La esposa de Matías Alé dijo que él le temía a una "presencia maligna"
Además, negó que el mediático le haya pegado y aseguró que quitó la denuncia que pesaba sobre él
María del Mar Cuello Molar , la esposa de Matías Alé , contó su versión de los hechos que ocurrieron el lunes antes de que el mediático fuera detenido por la policía y trasladado a una clínica psiquiátrica. También, explicó que los delirios del joven comenzaron luego de que él le ofreció matrimonio.
"Nunca me golpeó ni fue violento conmigo o con mi mamá, al contrarío", aseguró María en el programa radial Ciudad Goti-K de Jorge Rial. La joven de 23 años relató así lo ocurrido y aseguró que según los médicos que tratan a Alé, su marido sufrió un brote psicótico por el cual cree que "hay una presencia maligna que lo sigue" y que quiere hacerle daño a ella y a su mamá. Además, cargó contra la madre de Matías por no cuidar a su hijo. "Nadie le prohíbe ir a verlo a la clínica, los que dicen lo contrario mienten", aseguró.
En cuanto a la casa del country que Alé había comprado con ayuda económica de la madre, dijo que no pueden volver a estar ahí porque Matías sentía una presencia maligna. "¿Vos sentías una presencia?", le preguntó Rial a lo que ella respondió: "No sé si una presencia, todos somos sensibles a sentir cosas, hay veces que no te gusta la energía de otra persona. A Mati no le gusta esa casa, me decía ´veo cosas, siento cosas´. Más allá de que eso es una enfermedad, puede ser que haya otras cosas y yo le voy a creer siempre. Si él me dice el cielo es verde, para mí es el cielo verde. Matías me pidió que crea en él".
"¿Creés que es por la cercanía de la madre de Matías a esa casa, que vive en el mismo country?", repreguntó Rial. "No sé -contestó ella-, yo sigo lo que Mati me decía. Dicen que soy la responsable (...) Chicos, de mi parte no hay ninguna secta, sólo lo acompaño porque me enamoré y lo voy a acompañar toda mi vida. Mati se va a despertar un día y va a decir "uh, qué pasó" pero nosotros somos los que ahora tenemos que sobrellevar el tema".
La noche que se desató el brote, un neurólogo le había dado la autorización de internarlo. "Cuando llegó el médico, Matías me dijo que no se quería internar, el médico me dijo esperara hasta que él aceptara. Ese día estaba Diego, su amigo, cuando se fue a buscar comida, dijo ´acá no entra más nadie´". La joven relató que su mamá y ella le siguieron la corriente hasta que el amigo volvió y quiso entrar y Matías le negó la entrada, puso música fuerte y comenzó a rezar. Más tarde las hizo sentarse en el suelo con él porque las quería proteger de la presencia extraña, y se negaba a que entre cualquiera que pueda ser poseído por ella. "Pasado el tiempo yo ya le gritaba ´Mati basta´ y bueno, llegó la polícía, estábamos sentadas en el piso y él nos agarraba a las dos, yo tenía la cabeza apoyada en un hombro y mamá en su otro hombro. El nos agarraba fuerte y decía ´no me las van a sacar´", relató María.
Además, aclaró que cuando entró la policía, Matías pensaba que la policía estaba poseída por la presencia extraña. "Nunca intentó ejercer violencia contra mi, todo lo contrario, nos quería proteger, él es incapaz". Y agregó: "No voy a hacer denuncia. La policía dejó asentada la denuncia y yo al día siguiente levanté todo".
Por otra parte, contó cuándo se espera que Matías salga de esa irrealidad, según los profesionales que lo atienden. "Los médicos me dicen que depende de cada paciente, que puede ser más temprano o más tarde, yo sé que Mati es muy inteligente y no le va a costar mucho tiempo".
El comienzo de la crisis
María del Mar cree que el problema de Matías comenzó luego de que se conocieron. "El 6 de septiembre decidimos casarnos y a raíz de dar el aviso de que nos casábamos, Mati empezó a estar mal (...) Se quedaba en la casa de la madre (...) y ya estaba mal, no quería comer. La mamá me dijo: ´Decile que lo dejás o lo que sea, pero Matías se tiene que quedar acá´. Y él me contestó: digas lo que me digas yo me voy con vos", relató.
Más tarde, decidieron estar 20 días en la Posada del Kenti que es un centro de armonización y tratamiento. "Matías estuvo todos los días con ayuda médica y conmigo. Como no queríamos que trascienda no le dijimos a su mamá", remarcó.
La versión de las sectas
Por otra parte, María negó que ella o la madre de Alé estuvieran en una secta, tal como había dicho Luis Ventura sobre los rumores que hay alrededor de la relación familiar.
Otro rumor indicaba que una supuesta guía espiritual de María, oriunda de Carlos Paz, le había aconsejado que se alejen de una chica llamada Mariela, de Elías (el hermano de Matías) y de Diego Morea que es un cura amigo del mediático. "No es así. Chicos, el cura Diego es muy amigo de Mati y sigue siendo su amigo. Yo no conozco a nadie en Carlos Paz".
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