Liliana Caldini, la elegante mujer de un gran amor y algunos pocos pero sonoros romances

En tiempos de bellezas y cuerpos hegemónicos, Liliana Caldini era considerada una de las mujeres más lindas de la Argentina. Cumplía con todos los tópicos que la consagraban como la sex symbol seductora y elegante; su perfil distaba del de las vedettes o chicas de la televisión, lo suyo era lo estilizado, con un cuerpo sutilmente curvilíneo. Rubia y de mirada penetrante, se adueñó de la seducción en la década del ´70.

Cuando irrumpió como protagonista de una publicidad televisiva de cigarrillos, su nombre y su cara estallaron de popularidad. Con el fallecimiento de Liliana Caldini, acontecido en la noche de este domingo 3 de julio, se cierra una época donde el mundo del espectáculo se daba la mano con el jet set. La modelo, conductora y empresaria pertenecía a esa generación donde, si bien la vida privada podía pasar a ser pública, había ciertas formas protocolares que cumplir. Será por eso que transitó sus amores manteniendo las formas y el buen gusto; mostró lo que quiso mostrar y anunció sus separaciones con perfil bajo. Con todo, su pareja con el locutor Jorge Cacho Fontana fue la comidilla del medio que generó decenas de tapas de revistas.

Sin prejuicios

Caldini saltó a la popularidad masiva cuando protagonizó la publicidad televisiva y gráfica de los cigarrillos Chesterfield. Allí, bajo la melodía de “Tiritando”, el hit impuesto por Donald Clifton McCluskey, bailaba seductora ante los millones que encontraban en ella al nuevo ícono aspiracional.

En medio de esa fama vertiginosa y ascendente, con tan solo 18 años de edad, Caldini se enamoró de Cacho Fontana la gran estrella del espectáculo argentino. La noticia sacudió a la opinión pública que no veía con buenos ojos ese amor atravesado por una diferencia de edad importante: él tenía veinte años más que ella, pero a ninguno de los dos les importó ni la brecha generacional ni las opiniones en contra que generó la irrupción de la pareja en el medio.

Caldini y Fontana estuvieron más de una década juntos. Cuando nadie apostaba por la duración de la relación, ellos dieron cátedra sobre cómo es posible el entendimiento a pesar de la diferencia de edad y los universos tan distintos en los que se movían. Fontana era estrella de la radio y la televisión, uno de los hombres mejor pagos de su tiempo. Ella venía de protagonizar la publicidad que la catapultó a la fama y de participar en la película El extraño de pelo largo.

El animador venía de formar una de las parejas más queridas del ambiente artístico junto a la cantante, bailarina y actriz Beba Bidart y, en su momento, se dijo que habría sido la irrupción de Caldini lo que provocó el distanciamiento de ambos. Fontana siempre guardó un gran respeto y cariño por Beba, al punto tal que la entrevistó en varias oportunidades.

Cuando Caldini y Fontana anunciaron que serían padres, ya no quedaban dudas que se trataba de un matrimonio fortalecido; con el nacimiento de las mellizas Ludmila y Antonella se terminaba de coronar el concepto familiar tan anhelado por la pareja.

Sin embargo, en 1982 los rumores de ruptura sonaron fuerte. Caldini fue la primera en reconocer públicamente la separación de la pareja; luego, vendría un largo alejamiento de la vida pública y una prolongada estadía en Miami.

Sin dudas, Cacho Fontana fue la pareja más trascendente de Caldini. Sus hijas les dieron nietos y, en los últimos años, cuando Cacho se instaló en un centro asistencial para adultos mayores, Caldini estuvo a su lado acompañándolo en todo. Fue una compañera leal hasta su último día de vida, aunque el amor de pareja ya no existiera.

Otros amores

A comienzos de la década del noventa, la exmodelo sorprendió con un affaire con el ex subcomisario Luis Abelardo Patti, figura polémica sobre la que pesaron acusaciones sobre delitos de lesa humanidad. El vínculo duró poco, lo suficiente para ocupar la portada de los medios gráficos y ser la comidilla de los gossip shows y convertirse en un punto controversial en la vida de Caldini.

En el 2019, en el programa Quien quiere ser millonario, el músico Raúl “Cuervo” Tórtora participó buscando ayudar a su magra jubilación mínima, tal como él mismo confesó al aire. Acompañándolo estaba una expareja de la juventud, nada menos que Liliana Caldini. Se habían conocido en el rodaje del film El extraño de pelo largo, cuando aún Fontana no había enamorado el corazón de la joven.

El último amor de Liliana Caldini fue Raúl Abramzon, músico fundador del recordado grupo de rock Industria Nacional. Se habían conocido hace más de cincuenta años, tiempos en los que frecuentaban los mismos lugares de diversión.

Una reunión de trabajo los reencontró, fue el puntapié para iniciar el romance. Aquel encuentro laboral se llevó a cabo en una casa de té por más de cuatro horas. Cuando el local cerró, se fueron a cenar al Barrio Chino de Belgrano, desde donde partieron entrada la madrugada. Fue la última pareja de Caldini.

Hasta el momento de su fallecimiento, la exmodelo se ilusionaba con volver a enamorarse, aunque, según sus propias palabras, ya no deseaba volver a convivir.

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