Lady Gaga reveló su desconocida y ardua batalla por mantenerse sobria
MADRID.- Chromatica, el nuevo álbum de Lady Gaga que sale este viernes, funciona como una buena excusa para devolver a la estrella al terreno musical. Pasaron cuatro años de su elogiado disco anterior, Joanne, y en este lapso también estuvo trabajando para liberarse de sus propios demonios.
Así lo reconoció la propia cantante durante una entrevista con la emisora Apple Music, en la que aseguró que a lo largo de este último trabajo se planteó dejar el alcohol, una adicción hasta ahora desconocida por muchos de los seguidores de la artista. "Estuve coqueteando con la idea de abrazar un estilo de vida sobrio. Todavía no estoy en ese punto, pero lo pensé en varios momentos mientras grababa el álbum", contó.
"Es una opción que surgió mientras intentaba encontrar la forma de seguir trabajando a pesar del dolor físico que experimento constantemente", explicó la artista e insistió: "No tomo ningún analgésico, porque no es saludable para mí". Gaga, de 34 años, dijo que sus pensamientos sobre renunciar al alcohol llegaron mientras grababa concretamente una canción, "911", centrada en sus experiencias con los antipsicóticos, medicación que la cantante tomó durante un tiempo.
"Parte de mi proceso de recuperación se basa en pensar: ‘bueno, puedo ser muy dura conmigo misma cada día por el hecho de que sigo bebiendo o puedo optar por ser feliz y apreciar que sigo viva y trabajando, y sentir que lo estoy haciendo bastante bien'. Estoy lo suficientemente bien. Soy imperfecta de una manera perfecta", resumió la también actriz y ganadora de un Oscar a la Mejor canción por "Shallow", de la película que protagonizó en 2018, Nace una estrella.
Sin embargo, renunciar a la bebida no está ahora mismo entre las prioridades de Gaga, porque sabe que de no conseguirlo podría caer de nuevo en la dinámica de empezar a odiarse a sí misma. La intérprete de "Born This Way" sí se siente orgullosa por haber logrado quitarse otra adicción: el tabaco. "Dejé de fumar. Fumaba todo el día mientras trabajaba en el disco. Cuando acabamos, simplemente lo dejé. Fue lo más extraño y bonito que pudo haber pasado. Esta música de verdad me curó", aseguró la artista. Y es que si algo entiende Lady Gaga es de superarse cada día y resolver los inconvenientes que la vida le planteó.
A sus 34 años, sufrió bullying cuando iba a la escuela, su primer contrato musical se rompió antes de lanzar ningún trabajo, padece una fibromialgia que le obligó a bajarse de los escenarios en 2017 y a los 19 años sufrió una violación a la que le siguió el consecuente síndrome postraumático y una depresión. "Creo que me llevó un tiempo llorar por las cosas que me sucedieron. No podía estar enojada conmigo misma más tiempo, no importa cuánto tardé en darme cuenta", dijo a la revista InStyle hace unas semanas.
Ahora, con el inminente lanzamiento de su sexto álbum que estaba previsto para el 10 de abril pero debido a la pandemia de coronavirus se pospuso para este 29 de mayo, Gaga parece haberse liberado de todos sus traumas que, aunque ha admitido en varias ocasiones que le acompañarán toda su vida, al menos ya sabe cómo enfrentarse a ellos y cómo gestionar sus emociones.
Según reconoció la cantante durante la grabación de Chromatica —que incluye los hits ya publicados "Stupid Love" y "Rain On Me", un tema en el que colabora con Ariana Grande— se sintió "triste, deprimida y lloraba constantemente", pero fue capaz de convertir estos sentimientos en algo positivo y optimista. "Definitivamente, estamos bailando", admitió en otra entrevista. Y los expertos lo avalan: Lady Gaga está de regreso.
Diario El País
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