si con esto no bastara, el músico ya prepara una serie documental de seis episodios donde repasará su intensa vida. El proyecto está a cargo del propio McCartney y Rick Rubin, un genio de la producción discográfica. La tira se verá durante 2021 en alguna de las plataformas de streaming con las que se negocia la exhibición.
Fito Páez
Nació en 1963 y en 2020 mostró nuevas inspiraciones con un sonido renovado, pero que, paradójicamente, confirman su esencia. Fito Páez no es hombre de explicitaciones, la elipsis funciona bien con él. Cuando el Covid-19 comenzó a sonar fuerte, el eclipsó conLa conquista del espacio, un acto de resistencia con el que mostró nuevas canciones, acaso algunas sean las mejores de su carrera, y un trabajo conceptual exquisito. 57 años y su disco de estudio número 23. Madurez en la vida y en la composición. Los sonidos de la máquina de escribir que se escuchan promediando el disco simbolizan el poderoso circuito creativo del gran solista actual del rock vernáculo. "Todas las bestias sufrimos sin parar", dice en la monumental "La canción de las bestias". Toda una definición. Abe Laboriel Jr., el baterista de Paul McCartney, es uno de los músicos invitados de un material que fue registrado en icónicos estudios como los Capitol de Hollywood. Fito es puro presente. Y futuro. Sí, está claro que el rosarino irrumpió allá lejos y hace tiempo, pero no hay nadie más actual que él. Páez. Con eso alcanza. Y no hay más nada para decir.
Sean Connery
La pérdida del Sir Sean Connery, a sus 90 años, enlutó a la industria de los grandes estudios. Sí, se fue James Bond, pero también partió un actor notable que supo transitar los sets con formidables interpretaciones. Cuando el 31 de octubre dio su último suspiro, toda una época moría con él. Ingresó al mundo de la actuación de casualidad: su familia era muy humilde y él se encontraba desempleado cuando un amigo le dio la posibilidad de trabajar en un teatro londinense como tramoyista. Ahí descubrió su verdadera vocación, acaso nunca antes se había detenido a pensar qué podía hacer con su vida, preocupado por necesidades urgentes como las de comer y dormir en una cama abrigada. Había sido galán de Lana Turner y ya tenía un buen nombre ganado cuando James Bond se cruzó en su camino. El personaje fue una bisagra en su vida, siempre se dijo que fue el mejor Bond de todos los tiempos. Para el aquel lejano 007 se había pensado en Cary Grant, pero la suma de dólares exigida por el divo desahució a los productores. Finalmente, Sean fue el actor escogido. Tuvieron que entrenarlo y hasta enseñarle a caminar con distinción. Desde aquella primera película de 1962, Sir Sean Connery se convirtió en una estrella adorada. En Los intocables se llevó el Oscar como actor de reparto, el único galardón que le otorgó la Academia de Hollywood, demasiado poco para su enorme trayectoria. Con la publicación de su biografía Being a Scot comenzó a despedirse hace más de una década. Murió en Bahamas, rodeado de los suyos, dando las hurras por una vida intensa y dejando huérfano para siempre a James Bond.
Agustín Alezzo
En junio corrió la noticia de que peligraba la continuidad de la sala El Duende, que el maestro Agustín Alezzo había fundado en 1966. Tenía planeado abrir la nueve sede el 15 de marzo en Villa Crespo, luego de invertir todos sus ahorros para ponerla a punto, pero con la cuarentena lo único que había logrado era acumular deudas. "Yo siempre soy optimista y pienso que siempre las cosas se solucionan. Creo en la suerte, tengo esperanza", había confesado a LA NACION por ese entonces mientras intentaba no bajar los brazos. El mismo fin de semana que se publicó esa nota, el artista fue internado con coronavirus. A las semanas, el Instituto Nacional del Teatro (INT) le otorgó a la sala un subsidio que le permitía a El Duende seguir su ruta. Cuando se esperaba su alta, el gran maestro de actores, el caballero del teatro argentino, el formador de tantos intérpretes falleció y la escena local se puso de luto."Nos quedamos huérfanos de él y del ritual de aplaudirlo. Se merece todas nuestras lágrimas", aseguró Muriel Santa Ana, una de sus discípulas ese triste 9 de julio.
Anya Taylor-Joy
El 2020 fue el año de esta actriz nacida en Miami y cuyo padre tiene ascendencia argentina, razón por la cual Anya Taylor-Joy vivió en Buenos Aires hasta sus 6 años. El estreno de la miniserie Gambito de dama la colocó en un lugar estelar y de notable repercusión, pero la chica, que fue descubierta cuando caminaba por la tienda Harrods de Londres, también protagonizó otros títulos relevantes. Durante esta temporada, participó en Emma y en X-Men, aunque fue su interpretación de la ajedrecista Elizabeth Harmon la que terminó por coronarla con tan solo 24 años. La historia de desarraigo y superación de Harmon conmovieron a millones de televidentes. Taylor-Joy logró el milagro de hacer coincidir a los críticos norteamericanos e ingleses, quienes elogiaron por unanimidad la interpretación que hizo de esa joven huérfana que demuestra ser un prodigio frente al tablero, en una época donde el ajedrez concitaba la atención mediática como si se tratase de una disputa futbolística. Para acceder a las entrañas de su personaje, creado en una novela de Walter Tevis editada en 1983, la actriz pasó semanas rodeada de ajedrecistas profesionales tratando de entender la dinámica y la sensibilidad emocional de estas personas que apelan a la razón para jugar. Con Gambito de dama, una de las series más exitosas de Netflix, demostró ser una artista solvente de esas que pueden transitar los más diversos lenguajes y darle vida a criaturas de ficción bien disímiles.
Héctor Larrea
El 2020, lejos de la pasividad, lo encontró al frente de dos programas en Radio Nacional: El carromato de la farsa y Gardel por Larrea. De decir exquisito, melómano erudito y conocedor del medio como nadie, es el gran prócer del micrófono que, allá por los ´70, modificó el modo de hacer radio con su eterno Rapidísimo. Pero Héctor Larrea jamás se estancó y fue mucho más que eso. En su larga trayectoria no solo mantuvo el timing a la hora de bastonear sus programas, sino que aportó un estilo sostenido por las ideas precisas y lúcidas. Es el gran locutor del medio, el que pasaba un aviso como nadie, entrevistaba con calidez y simpatía, o daba una clase sobre música. Larrea impuso estilos y marcó los modos del hacer radio. En el año en que el medio cumplió su centenario, "Hetitor" anunció su despedida. Todo un símbolo.
Chadwick Boseman
El 28 de agosto murió Chadwick Boseman luego de luchar contra un cáncer que venía minando su salud desde 2016. La noticia enlutó a la industria del entretenimiento, con su partida se iba un genial intérprete que había descollado con títulos como 21 bridges o Marshall. Había sido un militante de la pluralidad y un defensor de las minorías étnicas. Cuando Marvel lo convocó para Pantera negra, su carrera dio un vuelco. Personificar al superhéroe le sumó público y lo posicionó ante un nuevo desafío. Sin dudas, será recordado por esa pantera negra que coronó su precoz carrera. Joe Biden, el futuro presidente norteamericano, expresó en su cuenta de Twitter: "El verdadero poder de Chadwick Boseman fue más grande que cualquier cosa que vimos en pantalla. Inspiró a generaciones y mostró que pueden ser lo que quieran, incluso superhéroes". Jamás se refirió a su enfermedad, aunque su delgadez alertó y asustó a sus fanáticos. Luego de morir, su último tuit llegó a casi ocho millones de likes.
Cecilia Roth
Si para la mayoría de sus colegas, el 2020 implicó una merma de la actividad para Cecilia Roth el año estuvo atravesado por proyectos exquisitos. Hizo cine, televisión, teatro por streaming y fue protagonista de una experiencia artística difundida por WhatsApp, acorde a los tiempos que corren. El 20 de mayo, Telefe estrenó Los Internacionales, donde Roth se lució interpretando a Marta Costas, una fiscal que no tiene límites en sus manejos atravesados por la ambición y el deseo de llegar a la Corte Suprema de Justicia. A los pocos días, llegó el estreno de Crímenes de familia, la película de Sebastián Schindel donde se convirtió en Alicia, una mujer de buen pasar económico que resigna todo, incluido su matrimonio, en busca de esclarecer una muerte acontecida en su propio piso de la calle Posadas. La película se estrenó en Netflix y en CineAr Play y arrasó. Pero Roth fue, además, una de las protagonistas de dos experiencias de interpretación que se difundieron por WhatsApp: primero surgió Amor en cuarentena y luego Audioguía para que vuelvas. Su inconfundible voz sedujo desde los audios telefónicos. Finalmente, el sábado 12 de noviembre participó del biodrama de Vivi Tellas: Muy bodas de sangre en el Teatro San Martín, donde descarnadamente mostró aspectos desconocidos de su historia familiar atravesados por el texto de Federico García Lorca. Dúctil y sutil. Sin dudas, es una de las actrices argentinas que más arriesga en esa búsqueda por las nuevas sonoridades y sororidades expresivas.
Taylor Swift
Taylor Swift acaba de lanzar Evermore, su noveno material registrado en estudio y hermanado con Folklore, su placa editada hace solo algo más de cuatro meses. "No podía dejar de escribir canciones", explico la cantante cuando le consultaron sobre la rapidez por volver a lanzar un nuevo disco. Evermore, al más puro chamber rock, encuentra a la cantante en una madurez interpretativa notable y como una artista integral que tiene mucho para decir con sus letras. Sin embargo, no todas son rosas en este fin de año: la cantante se apresta a grabar la totalidad de su repertorio inicial debido a que no es dueña de los sonidos grabados, pero sí de las letras. Es la segunda vez que ve como un productor de su "confianza" lucra con aquellos materiales registrados hace años. En 2019, la revista Billboard la consagró como Mujer de la década. De chica del country a estrella mundial, ha recorrido un vertiginoso camino consagratorio.
Paula Hernández
Es actriz, productora, guionista y directora. Si bien tiene una extensa carrera como realizadora cinematográfica, muchos posaron su mirada en ella cuando, hace algunas semanas, la Academia Argentina de las Artes y Ciencia Cinematográficas eligió a su películaLos sonámbulos para representar al país en la nueva edición de los Premios Oscar. El material se estrenó durante la primavera del 2019 con notables críticas y buena repercusión de taquilla. Erica Rivas, Marilú Marini, Ornella D’Elía, Daniel Hendler y Luis Ziembrowski encabezan el elenco que protagoniza esta historia de vínculos familiares maltrechos. La película es de una factura impecable, rodada mayormente en una estancia rural, transita por lo no dicho, los tormentos y el sufrimiento de las mujeres de un clan patológico que parece estar adormecido ante la realidad. Paula Hernández irrumpió en 2002 con Herencia, su primer largometraje, y demostró que sería una realizadora con lenguaje propio y un manejo de la cámara íntimo y poderoso. Tiene todas las chances para que Los sonámbulos despierten los, a veces, alicaídos reflejos de los integrantes de la Academia de Hollywood.
Karina, La Princesita
El género de la música tropical es tan exitoso como vapuleado. Acaso por ser una genuina expresión de las clases populares y ser el punto de expresividad artística de los sectores menos favorecidos de la sociedad, los medios no suelen detenerse en el fenómeno ni tener en cuenta a los artistas que lo motorizan. Karina, la Princesita es una de las cantantes de esa movida de estética barroca y sonidos festivos. Es una estrella del género que convoca a multitudes que buscan en su balada cumbiera espejar la propia historia de amor. Este año, Marcelo Tinelli la convocó para integrar el jurado de Cantando 2020 junto a Moria Casán, Nacha Guevara y Pepe Cibrián, que partió raudo de la experiencia. De alguna forma, integrar el tribunal del programa de eltrece validó su lugar en el mundo del espectáculo. Ya había demostrado su talento, más allá del género tropical, cuando Flavio Mendoza la convocó para estelarizar la obra Siddharta. Llegó a un lugar al que pocos cantantes de su género llegan. Defendió la parada. En Cantando 2020 se mostró segura, perspicaz y más refinada en su estilismo.Supo jugar el juego del escándalo televisivo [sobre todo después de que se sumó Oscar Mediavilla al jurado] y demostró que los aristas tropicales pueden ocupar espacios más allá del gueto al que se los suele confinar.
Con la colaboración de Alejandro Cruz.
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