Lizzo se defendió de las denuncias de acoso sexual y laboral
Tras la demanda judicial presentada por tres de sus bailarinas, la cantante hizo un contundente descargo en Instagram
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Esta semana, la cantante Lizzo fue noticia aunque no por sacar un nuevo hit, anunciar un show o ganar un premio. Todo lo contrario. Tres de sus bailarinas presentaron una demanda en la Justicia, acusándola de interrogarlas sobre su peso y presionarlas para que participen en espectáculos sexuales perturbadores. Ante semejante declaración, la compositora de “Good as Hell” decidió recurrir a sus redes sociales para hacer un contundente descargo y defenderse de las acusaciones.
“No estoy aquí para que me vean como una víctima, pero también sé que no soy la villana que la gente y los medios han retratado estos últimos días”, escribió la estrella pop en su cuenta de Instagram este jueves. Fiel defensora del positivismo corporal, Lizzo aclaró: “No hay nada que me tome más en serio que el respeto que merecemos como mujeres en el mundo”.
Tras definir sus últimos días como “desgarradoramente difíciles y abrumadoramente decepcionantes”, la cantante aseguró que debido a estas acusaciones su ética de trabajo, su moral y su carácter han sido cuestionados y criticados. “Estas historias sensacionalistas provienen de ex empleados cuyo comportamiento en la gira fue inapropiado y poco profesional. A veces tengo que tomar decisiones difíciles, pero nunca es mi intención hacer que nadie se sienta incómodo o que no sea valorado como una parte importante del equipo”, añadió.
“Soy muy abierta con mi sexualidad y expresándome, pero no puedo aceptar o permitir que la gente use esa apertura para hacerme ver como algo que no soy”, agregó molesta quien a través de su música siempre fomentó el amor propio, la positividad corporal y la inclusión.
La denuncia por dentro
La pesadilla para esta artista pop comenzó el martes cuando dos de sus exbailarinas, Arianna Davis y Crystal Williams, contaron que fueron despedidas y una tercera, llamada Noelle Rodríguez, decidió renunciar debido al ambiente de trabajo hostil y el acoso sexual que, según su relato, sufrió al lado de la cantante. Las tres coinciden en que Lizzo las sometió a situaciones sexualmente denigrantes y las presionó para que participen en espectáculos donde tenían que relacionarse con artistas desnudos.
Los hechos habrían ocurrido en febrero de este año, durante su gira por Ámsterdam, donde brindaron una serie de recitales. Según las denunciantes, una de las noches que pasaron en la ciudad, la cantante invitó a todo su equipo a salir y terminaron en la “zona roja”, un barrio conocido por sus tiendas, clubes y bares de desnudistas. “Las cosas se salieron de control rápidamente. Lizzo comenzó a invitar a los miembros del staff a turnarse para tocar a los artistas desnudos, atrapar los juguetes sexuales lanzados desde las zonas pudendas de las artistas y comer bananas que sobresalían de sus partes íntimas de las desnudistas”, relata la demanda.
En ese contexto, la cantante “presionó” e “incitó” a Davis a tocar los senos de una de las artistas que bailaba desnuda. Un mes después, Lizzo volvió a “engañarlas” para que asistieran a otro espectáculo de desnudos. “No les dio la opción de no participar”, afirman los documentos presentados en la Justicia.
Las tres coinciden en que durante el tiempo que compartieron con la artista se sintieron amedrentadas y aterrorizadas. Davis, por ejemplo, recuerda cuando en medio de una audición “insoportable” no pudo ir al baño y terminó “haciéndose encima”. Tiempo después, la bailarina fue despedida “en el acto” cuando Lizzo se enteró de que ésta la había grabado. En solidaridad con su compañera, Rodríguez renunció unos días después haciendo hincapié en “la falta de respeto” que mostró la cantante hacia ellas “en todo momento”. En la demanda aseguró que “temía que Lizzo tuviera la intención de golpearla y lo hubiera hecho si uno de los otros bailarines no hubiera intervenido”.
La acusación de estas artistas alcanza también a la coreógrafa Tanisha Scott y a la jefa de baile, Shirlene Quigley, a quien se acusa de “hacer proselitismo con otros artistas y ridiculizar a quienes tuvieron relaciones sexuales prematrimoniales mientras compartían fantasías sexuales lascivas, simulaban el sexo oral y discutían públicamente la virginidad de uno de los demandantes”. A su vez, se acusó a Lizzo y Scott por insinuar que Davis no estaba comprometida con su trabajo simplemente porque había aumentado de peso.
“La naturaleza del trato que Lizzo y su equipo le dieron a sus artistas parece ir en contra de todo lo que la cantante representa públicamente. En privado, avergüenza a sus bailarines y los degrada de maneras que son absolutamente desmoralizantes”, afirmó el abogado de las demandantes, Ron Zambrano, quién señaló que debido a esto sus clientas sufrieron “angustia emocional grave, ansiedad, dolor, lesiones físicas y enfermedades”.
Apenas unas horas después de que trascendiera la denuncia, la exdirectora creativa de la artista, Quinn Whitney Wilson y la bailarina Courtney Hollinquest recurrieron a sus redes sociales para afirmar que ellas experimentaron un trato similar. “No soy parte de la demanda, pero esta fue en gran medida mi experiencia en mi tiempo allí”, escribió Hollinquest en una historia de Instagram. Y agregó: “Un gran saludo a las bailarinas que tuvieron el coraje de sacar esto a la luz”.
Por su parte, Wilson compartió una captura de pantalla de la declaración de Hollinquest y agregó que se hacía eco de todo lo que se había dicho sobre la cantante. “Pertenecí en ese mundo durante unos tres años. Aplaudo mucho el coraje de las bailarinas para sacar esto a la luz, y lamento momentos de mi propia experiencia”.
Una carrera a favor de la igualdad
Después de años como artista independiente, Lizzo irrumpió en la escena musical comercial en 2019 con su éxito “Truth Hurts”. Inmediatamente, y gracias a su talento y su lucha por la igualdad, se hizo un lugar en el medio; ganando cuatro premios Grammy y colaborando con artistas como Ariana Grande, Cardi B, Missy Elliott y Beyoncé.
A través de sus canciones y sus discursos, Lizzo siempre se caracterizó por pregonar el amor propio, la positividad corporal y la inclusión. Durante años, la cantante dijo que era difícil encontrar bailarinas de talla grande para sus shows, por lo que lanzó Watch Out for the Big Grrrls; un programa que buscaba bailarines para unirse a su gira mundial. No sólo consiguió lo que buscaba convirtiéndose en un ejemplo sino que hasta ganó tres premios Emmy.
Será por eso que estas denuncias sorprenden por completo tanto a sus seguidores como a aquellos que consideraban a Lizzo como un gran referente a la hora de romper estructuras y luchar por la igualdad.
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