Son las vacaciones más tristes de la infanta Cristina (53). Es la primera vez en dos décadas que la hermana del rey Felipe VI pasa un verano sin la compañía de su marido, Iñaki Urdangarín (50). El ex campeón de handball está privado de su libertad en la cárcel de Brieva, en Ávila, desde el 18 de junio, y su mujer decidió que los cuatro hijos que tienen en común pasen parte del verano europeo en los Grandes Lagos de Minnesota, en Estados Unidos, donde fueron recibidos por Cristina Urdangarín, hermana del ex duque de Palma y uno de los grandes apoyos de la infanta. De hecho, toda la familia Urdangarín está dedicada a contener a Cristina, como lo prueba el hecho de que a la vuelta de Estados Unidos la hermana del Rey viajó con sus hijos a Bidart, la localidad francesa perteneciente al cantón Saint-Jean-de-Luz, en la que solía veranear con su marido, para reunirse con gran parte de su familia política.
En la cárcel de Brieva, el ex duque de Palma cumple una condena de 5 años y 10 meses. Fue hallado culpable de fraude fiscal, malversación de fondos públicos, abuso de poder y tráfico de influencias
En todo momento la infanta estuvo arropada por su suegra, Claire Liebaert, y sus cuñados, Ana, Mikel y Lucía. Uno de los días, mientras sus hijos salían a surfear con sus primos, Cristina aprovechó para dar un paseo en solitario. Se la veía pensativa, con el semblante muy triste, y durante la caminata, hizo un stop para entrar a una inmobiliaria que compra, vende y alquila propiedades en la zona. Tras su paseo, se reunió con sus hijos en la playa y, junto a la familia de su marido, disfrutó de una jornada frente al mar. No faltó su suegra, Claire, con quien compartió confidencias mientras veían a los chicos divertirse y disfrutar de un día de surf.
Su marido obtuvo el segundo grado penitenciario, por lo que recibirá algunos beneficios extra. Por el momento, goza de tres vis a vis al mes y cuarenta minutos de llamadas telefónicas al día
Antes de viajar a Bidart, la infanta hizo una breve escala en Madrid, donde estuvo con su hermana, la infanta Elena. Ambas visitaron un local de ropa ubicado en pleno centro de la ciudad y disfrutaron de una tranquila tarde de compras. Cada vez que sus agendas se lo permiten, las hijas de Juan Carlos y Sofía aprovechan para pasar tiempo juntas. Y en estas horas tan difíciles vuelven a demostrar lo unidas que están.
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