La obsesión de Hollywood con las pelirrojas: por qué las actrices empezaron a teñirse para conseguir mejores papeles
A pesar de que apenas el 1% de la población mundial luce melena pelirroja, la ficción mantiene un idilio con los personajes femeninos de personalidad tan intensa como el tono de su pelo. La repercusión de los trabajos de Nicole Kidman y Anya Taylor-Joy son los últimos ejemplos.
Julianne Moore
Cuando medios como The Hollywood Reporter se preguntaban en sus páginas allá por 2014 por qué los premios Oscar apenas celebraban en sus galas a las actrices de pelirrojas, la protagonista de Siempre Alice cortó con su galardón una sequía de más de 20 años. Para tratar de acabar con la discriminación a la que se enfrentan muchos niños por su aspecto físico, Julianne Moore, que cumple ahora 60 años, ha publicado ya varias entregas de unos cuentos infantiles llamados Freckleface Strawberry.
Nicole Kidman
Nicole Kidman ha reivindicado recientemente su melena natural, pelirroja y rizada, en su último gran éxito televisivo: el thriller The Undoing de HBO. Más allá de sus comentadísimos abrigos, las redes sociales también han confesado su envidia y obsesión por el "precioso pelo" de su protagonista que, pese a los rumores, no es una peluca. "¿Cuánto dinero del presupuesto total de la serie se ha dedicado solo a su cabello?", se preguntaba una tuitera. Kidman no aparecía en pantalla con su pelo natural desde hace décadas y, a tenor del éxito, parece que no será la última vez.
Anya Taylor-Joy
Pero el personaje de Nicole Kidman en The Undoing no es la única muestra el ginger power que reina en la industria televisiva actual. Anya Taylor-Joy, que ha hecho de Gambito de Dama el mayor –y más inesperado– triunfo del último trimestre del año, también ha convertido en icónica la peluca roja de la ajedrecista Beth Harmon. Netflix publicó en redes un video del proceso de caracterización de la actriz.
Amy Adams
Si hay una figura que haya conseguido desechar cualquier posible prejuicio entre el gusto de los académicos y el color del pelo esa es la estrella de películas como La llegada, que acumula nada menos que 5 nominaciones a los Oscar en la última década (6 en total). Ella también apostó por cubrir con tinte rojo su color natural para desechar el arquetipo de "rubia tonta" y conseguir mejores papeles. "Fue fascinante ver cómo solo un elemento de ti misma puede cambiar la percepción que tiene la gente de ti. Se convirtió en una herramienta muy poderosa, también en mi forma de interpretar", señaló Amy Adams a The New York Times.
Rita Hayworth
La que probablemente sea la pelirroja más icónica de la historia del cine jamás habría podido alcanzar ese estatus de femme fatale sin un tono tan ardiente como su forma de quitarse los guantes en Gilda. Rita Hayworth se tiñó en 1930, coincidiendo con la firma de su contrato con Columbia Studios, y a lo largo de su carrera nos dejó varias lecciones de estilo para la eternidad.
Jessica Chastain
Otra de las grandes estrellas de los últimos tiempos ha demostrado tal compromiso con su cabello que se niega en rotundo a teñirse para abordar cualquier nuevo papel. "De pequeña no quería ser diferente, quería tener el mismo aspecto que las demás para que no me señalaran. Era ridiculizada por tener el pelo rojo, por tener pecas... Pero lo que te hace diferente es lo que celebrarás en el futuro. Si quisiera teñirme el pelo podría, pero me he dado cuenta de que eso es lo que soy, mis diferencias me hacen especial", explicó Jessica Chastain, que prefiere usar una peluca cuando la ocasión lo requiere.
Isabelle Huppert
Considerada recientemente por The New York Times como la segunda mejor intérprete del siglo XXI –solo por detrás de Denzel Washington–, la francesa Isabelle Huppert ha conseguido erigirse en un tótem de la industria cinematográfica internacional. Su característica melena anaranjada sin duda ha contribuido a construir esa imagen de actriz siempre audaz, provocativa e intimidante.
Katharine Hepburn
Justo cuando se cumplen 80 años del estreno de una de las grandes obras maestras del séptimo arte, Historias de Filadelfia, es buen momento para reivindicar a la actriz que más premios Oscar ha ganado en la historia (4). En su biografía, la propia Katharine Hepburn reflexionaba sobre la improbabilidad de que aquella niña de piel pálida y pecosa, pelo rojo y aspecto ligeramente varonil llegara a convertirse en la leyenda que es hoy.
Emma Stone
Aunque sea el rubio su tono natural, la protagonista de La La Land se ha convertido en una de las mayores estrellas cinematográficas sobre la tierra luciendo mechas color caoba. "Cuando llegué a Hollywood tuve una agente que pensaba que por ser rubia solo quería interpretar personajes de animadora. Así que un día decidí teñírmelo y a la semana siguiente conseguí mi primer papel", afirmó Emma Stone en una entrevista con The Independent.
Deborah Kerr
La británica Deborah Kerr, que conquistó a los espectadores en clásicos como Quo Vadis o De aquí a la eternidad, fue otra de las pelirrojas que pavimentó el camino para las nuevas generaciones cuando las rubias y morenas acaparaban todos los focos. Kerr ostenta el –dudoso– honor de ser la intérprete con más nominaciones al Oscar a la mejor actriz principal sin haberlo conseguido nunca, con hasta 6 intentos. Para paliar la injusticia, en 1994 la Academia le otorgó el galardón honorífico.
Susan Sarandon y Geena Davis
Para los pelirrojos del mundo el 7 de septiembre es el día en el que se celebra el orgullo de ser el 1% de la población mundial. Y no hay película más ginger pride que Thelma & Louise, que en los noventa convirtió en mitos de la cultura pop a sus inolvidables dos protagonistas, Susan Sarandon y Geena Davis.
Shirley MacLaine
La inolvidable señorita Kubelik de El apartamento ha sido durante varias décadas la pelirroja más célebre de Hollywood y una de las pocas en ser reconocida con un Oscar por los académicos. Su papel en La fuerza del cariño la hizo merecedora del galardón a la mejor actriz.
Tilda Swinton
Pese a que resulte casi imposible clasificar a una actriz que ha hecho de las transformaciones radicales santo y seña de su excelente carrera cinematográfica, uno de sus rasgos físicos más reconocibles es ese naranja eléctrico con el que tantas veces ha dominado las alfombras rojas de premieres y galas de premios.
Lucille Ball
La considerada como madre de las comedias televisivas modernas gracias a su pionera I Love Lucy, que arrasó en la grilla televisiva en la década de los cincuenta, cuenta con una insólita historia capilar. Según reveló su peluquera, Irma Kusely, Ball consiguió ese característico color rojo fuego gracias a un adinerado jeque fanático de la actriz, que la abasteció con suministros de henna durante toda su vida para que pudiera teñírselo.
Christina Hendricks
En el caso de la actriz que interpreta a Joan Holloway, Christina Hendricks, en Mad Men, era tal la exuberancia del cabello de la actriz que hasta el propio showrunner de la serie, Matthew Weiner, decidió añadir referencias a él en los guiones de la celebrada ficción. Personajes como Roger Sterling, fundador de la agencia de la publicidad, se referían a la inteligentísima jefa de secretarias con apodos como "Red".
Julia Roberts
Rubia natural, Julia Roberts tuvo que teñirse de pelirrojo por exigencias del guion de Un pedazo del cielo, su primera película como actriz. Un look que convertiría en icónico años después con el éxito de films como Mujer bonita o La boda de mi mejor amigo. Después de décadas sin lucirlo, Roberts volvió al castaño rojizo en 2017 para rodar el melodrama Regresa a mí.
Ginger Rogers
Aunque el monocromatismo de la época no nos permitió disfrutar durante años de los matices tonales de su pelo, la que conformara junto a Fred Astaire la pareja de baile más legendaria del séptimo arte fue también la primera pelirroja de la historia en ganar el Oscar a la mejor actriz, por la película Espejismo de amor en 1941.
Kate Winslet
Normal que Jack (Leonardo DiCaprio) cayera rendido a los pies de Rose (Kate Winslet), aquella joven de buena familia, apasionada, valiente y de pelo caoba rizado, en la taquillera Titanic. Sin embargo, más allá de excepciones como Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, la actriz que le diera vida ha preferido apostar de ahí en adelante por su rubio natural, tanto fuera como dentro de la pantalla.
Sophie Turner
Con solo 24 años, Sophie Turner, quien dio vida a Sansa Stark en Games of Thrones ya es una de las grandes actrices jóvenes de Hollywood. Rubia natural, la británica empezó a teñirse siendo una adolescente y ha hecho carrera en la industria con melena pelirroja. Para darle más credibilidad al camino de tortura vivido por su personaje, los productores de la popular ficción de HBO le pidieron que durante un par de temporadas no se lavara el pelo. Algo "asqueroso", según ella misma declaró y que pudo cambiar por una peluca en las últimas tandas de capítulos.
Maureen O’Hara
Otro pelirrojo ilustre, el irlandés Liam Neeson, confesó en una gala de premios que su vocación cinematográfica se debió en parte al flechazo que sintió por la eterna coprotagonista de John Wayne en películas como El hombre quieto y Río Grande. "Ella empezó en el cine en blanco y negro y después se convirtió en la reina del Technicolor, dejándonos hipnotizados no solo por sus interpretaciones sino por su fiero pelo rojo y sus preciosos ojos verdes".
Kate Mara
Kate Mara es otra de las pelirrojas del momento gracias a la serie A teacher. Como no podía ser de otra forma, la prensa más conservadora ya ha puesto el grito en el cielo por la emisión de una ficción que cuenta la relación entre una profesora y su alumno adolescente.
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