De Mirtha Legrand a Norma Aleandro, de Guido Kaczka a Sebastián Wainraich: las figuras del espectáculo hacen su balance
En pocas horas se termina el año más atípico de las últimas décadas. La irrupción del Covid-19 cambió hábitos en cada rincón del mundo. La pandemia de coronavirus no exceptuó a nadie. Desde ya, los famosos también se vieron inmersos y afectados por la situación. Algunas de las celebridades más importantes de la Argentina le contaron a LA NACION cómo vivieron el 2020 y qué desean para el nuevo año. Mirtha Legrand, Norma Aleandro, Valeria Mazza, Guido Kaczka, Cristina Pérez, Rodolfo Barili, Nacha Guevara, Susana Rinaldi, Graciela Borges, Rita Cortese, Carlos Balá, María Laura Santillán, Diego Leuco, Nora Perlé, Benito Fernández, Sebastián Wainraich, Alejandro Lerner, Topa, Carmen Barbieri, Oscar González Oro, Mauricio Asta y Federico Bal reflexionaron sobre los meses atravesados por la pandemia y el consecuente encierro, y sobre la manera en la que se reinventaron cuando la ficción desapareció de la televisión, los teatros cerraron, el cine fue una utopía, la moda frenó sus costuras y los músicos cantaron en el living de sus casas.
Mirtha Legrand
"Estoy asustada, tengo miedo, pertenezco a un grupo de riesgo. Fue un año espantoso, me la pasé encerrada en mi casa y eso me hizo un daño enorme. Me cambió mi humor, mis ganas de vivir. El aislamiento es una cosa espantosa. Quizás me lo tomé demasiado enserio, pero tenía que hacerlo. No salía ni al balcón. Hablé con un neurólogo para comentarle que hasta la voz me había cambiado. Hice, hago, mucha gimnasia y, para cuidarme, reduje al máximo la cantidad de gente que puede ingresar a casa. Solo viene el kinesiólogo. Que aparezca la vacuna pronto, la que sea, pero que aparezca. Se hizo muy largo este tiempo sin ir a mi programa, fueron nueve meses que estuve ausente, por eso espero poder volver el año que viene, aunque solo haré los almuerzos del domingo".
Norma Aleandro
"Ha pasado algo grave en el mundo, que es esta pandemia que todavía tenemos y que tratamos de sobrellevarla lo mejor posible, algunos con más suerte que otros, pero es algo que nos corresponde a todos. Ha sido un año que parecen diez. Hay mucha gente humilde, con grandes problemas, además de la pandemia. Y también amigos que se han enfermado y otros que tuvimos que despedir. Esas son las cosas graves que han sucedido. En lo personal, he tenido la suerte de tener trabajo: a fines del año pasado terminé de hacer una película muy interesante del director Alejandro Mangone, sobre Armenia. Me encantó hacerla y sé que ahora estaban trabajando en la edición con todas las dificultades entendibles. Además, hice Norma en la nube, que fue una idea de mi nieto Iván, que es músico y está viviendo en Barcelona. Me vio leyéndole un cuento a mi marido, que recién terminaba de escribir, y me propuso largarlas a la nube. Le pregunté '¿a qué nube?', me explicó y eso hicimos. Así que durante muchos meses con el padre de mi nieto Iván, Oscar Ferrigno, que es director y actor, hicimos más de noventa cuentos cortos míos, que luego compró Films & Arts. En 2021 posiblemente hagamos otra tanda de 90 relatos. Además, la Editorial Fera publicó mis dibujos, que yo jamás mostré en público. El libro se llama Confieso que pinto y es la primera vez que lo hago ante el público. También estuve ensayando con dirección de Claudio Tolcachir una obra interesantísima que se llama Mi abuela la loca, con producción de Lino Patalano y Pablo Kompel. Teníamos hasta el decorado, pero tuvimos que parar. Ahora estoy ordenando cuentos para poder grabar y volver al aire, a la nube. Así que estuve ocupadísima. En casa hemos puesto la mejor buena voluntad para estar bien, contentos. Estar juntos con la imaginación. Por suerte están los aparatitos para mantenernos presentes. Como los adolescentes, me he acostumbrado a tener mi telefonito en la mano y charlar con los amigos y parientes. Espero que terminemos bien el año y empecemos mejor el que viene".
Valeria Mazza
"Año 2020, sin dudas va a quedar en la historia como el año de la pandemia, un año diferente que nos atravesó a todos como humanidad y que cada uno vivió a su manera. En lo personal fue un año de sube y baja emocional. Sin embargo, nos unió como familia, nos enseñó a cómo atravesar juntos la adversidad, la diferencia. Nos enseñó a reinventarnos, a hacerle frente a lo que no nos gusta y lo que nos hace mal. En lo laboral, al comienzo de la pandemia se produjo un freno absoluto y luego fue buscar la manera de seguir haciendo, creando, de buscar el modo de estar. En ese sentido, me armé los vivos de Instagram y creo que esa experiencia fue una conexión con la gente que me hizo muy bien. El hecho de levantarme y pensar en la producción de cada vivo y de los invitados, fue motivador. Lo hicimos con mi hija Taína, fue muy divertido, nos hacía bien, algo muy positivo para atravesar un momento duro. Además, tuve que adecuarme a la era del zoom para hacer las reuniones con el equipo de diseño para la generación de los anteojos 2021 y, por primera vez, abrí las puertas de mi casa para hacer la producción fotográfica de la nueva línea. Soy una persona muy positiva y trato de rescatar lo bueno de todo, así que termina un 2020 con mucho aprendizaje. Quiero creer que aprendimos a hacer las cosas un poco mejor y diferentes. Voy a brindar por la salud y por la esperanza, que es algo que se trabaja internamente en cada uno. No quiero perder la esperanza en mí y en las personas, creo en el ser humano. Luego de lo que significó la pandemia, espero que seamos mejores como sociedad. Que el 2021 sea con paz, amor y salud para todos".
Guido Kaczka
"La pandemia me trajo todos los dolores que le trajo a todo el mundo. Lo malo fue el aislamiento, la falta de contacto. Para mí eso fue gravísimo. Yo creo que es muy difícil de dimensionar en el tiempo las consecuencias que aparejó, por ejemplo, en los chicos sin poder ir al colegio. Ahora bien, en mi caso, con mi familia estuvimos muy unidos, hubo algo de menos pretensión. En algún lugar creo que todo eso me acomodó, hubo menos aspiración. Como todo estaba tan mal, empecé a valorar cosas a las que antes no les daba importancia. Uno se dio cuenta de lo bueno que había antes y se perdió. En lo laboral hubo que adaptarse tanto en la tele como en la radio, y eso fue un gran aprendizaje. En 2021 seguiremos con Bienvenidos a bordo en eltrece y con No está todo dicho en La 100".
Cristina Pérez
"Este año fue una prueba al temple. Transitamos lo inimaginable. ¿Cómo informar cuando todo es incertidumbre? En los momentos más oscuros de la pandemia hubo días en que sólo teníamos preguntas porque no había respuestas, en que la única certeza era que íbamos a estar ahí acompañando a la gente, compartiendo lo que nos pasaba a todos, caminando juntos en la bruma. Estoy orgullosa del trabajo que hicimos en Telefe Noticias y de cada noche compartida en Radio Mitre. Desde el principio supe que había varias pandemias simultáneas, la del miedo era una de ellas. Había que romper el miedo preguntando lo necesario. La falsa dicotomía salud versus economía hizo estragos. No había una supervivencia sin la otra. Desgarraban los testimonios de quienes no podían trabajar y llevar sustento a sus mesas. La gestión autoritaria de la cuarentena derivó en situaciones crueles como la de Solange que murió sin poder ver a su padre y luchó hasta el final diciendo: 'hasta el último suspiro tengo mis derechos'. El velatorio de Maradona puso todo en evidencia. El desafío del futuro incluye una gestión de la emergencia que respete a los individuos y sus derechos constitucionales. En lo personal, se grabó en mí como nunca una pregunta: ¿Qué tenés que hacer hoy? Y una respuesta: Vivir. ¿Y mañana? Vivir. El tiempo es la vida. No podemos perderlo".
Rodolfo Barili
"Fue un año de mucha angustia, por momentos. Por no saber ante qué estábamos. Qué era eso desconocido que podía barrer de un plumazo las cosas simples de la vida que creíamos ganadas. En lo laboral ha sido un año tan extenuante como desafiante. La realidad nos puso a los comunicadores en el desafío de aprender en vivo sobre algo desconocido, mientras nos hacíamos las mismas preguntas que quienes encendían la tele buscando respuestas. El camino de sinceridad y responsabilidad ante esa búsqueda es de lo que más rescato. Entender las angustias de quienes nos veían y acompañarlos viviendo lo mismo que ellos, interpretando sus estados de ánimo y la necesidad de saber sobre algo inesperado. Acompañarlos fue también acompañarnos. En lo personal, después de más de 60 días sin verlos, la cuarentena me devolvió la cotidianidad con mis hijos que los papás separados perdemos al vivir lejos de ellos. Al no ir presencialmente al colegio pudieron vivir semanas enteras conmigo y nos permitimos momentos que en medio de la vorágine de la vida 'normal' no hubiéramos tenido. Y tal vez tampoco hubiéramos decidido convivir con la mujer que amo y la pandemia empujó esa decisión que hoy nos hace felices como familia ensamblada. Siempre intento buscar el lado medio lleno del vaso de la vida. Se lo decía a mi vieja hoy, al abrazarla tras 9 meses y 13 días".
Nacha Guevara
"En lo personal tuve un buen año. Durante los primeros meses de la pandemia, me dediqué a trabajar en cosas que antes, por falta de tiempo, no me podía abocar. Siempre medito, estudio y hago cursos, pero, a partir de marzo, pude dedicarme full time a eso. Nunca había tenido una oportunidad así. Creo que eso me ayudó a llevar todo lo que este año trajo. Fue un trabajo profundo, dedicado, con cambios. Los primeros cuatro meses fueron los más difíciles, pero muy buenos. Luego tuve la bendición de que sonara el teléfono y llegara la propuesta laboral. Estoy en ese uno por ciento que está trabajando, así que muy agradecida. Con miedos, cuidados y flexibilidad. De esta no se salva nadie, a todos nos toca y nos altera la vida. Con respecto al 2021, es tan difícil imaginarlo. Si alguien supiera cómo va a ser, se llevaría todos los premios. En realidad, el futuro siempre ha sido incierto, aunque los humanos no queramos admitirlo y busquemos la seguridad. La verdad es que nunca sabemos lo que va a pasar. Este virus nos ha puesto frente a eso con más claridad y lo que tenemos que aprender es a vivir en la incertidumbre. Pero la incertidumbre es una gran maestra. En la incertidumbre todo es posible, se abren todas las posibilidades. En la seguridad, en cambio, se abren solo aquellas cosas en las que estamos enfocados, a esos lugares predeterminados a los que vamos con anteojeras. Esta pandemia nos quitó lo predeterminado, nos obliga a ir donde el viento nos lleve. Lo único seguro es la incertidumbre, siempre ha sido así. Por miedo, los humanos nos aferramos a eso que creemos seguro. La pandemia nos enseñó a ser flexibles y vivir en la incertidumbre. Hay que ver cómo cada uno puede vivirlo, pero esas son elecciones personales".
Susana Rinaldi
"Se me ocurrió en estos días donde las hipocresías florecen queriendo explicar lo inexplicable en cualquier acontecer cívico y social, vuelven a mí las solícitas preocupaciones de amigos queridos no solo como artista sino como referente social. Cómo podría desenvolverme sin dañar conductas y normas que acompañaron mi vida de artista comprometida en particular con la música y sus derivados, volcando mis afanes en una contienda política que, al decir de gente entendida, entre comillas lo digo, acaba de un sablazo aún con el mejor preparado. Digo todo esto porque algo tiene que decir uno al final del año que vive, pero, por sobre todas las cosas, agradecer estar vivos, seguir pensando. Más allá de lo bueno y de lo malo, está la amistad y la reflexión a dúo. Mi mayor deseo es de felicidad, a pesar de todo aquello que se nos viene encima".
Graciela Borges
"Nadie puede decir que fue un buen año. En todo caso, para mí fue una maestría, porque necesitaba parar y eso me ayudó. Venía de dos películas muy difíciles y de muchos shows, así que comprendí que, para mí, era importante detenerme. Sufrí mucho, más por los demás que por mí misma, viendo las consecuencias en el país y en la gente. De todos modos, siempre llevo una esperanza adelante, la esperanza para que en el 2021 se puedan reconstruir más cosas y tengamos más fe en lo que está presente".
Rita Cortese
"Un poema pequeño de Respirare de Bifo Berardi dice: 'Sin embargo, por cuanto no siempre es posible recordar el por qué, no podemos olvidar que una vez fuimos felices'. Yo creo que este ha sido un año de tanto conocimiento, de un conocimiento tan profundo sobre nosotros, sobre la existencia. Porque uno ha encontrado también la felicidad en este encierro, en el cuidado, en la no corporalidad. Y eso es de una gran sobreadaptación. De todos modos, es muy difícil definir este año en pocas palabras, es mucho lo que hemos y estamos atravesando, y con un futuro que lo único que me genera son preguntas. En cuanto a lo laboral, a diferencia de los pintores que pueden crear en soledad, para los actores, bailarines y músicos ha sido devastador. Hemos atravesado esto con holgura, con un Estado presente que es muy necesario en momentos tan únicos. Reconozco mis fortalezas y debilidades, y me duele mucho la falta de pensamiento que siento que hay. Me duele más que antes la vulgaridad, se ve que necesito imperiosamente ser feliz. No tengo respuestas, tengo preguntas, así me encuentro en este fin de año. Me encuentro con la esperanza que la vacuna realmente funcione, pero es tal el manejo que se hace de la información que nos llena de dudas. En realidad, lo que pido es tranquilidad, serenidad y mucha honorabilidad de parte de los medios de comunicación, de la política, y de nosotros como condición humana. Apelemos a lo más grande, puro y genuino que tenemos porque estamos enfrentados cara a cara con la muerte".
Carlos Balá
"Este año fue muy especial. La cuarentena hizo que me quedase en casa junto a Martha, mi mujer, quien me cuidó, nos cuidamos, con devoción. Disfruté de las películas musicales que me gustan tanto y también de mis hijos y nietos. Mi hija nos hacía las compras y mi nieta María Laura, que es chef, nos cocinaba. A nivel laboral, el balance de este año es particular, desde marzo, poco pude hacer. A mi edad aún me apasiona subirme a un escenario y estar en contacto con los chicos. Eso lo extrañé mucho. Deseo para el 2021 salud y la esperanza que las vacunas ayuden a superar lo que estamos pasando".
María Laura Santillán
"Este año me sentí interpelada y profundamente sacudida por el crecimiento abrumador del número de argentinos que viven bajo la línea de pobreza. El contacto diario con las imágenes del encierro y el hambre, con las colas por un plato de comida, me obligaron a buscar más contacto y a comprometerme aún más con las organizaciones sociales, con los que salen de su zona de confort, con los que ponen sus ahorros a disposición de la necesidad de los otros. Son miles y miles los que hoy trabajan por los otros. No buscan protagonismo, prefieren el anonimato. Salieron a buscar a la gente encerrada y con hambre, fue literalmente así. Empezaron a cocinar para cientos de personas en lugar de postear su plato gourmet de cada noche en una red social. Buscaron un lugar para dormir para quienes estaban en la calle. Recogieron a los perros abandonados, nuevos zombies de esta pandemia. Cambiaron la perspectiva y eligieron la acción. En silencio, sin esperar nada a cambio. Esta pandemia visibilizó como nunca a los más vulnerables. Nada será igual para muchos, tampoco para mí. 'Lo importante no es mantenerse vivo, sino mantenerse humano', escribió George Orwell".
Diego Leuco
"Fue un año muy complicado, pero yo debería inscribirme en el grupo de los que tuvieron suerte en varios sentidos. En primer lugar, si bien la cuarentena me trajo dificultades en mi día a día, como mi trabajo es esencial pude seguir desarrollándolo, lo cual me permitió mantener mi vida con cierta normalidad, algo que no le sucedió a todo el mundo y afectó seriamente a la gente. Haber mantenido mi trabajo es un privilegio, pero, como todo el mundo en el sector privado, resignando un porcentaje importante de ingresos. En la radio, fue un lindo año y con pocas preocupaciones porque Jorge (Lanata) estuvo bien de salud y no tuvo que faltar. Estoy solo, sin pareja, así que manejo mis tiempos. Si hubiese tenido hijos, se me hubiese complicado más, debido a la falta de colegio. A pesar de todo, fue un año de crecimiento, de cambios, de recuperar tiempo. Había miles de cosas que hacíamos de manera presencial y nos dimos cuenta que no era necesario. Aproveché para organizarme, me armé un mini gimnasio en mi casa y entreno mucho. Nunca encontraba el tiempo para hacerlo y ahora lo encontré. Todo un aprendizaje. En cuanto al contexto general, todos los países están luchando contra la pandemia y esto desnudó los aspectos positivos y negativos de cada sociedad. En la Argentina, la política, en el peor de los sentidos de la palabra, estuvo interfiriendo en cuestiones donde no debería interferir. Mi 2021 tiene la mira de seguir creciendo, mejorando. Estaré en Telenoche con nueva compañera y siempre con la idea de sumar. Cada Año Nuevo me pregunto por qué trabajo de lo que trabajo: porque me hace feliz. Y ese es un mandato: elegir solo los proyectos que me hacen feliz".
Nora Perlé
"Estamos a punto de celebrar un fin de año que para toda la humanidad es distinto, sin dudas. Y digo celebrar entre comillas, pero es real que renacen ilusiones y se concretan encuentros postergados. Nos permitimos y nos imponemos un alto en el camino de nuestras diarias obligaciones, de nuestras preocupaciones existenciales. Quién no siente que este año todo es distinto y es por eso que nos debemos permitir un mínimo recogimiento y convidar como nunca besos y abrazos, los mejores pensamientos y deseos para cuando podamos. No hay quien no necesite esas caricias. Y si bien para muchos, las Fiestas con una silla vacía nos recuerda un ser querido que no está, este año esa tristeza se ha multiplicado como jamás hubiésemos imaginado en el peor de los presagios. Para mí la radio es tan múltiple en sus sentidos que nos informa, nos entretiene y, fundamentalmente, nos comunica. Por eso propongo que revaloricemos, en estos tiempos, reencontrarse a través de las palabras, para que signifiquen un puente de unión entre la gente, para que no nos sintamos tan solos. En lo personal, me refugio mucho en la radio y en mi compañero de camino, Ismael Hasse, un hombre de letras y una gran persona. La radio es el timón de mi vida y una suerte de tutor espiritual porque allí vuelco todo lo que siento y sé que me están escuchando con la mejor entrega. Los buenos deseos en la radio se multiplican y hasta el más retraído desea al otro lo que desea para sí mismo".
Benito Fernández
"Mi balance tiene dos miradas. Hay un balance muy negativo que tiene que ver con la pandemia, el encierro, las muertes y las economías devastadas. Pero, también creo que es posible plantear un balance positivo: en febrero, cuando vi lo que sucedía en Europa, comencé a reinventarme en lo personal y en lo conceptual de mi marca. La pandemia nos adelantó cuestiones que ya veníamos pensando, tenía que ver con la empatía y la solidaridad, tener en cuenta que había que ponerse ropa más cómoda, modificar puntos de venta y darle importancia al e-shop. Junto con mis hijos, reinventé el concepto de mi marca y empecé a involucrarme en acciones solidarias. A Mamis Solidarias les doné 500 prendas de la colección de niños. Con Acnur de la ONU realizamos una acción muy importante: hice los ponchos azules que lucieron celebridades como Valeria Mazza, Pampita, Marley, para visibilizar la realidad de los refugiados en el mundo. Y al Hospital de Niños Pedro de Elizalde doné barbijos de alta costura para que se remataran y se juntara dinero. Pertenezco a una generación donde se ocultaba todo: desde una orientación sexual, una discapacidad de algún familiar, hasta una simpatía política. Lo que sucedió con la pandemia es que las grandes potencias y los políticos ocultaron información, y decidí ir contra eso. Por eso empecé a decir lo que me parecía, lo que estaba mal y lo que estaba bien, sin distinción de ideologías. Eso me llevó a estar muy visible, por eso fue un año, si se quiere, positivo para mi persona y para mi marca, dentro de la locura que vivimos y que todavía no dimensionamos. La moda es lo primero que interpreta la realidad. Siempre es así. En mi caso, hice barbijos y porta barbijos, más ropa de algodón para estar más cómodos en el encierro. En lo personal, al comienzo de la pandemia me separé luego de tres años de estar de novio, así que estuve muy enfocado en mis hijos, necesitaba estar cerca de ellos y de mi empresa. La separación no fue dolorosa, lo hablamos. Incluso se quedó conviviendo un mes más en casa, nos llevamos bastante bien y seguimos en contacto. En lo laboral, y con miras al 2021, estamos arreglando los últimos detalles para estar como jurado en Corte y confección, en eltrece".
Sebastián Wainraich
"Terminamos un año insólito, y sé que no digo nada nuevo con esto. Tengo que separar el año en tantas cosas que no sé por dónde empezar. En lo laboral, fue un año bueno. Con la serie de Netflix (Casi feliz) nos fue espectacular y eso ayudó a levantar la cuarentena. Sin tener la confirmación de la segunda temporada, me puse a escribirla y eso, también, me mantuvo el año muy arriba porque me lleva a otro mundo, a un mundo sin Covid. Con respecto a la radio, se viene un cambio, cambiamos de emisora, así que fue un año intenso con todo eso. Más allá de todo esto, lo que pasó alrededor de uno fue un gran lío, un gran despelote. Los seres humanos necesitamos una organización, por más que no tengas una rutina, necesitás de la rutina de la no rutina. Ni eso tuvimos, porque este virus vino a decirnos que nos podemos morir en cualquier momento, cosa que ya sabíamos, pero lo vino a afirmar. Nos trajo mucha incertidumbre sobre cómo se contagia, cómo nos tenemos que cuidar. Y trajo una certeza: nadie sabe nada, y la certidumbre de la muerte nos deja una angustia tremenda. Con respecto al 2021, no tengo la menor idea. Llega el 31 de diciembre y hay algo que hace pensar que va a cambiar todo, seguramente no será así. Pero, tal vez esa fuerza psicológica haga que algo cambie. Solo esperar que no llegue el famoso rebrote y que este país se ordene un poquito y levante".
Alejandro Lerner
"Para mí, el año empezó con uno de los puntos más altos de mi carrera: tocar en un Colón lleno, con entradas agotadas y con la Orquesta Sinfónica. Ahí, la perspectiva del año era maravillosa, con giras programadas por Israel y por diversos países de Europa. Para una carrera de 40 años, aún hay cosas nuevas, experiencias como ir a Grecia, era una visión de muchísimo entusiasmo. Con los primeros indicadores de la pandemia que llegaron de Europa, lo primero que sucedió es que se cancelaron las giras y en marzo ya nos vimos todos inmersos, donde todos los habitantes del Planeta tuvimos que reestructurar nuestros proyectos de vida, nuestros trabajos cotidianos, nuestra economía. En lo personal, me di cuenta que es una carrera de resistencia psicológica, afectiva, emocional, espiritual y económica. Durante la pandemia, mi decisión fue hacer algo que le hiciera bien a los demás y que me haga bien a mí, así que empecé a hacer los streaming. También me llegó la propuesta para hacer radio en la CNN donde entrevisté a personajes como Julio Bocca o Nacha Guevara. Fue bueno porque dentro del parate pude sentir internamente que estaba en movimiento, a pesar de no haber hecho conciertos y de no haber podido dar una proyección de trabajo a los que trabajan en mi proyecto. Mi estudio de grabación estuvo cerrado con una infinidad de gastos que tuve que asumir, por eso digo que es una carrera de resistencia donde hay que sacarle músculo a la capacidad de adaptarse y a la fe, sea cual fuere esa fe. Y tener claro que esta es una pesadilla que, alguna vez se va a terminar y hay que tener los elementos preparados para salir al ruedo, sea lo que fuere que haya que hacer. En este momento estoy en Los Ángeles, California, porque por una cuestión inmigratoria no puedo estar más de un año sin pisar el país. Pero aquí estoy preparando para el 2021 la gira por los 40 años de mi carrera, componiendo y disfrutando de mi streaming concert que se puede ver en livepassplay.com".
Topa
"Mi balance del año es muy especial. A nivel laboral había dejado grabado un programa nuevo que es El ristorantino de Arnoldo, que se estrenará en enero en Disney +. Además, tenía pensado hacer un nuevo show y el lanzamiento de un disco de El viajero, pero todo eso quedó trunco por la pandemia. Me volqué mucho a lo creativo, a generar contenidos para YouTube, a crear canciones. De hecho surgió la idea de hacer Una Navidad especial por streaming y también desde una experiencia multimedia que me permite conectarme con todos los chicos de Latinoamérica a través de WhatsApp. Me gusta estar conectado con los mas chiquitos desde ese lugar. A nivel personal, este 2020 es uno de los años más importantes de mi vida, jamás me lo voy a olvidar porque el 21 de enero llegó Mitaí, mi hija. La pandemia hizo que me pueda conectar mucho con ella, estoy las 24 horas jugando, cantando, bailando, viéndola caminar y haciendo todas sus monerías. Desde ese lugar, es maravilloso porque tengo la oportunidad de estar conectado con ella en todo momento. Mi familia está bien, pero tuve momentos muy difíciles dado que mi papá estuvo internado. Mi familia tuvo Covid, hermanos y sobrinos se contagiaron, pero ahora están muy bien. Este año tuve dos pérdidas muy importantes: se fueron dos tíos muy queridos a los que no pude despedir. Acá estamos, poniéndole mucho amor y optimismo para que tengamos un 2021 un poquito mejor".
Carmen Barbieri
"Como para todo el mundo, para mí también fue un año inolvidable por el desastre que es este virus que se nos llevó a muchos viejitos y conocidos. El tema de la muerte es algo que no puedo superar, mi hijo me pide que me amigue con esta cuestión porque es parte de la vida. Fue un año de ver tristeza, muerte, enfermedades y mucho hambre, y eso a mí me destroza. Soy una elegida, no he parado de trabajar, así que no tengo motivos para quejarme, más allá que en este 2020 gané la cuarta parte de lo que ganaba. Todo se achicó, tanto el teatro como la televisión. Antes ganaba más del doble, pero uno tiene que trabajar. Para los que somos laburantes, los que buscamos el mango para mantener la casa, nos costó y nos cuesta mantener la situación, sin dejar de pagar los gastos fijos. Cuando empecé a ver que había amigos que no tenían para comer, comencé a cocinar y preparar viandas para ayudarlos. Arranqué el 2020 con el duelo por la muerte de Santiago Bal. Sin recuperarme de eso, llegó mi hijo Federico y me dijo que tenía cáncer, y, encima, a los pocos días comenzó la pandemia. No pude acompañar a mi hijo por esta razón, así que lo veía a través de un vidrio. Así fueron varios meses donde sentía que me moría cada día un poquito. Pero también recuerdo el día que vino a decirme que ya no tenía nada, que los médicos no habían encontrado el tumor. Fue un milagro. Cincuenta por ciento los médicos del cielo y el otro cincuenta lo terrenal. Hubo gente que ni conozco que hizo cadena de oración. Me pelé la cabeza para acompañar a él con ese proceso. Tomé una maquinita y me rapé, pero a Fede no se le cayó un pelo. Fue un año muy extraño, un cachetazo. Quedé encerrada en mi casa con mi amiga y secretaria. Tengo un departamento divino con un balcón, pero nos cuidamos mucho, no salíamos. Este 2020 sacudió al mundo, lo dio vuelta. De todos modos, siento que volví a empezar, en mi vida, en mi forma de pensar y en mi carrera. Soy una agradecida por tener trabajo: estuve la mitad del año en Cantando 2020 y cerca de fin de año estrenamos en teatro Un estreno o un velorio. Ahora estoy enfocada en el futuro, terminando de ajustar detalles para mi incorporación en la segunda temporada de MasterChef Celebrity. La tormenta no nos tiene que tirar abajo".
Oscar González Oro
En lo profesional, ha sido un año muy bueno porque sigo haciendo lo que me gusta que es hacer radio. En lo personal, la pasé muy mal. Hace diez meses que, en una comida, Sofia Neiman cayó muerta sobre la mesa, era como mi hermana, compañera de vida, viajábamos juntos. Punta del Este, donde vivo actualmente, no es lo mismo sin Sofía. También murió Bartolomé Mitre que fue mi primer jefe en Radio Del Plata, hace más de 25 años, y con el cual tenía una gran relación y no pude cruzar a Argentina para despedirlo. También se fue Marcos Gastaldi, que era el esposo de mi querida amiga Marcela Tinayre. Murió Jorge Brito que era un gran amigo. Un montón de pérdidas que me afectaron mucho, fue un año de mucho dolor. Y también me duelen los muertos en Argentina como consecuencia del coronavirus. La gente piensa que vivo de fiesta en fiesta, pero lo cierto es que cuando no trabajo estoy solo y sufro esa soledad. No es que no tenga amigos, pero estuve cinco meses encerrado en Buenos Aires y cuando llegué a Uruguay seguí con ese hábito. Para el año que viene tengo ofrecimientos para hacer más radio y volver a la televisión. Hay un proyecto para hacer un ciclo de entrevistas no vinculado a la actualidad, sino relacionado con artistas, escritores, músicos y diversas personalidades que generan interés en una conversación. Siento que no hay un lugar para ellos".
Mauricio Asta
"No puedo dejar de decir que fue un año muy bueno y lindo, debo agradecerle a la vida, a pesar del problema que todos atravesamos como sociedad. En el comienzo de la pandemia, me quedé resguardado en casa, esperando mejores noticias. Pero, por suerte, mi trabajo me sacó de ese lugar y no solo lo capitalicé sino que me permitió alejarme del temor y de quedarme quieto. En lo laboral, por las precauciones sanitarias tuve que reformular el trabajo en la pastelería. Logré accionar algo que no terminaba de poner en marcha que es entregar la mercadería en la casa de los clientes: el delivery fue algo que se afianzó y con eso expandí mi pastelería al alcance de más gente, me abrió una forma nueva de trabajar y diferente de comercializar. Al tiempo de la pandemia ingresé en eltrece a El gran premio de la cocina. Es un lugar muy cálido y que me permite trabajar entre amigos. Es un programa muy exitoso, así que me resultó fácil el ingreso, tuve que remarla poco. Disfruto mucho, me gusta trabajar en televisión. Lo profesional me hizo seguir en el curso de la vida, cumpliendo objetivos y soñando con lo nuevo. Fue una ayuda, en tiempos donde se vibra con caos, noticias de enfermedad y muerte. Mi deseo para el 2021 es que todos puedan encontrar su norte, la zanahoria, la motivación personal, más allá de la situación en la que se encuentren. La motivación nos hace transcurrir por caminos que no pensábamos. Y eso nos da alegría, confianza, superación y concreción de metas. Que a todos les pase esto que a mí me salvó muchas veces: buscar estrategias, salir adelante, y cumplir los deseo. Eso te eleva y te saca de zonas oscuras. En definitiva se trata de desplegar las potencialidades de cada uno".
Federico Bal
"Fue un año muy difícil para todos, para la comunidad artística se truncaron las giras, nadie pudo salir. En lo personal, al mismo tiempo que comenzó la pandemia tuve que suspender mi trabajo y mis actividades por mi enfermedad: un cáncer que agarré a tiempo, aunque los dos meses de tratamiento fueron días de mucha angustia, pero también de claridad y realidad. Me sirvió para ocuparme de mí y de proyectos que tenía en pausa. Descubrirme en mi casa con mi novia y mi perro también fue hermoso. Extrañé mucho a mis amigos, pero, ahora, con las juntadas que hacemos con distanciamiento todo se hace más disfrutable, permite ver la vida de otra manera. Tenemos que entender que no hay que dejar pasar las cosas, porque todo se puede ir a la mierda. Esta es una nueva chance para disfrutar. Luego de la enfermedad y el encierro, apareció MasterChef Celebrity y pude divertirme tanto. Con respecto al 2021, empezamos a ensayar para debutar con la obra Mentiras inteligentes, el 14 de enero. Todo pasa por valorar la vida y ser feliz".
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