Las revelaciones de Fabrice Morvan, de Milli Vanilli y el lado menos conocido del famoso escándalo
Fabrice Morvan contó su versión de la historia en un documental ya disponible en Paramount+; los detalles que permanecían inéditos del incidente que terminó con su promisoria carrera
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La caída de Milli Vanilli marcó uno de los hechos más escandalosos en el mundo de la música cuando los años 90 apenas comenzaban. El público, que había colocado al dúo alemán en lo más alto de los rankings y había desparramado su música por el mundo, sintió la decepción ante la peor de las noticias en aquella época: la voz de los temas que adoraban no pertenecía ni a Fabrice Morvan ni a Rob Pilatus sino que, en todos sus éxitos, ellos tan solo movían los labios y la voz era de otros. Hoy, a más de 30 años del escándalo, Morvan reveló su versión en un nuevo documental de Paramount+ y habló con la revista People sobre el peor momento de su carrera.
“Pasamos de ser personajes amados a ser objeto de risa y ridículo”, aseguró Morvan sobre el rápido ascenso de la banda de la mano de canciones como “Girl You Know It’s True” y “Blame It on the Rain” y la estrepitosa caída posterior, cuando se supo que el dúo de R&B no eran los vocalistas de ninguna de las canciones de la banda. De inmediato, la Academia Nacional de Grabación de Artes y Ciencias revocó el premio Grammy que Milli Vanilli había cosechado como artista revelación. “La gente siempre pensó que conocía la historia, pero mi historia nunca ha sido contada”, siguió.
Además de la voz del cantante, en el documental aparecen los testimonios de varias figuras de la industria musical que estuvieron involucradas con la banda pero también que pudieron ver de cerca cómo funcionaba la máquina detrás de Milli Vanilli. El director de la película, Luke Korem, decidió realizar una película sobre aquel icónico caso luego de enterarse de que había grietas en la versión de la historia que circuló con más fuerza.
“Vi un video de YouTube de Fabrice contando su historia en The Moth, en la ciudad de Nueva York, y al final cantó”, dice Korem. “Tenía una voz hermosa y pensé: ‘Esperá un momento’. Pensé que la historia era que estos dos tipos eran fraudes sin talento. No sabía que sabía cantar’”, contó.
Una versión distinta
Criado en París por un padre trabajador de la construcción y una madre asistente de laboratorio farmacéutico, Morvan se mudó a los 18 años a Múnich. Allí conoció a Pilatus, un bailarín que compartía su sueño de actuar. En 1987, el ejecutivo del sello Frank Farian, que había dirigido el grupo Boney M. y producido para Meat Loaf, les ofreció un contrato discográfico. “Pensamos: ´ese tipo es poderoso’”, recordó Morvan.
Atraídos por las placas de discos de oro en el estudio de Farian, firmaron el contrato sin leerlo y así nació Milli Vanilli. Poco después, Morvan contó que se dieron cuenta de que Farian no tenía planes de que cantaran. Ya bajo contrato, acordaron realizar sincronización labial con canciones grabadas por los vocalistas norteamericanos Charles Shaw, John Davis y Brad Howell, quienes se mantuvieron separados de Morvan y Pilatus. “Cada vez que veníamos al estudio tratábamos de buscar gente. No había nadie allí”, dice Morvan. “Se aseguraron de que nunca tuviéramos contacto”.
El secreto fue abrumador para las estrellas en ascenso, que temían quedar expuestas porque sus acentos no coincidían con las voces de los cantantes reales. “Eso fue estresante”, repasó. Aún así, Milli Vanilli saltó a la fama. “Me mantuvieron al margen”, recordó Morvan sobre los supuestos acuerdos detrás de su actuación en los Grammy, de los que sólo se enteró a través del documental de Korem.
Morvan y Pilatus querían cantar en su segundo álbum, pero aparentemente Farian se negó, lo que llevó al dúo a amenazar con exponer el secreto ellos mismos. Farian (que no participó en el documental y no ha comentado sobre las afirmaciones de Morvan) se les adelantó y reveló el truco en noviembre de 1990. “Sabía que cambiaría todo”, dice Morvan.
Los fanáticos rápidamente se volvieron contra ellos y muchos destruyeron sus álbumes. “Pasamos de ser personajes amados a ser objeto de burla y ridículo”, se lamentó el cantante. “Éramos el blanco de todas las bromas y blancos fáciles”, agregó. La situación empeoró cuando los comentarios en su contra se tornaron racistas. “Era feo”, añadió. “Rob se lo tomó muy personalmente”.
Si bien los Milli Vanilli intentaron revivir su carrera como dúo de cantantes, el público ya no estaba interesado y Pilatus recurrió a las drogas y el alcohol. “Había llegado demasiado lejos con su adicción como para salir del agujero”, reconoció Morvan. En 1998, Pilatus murió de una supuesta sobredosis. “Cuando Rob murió, pensé: ‘Guau, nadie sabrá nunca cómo fue’”. Hoy, Morvan vive en Ámsterdam con su pareja, Tessa van der Steen y sus cuatro hijos. La paternidad lo ayudó a superar sus más profundos demonios. “Me curó, porque de repente ellos se convirtieron en el punto focal”, aseguró.
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