Las revelaciones de Whoopi Goldberg: de las terapias de electroshock a la que sometieron a su madre a las adicciones que marcaron su vida
En su autobiografía, la actriz y presentadora también habla sobre el impacto que tuvo en su vida la muerte de su hermano
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Con la publicación de sus memorias, Whoopi Goldberg ha sorprendido con detalles impactantes y conmovedores de su pasado. La actriz y conductora repasa aspectos de su vida como su infancia marcada por los problemas de salud de su madre y sus batallas contra la adicción a las drogas.
La presentadora televisiva nacida bajo el nombre de Caryn Johnson lanzó su autobiografía esta semana en Estados Unidos, titulada Bits and Pieces: My Mother, my Brother and Me (editorial Blackstone), un libro que dedica a su madre, Emma Harris, fallecida en 2010, y a su hermano Clyde Johnson, quien murió de forma inesperada en 2015 a los 65 años.
Según detallan medios estadounidenses que tuvieron acceso previo a la publicación, la ganadora del Oscar y copresentadora de The View relata especialmente los duros episodios que atravesó de niña cuando vivía en un barrio humilde de Nueva York, como las terapias de electroshock a las que fue sometida su madre (sin consentimiento propio) tras ser autorizadas por su padre al internar a la mujer en un hospital psiquiátrico.
“Hubo un tiempo en este país en el que tu marido, tu hermano o cualquier hombre involucrado en tu vida podía tomar decisiones médicas por vos”, contó la artista en su programa. “El papá de mi mamá y mi padre aprobaron que mi madre recibiera el tratamiento de shock durante dos años”, compartió. Este tipo de terapia extrema dejó una profunda huella en la joven Goldberg y marcó el comienzo de una serie de desafíos personales que cambiaron su vida y su forma de ver el mundo.
La conductora cuenta también que en otra ocasión salvó a su mamá del suicidio tras encontrarla en un estado de confusión y ver cómo “se acercaba al horno, lo encendía y metía la cabeza adentro”. La pequeña Whoopi corrió hacia ella y logró evitar que la situación pasara a mayores.
La actriz de Ghost, la sombra del amor también escribe sobre el momento desgarrador en el que se enteró de que su madre se estaba muriendo. Mientras ella se encontraba durante una actuación en el Palladium de Londres, recibió una llamada de su hermano, quien le dijo que Emma había sufrido un aneurisma y le pidió que viajara.
Aunque el libro se basa en gran medida en las relaciones de Goldberg con su madre y su hermano, la presentadora también dedica palabras a su padre, Robert, quien murió en 1993 y era trabajador de correos y comerciante de diamantes. “Mi padre, siendo un hombre negro gay, no debió haberlo tenido fácil en la década del 60″, escribe Goldberg. Ella y su hermano solo veían a su padre ocasionalmente y la actriz recuerda que su papá hablaba más a menudo con Johnson. “Creo que mi padre era el amor de la vida de mi madre. Ella nunca salió ni mostró mucho interés en ningún otro hombre, que yo sepa”.
“Para desintoxicarme, tenía que cambiar de amigos”
En otro apartado del libro, la actriz también se abre sobre su lucha contra la adicción a las drogas en tiempos en que el consumo de sustancias era habitual en el Hollywood de los años 80, y destaca cómo encontró la fuerza para encontrar la sobriedad.
“Me invitaban a fiestas en las que me recibían con un bol lleno de metacualona. Podía elegir lo que quisiera. Había rayas de cocaína sobre las mesas y en los baños, y todo el mundo participaba. No parecía peligroso y, durante un año, todo fue bien”, relata. Sin embargo, “la cocaína empezó” a ganarle, sufría alucinaciones y comenzaba a tener problemas en el trabajo. Goldberg también tuvo problemas con el alcohol y la marihuana, al punto de que “trabajaba para poder” pagarse la bebida.
Cuando un día llegó a esconderse en un armario para consumir cocaína y fue encontrada in fraganti por una trabajadora de hotel, entendió que su vida debía dar un giro. “Para desintoxicarme tenía que cambiar de amigos y rechazar invitaciones, pero pude hacerlo porque no me quería morir”, cuenta.
Sin embargo, no todo son adversidades en las memorias de Goldberg. La actriz también comparte momentos de felicidad y gratitud, como el hecho de convertirse en abuela a la temprana edad de 34 años. Este giro inesperado en su vida le trajo nuevas perspectivas.
En el libro, Goldberg también revela una lección que aprendió nada menos que de Elizabeth Taylor. Recuerda haber visto a la actriz en Tiffany’s, donde esta le recomendó que siempre debía pedir un regalo a un estudio cuando trabajara en un proyecto. Whoopi tomó su ejemplo y ello le permitió con los años reunir una amplia colección de arte.
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